(Bolpress.com).-

Da pasos atrás, pero se aferra al cargo. El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada anunció esta noche que acepta la realización de un referendum consultivo por departamento para establecer la política del gas, revisar "de forma positiva" la Ley de Hidrocarburos e incorporar la Asamblea Constituyente a la Constitución Política del Estado, como medida para aplacar las movilizaciones sociales que el gobierno reprimió y que dejaron el saldo de al menos 70 muertos. La oposición la calificó de una "mamada" e insiste con el pedido de renuncia.
"Nunca ha estado tan en peligro la democracia en Bolivia y la unidad del pueblo", dijo el presidente en una comparecencia en la televisión acompañado de Jaime Paz Zamora y Manfred Reyes Villa, líderes del MIR y la NFR respectivamente.
"Yo pienso que el momento ha obligado a que en la coalición que representa 2/3 de los votos de los bolivianos hace un año nos hemos obligado a tener un verdadero diálogo para responder políticamente", dijo Sánchez de Lozada quien se negó a responder preguntas de periodistas.
Según un manifiesto leído por el vocero de la Presidencia, Mauricio Antezana, la propuesta de la coalición "debería servir para que desaparezca las causas reales o aparentes de las protestas sociales. Si estas persisten será evidente que reponden a intereses políticos destinados a terminar con el régimen constitucional y con la unidad de la Nación", dice el manifiesto.
Hasta ahora, Sánchez de Lozada se había opuesto a aceptar estos planteamientos.
Días atrás, Sánchez de Lozada emitió un decreto para frenar toda actividad relacionada al gas natural por los próximos tres meses, medida que también fue considera insuficiente.
"Una mamada" "Con qué cara vamos a ir a negociar con un criminal, con esto quieren distraer", dijo el jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, cerrando toda posibilidad de diálogo "mientras no renuncie Goni".
Según Morales, la propuesta de referendum consultivo, "no es decisiva, sin carácter vinculante". Es "una mamada", agregó el dirigente.
Por su parte, el líder de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Felipe Quispe, dijo que las propuestas del "carnicero" Sánchez de Lozada no convencen y anunció la radicalización de las medidas de presión.
"Ha muerto bastante gente. No podemos negociar esa sangre. Nuestra posición es que este carnicero de Sánchez de Lozada tiene que renunciar", agregó.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, dijo que el referendum es un "chantaje" del gobierno, y consideró que en el tema de la revisión de la ley de Hidrocarburos la única salida es su anulación.
A su turno, el dirigente de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, lo que hizo el gobierno fue provocar más a la población al calificar a los movilizados como "narcos".
"Tarde, muy tarde. Tal vez habría sido bueno al principio, pero ahora se pide la renuncia del presidente o nada", dijo el sindicalista.