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21 de julio del 2002
Juramento de lealtad en los colegios públicos de los EE.UU.
La supeditación de las normas al poder 
  
  Ramón Cánovas 
  
  Rebelión 
  A veces nos quedamos haciendo cruces al enterarnos de las barbaridades que ocurren 
  en naciones con pedegrí de democracia. Me refiero al texto que tienen 
  que recitar al iniciar las clases como juramento de lealtad a la bandera y a 
  la patria, menores de edad en los colegios públicos de EE.UU. En él 
  se incluye la expresión "una nación protegida por dios". 
  (El Mundo 28-6-02). La noticia creo que se conoce. Un tribunal, el Noveno Circuito 
  de Apelaciones, con base en San Francisco, ha declarado inconstitucional el 
  texto del formulismo que recitan los escolares al iniciar sus clases en los 
  colegios públicos porque viola la separación entre iglesia y estado 
  que promulga la constitución. Sin embargo días después, 
  el mismo tribunal ha dejado en suspenso la sentencia por las presiones ambientales 
  del poder político y los medios de comunicación. La información 
  no me deja claro que es lo inconstitucional, si el meter a dios en el texto, 
  o el hecho de obligar a los menores a un juramento de lealtad patriótico. 
  Para mí las dos cosas son reprochables. 
  
  Lo primero que nos descubre la noticia es, lo poco que conocemos la realidad 
  social de las democracias formales y lo segundo, es darnos la razón en 
  que éstas, una buena parte, no son mas que escaparates y propaganda de 
  una descomunal mentira. Y aquí de nuevo queda bien claro, que una cosa 
  es lo que rezan las constituciones y otra, lo que realmente se hace bajo la 
  presión y manipulación del poder tradicional. Es indudable que 
  estamos ante una autentica manipulación del menor.
  
  En mis primeros días de aprendizaje en España, bajo un régimen 
  totalitario con nacional-catolicismo, en una escuela pública de campo 
  con pocos alumnos, al principio se nos formaba en fila, se izaba la bandera 
  y se cantaba el "Cara al sol"; y una vez dentro, se rezaba un "Padre nuestro 
  y un Ave María". La rutina de un colegio pequeño hizo que se dejara 
  de izar la bandera, de cantar el "Cara al Sol" y rezar al inicio de las clases.
  
  En la información sobre el tema en EE.UU, vemos que la justicia ciega 
  que busca la verdad, se tiene que doblegar a la presión del poder político 
  y mediático y dejar días después, en suspenso su propia 
  sentencia.
  
  Según la información el Senado y el Tribunal Supremo, también 
  inician sus sesiones con un ritual que hace referencia a dios. ¿Qué ocurriría 
  si se empezaran a elegir senadores que no estuvieran dispuestos a pasar por 
  el arco del ritual confesional?
  
  Lo considero un tema de suficiente calado democrático como para que las 
  instituciones internacionales (ONU) y Parlamento Europeo, se ocupen del caso. 
  Así como organizaciones de derechos humanos, de los niños, también 
  tendrían algo que decir aprobando resoluciones condenatorias contra el 
  gobierno de los EE.UU por incumplimiento de su propia constitución y 
  la manipulación consentida del menor. ¿No se lleva Cuba condenas hipócritas 
  por el tema de los derechos humanos? ¿Contra EE.UU no se puede en este tema 
  actuar con la misma lógica? O cómo sabemos que también 
  pasa, la burguesía ante sus propias contradicciones, mira para otro lado 
  y se queda muda. Algo parecido a lo que ocurre en España con el feminismo 
  burgués y el tratamiento desigual que la Constitución hace con 
  la herencia a la Corona por ascendencia masculina. Nuestras ilustres féminas 
  en este tema, se han tragado la lengua. Porque si empezamos a ver deficiencias 
  democráticas en la Carta Magna, éstas serían más 
  de una, ya que hicieron una verdadera chapuza.
  
  Lo peor en estos temas de adaptación al poder es, que no solamente se 
  callan los que tienen mas vergüenza, sino que los hay que escriben desde 
  posiciones muy democráticas defendiendo las irregularidades desde un 
  punto de vista práctico. Es el caso de Alfonso Rojo, con un artículo 
  publicado en el diario El Mundo, 20-6-02, con el titulo "la protección 
  de dios y el sentido común". En él viene a decir que la justicia 
  no tiene que ser objetiva ni sentenciar en conciencia, sino tener sentido común 
  y adaptarse a la opinión mayoritaria de la sociedad (del poder); y "Vicente, 
  debe de ir donde vaya la gente". La verdad objetiva debe quedar suplantada 
  por la verdad social (que no olvidemos, es la verdad del poder)
  
  Mientras que en la leyenda del niño que denuncia la desnudez del rey, 
  se aplaude el espíritu sincero y rebelde, Alfonso Rojo, apuesta por una 
  sociedad hipócrita donde siempre se diga lo políticamente correcto. 
  Si todos dicen que el rey lleva hermosos ropajes, el niño que le ve desnudo, 
  debe callar o asentir. Esta es la sociedad hipócrita del conservadurismo. 
  Pues con estas actitudes el mundo estaría pensando, que el centro del 
  universo es la Tierra y la estrella Sol, gira en torno a ella. Es una buena 
  representación de los que, a lo largo de la historia se han dedicado 
  a poner trabas a las ruedas del progreso. En contraposición a estos, 
  las gentes de la racionalidad debemos potenciar la independencia de pensamiento, 
  la sinceridad, la critica y la autocrítica. Estar siempre con la lampara 
  encendida para no caer en la tentación de la aceptación y resignación 
  pasiva.