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PAIS VASCO

11 de junio del 2003

Juicio al terrorismo de estado
El ex-ministro de interior Jose Barrionuevo confirma que no hubo investigación

Gara
Los máximos responsables del Ministerio de Interior español cuando se cometió el atentado contra el dirigente de la izquierda abertzale Santi Brouard admitieron ayer que tanto ellos como las Fuerzas de Seguridad del Estado no mostraron especial interés en la resolución del caso, y confirmaron que las únicas investigaciones al respecto fueron las abiertas en el proceso judicial. Al serle recordada la relevancia política del fallecido en aquel atentado, el ex ministro de Interior José Barrionuevo se limitó a afirmar que «en aquella época había muertos cada dos semanas».

La sexta sesión del segundo juicio por la muerte del dirigente de la izquierda abertzale Santi Brouard estuvo marcada por la declaración, en calidad de testigos, de los máximos dirigentes del Ministerio de Interior español en aquellos años, entre ellos el ex ministro José Barrionuevo, su «número dos», Rafael Vera, y el ex secretario de Estado para la Seguridad, Julián Sancristóbal. Estos admitieron que la muerte de Brouard no fue especialmente investigada por las Fuerzas de Seguridad del Estado, y Sancristóbal reconoció directamente que al margen de la propia instrucción judicial del caso, no se desarrolló ningún otro tipo de investigación respecto al atentado.

Este hecho resulta especialmente significativo considerando la incuestionable importancia política de la acción, ya que Brouard era un importante dirigente de la izquierda abertzale, y refuerza la hipótesis de que desde los aparatos del Estado español se trató de entorpecer por todos los medios el esclarecimiento de este caso, llegando incluso a la muerte del confidente Alberto Granados.

Preguntado al respecto, Barrionuevo aseguró que «en aquella época había muertos cada dos semanas» y negó que el «caso Brouard» le hubiera despertado especial interés, afirmando que «no era común que me interesara por una investigación concreta».

El ex gobernador civil de Bizkaia y antiguo responsable de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, negó también haber hablado del tema con sus superiores y admitió que «no se interesó» por las investigaciones. Por su parte, Rafael Vera, ex secretario de Estado para la Seguridad, admitió que «el tema tuvo que ser tratado» en las reuniones semanales que mantenían Barrionuevo y él con los responsables de los servicio de información de las FSE y del Cesid, pero aseguró que el «caso Brouard» no había estado en el orden del día de ninguna de esas reuniones.

Cabe recordar que los ficheros policiales sobre el atentado mortal contra Santi Brouard aparecieron totalmente vacíos en 1999, quince años después de los hechos.

Barrionuevo negó también ante el tribunal haber manifestado en una reunión delante del ex dirigente del PSOE Pablo Castellano que «los guardias por la Guardia Civil se han pasado en el tema de Brouard». Esta afirmación consta en las memorias de Castellano.

El ex máximo responsable del Ministerio de Interior español sí admitió que en 1983 se reunió en la Sierra de Gredos con dirigentes del PSOE en Euskal Herria y con diversos responsables de su Ministerio, pero restó alcance a este hecho asegurando que «se trató de un encuentro de fin de semana», al que habrían acudido con sus respectivas parejas e hijos.

En este sentido, Barrionuevo negó que en la reunión de la Sierra de Gredos se hubiera acordado «la lucha ilegal contra el terrorismo, auspiciada por Felipe González», como declaró en su día el ex secretario general del PSOE en Bizkaia, Ricardo García Damborenea.

Barrionuevo, que como la mayoría de los testigos de este juicio también aseguró tener «problemas de memoria» sobre tos hechos, declaró que no sabía nada sobre el comunicado que desmentía la autoría del GAL, y negó haber mandado a Sancristóbal realizar ese desmentido, algo en lo que recibió el apoyo de Vera.

Este último sí admitió haber trasladado a Bolivia al ex coronel de la Guardia Civil Rafael Masa, también imputado en el caso, y dijo que lo hizo «para que estuviera más seguro».

Por otra parte, el ex gobernador civil de Bizkaia, Ignacio López, que también compareció hoy, declaró que no correspondía a su cargo retirar la vigilancia del instituto francés cercano a la consulta médica de Santi Brouard, tal como habían declarado varios testigos.