Paraguay en la hora de los cambios
Ra�l Zibechi
En abril de 2008 habr� elecciones presidenciales. Por primera vez en 60 a�os
el Partido Colorado puede verse desalojado del palacio de gobierno. Comenzar�a
as� la tan ansiada como postergada transici�n a la democracia en Paraguay.
Los �ltimos 17 a�os de democracia, desde el golpe de Estado que en 1989 derroc�
al dictador Alfredo Stroessner, no fueron muy diferentes a los 35 a�os
anteriores. El dictador, que gobernaba el pa�s desde 1954, se apoy� en el mismo
partido que hasta hoy gobierna el pa�s por medio del clientelismo, la corrupci�n
y una buena dosis de represi�n. Pero el 29 de marzo de 2006, la historia de este
pa�s castigado pareci� dar un vuelco: m�s de 40 mil personas salieron a las
calles de la capital, Asunci�n, para evitar que el presidente Nicanor Duarte
Frutos pudiera presentarse a la reelecci�n, que est� prohibida en la
Constituci�n.
El vocero de esa enorme movilizaci�n fue el obispo de San Pedro, una zona donde
los campesinos protagonizan una larga lucha contra los terratenientes. Fernando
Lugo se convirti� de golpe en la esperanza de cambio de una sociedad cansada de
corrupci�n y de malos gobiernos. Todas las encuestas lo consideran el favorito y
el �nico capaz de desplazar al Partido Colorado, que controla todos los resortes
del poder: la burocracia estatal, las fuerzas armadas, la mafia y el gran
empresariado.
Un modelo agotado
La situaci�n social y econ�mica del pa�s es desastrosa. De los 6 millones de
habitantes, el 63% son pobres (seg�n el gobierno la pobreza es el 48%) y el 26%
indigentes. Alrededor del 80%�4.5 millones�no acceden a la atenci�n m�dica
b�sica; 600 mil campesinos sin tierra deambulan por el pa�s desde que las
grandes empresas han hecho de Paraguay uno de los mayores exportadores de soya
del mundo. Cien mil paraguayos emigran del campo a la ciudad todos los a�os o
abandonan el pa�s hacia Espa�a y Argentina: las remesas son ya el segundo
ingreso del pa�s, s�lo superado por las exportaciones de soya.
El Estado paraguayo es uno de los m�s ineficientes y corruptos del mundo. Cuenta
con 200 mil empleados p�blicos, de los cuales el 95% pertenecen al Partido
Colorado. Pese a la escasa poblaci�n, cada d�a mueren diez ni�os por
desnutrici�n y enfermedades. El Partido Colorado, un partido de Estado, es la
principal fuente de control social y de clientelismo, lo que le asegur� 60 a�os
de poder casi absoluto, en dictadura o en "democracia". En el a�o 2006, los
productores de soya exportaron US$450 millones y la oligarqu�a ganadera unos
US$430 millones, pero pagan impuestos miserables: un 3% los primeros y 1.8% los
soyeros. Los bancos pagan a�n menos1.
El soci�logo Tom�s Palau, del Centro de Investigaciones Base-Is, sostiene que el
agotamiento del modelo pol�tico y econ�mico va de la mano de la desintegraci�n
institucional de un poder olig�rquico. "La percepci�n que tiene la gente es que
el Estado paraguayo cada vez existe menos para ella, y que sin embargo existe y
es muy fuerte cuando se trata de defender los intereses de la oligarqu�a
ganadera y los intereses de la oligarqu�a transnacional vinculada a la soya, a
la ca�a de az�car, al algod�n, es decir, al modelo agroexportador"2.
Lo que desde Washington se visualiza como un failed state (Estado
fallido) para la poblaci�n paraguaya, y sobre todo para los pobres, es una
aut�ntica pesadilla. Un periodista paraguayo sostiene que el haber estado en el
poder durante 60 a�os provoc� al Partido Colorado un gran desgaste, que llev� al
Estado a una situaci�n de inutilidad que se expresa en "un desorden casi
completo, donde los administradores del poder, los colorados, ya no pueden
controlar ni controlarse en el manejo de la cosa p�blica: sus caudillos
responden no ya al dictador o al jefe sino directamente al capo mafioso de la
regi�n"3.
Un Estado infiltrado por la corrupci�n, donde el poder Legislativo est�
integrado por corruptos y el poder Judicial es incapaz de administrar justicia,
lleva a que los grupos empresariales mafiosos tengan un poder incontrolado.
Estos poderes son cuatro, seg�n el soci�logo Palau: los ganaderos con una
riqueza de US$6 mil millones, cuentan con comandos paramilitares; los
narcotraficantes, que producen marihuana, trafican coca�na y lavan dinero y
tienen capacidad de comprar pol�ticos; las empresas multinacionales exportadoras
de soya, algod�n y ca�a de az�car; y, finalmente, los "seudoempresarios"
vinculados a negocios legales e ilegales con el Estado, y al contrabando de
electrodom�sticos y cigarrillos.
En la pol�tica, esta crisis institucional y social se manifiesta en que "la
compra del voto puede llegar a involucrar a un tercio de los electores y en la
�ltima contiene electoral el voto se cotiz� en 100 mil, incluso 200 mil
guaran�es per c�pita (US$20-40)"4.
Seg�n la encuesta regional Latinobar�metro, en Paraguay s�lo el 4%
(frente a 40% en Bolivia) considera que es eficaz la lucha del gobierno contra
la corrupci�n. El 40% (frente al 7% en Bolivia) cree que el gobierno de Paraguay
fomenta la corrupci�n.
La irrupci�n de la sociedad civil
Este conjunto de factores de poder ha provocado el "agotamiento del Estado
prebendista y clientelario al servicio del Partido Colorado y del modelo
econ�mico agroexportador". El fin de este per�odo abri� desde los a�os 90 "una
disputa por la hegemon�a pol�tica del proceso, signada por sucesivas crisis,
intentos de golpes de Estado, magnicidios, elecciones fraudulentas y no pocas
movilizaciones populares"5.
La sociedad civil se viene mostrando muy activa, ya que es la �nica forma de
hacerse escuchar y de hacer valer derechos que el Estado no respeta.
La desintegraci�n institucional y social se traduce en la multiplicaci�n de las
movilizaciones de campesinos que ocupan tierras, que son respondidos por las
autoridades y los hacendados con asesinatos y m�s de dos mil dirigentes
imputados por la Fiscal�a. Pero tambi�n se refleja en la ca�da de la
participaci�n electoral, ya que en las �ltimas elecciones municipales el 65% de
los votantes no acudieron a las urnas. En varias ocasiones, la poblaci�n debi�
tomar las calles para impedir que se viole la ley.
Esta disputa tiene sus fechas y sus muertos. Marzo de 1999 fue el momento m�s
�lgido de esa crisis, con el asesinato del vicepresidente Jos� Mar�a Arga�a. El
general Lino Oviedo, un militar mesi�nico y autoritario que colabor� con el
dictador, jug� un papel importante en el golpe de Estado de 1989 que puso fin a
la dictadura. Se dice que forz� la rendici�n del todopoderoso Stroessner cuando
le quit� el seguro a una granada y le apunt� con un fusil. Esperaba beneficiarse
con la ca�da del dictador y en la puja por el poder habr�a sido el inspirador
intelectual del asesinato de Arga�a. En reacci�n al crimen, los paraguayos
protagonizaron un levantamiento popular, conocido como "marzo paraguayo", donde
decenas de j�venes fueron asesinados por francotiradores simpatizantes de
Oviedo.
El general debi� exiliarse, primero en Argentina donde cont� con la protecci�n
del presidente Carlos Menem, y luego en Brasil. Al regresar a su pa�s fue
juzgado y procesado y ahora est� en la c�rcel, pero el Parlamento se prepara
para discutir una amnist�a que podr�a beneficiar al Partido Colorado en su
disputa con Fernando Lugo, ya que competir�an por apoyos sociales similares6.
En 2002 los sectores populares ganaron nuevamente las calles para impedir la
privatizaci�n de las empresas estatales y la aprobaci�n de la Ley Antiterrorista
sin consultar a la ciudadan�a. El gobierno debi� dar marcha atr�s cuando un
amplio movimiento social, en particular campesino, bloque� las principales
carreteras y paraliz� el pa�s.
La tercera irrupci�n del movimiento social se dio en marzo del a�o pasado,
cuando el presidente (con la complicidad de la Suprema Corte de Justicia)
intent� vulnerar la Constituci�n para presentarse a la reelecci�n. En esa
ocasi�n, se form� Resistencia Ciudadana, la confluencia de todos los sectores
pol�ticos y sociales de oposici�n que convocaron la mayor manifestaci�n de los
�ltimos a�os. El portavoz del acto fue el obispo Fernando Lugo, que emergi� como
alternativa a la crisis de los partidos. Seg�n algunas encuestas, Lugo tiene
hasta el 70% de apoyo popular.
El obispo de los pobres
En una entrevista concedida al peri�dico Brasil de Fato, Lugo record�
que naci� en 1952 en una peque�a aldea rural de 60 familias, San Solano, y es el
menor de seis hermanos de una familia que fue duramente perseguida por la
dictadura de Stroessner. Su padre estuvo 20 veces en la c�rcel. De ni�o vend�a
empanadas y caf� en las calles de la ciudad de Encarnaci�n, donde hab�a emigrado
la familia. Tres de sus hermanos fueron apresados, torturados y expulsados del
pa�s durante 23 a�os.
Estudi� para maestro y dio clases en un aula donde se hacinaban 100 alumnos,
hasta que a los 19 a�os decidi� ingresar al seminario en la Congregaci�n del
Verbo Divino7.
"Fue la poblaci�n de Hohenau, donde daba clases a los ni�os, la que me motiv� a
hacerme religioso. La gente era muy religiosa y no hab�a sacerdote, pero igual
se reun�an todos los domingos y yo participaba en las celebraciones, en la
lectura de la palabra de dios, en los comentarios, oraciones y cantos. En
Hohenau dios lleg� a mi vida"8.
En 1977 se orden� sacerdote y viaj� a Ecuador donde conoci� la teolog�a de la
liberaci�n y la iglesia de los pobres. En 1982 regres� a Paraguay y al a�o
siguiente fue expulsado del pa�s por sus sermones "subversivos" y por hablar mal
del gobierno. Vive en Roma y regresa en 1987. En 1994 es ordenado obispo de la
di�cesis de San Pedro, la m�s pobre del pa�s: "En 1994, cuando asum� la
di�cesis, hubo 112 ocupaciones de tierra. De ellas 52 fueron en San Pedro.
Cuando llegu� hab�a 650 comunidades eclesiales de base, cuando sal� hab�a mil".
En el departamento con mayores latifundios, la pastoral social ven�a organizando
a los campesinos sin tierra, al igual que hab�a sucedido a�os antes en Brasil,
proceso que dio nacimiento al movimiento sin tierra.
Lugo dio el salto a la pol�tica en muy poco tiempo. El mismo relata el cambio:
"Salgo de la di�cesis en 2005 y me quedo pensando que los grandes esfuerzos que
se hacen a trav�s de la iglesia no obtuvieron el �xito deseado, y me di cuenta
que los cambios reales en la econom�a, en lo social, vienen de la pol�tica.
Entonces, empec� a reunirme con un grupo de 12 amigos, el 3 de enero de 2006�un
grupo de estudio y an�lisis con artistas, intelectuales, campesinos,
estudiantes, para pensar el pa�s�que fue creciendo y se convirti� el 17 de
diciembre en el Movimiento Popular Tekojoja (igualdad en guaran�) que
pronto se convirti� en el movimiento pol�tico de mayor crecimiento"9.
Tekojoja recogi� 100 mil firmas para que Lugo se presente como candidato a la
presidencia. El 22 de diciembre renuncia al ministerio sacerdotal; el 4 de enero
de 2007 el Vaticano no acepta su renuncia y luego lo suspende como sacerdote. El
tema no es menor. La Constituci�n de Paraguay dice que ning�n sacerdote de
ning�n culto puede aspirar a la presidencia. Al haber renunciado a su condici�n
de sacerdote, Lugo considera que est� en condiciones de ser presidente. Pero
Duarte Frutos lo niega, lo que est� provocando un duro enfrentamiento entre el
gobierno y la iglesia cat�lica. Es posible que en los pr�ximos meses la Suprema
Corte de Justicia anule su candidatura, con un argumento no legal sino
teol�gico. En efecto, para la iglesia un sacerdote siempre ser� sacerdote aunque
renuncie. Lugo no conf�a en la justicia de su pa�s, al igual que la mayor�a de
los paraguayos. La Corte est� integrada por nueve miembros: cinco colorados y
cuatro de la oposici�n. El problema es que si se impide la candidatura de Lugo,
una gran parte de la poblaci�n lo considerar�a como un "golpe" de Estado, y la
reacci�n popular ser�a imprevisible.
�Hacia una segunda transici�n?
Los partidos pol�ticos viven una aguda crisis de representaci�n y de
legitimidad. La oposici�n parlamentaria se ha unido en lo que se denomina
Concertaci�n Democr�tica, integrada por los partidos PLRA (Partido Liberal
Radical Aut�ntico), UNACE (Uni�n Nacional de Ciudadanos Eticos), Patria Querida,
Encuentro Nacional y Pa�s Solidario. La mayor�a son neoliberales y profesan lo
que podr�amos llamar como "vieja cultura pol�tica", siendo el PLRA el �nico que
cuenta con una estructura importante en todo el pa�s capaz de competir con el
Partido Colorado.
Por otro lado aparecen los movimientos sociales y pol�ticos. A lo largo de 2006,
para proyectar y apoyar la candidatura de Lugo, que no cuenta con ninguna
estructura, se crearon por lo menos tres grandes sectores. El Bloque Social y
Popular est� integrado por la cinco centrales sindicales, un sector del
movimiento campesino, la democracia cristiana, el Partido Febrerista y el
Partido de los Trabajadores. El segundo grupo es Pa�s Posible, liderado por el
hermano de Lugo, que tiene una trayectoria de resistencia dentro del Partido
Colorado y busca captar ese voto. Y, por �ltimo, el Movimiento Popular Tekojoja
que es el m�s cercano a Lugo y participa tambi�n en el Bloque Social y Popular.
Los grupos de izquierda, muy vinculados al movimiento campesino, crearon una
Coordinadora de Movimientos Independientes que logr� presentar candidatos en 10
de los 221 municipios del pa�s. Fue la primera vez que una parte significativa
del movimiento campesino impuls� la participaci�n electoral, lo que supone un
cambio respecto a per�odos anteriores. Esta confluencia form� el Frente Social y
Popular, que desde fines de 2006 viene intentando crear una amplia alianza con
Tekojoja y el Bloque Social y Popular para contrarrestar el peso de la
Concertaci�n en el proyecto de Lugo10.
Lugo tuvo que escoger entre lo tradicional y lo nuevo, entre el Bloque y los
movimientos sociales y la Concertaci�n. Fue una elecci�n entre la izquierda
social y la estructura, entre el programa de cambios y la seguridad que le
otorgan los aparatos para derrotar al Partido Colorado. Finalmente se presentar�
como candidato de la Concertaci�n, siendo su vicepresidente un miembro del PLRA.
Poco antes de tomar su decisi�n explic� de forma clara de qu� se trataba: "La
Concertaci�n Nacional unida podr�a asegurar el control electoral. Son partidos
con representaci�n parlamentaria que pueden ofrecer dos cosas: garantizar una
correcta fiscalizaci�n del proceso electoral y tambi�n gobernabilidad porque
tienen muchos parlamentarios. El grupo Bloque Popular es irreconciliable con la
Concertaci�n Nacional"11.
Seg�n el integrante del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Orlando Castillo,
el paso dado por Lugo le puede garantizar el triunfo electoral pero puede atarle
las manos a la hora de los cambios: "Lugo busca una estructura que le pueda
sustentar su candidatura, porque adem�s de tener una buena fama no posee
estructura, experiencia, dinero para una campa�a electoral. Pero con la
Concertaci�n se est� metiendo en problemas. Si llega al gobierno corre el riesgo
de no poder gobernar. El Partido Colorado en la oposici�n puede ser muy
peligroso ya que tendr� mayor�a en el parlamento y la segunda bancada ser�n los
liberales. La izquierda casi no va a tener representantes"12.
Seg�n este an�lisis, una vez en el gobierno los liberales podr�an unirse a los
colorados para hacer un juicio pol�tico a Lugo y desplazarlo del poder.
Recordemos que los liberales convivieron siempre con el Partido Colorado,
incluso con la dictadura, y son un partido neoliberal que practica la misma
pol�tica clientelista y corrupta que domina en Paraguay. La �nica diferencia es
que nunca estuvieron en el poder y pretenden utilizar a Lugo para llegar a
palacio.
El clima pol�tico es tenso y confuso. Las ambiciones de poder son muchas. Desde
que Lugo decidi� presentarse con la Concertaci�n y con un vicepresidente
liberal, se han producido varios movimientos que tienden a la ruptura de esa
alianza. Patria Querida sali� de la Concertaci�n porque quiere un candidato
propio a la presidencia. UNACE est� buscando una amnist�a para el militar
golpista Lino Oviedo, para presentarlo como su propio candidato.
Dentro del Partido Colorado hay dos corrientes muy fuertes, que permanentemente
est�n chocando. El 3 de mayo de este a�o, la c�mara de diputados hab�a aprobado
un proyecto de Ley Antiterrorista impulsada por Washington. Seg�n la oposici�n y
los organismos de derechos humanos, no establece claramente los l�mites de lo
que se considera terrorismo, vulnera los derechos humanos y criminaliza la
protesta social13.
El 9 de agosto la c�mara de senadores rechaz� la ley aunque decidi� introducir
algunas modificaciones al C�digo Penal que benefician a los grandes propietarios
de tierras y perjudican a los movimientos campesinos. El Partido Colorado vot�
en contra, como forma de advertir al gobierno de George W. Bush que apoye la
reelecci�n de Duarte Frutos y no siga promoviendo la candidatura del
vicepresidente Luis Castiglioni, amigo personal de Donald Rumsfeld.
Para el movimiento social, entusiasmado con Lugo porque promueve la reforma
agraria y la autonom�a del pa�s, el panorama es m�s complejo a�n. Seg�n
Castillo, "los movimientos siguen esperando que Lugo se vuelque hacia ellos. Por
un lado, es la �nica alternativa. Por otro, corren un riesgo muy grande. Se han
formado 14 partidos para apoyar a Lugo pero en realidad todos quieren llegar al
parlamento. Corren el riesgo de perder la credibilidad que han ganado en tantos
a�os de resistencia"14.
Notas
Ar�stides Ortiz, ob. cit.
Idem.
Idem.
ALOP, ob. cit. p. 7.
Hugo Richter, ob. cit. p. 60.
Pablo Stefanoni, ob. cit. p. 8.
Entrevista en Brasil de Fato .
Idem.
Idem.
ALOP, ob. cit. p. 21.
Entrevista Brasil de Fato.
Entrevista a Orlando Castillo.
Orlando Castillo, ob. cit. p. 2.
Entrevista a Orlando Castillo.
Fuente: lafogata.org