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Analizando el referéndum I
Del referéndum y la democracia participativa
Luis Fernando Vincenti V. 
Rebelión 
Convengamos que la consulta ciudadana contribuye a profundizar la democracia, 
tan ultrajada por quienes condujeron el país durante las últimas décadas. De ahí 
la importancia del referéndum vinculante, como mecanismo de consulta que imponga 
como ley la voluntad del pueblo. Pero para lograrlo, se requiere ineludiblemente 
que todo el proceso, de principio a fin, sea transparente, equilibrado y 
equitativo en términos de ofrecer a todas las corrientes de opinión las mismas 
oportunidades. Y también requiere que los poderes constituidos: ejecutivo y 
legislativo, respeten y actúen en correspondencia con la voluntad profunda de la 
ciudadanía.
Y son precisamente tales requisitos los que brillan por ausencia en el actual 
escenario del referéndum del gas.
Por el contrario, además de la in disimulable inducción de las preguntas 
formuladas nada menos que por el presidente emergido de la guerra del gas, todos 
los demás factores están siendo manipulados por el gobierno, cuya gestión se 
caracteriza por que: 
1. En vez de mantener una conducta neutral que permita la libre decisión 
ciudadana, desarrolla una intensísima campaña para imponer el SI a la 
exportación del gas por y hacia Chile. 
2. Incumple su función básica cual es proporcionar información veraz, 
transparente y fidedigna como insumo principal de la consulta. Por el contrario, 
sistemáticamente desinforma a la ciudadanía, 
• al encubrir la exportación como fomento a la industrialización
• cuando sostiene que la industrialización el gas, requiere de exportación, pues 
"solo se puede industrializar el 5% del gas natural" Es FALSO y lo saben, pero 
no vacilan en utilizarlo
• que pretenden recuperar la propiedad del nuestras actuales reservas de gas
• al presumir de su intención de refundar YPFB como empresa con plenas 
facultades para intervenir en todo el ciclo productivo
• al enmascarar el proyecto de exportación a Chile a título de "utilizar el gas 
como recurso estratégico para el logro de una salida útil y soberana al Océano 
Pacífico"
• al desnaturalizar y estigmatizar a quienes discrepamos de su postura, 
identificándonos como "minoría violenta", "grupos radicales", "ilusos 
soñadores", "nacionalistas románticos" "izquierdistas trasnochados", 
"desestabilizadores de la democracia" … y tanto otro caníbal epíteto en los 
cuales el oficialismo ha invertido lo mejor de su creatividad.
3. Mantienen altos dignatarios de Estado en gira nacional casi permanente para 
desinformar a la ciudadanía, en vez de hacerles cumplir las funciones 
específicas inherentes a sus cargos.
4. Destina ingentes recursos fiscales al bombardeo publicitario en los 
principales medios de difusión, para atiborrarnos y embutirnos desinformación y 
temores inducidos, cuyo único propósito es asegurar el SI en línea a todas sus 
preguntas.
5. Pretende intimidarnos con el sambenito que si se nacionaliza, debemos pagar 
hasta diez mil millones de dólares por la "confiscación" de nuestros 
hidrocarburos, y que si tal es la decisión popular, el gobierno se repliega a 
casa … Eso genera incertidumbre económica, inestabilidad social y compromete la 
fe del Estado; daña pues al país.
La disposición y discrecional empleo de tan cuantiosos recursos por el gobierno 
y sus trans-aliados, contrastan drásticamente con la carencia casi absoluta de 
medios de quienes discrepamos de la postura oficial en ésta materia. Tal 
desproporción no supone acaso una afrenta a la democracia? 
A vista de estos hechos, caben algunas interrogantes:
1. ¿No se asemeja el referéndum más a una disputa política entre la vocación 
exportadora de gas del gobierno, versus la voluntad ciudadana de 
industrializarlo?.
2. ¿Podemos suponer que el referéndum sigue siendo una espacio de profundización 
de la democracia, o es más bien una elección cuya alternativa única es la 
exportación del gas, factible independientemente que las respuestas sean SI o 
NO? 
3. ¿Cómo refrendar la disposición democrática de un gobierno que condiciona 
acatar la voluntad ciudadana – a expresarse en el referéndum vinculante - solo 
si se corresponde con su propia voluntad?
Parece que más que profundizar la democracia, estamos viviendo una digitación 
para consumar la exportación del gas natural como materia prima para que otros 
lo industrialicen fuera del país, condenando irreversiblemente la posibilidad de 
hacerlo nosotros en el nuestro para iniciar con ello un nuevo ciclo del 
desarrollo económico y social en beneficio de los bolivianos. 
Tal aberración no será tolerada por el pueblo, que en cuanto perciba el 
escamoteo de su voluntad, reaccionará en consecuencia. 
El análisis sereno y el buen juicio recomiendan que el gobierno cambie de 
actitud y de preguntas; que vea más allá del 18 de julio, para evitar nuevos 
enfrentamientos y más sangre boliviana derramada. 
Ojalá Julio no marque el divorcio definitivo e irreversible entre sociedad civil 
y gobierno, pues las consecuencias serían devastadoras. 
Santa Cruz, Julio del 2004
Ing. Luis Fernando Vincenti V. Docente UAGRM. Grupo PARES. lfvincenti@hotmail.com