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        Argentina: La lucha continúa | 
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El ferrocarril, una cuestión nacional
Crónica de una estafa y una violencia anunciada
Juan Carlos Cena
Argenpress
No somos estatistas. Y no lo somos, no sólo por ideología, sino
también por razones prácticas. (...) 
Queremos que las empresas estén en manos privadas, y mejor
aún sin continúan en las manos actuales
(Alberto Fernández-Jefe de Gabinete - La Nación 19/12/04 
A través de la Agencia de Noticias Argenpress hemos publicado más de 180 notas 
sobre los ferrocarriles argentinos y su situación. Un gran número de ellas se 
referían a los posibles cromañones. No expresábamos esa inquietud en forma 
superficial, sino que los accidentes que ocurrían a diario, y a veces, en forma 
repetida durante la misma jornada, avalaba nuestra preocupación. Además, como 
conocedores del oficio ferroviario ver un tren arribar a una estación es 
apreciar su estado bajo el punto de vista técnico. Llamábamos la atención y 
alertábamos de que en cualquier momento, y no por un designio maldito, un 
accidente de una gran magnitud iba a ocurrir. 
No es para alegrarnos de que nuestras predicciones, ya son certezas, y que se 
vayan cumpliendo en forma inexorable. No es que uno sea un buen adivino, no, ni 
mucho menos. Es que uno ha tratado y trata, simplemente de conocer la verdadera 
naturaleza del sistema capitalista en la Argentina, es que no se puede y no se 
debe opinar desde la ignorancia. En consecuencia es toda una responsabilidad 
averiguar quienes son sus representantes, como actúan e interactúan, en este 
caso, los empresarios concesionarios de los Ferrocarriles Argentinos
Se ha tratado de instalar en el seno de la sociedad de que estas anomalías en el 
transporte ferroviario es obra de concesionarios/empresarios malos, para desviar 
la atención sobre la verdadera naturaleza del problema, que es el sistema en que 
vivimos, es que esta nota comienza colocando lo negro sobre blanco. Estos 
empresarios responden disciplinadamente de acuerdo a la naturaleza del sistema 
capitalista que los parió, es decir, actúan como sujetos activos del sistema, y 
no de otra manera. La reproducción del capital es su objetivo, los métodos se 
verán después, de acuerdo a la dinámica del propio capital y a la situación 
política imperante.
Hoy ha ocurrido una pueblada en la Estación Haedo protagonizada por los 
pasajeros del TBA Llegó el hartazgo, todo estalló.
Todo comenzó en la Estación Castelar y terminó en la Estación Haedo. Pero el 
viernes anterior hubo una gran demora por deficiencias mecánicas en la Estación 
Castelar, el sábado un accidente desgraciado en el paso a nivel de Marcos Paz, 
no hay barreras. Antes en Liniers, antes en otra, así, demoras y más demoras en 
viajes hacinados. 
Denunciábamos desde el Mo.Na.Re.FA, en forma reiterada, el 9/01/05, en una nota 
titulada ¡Alerta! Viene marchando el Cromagñon Ferroviario, la siguieron otras 
del 18/01/05 cuyo título dice El F.C. Mitre puede ser otro Cromagñón; otra nota 
del 23/01/05 titulada El Cromagñón Ferroviario Continúa; el 26/01/05 se titulaba 
¡Atención! Los Trabajadores Ferroviarios le dicen no al Cromagñón Ferroviario y 
el último artículo del mes del 30/01/05 llevaba el nombre: Jornada Donde los 
Trabajadores Ferroviarios le dijeron ¡N0! Al Cromagñón Ferroviario, en total 
cinco notas. No fueron notas agoreras, son trabajos de alerta hacía los 
ciudadanos, al público que viaja diariamente a trabajar.
Los accidentes de trenes continuaron siendo moneda corriente. El día viernes 4 
de marzo aproximadamente a las 22 horas, en una formación de trenes de pasajeros 
en la estación Castelar se produjo un incendio. Voló una de las tapas del piso 
del vagón incendiado; hubo fuego y mucho humo, por supuesto la empresa no 
apareció. Dejaron a los pasajeros sin protección, al garete, para ellos 
clientes. Salieron como pudieron de los coches, ayudándose unos a otros en medio 
de las vías. El guarda intentó ayudar, los pasajeros lo apedrearon. El Guarda 
que no tiene nada que ver, es un trabajador explotado y paga por la 
irresponsabilidad de los concesionarios de Trenes de Buenos Aires (T.B.A), cuyos 
dueños, la familia Cirigliano son la nueva camada de industriales 
polifuncionales 'nacionales' que viven del Estado.
T.B.A no tiene salidas de emergencias ni matafuegos, ni baños químicos como 
marcan las reglamentaciones; ni tampoco esta empresa tiene una cuadrilla de 
emergencias para actuar en estos casos, como en tiempos cuando los trenes 
estaban en manos del Estado Nacional y era un servicio público. Los sábados y 
domingos, las boleterías están cerradas de la líneas Mitre - TBA Un tren se 
incendió en la estación Carranza de esa misma Línea. Al estar la boletería 
cerrada no había comunicación interna. Intervinieron los bomberos, un fiscal y 
un Juez. La empresa al llegar el tren quiso poner en marcha la unidad y los 
bomberos se lo impidieron. Toda una negligencia. Los medios de comunicación 
adheridos a la SIP, bien gracias.
Las causas del incendio hay que investigarlas. La CNRT -Comisión Nacional de 
Regulación del Transporte- debe intervenir. Pero nada se ha dicho. Cualquiera 
fueran las causales, nuestras denuncias demuestran que lo que lo que venimos 
anticipando de los posibles accidentes, no son una predicción, sino una certeza.
Los trabajadores ferroviarios vienen denunciando sobre el vaciamiento que hace 
esta empresa TBA, con la anuencia de la Secretaria de Transporte y con el 
silencio de la burocracia de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, y el 
periodismo que se calla. Hemos denunciando sistemáticamente la falta de 
inversión en coches de pasajeros, vías, repuestos y otros, que los trenes no son 
debidamente revisados, que estos circulan con más kilometraje de lo permitido, 
sin que se les realicen las revisaciones periódicas y el mantenimiento 
preventivo. Es dable preguntar, que dicen ahora los que reclaman en 
representación de los usuarios demonizando a los trabajadores cuando paran por 
reivindicaciones laborales.
Decíamos el 9 de marzo del 2005 que en el F.C. Roca, línea concesionada a la 
empresa Trenes de Buenos Aires, cuyo socio mayoritario es el industrial 
'nacional' polifuncional y transversal: Taselli, descarriló una formación con 
pasajeros, alrededor del mediodía, del tren eléctrico que va desde Constitución 
a Glew. Saltó de las vías a las 11.25, 'cuatro ruedas del último vagón de un 
tren' del ramal a Ezeiza 'descarrilaron' pasando la estación Temperley. Como 
consecuencia de este inconveniente, el servicio quedó suspendido. Esta falta de 
mantenimiento sólo se puede calificar, nada más, como la de una actitud 
genocida.
En estas dos oportunidades no ocurrió una tragedia porque los trenes iban a baja 
velocidad. Hay responsables. Los ejecutores del vaciamiento ferroviario son las 
empresas que obtuvieron las concesiones, ellos son responsables, el otro es el 
Estado, que desde la Secretaria de Transporte no toma ninguna medida. Al 
contrario, continúa con la misma política diseñada por este administrador del 
Estado, y no porque sean inútiles.
Hoy la mayoría de los concesionarios no hace mantenimiento de vías, la razón es 
simple, las renovaciones las efectúa el Estado a su costa, y en general con cada 
obra el concesionario recauda. Si además de no invertir, el concesionario gana 
con las renovaciones, es muy lógico que no efectúe ningún tipo de mantenimiento. 
Si la vía que nos costó U$S 100.000 sólo dura 10 años, el costo del kilómetro de 
vía, por año será de 10.000 dólares por año y por kilómetro.' 'Pretender que 
estas empresas con el régimen de las privatizadas funcionen correctamente dentro 
del sistema capitalista es tan ridículo como legislar contra la ley de la 
gravedad.
La crisis en el universo ferroviario es integral. Tanto en los suburbanos, 
cargas y en los trenes de cartón de pasajero. Abarca todo. No hay rincón donde 
ella, la crisis, no esté presente. Hay crisis de parición o de finitud en un 
proceso determinado, en este caso, el de prescripción de un sistema perverso de 
las concesiones ferroviarias.
El nombre de Cromagñón es significativo. Revela y expone a la intemperie una 
realidad que se desnuda por demás contundente: corrupción y muerte. Todo el 
proceso concesionarista del sistema ferroviario, como de las demás empresas del 
Estado, está signado por la corrupción, herramienta política que utiliza el 
sistema capitalista para doblegar voluntades y reclutar cipayos.'
Los concesionarios han archivado este reglamento. La Ley General de 
Ferrocarriles 18.360 y el RITO tienen vigencia. El contrato de concesión es 
cuasi un contrato comercial, a pesar de ello, luego, estos concesionarios 
solicitaron modificaciones al reglamento, o excepciones, como la anulación del 
guarda en trenes de carga, y así, poco a poco fue solicitando modificaciones y 
excepciones sobre la reglamentación operativa en los lugares donde se suprimía 
personal aunque esas bajas afectaran el servicio.
Se ahorraba, el costo era y es, la desocupación y los cromagñones, justificados 
en este sistema, porque el objetivo es engrosar el arcón del lucro y la 
ganancia. Durante la década del desastre ferroviario las variables de ajuste, 
para que el proyecto de destrucción cuadrara, fueron la desocupación y el 
salario. Variables aplicadas a todo el arco popular.
La realidad cotidiana, desgraciadamente, nos da la razón. Nos da la razón porque 
la naturaleza de los concesionarios, mejor dicho de estos mercaderes de la 
muerte está a la vista 
En el otro ramal concesionado a TBA que va desde Retiro- Tigre fue arrollado un 
motociclista por un tren en San Fernando. El servicio funcionó con demoras de, 
al menos, 20 minutos. El accidente ocurrió a las 7.29 en la estación Carupá, en 
San Fernando, cuando 'un hombre pasó con su moto con las barreras bajas' y fue 
atropellado por un tren de la ex línea Mitre. Debido al accidente, el servicio 
funcionó en un primer momento en forma condicional, en el tramo que va de 
Victoria a Tigre y luego circuló con demoras de, al menos, 20 minutos hasta que 
se normalizó totalmente. ¿Dónde están los banderilleros, o los guardabarreras, o 
la barrera manual...? y así siguiendo, en esta danza macabra.
Todos los días hay accidentes seguidos de muerte en el ferrocarril, es cuestión 
sumarlos, como los accidentes en las rutas que llevan acumulados en el año más 
de treinta muertes por día. Esto es sólo una muestra.
Seguiremos denunciando todas las anomalías, como así la inercia cómplice de 
algunos organismos del Estado para controlar y poner en fila a estos 
comerciantes disfrazados de concesionarios ferroviarios.
Una vida, todas las vidas no son una mercancía de oferta y demanda, como ocurrió 
en Cromagñón, a través del exceso de las entradas vendidas. Acá, en el 
ferrocarril, es por los excesos de las concesionarias en la avaricia que no les 
permite realizar en forma integral el mantenimiento, la prevención, velar por el 
confort del pasajero, la higiene, y esas cosas tan simples que debe brindar un 
servicio de transporte, no hay preocupación por las vidas transportadas. Estas 
vidas parecen no tenerse en cuenta en los ámbitos y en las cuentas del Estado. 
Es la perversidad del sistema imperante en la Argentina, no hay otra 
explicación. Casi todas los que viajan son trabajadores, empleados, asalariados, 
estudiantes, profesores, profesionales, todos laburantes, es decir: es el 
pueblo.
Hoy en Haedo la realidad ferroviaria cacheteó al gobierno que salió a dar una 
conferencia de prensa, culpando a dos compañeros, insobornables de las luchas 
ferroviarias, de ser los responsables de las acciones emprendidas por el 
hartazgo de los usuarios, en su mayoría trabajadores y empleados. Como si 
referenciarse en los dirigentes de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, llenos 
de aflicción, según el Ministro del Interior, significara una muestra 
certificada de ética y honestidad obrera. 
Mencionó una falla técnica en la zapata de freno y que tocaba el tercer riel. 
Tercer riel que lleva 860 voltios, que de tocarlo hubiera producido un desastre, 
zapata de freno que está a más de cuarenta centímetros del tercer riel que lleva 
la corriente. Inexplicable lo explicado por el Ministro del Interior, dos 
falacias seguidas. Que lo asesoren bien, por favor 
A su lado el marmolazo e impertérrito Secretario de Transporte, el señor de los 
subsidios Ricardo Jaime, justificando lo injustificable: el comportamiento del 
TBA Como si varios organismos, entre ellos el Defensor del Pueblo Mondino no 
hubiera denunciado, hasta bajo el punto vista de los Derechos Humanos, el 
desastre que es el TBA
Como si esta empresa no hubiera tenido nada que ver con la furia de los 
usuarios, como si estos, los pasajeros, fueran una multitud de imbéciles que se 
dejan transportar dócilmente sin reacción como ganado, y que en sintonía el 
Ministro del Interior y el Secretario de Transporte no levantan ni una sílaba 
contra tanta perversidad empresarial.
Nadie de la empresa se apersonó en Haedo, ningún funcionario de la CNRT ni de la 
Secretaria de Transporte, nadie se asomó. Sólo las autoridades Municipales. 
Había terminado la campaña electoral. 
* Juan Carlos Cena es miembro fundador del Mo.Na.Re.FA. Movimiento Nacional por 
la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos.