|  
        Argentina: La lucha continúa | 
 
KOHAN, KIRCHNER, SAN LORENZO Y LOS AÑOS NOVENTA
Del ex cordón industrial al boom sojero
Carlos del Frade 
Alberto Kohan, ex secretario general de la administración de Menem, le 
escribió una carta de lectores al presidente Néstor Kirchner en relación a su 
visita a la ciudad histórica de San Lorenzo por donde hoy se exporta el 85 por 
ciento de la producción sojera del país. El geólogo nació allí y se sintió 
molesto cuando el hombre de Santa Cruz sostuvo que durante los años noventa se 
había sufrido una altísima desocupación. Kohan sostiene que 'no ha sido 
suficientemente informado' porque gracias al menemismo 'el campo se equipó, se 
modernizó y se integró al mundo en la década del 90' y que 'todos los puertos 
privados por donde sale la mayoría del cereal de la Argentina fueron hechos' en 
aquellos años. Incluso recuerda que el Convento San Carlos fue restaurado 
durante su gestión. La realidad es que la desocupación se multiplicó por tres y 
que la estructura económica y productiva de la región fue concentrada en la soja 
y sus derivados. Por otro lado, el predio histórico de los franciscanos fue 
afectado por un tornado y como es considerado monumento nacional no hubo más 
remedio que tenderle una mano desde el estado, pero las ayudas desaparecieron al 
poco tiempo y a principios de 2004 su anterior administrador dijo que corría 
serios riesgos de ser cerrado por la falta de dinero. También es preciso 
recordar quién fue Kohan en aquellos días del menemismo rubicundo.
La carta
'Quizás como recuerdo de mi antigua función como secretario general de la 
Presidencia, siempre traté de informar lo mejor posible al presidente. Con 
alegría he visto que el señor presidente ha visitado San Lorenzo, en Santa Fe, 
mi pueblo natal y lugar donde descansa mi padre. Ha anunciado obras e 
inversiones que son muy importantes para la zona. Con cierta preocupación, he 
visto también que no ha sido suficientemente informado. Es verdad que hubo muy 
alta desocupación en los 90. También es verdad que eso ha mejorado en el tiempo. 
Pero no ha sido casualidad. Ayudaron a esto: las cosechas récord que 
favorecieron la región y no fue sólo porque llovió mucho, sino porque el campo 
se equipó, se modernizó y se integró al mundo en la década del 90. Todos los 
puertos privados por donde sale la mayoría del cereal de la Argentina, fueron 
hechos en la década del 90. También el dragado del río Paraná, que permite que 
naveguen los barcos de gran calado, obra que se realizó en los 90. Se inició en 
los 90 la autopista Rosario-Córdoba. Ayudó a la región construir en los 90 el 
puente Rosario-Victoria, obra demorada durante 100 años. También la instalación 
de plantas automotrices, como General Motors, dio trabajo a sanlorencinos. 
Seguramente no menciono otras muchas realizaciones y también errores pero ese es 
el sentido de hacer cosas. Quizás gobernar no sea sólo hacer todo bien, también 
debe serlo mostrar grandeza y generosidad. He leído con orgullo que el señor 
presidente visitó el convento San Carlos, donde me eduqué. Espero que lo haya 
conmovido. También fue restaurado en la década del 90', firmado por Alberto 
Kohan, ex secretario general de la presidencia.
Fue publicada el miércoles 27 de octubre en el diario 'La Capital', de Rosario, 
propiedad del grupo integrado por los hermanos Vila y José Luis Manzano, 
conocido como Grupo Uno, el tercer oligopolio más poderoso en concentración de 
medios de comunicación del país.
Los errores
Kohan hace bien en reconocer que hubo una alta desocupación: del 8 por ciento a 
fines de los años ochenta se pasó al 25 por ciento de mediados de los años 
noventa como consecuencia de las políticas de apertura y reprimarización de la 
economía que devolvieron a la Argentina a la vieja estructura de la división 
internacional del trabajo.
Ser una proveedora de materias primas y productos con escaso valor agregado. En 
ese esquema ganaron las aceiteras y los puertos privados.
La desocupación de los noventa es hija directa de las políticas de los años 
noventa y de la impunidad de los sectores empresariales que hicieron lo que 
quisieron con la clase trabajadora.
Kohan se equivoca al decir que los puertos privados se instalaron durante el 
menemismo. Son anteriores. Todos, desde Cargill a Terminal 6, desde Puerto 
General San Martín a Punta Alvear. Aparecieron luego del desguace del puerto 
estatal rosarino concretado a mediados de los años ochenta.
El ex hombre fuerte del menemismo no debe saber que el 80 por ciento de la mano 
de obra de la General Motors que no está ubicada en San Lorenzo, sino en General 
Alvear, departamento Rosario, es oriunda de la cuna de la bandera y no del lugar 
donde peleara en 1813 José de San Martín.
Y es muy curioso que Kohan recuerde que fue educado en el Convento San Carlos, 
obra de los curas franciscanos, impulsores de la sensibilidad social y 
comprometidos históricamente con la suerte de los más débiles.
¿Qué diría San Francisco de Asís ante la historia del propio Kohan?.
Kohan en primera persona
Poco menos que dos meses después de la primera victoria nacional del peronismo 
en elecciones nacionales, Alberto Kohan nació en San Lorenzo el 21 de abril de 
1946. Había 310 establecimientos industriales en el departamento, y cuando 
Alberto cumplió los ocho años las fábricas llegaron a sumar 633. 'La Argentina 
era una fiesta', dijo el historiador Félix Luna a partir del desarrollo del 
mercado interno que impuso el peronismo. Su mamá sería, desde entonces, 'una de 
las más conocidas militantes peronistas de los últimos cuarenta años', según le 
confesó el geólogo a esta revista.
Aquel justicialismo planteaba, según la constitución del 49, 'la irrevocable 
decisión de constituir una nación socialmente justa, económicamente libre y 
políticamente soberana' y despreciaba los valores de la ley de leyes de 1853 
porque los derechos sociales estaban 'relegados a vagas referencias, inspiradas, 
además, en las ideas de un liberalismo burgués'.
El artículo 40 de aquella constitución del 49 sostenía que 'el estado, mediante 
una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar determinada actividad, en 
salvaguardia de los intereses generales y dentro de los límites fijados por los 
derechos fundamentales asegurados por esta constitución'.
Cuando llegó la fusiladora del 55, su mamá se hizo más peronista aún y Alberto 
abrazó aquellos ideales y sentimientos de una manera propia y particular.
'Siempre milité en política por haberme formado en esa casa peronista de toda la 
vida', recordó Kohan a este cronista
Mientras crecía jugaba al fútbol en una línea media en la que también estaban 
dos hombres que llegaron a ser intendentes de San Lorenzo y Puerto General San 
Martín, Rubén Teves y Hermes Juárez, respectivamente. 'No me acuerdo bien cómo 
era el equipo pero es cierto que jugamos juntos', dijo el ex secretario de la 
presidencia de Menem.
A los 18 años decidió ir a estudiar licenciatura de geología en la Universidad 
de Córdoba. Eran los tiempos de Arturo Illia y de la proscripción del peronismo. 
'En Córdoba milité en distintas organizaciones peronistas universitarias', 
remarcó Kohan.
Cuando estalló el Cordobazo, el sanlorencino ya no estaba entre los más 
entusiastas militantes que buscaban la socialización de los medios de producción 
como impulsaba la CGT de los Argentinos. Sin dar muchos datos al respecto, Kohan 
comentó que estaban en la vereda de enfrente de la llamada izquierda peronista y 
del que sería, a partir de 1973, el gobernador de Córdoba, Ricardo Obregón Cano. 
'Estaba distanciado de ese grupo', admitió. Aunque seguía militando en forma 
'permanente'.
'En el 73 ganamos la intendencia de Carlos Paz con un movimiento de acción 
comunal pero identificándonos como peronistas', recordó.
Fue en ese año, el mismo del retorno definitivo de Perón a la Argentina, que 
Kohan conoció al entonces gobernador de La Rioja, Carlos Menem, de la mano de su 
amigo Raúl Cannigia, que estaba al frente de la Dirección de Aguas Subterráneas 
de aquella provincia del noroeste.
La Rioja y la dictadura
Apenas llegó a la tierra de Facundo y el Chacho Peñaloza, el geólogo 
sanlorencino se hizo muy amigo de Eduardo Bauzá, Bernabé Arnaudo, Julio Corzo y 
Raúl Granillo Ocampo. Todos ellos girando en torno del carismático gobernador de 
largas patillas que reivindicaba su amistad con el obispo Enrique Angelelli. 'Eramos 
amigos de él pero no teníamos los mismos métodos. También estaba en esa época el 
padre Puigjané allá en La Rioja', relató Kohan.
En aquellos días riojanos Bauzá fue detenido por orden judicial. Se lo acusó de 
que en una colonia frutihortícola de la capital riojana, que él dirigía, las 
tierras se regaban con aguas cloacales. Los trabajadores señalaron que tenían 
orden de Bauzá o de Kohan. Menem los defendió a los dos.
Y hasta lo acusaron de haber comprado 'a bajo precio buena parte de las minas de 
oro de Famatina' siendo socio de un 'joven y promisorio empresario, Omar Fassi 
Lavalle'.
Fueron los tiempos en que Menem decidió enfrentar el poder de José López Rega y 
rechazar a la Triple A, según el sanlorencino. En febrero de 1976, en la 
redacción del diario riojano 'El Sol', una partida de militares le pidió que 
marcara a los 'subversivos' del gabinete. 'Eso es delación y yo no voy a 
hacerlo', contó que dijo por aquellos días previos al golpe que alumbraría la 
peor dictadura de la historia argentina.
Sin embargo no fue encarcelado, cosa que sí pasó con el propio Menem y algunos 
de sus colaboradores. 'Empecé a moverme por distintos lugares, tanto de la 
Argentina como del mundo', dijo. Trabajó en Chile, en una empresa de 
perforaciones hidráulicas de Venezuela, y comenzó a tejer relaciones con los 
militares de Córdoba y Tucumán, según sostuvieron distintos periodistas que 
analizaron la década menemista.
'Hacia 1978 nosotros creamos un movimiento interdisciplinario en Córdoba. Eran 
los tiempos de Menéndez. Había que ser muy guapos. En realidad éramos, seguimos 
y seguiremos siendo guapos', se entusiasmó Kohan.
'Se convirtió en uno de los más estrechos colaboradores y amigos del rector de 
la Universidad Santo Tomás de Aquino y presidente de la Confederación de 
Universidades Privadas, Aníbal Fosberi, el mismo que gestionara ante Muammar 
Khadafi la donación del armamento libio durante la guerra de Malvinas. Uno de 
sus principales socios económicos y políticos fue Miguel Egea, el mismo que 
fuera secretario privado del interventor Lacabanne en Córdoba, dueño de una 
empresa de exportaciones e importaciones con filial en Miami y amigo personal 
del ex montonero Rodolfo Galimberti. En 1987 Egea incorporó como mano derecha en 
sus negocios a Jorge Radice, sindicato como uno de los jefes de operaciones de 
la ESMA durante la represión', contó Gabriela Cerruti en su libro 'El Jefe'.
El retorno de la democracia y el menemóvil
'Cuando Menem quedó en libertad en el año 1981 comenzamos a hacer reuniones en 
Córdoba, en un hotel que estaba frente a la plaza San Martín. Ya había que hacer 
una política distinta a la que nosotros conocimos', le dijo Kohan a este 
periodista.
En 1983 Menem fue elegido gobernador, una vez más, de La Rioja. Allí, a su lado, 
Alberto Kohan.
'Primero fui director de la Oficina de Cooperación Internacional y entre 1984 y 
1985 estuve como director de la Casa de La Rioja en Capital Federal. Siempre 
entendí que la política era andar y caminar con la gente, y eso lo aprendí junto 
a Menem', sostuvo el poderoso geólogo sanlorencino.
Se diferencia de hombres como José Luis Manzano o Mera Figueroa al decir que 'en 
realidad eso de los rojo punzó y los celestes fue una denominación que puso el 
periodismo a dos maneras distintas de hacer política. La nuestra cerca de la 
gente, la de ellos, la de algunos, hacer política desde el laboratorio'.
El 17 de octubre de 1986, junto a Menem y Erman González, viajó a Francia, 
Alemania e Italia para buscar fondos para la interna que debían enfrentar contra 
la Renovación de Antonio Cafiero.
Un año después, y siempre desde la Casa de La Rioja en Capital Federal, Kohan ya 
se ocupaba de hacer los contactos empresariales para el candidato.
Ese año, el lunes 7 de setiembre, luego de la avalancha de votos justicialistas 
que quebró al gobierno alfonsinista, Kohan fue el responsable de hacer los 
afiches que inundaron las principales ciudades del país con la leyenda 'Menem 
presidente'.
'Con sonrisa amable y modales corteses, Kohan aparentaba ser la cara racional y 
civilizada del menemismo, pero fue, desde el principio, uno de sus hombres más 
enigmáticos. Geólogo, padre de familia, con fuertes vinculaciones con la iglesia 
y los militares, se limitaba a reconocer como su mayor aporte al menemismo haber 
logrado que Carlos Menem leyera 'El Príncipe', de Maquiavelo, y 'Desde el 
jardín', de Jerzy Kosinsky. Menem lo presentaba irónicamente como 'mi amigo 
judío', aquel al que confió secretos que muy pocos otros llegaron a conocer', 
agregó Cerruti en su biografía de Menem.
El 9 de julio de 1988, desde Buenos Aires, Kohan le anunció al riojano el 
triunfo en la interna nacional: 'Ganamos, jefe'.
El hombre de Anillaco nombró, entonces, un triunvirato para comandar la campaña: 
Carlos Grosso, Julio Mera Figueroa y el sanlorencino.
Ya en el poder, como secretario general de la presidencia y por poco tiempo como 
ministro de Salud -entre 1990 y 1991-, Kohan siguió siendo un indispensable para 
Menem.
Tanto que fue el geólogo sanlorencino el que luego de la muerte de Miguel Angel 
Roig fue hasta el Hotel Bauen, en Capital Federal, y lo encaró a Jorge Born.
-El presidente quiere que usted sea el ministro de Economía -fue la frase que 
eligió Kohan.
En enero de 1991, cuando estalló el escándalo de las coimas pedidas al Swift 
desde el gobierno nacional, muchos creyeron ver una operación de prensa del 
sanlorencino.
'No es verdad. Yo nunca di entrevistas off the record. Conocí el tema pero no lo 
mandé a la prensa', le dijo a este cronista.
Hasta el final de la década menemista, a Kohan lo acusaron de ser agente del 
servicio secreto israelí, hombre de la CIA, traficante de armas, contacto con el 
gobierno dictatorial sudafricano y 'empresario de diamantes y piedras 
preciosas'.
También se supo que era uno de los más fluidos contactos de los carapintadas de 
Mohamed Alí Seineldín con el doctor Menem hasta la última chirinada de diciembre 
de 1990.
Hacia finales del segundo mandato del riojano, Familiares de Desaparecidos por 
Razones Políticas y Gremiales de Córdoba denunciaron que el mayor retirado 
Ernesto Barreiro, jefe de torturas, integró durante 1987 la llamada 'logia 
integralista' que respondía precisamente a Seineldín. Luego de ser beneficiado 
por la ley de obediencia debida, Barreiro pasó a integrar la Fundación de 
Estudios para la Argentina en Crecimiento, la entidad que preside el 
sanlorencino Alberto Kohan.
Cuando se produjo el suicidio de Alfredo Yabrán, el poderoso secretario general 
de la presidencia y otro indiscutible menemista, Carlos Corach, tuvieron que 
desmentir en varias oportunidades que el entrerriano los había llamado horas 
previas a la decisión fatal. Pocos les creyeron.
'Nunca pasé por tribunales...' (por ahora)
'Siempre me hicieron acusaciones periodísticas sin pruebas. Nunca tuve una causa 
judicial en mi contra. No pasé jamás por tribunales. Todo el patrimonio que 
tengo está a mi nombre y es perfectamente demostrable ante la Justicia y la DGI', 
dijo el geólogo.
Sin embargo, el 7 de agosto de 1989 el gobierno de Menem ordenó la eliminación 
del Centro de Asuntos y Estudios Penales del Banco Central de la República 
Argentina. A través del Centro la casa bancaria era querellante en setenta 
causas en defensa del interés público por un monto de 3 mil millones de pesos. 
Uno de los beneficiados por esa liquidación fue Alberto Kohan, que tenía 
iniciada una causa por el vaciamiento del Banco San Vicente, según cuenta 
Horacio Verbtisky en 'Hacer la corte'.
Pero el problema más serio que Kohan deberá enfrentar en tribunales se relaciona 
con una investigación sobre lavado de dólares provenientes del narcotráfico.
Según la profesora Adriana Rossi, titular de Acción del Sur, un organismo 
dedicado a la investigación y difusión del narcotráfico en la región , y que 
depende de las Naciones Unidas, 'Kohan tendrá que responder ante la Justicia por 
qué facilitó la entrada del banco BCCI a la Argentina, que fue acusado y cerrado 
por lavado de narcodólares y capitales de procedencias nefastas'.
El Bank of Credit and Commerce International (BCCI) fue obligado a cerrar sus 
puertas el 5 de julio de 1991. Uno de sus directores, el millonario saudita 
Gaith Pharaon, 'se jactaba de su relación directa con Menem'.
El propio Kohan sostuvo: 'A lo largo de los años he oído muchas promesas de 
inversores de que planeaban poner dinero en la Argentina. Y Pharaon es uno de 
los pocos que, después de prometer, realmente lo hizo. Los fondos no fueron 
traídos en valijas y él cumplió con las leyes de Argentina'.
El tema fue informado desde el propio Senado de los Estados Unidos, a pesar de 
las relaciones carnales o quizás por eso mismo.
'Se especula que la relación de Kohan con la gente del BCCI comenzó antes de 
finalizar la guerra de Malvinas, concretamente con un socio libanés de Pharaon 
llamado Anthony Gabriel Tannoury, quien ofreció vender exocets a la Argentina. 
Kohan estuvo en la operación, que no se concretó por lo elevado de los precios', 
informaron desde las oficinas del senador Cranston.
El 14 de octubre de 1991, a pocos meses del escándalo del BCCI en Estados 
Unidos, Laith Pharaon, la hija del banquero, 'pidió y obtuvo una visa de 
entradas múltiples del consulado argentino en París. Laith indicó en su 
solicitud que su principal referencia en la Argentina es el señor Alberto Kohan', 
señalaron Gabriel Pasquini y Eduardo de Miguel en su libro 'Blanca y radiante'.
San Lorenzo, Menem y las reglas del juego
'De vez en cuando vuelvo a San Lorenzo para comer algún asadito con ciertos 
amigos... Hacia 1993 es cierto que pensé en ser senador por la provincia de 
Santa Fe. Porque militaba en la idea de lograr que los senadores sean elegidos 
en forma directa como después se pudo hacer a través de la reforma 
constitucional', dijo el sanlorencino más famoso de la geografía política 
nacional.
Para él poco importa que se hayan cerrado cincuenta fábricas durante la década 
menemista en el departamento San Lorenzo o que se triplicara la desocupación. 
'Hay 14 puertos privados, la destilería volvió a funcionar, se logró el dragado 
del Paraná y San Lorenzo y Puerto San Martín se han vuelto muy importantes a 
nivel nacional. Son obras de infraestructura que lamentablemente no pudieron 
tener un desarrollo de fuentes de trabajo', cuenta convencido de haber formado 
parte de un gobierno popular.
Con un patrimonio millonario, acusaciones en el congreso de la Nación e 
investigado desde los Estados Unidos, Kohan, el geólogo sanlorencino, es el 
resultado fiel de una década que fue brillante para muy pocos y en la que la 
política terminó siendo un vehículo para hacer negocios.
'Menem es el director técnico y yo estoy a sus órdenes', dice Kohan para cerrar 
su diálogo con este reportero. Cree que las reglas de juego, por ahora, le 
otorgan a él y a los demás integrantes de su equipo la necesaria cuota de 
impunidad para seguir sintiéndose ganadores.