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La vieja Europa

Casa Pía

UN ESCÁNDALO POCO PIADOSO



por Pablo Jofre Leal*

La Fogata

Portugal vive una severa crisis política, tras revelarse una vasta red de explotación sexual infantil, que involucra a empresarios, diplomáticos, deportistas, policías, médicos, políticos y periodistas, en una trama de incierto final.

UNA ABERRANTE RED DEL DELITO

Durante los últimos treinta años, la prestigiada institución de beneficencia Casa Pía, ocultó una siniestra actividad de pedofilia, que salió a la luz pública, luego de una denuncia periodística. Esta reveló, un tinglado compuesto por influyentes personajes de la vida política, social y económica del país luso, que abusaban sexualmente de cientos de menores en situación irregular y pequeños sordomudos, que eran acogidos en la cuestionada institución de auxilio estatal.

La denuncia dio cuenta, que centenares de los 4.700 alumnos de La Casa Pía de Lisboa fueron abusados sexualmente. El cerebro de esta asociación delictiva, era un funcionario de la propia entidad: Carlos Silvino, apodado "Bibi", quien trabajó hasta noviembre del año 2002. Ese mes, Silvino fue detenido por las autoridades a raíz de una investigación del semanario Expresso y el canal de televisión SIC. Lo que pareció el actuar solitario de un oscuro y cuestionado personaje, vinculado a la mayor Casa de Beneficencia de Portugal, derivó en lo que el periodista lisboeta Jorge Simao del semanario Expresso define como "el punto de partida de una investigación, que asesta sus dardos hacia la existencia de una red de pederastas. Organización diseñada, para satisfacer los caprichos sexuales de altas esferas de la sociedad portuguesa, con la carne de los huérfanos de quien se suponía debía proteger a los niños"

La Casa Pía fue fundada el día 3 de julio del año 1780 bajo el reinado de Doña María I, por el Intendente de Policía Diogo Inácio de Pina Manique e instalada en el castillo de San Jorge en la capital portuguesa. Destinada a atender a niños abandonados bajo los más modernos y audaces métodos pedagógicos de la época. Se transformó en el primer establecimiento de educación popular y en la más significativa institución de asistencia a menores en situación de desmejora social, niños abandonados e incluso, a partir del año 1834 integró a la atención a niños sordomudos. Estos últimos han sido señalados, en las acusaciones contra "Bibi", como las principales víctimas.

Tras la detención de Carlos Silvino, la prensa se encargó de revelar nuevos detalles de esta red, entrevistando para ello a decenas de pequeños y sus familias. Un hilo de incalculable alcance, comenzó a desenlazar una historia calificada como horrorosa y que mostró la impunidad en que operaba Silvino y su grupo. La denuncia comprobó, que los abusos comenzaron a principios de los años ochenta, cuando Carlos Silvino proveía niños al ex Embajador de Portugal en Sudáfrica y la UNESCO, Jorge Marques de Leitao Ritto. Este ex diplomático, actualmente encarcelado, fue reconocido por varios ex alumnos y que hoy son abogados recurrentes en la denuncia contra "Bibi" y la organización de pederastas.

Según las imputaciones consignadas, Ritto llevaba niños elegidos en Casa Pía a su residencia de Cascais, a 25 kilómetros de Lisboa, donde formaban parte de fiestas celebradas en honor de diplomáticos extranjeros y otras figuras públicas lisboetas. Esto ya se había revelado el año 1982, por la entonces Viceministra de Asuntos Sociales para la Familia, Teresa Costa Macedo. Inveestigación que fue bloqueada y archivada por "término del plazo legal" para las actuaciones, en abril de 1993. Las acalladas denuncias de la época alegaron, que Silvino gozaba de un marco de protección que comprendía a jueces, policías y políticos. El año 2002 otros niños y sus familias acudieron a la justicia. Ahora, el silencio dejó de ser la tónica y se abrió una investigación, que al cierre de esta edición tiene al gobierno del Primer Ministro José Manuel Duräo Barroso y al presidente Jorge Sampaio, en una complicada e inestable situación política.

Tras la detención de Silvino, cayó la estrella de televisión Carlos Cruz, en febrero del 2003. Junto a este presentador de exitosos programas de variedades, está detenido el médico pediatra Joao Ferreira Diniz. Profesional que efectuaba los exámenes físicos y de sangre a los menores, para así entregarlos con "certificación sanitaria" a los implicados en las fiestas donde eran abusados. También se arrestó a Jorge Ritto, a un antiguo director adjunto de Casa Pía y el abogado de Silvino, Hugo Marcal. La bomba no había terminado de estallar, cuando en mayo de este año, las autoridades judiciales dictaron orden de detención contra el portavoz del Partido Socialista Portugués, actual diputado y ex Ministro del Trabajo, Paulo Pedroso. Este fue acusado por la Fiscalía de la República, cuya investigación es encabezada por el juez Rui Texeira, por 15 delitos de pederastia. La periodista de Expresso, Felicia Cabrita, quien reveló la red de la Casa Pía afirmó que "a tenor de las informaciones que poseo, este lodo va a salpicar a todos los partidos políticos del parlamento"

TEORIAS DEL COMPLOT ALLENDE EL ATLÁNTICO

"La histeria se ha apoderado del mundo político, afirma a Ercilla el analista político lisboeta, Bruno de Almeida Ferreira, pues se ven amenazados por listas que circulan en Internet, por transcendidos de prensa, por niños que declaran haber visto a ciertos personajes. Pero, lo importante, lo que generó esta denuncia, como fue la explotación sexual a que eran sometidos cientos de niños ha quedado olvidado en los intereses de los políticos. Ellos sólo quieren ver inmaculados sus nombres, mientras la vida de centenares de pequeños en la década de los ochenta ya fue arruinada y otros tantos, no cuentan con ayuda médica y sicológica que permita atenuar los costos de estos horribles delitos de una red, que hunde sus raíces en importantes sectores políticos y económicos de la sociedad portuguesa"

Pedroso es el brazo derecho del actual líder del socialismo luso, Eduardo Ferro Rodrigues, quien declaró como suele hacerse en el mundo político, que su partido "está siendo víctima de un complot para atacarnos y destruirnos". Como muestra de ese complot, Ferro denunció una serie de escuchas telefónicas ordenadas por el magistrado y que han generado un terremoto político en el ex partido gobernante.. El portavoz socialista salió de prisión el día 8 de octubre bajo la condición de respetar una serie de medidas cautelares como es la comparecencia periódica, para acreditar su identidad ante la policía. Al día siguiente de su libertad, Pedroso fue nuevamente investido de su cargo parlamentario como Diputado por decisión de la Comisión Parlamentaria de Ética, causando un clamor de rechazo en la ciudadanía y el apoyo férreo del mundo político.

En el ámbito estrictamente político, el escándalo de la Casa Pía ha propiciado un debate sobre el abuso de la prisión preventiva y las escuchas telefónicas por los jueces portugueses, toda vez que el magistrado que lleva el caso ordenó grabar conversaciones del presidente Jorge Sampaio, el presidente de la Asamblea de la República, el Fiscal general y el líder del PS. Este último denunció una conspiración en su contra, para dificultar su papel en la oposición, quejándose también que las escuchas violaban el derecho de acción política de los partidos. "Al mismo tiempo, señala Almeida Ferreira, se ha desatado una caza de brujas destinada a descubrir cualquier situación medianamente sospechosa en los jueces investigadores. La idea es tratar de sacarlos de los procesos, acusarlos de estar involucrados en las mismas redes que investigan. Son muchos los intereses en juego y el dinero corre a raudales para ocultar, desinformar o simplemente dejar de informar"

Las conversaciones que tienen en ascuas al PS luso fueron destapadas por el canal SIC y han puesto en una difícil posición a Ferro, a su partido y al mandatario portugués. En un extracto de esas grabaciones, el líder del socialismo luso afirma "cagarse en el secreto de justicia", que impedía conocer de primera mano los cargos imputados a Pedroso. Las grabaciones a Ferro Rodrigues y el líder de la bancada del PS en el parlamento, Antonio Costa, dan a entender que Sampaio estaba al corriente de la detención de Pedroso con dos días de antelación y se le solicitaría "una intervención rápida", aunque más tarde Ferro Rodríguez admitiría que Sampaio "no puede intervenir directamente, pero otros lo pueden hacer".

Estas declaraciones causaron el rechazo de algunos dirigentes socialistas, como Manuel María Carrilho, ex Ministro de Cultura y actual diputado quien ha llamado a un Congreso Extraordinario, para debatir la actuación de Ferro "que ha reaccionado mal ante la detención de Pedroso y lo sigue haciendo con la libertad provisional de este. Ha olvidado el papel de oposición que debe tener nuestro partido. La dirección de Ferro ha debilitado al PS que está, desde los acontecimientos de mayo, disminuido en su acción política". Carrilho acusa a Ferro de no aprovechar la pésima situación económica de Portugal, para contrarrestar la política del gobierno y de no haber conseguido superar el sentimiento de orfandad, en que Antonio Guterres dejó sumergido al PS, al abandonar el cargo de Primer Ministro en diciembre del 2001.

Para Bruno de Almeida, las críticas de Carrilho no son erradas "toda vez que desde el mismo día de la detención de Pedroso, Ferro Rodrigues comenzó a librar lo que considera el combate de su vida: comprobar la inocencia de su número dos y manifestar que hay una conspiración para acabar con el mayor partido de la oposición. Se ha dedicado exclusivamente a eso, descuidando su agenda política. Si uno analiza este actuar, no está alejado de lo que ustedes en Chile están viviendo con la UDI y el presidente de ese partido. Es increíble como la clase política es capaz de meter las manos al fuego por algunos de sus miembros, sin creer en la posibilidad que pueda ser cierto de aquello que se les acusa. Con tal de salvarse, son capaces de involucrar a toda la sociedad y hacer caer las mínimas bases morales en que esta sociedad debe sustentarse. No em extrañaría que los dardos sean lanzados ahora contra jueces, acusadores y hasta las propias víctimas".

Ferro Rodríguez ha acusado a fuerzas oscuras, a poderes fácticos de estar detrás de los ataques al PS y a la democracia en general "amenazadas por el populismo y campañas selectivas contra políticos. Con la participación activa de algunos medios de comunicación social, que pretenden construir presidentes o destruir personas o direcciones partidarias". Algo de ayuda ha recibido en su cruzada el líder del PS luso. El presidente del Colegio de Abogados de Portugal, José Miguel Judice, criticó al fiscal principal del proceso de la casa Pía, Joao Guerra, por transcribir las escuchas telefónicas al líder del PS. Ferro Rodrigues. Judice alega que "un caso de la importancia de casa Pía, por su repercusión mediática requiere de una especial cautela y ponderación". Esta frase despertó la crítica de personajes vinculados al mundo de la defensa de los derechos de los niños que las calificaron "como una manera de llamar a esconder la basura que significa esta enorme red de pederastas que debe arrojar aún más nombres"

OPERACIÓN MANOS LIMPIAS


La actual Directora de Casa Pía, Catalina Pestana ha declarado su convencimiento que existen más personajes públicos involucrados "El ambiente que vivimos en Casa Pía, es todavía de una película de terror. Existen otras personas involucradas, pero los menores no saben sus nombres. Sólo conocen sus caras y les llaman "señor doctor" o "señor ingeniero". Sabemos que aún hay pedófilos en la propia Casa Pía por lo que continuaremos las investigaciones administrativas contra varios funcionarios".

Para Jorge Simao de Expresso "el escándalo de Casa Pía comienza a adquirir tintes de operación Manos Limpias a la portuguesa". Operación que día a día arroja nuevas pistas sobre los alcances reales de esta red que hunde sus raíces treinta años atrás. Pedro Namora, abogado de 38 años de edad, que contaba con 10 años cuando Portugal, el año 1975, despertó a la democracia después de medio siglo de fascismo salazarista, ingresó a la Casa Pía en la escuela Pina Manique "vivíamos en condiciones pésimas, lleno de ratas, sin cristales que nos protegieran del frío, con hambre. Fue en esas circunstancias que Carlos Silvino sacó provecho de la necesidad de cientos de niños para satisfacer sus deseos sexuales. Tenía 11 años cuando "Bibi" trató de abusar de mí. Desde ese momento entendí el sentimiento de miedo que cubría toda la institución". Treinta años después, este abogado, casado y con dos hijos, se convirtió en uno de los principales acusadores contra Silvino y su red, apoyando la investigación periodística que destapó los escándalos de Casa Pía.

El día 28 de octubre pasado el presidente luso, Jorge Sampaio, hizo un llamado a la calma y no transformar el proceso de la Casa Pía "en una telenovela de las 20 horas. Es necesario que se haga justicia y para ello el caso debe salir del alarido en que se encuentra". Mostró su preocupación por otros asuntos como la recesión económica, el aumento del desempleo o la evasión fiscal, cuestión que le ganó la crítica y ser acusado de querer ocultar la verdad y bajar el perfil a un caso que puede reventar en su cara "tras la manida y falsa frase de dejar que las instituciones funciones, señala a Ercilla Bruno de Almeida, Sampaio trata de tapar los graves sucesos de Casa Pía, protegiendo de hecho a aquellos que cuentan con protección de los poderosos" En ese momento del llamado presidencial, el Tribunal de Boa Hora de Lisboa, decidió suspender el juicio contra Carlos Silvino "Bibi", principal encausado. Un psiquiatra escogido por el abogado de Silvino alegó que el inculpado y ex funcionario de Casa Pía sufre "Amnesia parcial y no está en condiciones de ser juzgado".

Para la prensa portuguesa la amnesia no puede ser una patología, que invada a una sociedad convulsionada por las revelaciones y las implicancias de uno de los casos de pedofilia más escandalosos desde los hechos de Bélgica con el caso Ducroux. Este caso ha salido nuevamente a la luz pues se teme una situación similar en que, después de siete años, aún no se le enjuicia. Todo ello gracias a la complicidad y connivencia de la policía, los jueces y el establishment político, a lo que se agregan los indicios que Ducroux goza de protección en las más altas esferas de la Unión Europea

"Portugal necesita que haya justicia, declara de Almeida. Y están todas las condiciones para ello pues, a diferencia del caso Dutroux, donde sólo se sospechaba que este trabajaba, para una red de pederastas bien conectados con el poder político y económico, en Portugal esa red se conoce, hay detenidos, y lo que hay que hacer es aplicar la justicia. Todo lo demás es patraña, obstrucción y ocultamiento". Los escándalos de Casa Pía muestran un país que avanza en el camino de generar justicia después de 30 años de ocultamiento. Se esperan nuevas sorpresas, con la posibilidad cierta que los alcances de este caso puedan generar, incluso, la caída de algunos altos miembros del gobierno portugués.


PABLO JOFRÉ LEAL

*Periodista da Revista Ercilla.