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País Vasco

GRAN MANIFESTACION CONTRA LA TORTURA EN EL PAÍS VASCO

Una multitud exige en Donostia (San Sebastián) que «25 años de tortura» tengan ya punto final

·La marcha la abrían personas que han denunciado tormentos y familiares de fallecidos Miles de personas respondieron ayer en Donostia a la convocatoria realizada por ciudadanos que han denunciado torturas en dependencias policiales y tomaron parte en una manifestación convocada bajo el lema «25 urte torturapean. Aski da». Al término de la marcha, Anika Gil y Leire Gallastegi hicieron un llamamiento para que «el único cuerpo reunido hoy en Donostia levante permanentemente esa única voz y que ningún vasco grite en la soledad del tormento».
La marcha partió pasadas las 17.30 del Boulevard donostiarra. En este lugar, así como en los alrededores, la presencia de efectivos antidisturbios de la Ertzaintza fue constatable bastante tiempo antes de que partiera la manifestación. Al frente de la misma se situaron ciudadanos y familiares de personas que han sufrido y denunciado torturas en las últimas décadas, entre ellas allegados de fallecidos en comisaría. Era el caso de la hermana de Joseba Arregi, las madres de Gurutze Iantzi y Xabier Kalparsoro, allegados de Mikel Zabaltza, Unai Romano y su padre, Leire Gallastegi, Anika Gil y el director de ''Berria'', Martxelo Otamendi, entre otros. También miembros de Torturaren Aurkako Taldea se colocaron junto a la pancarta de cabeza.
La manifestación se adentró en la calle Urbieta, precedida de cuatro furgonetas antidisturbios, hasta enfilar la calle San Martín. Durante el recorrido se pudieron escuchar frases en contra de la tortura, como «Hemen torturatzen da», «A ellos la Ley Antiterrorista», «Aquí se tortura como en la dictadura», «Ez, ez, ez, torturarik ez», o «Zipaioek ere torturatzen dute». Poco después de que la cabeza de la marcha girara por el Paseo de los Fueros, antes de adentrarse en el Paseo de la República Argentina, se pudo comprobar que la cola de la manifestación ocupada todavía la calle Urbieta.
Al llegar de nuevo al Boulevard, se pudieron leer textos impresos en pancartas colocadas al paso, como «Inkomunikazioa=tortura» o «Indar okupatzaileak, torturatzaileak». Leire Gallastegi y Anika Gil, dos de las vascas que encabezaron la manifestación, leyeron en euskara y castellano el comunicado final, en el que se destacan los 25 años transcurridos desde la aprobación de la Constitución española, un tiempo «tras el que se puede certificar que la tortura de las mazmorras franquistas ha sido maquillada, refinada, perfeccionada por un sistema de 'más de lo mismo'. 25 años de guerra sucia, brutalidad y negación contra Euskal Herria». El texto se detiene en la denominada «transición española» y reflexiona en torno a la negativa que Euskal Herria dio al texto constitucional, para explicar que «sabíamos que con aquello no se resolvía la situación. Eramos conscientes de que las cárceles se llenarían de nuevo y que serían cientos las denuncias de torturas».
Anika Gil y Leire Gallastegi se refirieron «a los sentimientos desgarradores de vascos y vascas que se amontonan todavía en demandas, declaraciones, pliegos que descansan sobre las mesas de los nuevos tribunales españoles», antes de recordar que en noviembre de 1979, «el entonces ministro de Interior que ya operaba bajo el flamante texto constitucional, Ibáñez Freire, manifestó solemnemente que las denuncias por torturas eran falsas.
Desde entonces hasta hoy -continúa el comunicado-, el Gobierno español y sus sucursales autonómicas se mantienen numantinamente en esta posición».
A juicio de quienes han sufrido en sus propias carnes la tortura, «han querido tapar la miseria, la putrefacción de su sistema con audiencias, leyes antiterroristas constitucionales, espacios opacos para interrogatorios salvajes y flamantes protocolos de actuación policial». Frente al panorama descrito, en el texto se reclama la implicación de la sociedad vasca, «de este único cuerpo que hemos reunido hoy en Donostia y que debe de levantar permanentemente esa única voz para que, de una vez por todas, ninguna vasca, ningún vasco grite en la soledad del tormento».
La movilización fue el punto final a un fin de semana de intensas protestas.
En Zarautz, por ejemplo, ayer 50 personas participaron en una parodia de la tortura. Entre semana hubo una charla y una movilización que reunió a 150 vecinos.