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13 de junio del 2002  
 
  Gates le gana a Rockefeller 
 Masiosare 
  
  El hombre más rico de este país, Bill Gates, disfruta de una fortuna 
  que es 1.4 millones de veces más grande que la de una persona media en 
  Estados Unidos. La riqueza de Gates en relación con el resto de la población, 
  según el nuevo libro del analista político republicano Kevin Phillips, 
  Wealth and Democracy, es aún mayor que la fortuna que tenía John 
  D. Rockefeller en relación con la población a principios del siglo 
  XX. 
  
  Las 30 familias más ricas 
  
  En los últimos 30 años, la política económica de 
  este país ha otorgado altos beneficios a los ricos, afirma Phillips. 
  Según él, en 1999 las 30 familias e individuos más ricos 
  de este país contaban con fortunas 10 veces mayores que las fortunas 
  de las 30 familias más ricas en 1982. Esto representa el aumento más 
  grande en cualquier periodo en tiempos de paz durante el siglo XX. 
  
  La riqueza circa 1900 
  
  En los primeros años del siglo XX, había 20 millonarios en el 
  Senado, la mitad de los cuales, según Phillips, compraron sus puestos. 
  Las empresas de energía y ferrocarriles lograban la aprobación 
  de una legislación para proteger sus intereses frente a todo intento 
  por imponer regulaciones. Esta corrupción provocó rebeliones contra 
  los ricos, con el consecuente crecimiento del poder de los sindicatos y las 
  fuerzas socialistas. 
  
  La riqueza circa 2002 
  
  Hoy, informa Phillips, más de la mitad de los senadores son millonarios 
  y el Partido Republicano se ha vendido a los intereses de la "Bolsa de Valores 
  en Wall Street, las mayores empresas del país y las personas más 
  poderosas". El Partido Demócrata tiene intereses encontrados entre Wall 
  Street y sus bases tradicionales, como los sindicatos. La empresa Enron, por 
  ejemplo, disfrutó de la protección desde la Casa Blanca para robar 
  a sus empleados, consumidores e inversionistas. Este tipo de acciones y de concentración 
  de poder económico, advierte Phillips, podría estimular una nueva 
  rebelión popular contra el poder.