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Latinoamérica

En torno a Carlos Mesa, posible sucesor de Sánchez de Lozada


Susurro. Rebelión
El gobierno de Sánchez de Lozada se tambalea. Sin duda la única salida para acabar con el conflicto actual es la retirada del presidente, por las buenas o las malas.

Varios políticos se han pronunciado en los últimos días señalando que la salida constitucional es la sucesión del mando al actual vicepresidente, don Carlos Mesa G., entre ellos algunos diputados eneferistas y el actual burgomaestre paceño, el Dr. Juan del Granado quien viene retribuyendo gentilezas al señor Mesa desde, por lo menos, cuando éste se hallaba a la cabeza de P.A.T. Por cierto que, de momento, esta propuesta se presenta como una mejor opción, pero -alerta- hay varias cosas que no pueden pasarse por alto en el análisis puntilloso.

Por una parte, lo que en última instancia el pueblo desea (en gran medida de manera inconsciente), es un cambio verdadero en el sistema del manejo del Estado, no la prosecución del mismo en otras manos. Más aún, Mesa, como muchos otros que se sientan y sentaron en los palacios Legislativo y Ejecutivo, es nomás una expresión de la oligarquía que ahoga al país. Además, durante el presente régimen, pese a su declarada lucha contra la corrupción, ha acomodado a todos sus correligionarios en puestos clave conformando lo que algunos llaman "El Clan Mesa".

Por otra parte, el hecho de haberse desmarcado del gobierno actual hace un par de días obedece a una "movida de ajedrez" muy bien meditada, pues le abre tres posibilidades de todas maneras provechosas a sus intereses:

1ª Lava su imagen, pues (ya lo dijo ingenuamente doña Ana María Romero, ex Defensora del Pueblo), "se recupera al Carlos Mesa que, desde el ámbito de la comunicación, se conocía como alguien de alta sensibilidad social". De tal manera que si el actual gobierno termina por caer por la fuerza, él queda a un lado y exento de toda culpa.

2ª Si la administración Sánchez de Lozada se mantiene, y logra consolidarse, entonces en unas semanas ambos se darán la mano y mantendrán el "Joint Venture" pactado el 2002.

3ª Si, "en un acto de cordura", Sánchez de Lozada dimite a su alta investidura, de inmediato -según señala la C.P.- Mesa asume el mando de la nación: "Negocio redondo".

Cabe, sin embargo, preguntarse: ¿Por qué esa vocación humanista y ese rechazo a la violencia y la matanza no emergió, en él, en febrero de este año en que tantos civiles y policías fueron acribillados por orden del Ejecutivo? Para quien no lo recuerde, hay que señalar que en esos días desapareció del escenario para reaparecer cuando se restableció la calma llorando frente a las cámaras por el vandalismo que había afectado las obras de arte que se preservaban en el espacio que ocupa la Vicepresidencia, ex banco Central de Bolivia, pero no se lamentó, siquiera, por la muerte de los civiles uniformados verde-olivo.

¿Por qué recién ahora se desmarca del gobierno, si las matanzas empezaron hace mucho en Warisata? Es que no es difícil darse cuenta que, ahora sí, "las papas están que arden", mucho más que hace 8 meses, y mucho más que hace 3 semanas.

Por todo ello, él también debe irse a su casa, sentarse en su escritorio y escribir el último y más oscuro capítulo de su Manual de Historia de Bolivia.