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País Vasco

6 de enero del 2004

Sin presupuestos para Euskadi
Las cuentas de la lechera vasca

Rafael Castellano
Maverick Press

Aquí el corresponsal que perpetró el reportaje henchido de números que se refería a unos presupuestos-2004 más altos que la media europea para la Comunidad Autónoma de Euskadi debe volver sobre sus pasos, envainar la pluma y autocriticarse por triunfalismo. Parecían cantados los 7.135 millones de euros y pico (ya quisiera yo para mí ese pico) que reducidos a miles daban un resultado de unos 725 euros de cada 1.000 para crecimiento económico y lo que se ha dado en llamar cohesión social, que consiste en que los que tengan mucho no tengan demasiado para quienes no tienen nada puedan tener algo. En cuanto a los 'lobos grises', los prejubilados que se chutan las cabezas con grezian, se les ve cariacontecidos y mansos.

Veían sus subsidios aumentados, sus pensiones mejoradas, la oportunidad de subir los envites del subastado y el dominó.

Imaginaban asimismo los inmigrantes de Ultrapuertos una resolución más rauda de los infames papeleos a que se les somete. En fin, descubren que esto no es El Dorado, y que la burocracia retorcida de este Reino subpirenaico trata de idéntica forma a aborígenes y transmigrados, y les pide exhaustivos certificados, y se les rebota de ventanilla en ventanilla y de mesa en mesa como a potro de trinquete, especialidad de frontón con dos laterales provistos de cornisas que vuelven majara al principiante. La de veces que se oye suspirar: "...en mi País". En su país igual o peor, y en ello y radica el desengaño. Menos mal que Bush, cuando consulta los planos topográficos y geoestratégicos, se queda bizco ante el Golfo de México y no logra hallarnos insertos, náufragos, en el archipiélago, donde también creen en los Reyes Magos. Igual se nos aparece vestido de Melchor y pregunta por su amigo el mariachi Aznar.

Mayor Oreja, presente

Al final Mayor Oreja vino a Gasteiz a ocupar su poltrona (es noticia), y de paso votó en contra global de las cuentas de la lechera aceptadas días antes por las comisiones previas; y lo hizo, por esos azares de la democracia concebida como bingo, a la par que SA (a quien siguen llamando Batasuna). SA había solicitado el sufragio disperso, bloque por bloque, tras haber lanzado guiños y algún xirris a los de EA en días previos. O sea, ni contigo ni sin ti tienen mis penas remedio, vino a decir Jone Goirizelaia. Los presupuestos quedaban eliminados por 37 a 36. Éste que escribe se metió en camisa de once varas, siendo magro, y envió a "Rebelión" los datos del resultado de la votación anterior por comisiones, convencido de que el 29 de diciembre se ratificarían. Pero, ya dije, SA no apoyó los dineros en bloque, y Atutxa prohibió, le encanta prohibir, la votación escandallada que este grupo solicitaba; y SA se enrocó. Queda anulado todo cuanto triunfalmente se expuso aquí como visión onírica del número del gordo del Niño, con prorrateo de Consejerías incluido. Me agarraré a la atenuante de que eran unos presupuestos capaces de entusiasmar al escéptico más redomado, sobre todo por aquella basamenta dirigida en enorme proporción a Sanidad, cada día más necesitada de geriátricos, y Educación, cada vez más mortificada por una opinión ajena a la vasca que ha llegado a mezclar a ETA con unos pitufos menores de 8 y 9 años a quienes un presunto detenido daba lecciones en una ikastola de Nafarroa. La próxima será del jardín de infancia. Ha protestado, dicha ikastola, pero la leche de la lechera ya está derramada. Lo mismo que la mía de los Presupuestos-2004.

Quedarán reducidos a los del año pasado, con la particularidad poco observada por los padres de la patria de que al prorrogarse los gastos del 2003 las cuentas aumentan por dos frentes.

Los gastos del 'Prestige'

Uno, el costo de las competencias que el Estado se niega a transferir, por mucho que los del PP y del PSOE, en Euskal Herria mellizos, vanaglorien un Estatuto de Gernika con carcoma, y se muestren favorables a maquillar otros Estatutos excepto en la CAV.

Son competencias, las que se le deben a Euskadi, de gran calibre, como el INEM y la Seguridad Social, de la que dependen no pocos 'lobos grises', que verán congeladas, o ampliadas en propina irrisoria, sus rentas (los que las hayan logrado). El total de este gasto no delegado por Moncloa asciende o más bien desciende, cosa de cantinflear, a 183,3 millones de euros. Así venía definido por los Presupuestos-2004 que se han desvanecido. Los prolongados del 2003 contemplan, pues, un 8,84% menos que los del 2004, que debemos sumar al déficit. La devaluación afecta incluso a los fondos sindicales. Pero solicitar un mínimo de especulación lógica del mundillo político es como pedirle el aguinaldo al Tío Gilito. Para no perder del todo actualidad informaremos de que en Euskal Herria la vivienda sigue subiendo y los hechiceros de la economía profetizan que en el 2004 se mantendrá el alza. Ante todo, los de segundo pie.

Se adjudican las causas de las tasaciones vertiginosas al del precio del terreno calificado como de construcción.

Pero esto es el cuento de la buena pipa. Uno pregunta, precisamente, por qué sube el metro cuadrado. Otras causas redundantes, la demanda de domicilios ya usados, derivada de la utopía de meterse en uno nuevo; y la avaricia de los propietarios que quieren sacarse un pellizco extraordinario.

Verbigracia: un apartamento adquirido por 12 millones de pesetas hace diez años va a doblar su precio hasta los 24. Y nadie quiere, en estos negocios, hacerle 'dumping' al vecino.

Añádase a ello que no habrá un montante extra para todos los gastos derivados del caso "Prestige". Este desembolso de limpieza y protección de entorno se calculaba, ya a 30 de octubre (y suma y sigue) en 55 millones de euros. A ver de dónde sale, porque, como no me canso de repetir, el día 29 no hubo votación por lotes; el presidente de Mesa, Atutxa, se empeñó en reducir el sufragio a plebiscito, como un desafío, y en la votación global impuesta se juntaron en contra de los iniciales 7.135 millones los votos heteróclitos de PSE-PSOE, PP y SA. En el caso de PP y PSOE, los ingleses lo definen con gracejo: es arrancarse la nariz para vengarse de la cara. Lo de SA, en su explicación, lindaba con el despecho de amores. La Renta Básica iba a situarse en el 83% del salario mínimo interprofesional, que ya de por sí recuerda al fondo de los bolsillos de Scrooge. Ahora, ni eso. Vamos a manejar más amarracos que euros. Todo un triunfo para el ajedrez. Y de jugarse la cena, nada.

Estuve en la Feria Rural de Año Nuevo y han subido hasta las manzanas de compota. "Es que con euros todo es más caro", arguyen en esa Bolsa enflaquecida, la de la compra. Pues más a mi favor; y que aquellos que se hicieron ilusiones con el reportaje del crecimiento económico en el País Vasco me indulten. Fui el mensajero y corrí demasiado. Hay que tener cuidado con los récords.