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Pa�s Vasco
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Tiempo para laborar
Documento elaborado por Batasuna que trata de dar las coordenadas concretas
en las que se encuentra actualmente la coyuntura pol�tica en Euskal Herria.
A modo de pr�logo
El breve texto que presentamos a continuaci�n, propone llamar la atenci�n sobre
la distorsi�n de la realidad de Euskal Herria-Pa�s Vasco (EH). Nuestro
fin es sencillo: aportar una informaci�n b�sica que permita acercarse al tiempo
actual del conflicto que vive nuestro pueblo, pero tambi�n a ese presente
pr�ximo, y al futuro que desde el movimiento independentista de izquierda
estamos creando. En definitiva, mostrar un tiempo que supera sus propias
coordenadas y que tan dram�ticamente queda desatendido por actores pol�ticos y
sociales de la Comunidad Internacional.
En nuestra opini�n, la situaci�n de EH no es ajena, ni lo ha sido, ni
seguramente lo ser�, a los cambios que el mundo conoce. Digamos que es una pieza
m�s de ese gran puzzle, y por ende, todo lo que pasa dentro del mismo le
infiere. Comenzaremos pues, por citar un ejemplo para verbalizar la idea que
pretendemos subrayar. La historia moderna de nuestro pueblo, y la del propio
Movimiento Independentista de Izquierda se empe�a obstinadamente en recordarnos
que, all� por los a�os 60, las ideas impulsoras del posterior curso de nuestra
din�mica, serian por una parte la lucha contra el r�gimen fascista de Franco, y
por otra, la lucha por los derechos pol�ticos, sociales y culturales de nuestro
Pueblo. Una lucha, esta �ltima, alumbrada en los albores del proceso de
descolonizaci�n que se viv�a entonces, en varios lugares del Planeta y
curiosamente "olvidada" por numerosas reflexiones de ese pensamiento �nico, como
si de esa manera y a la muerte del dictador espa�ol, se pusiera una fecha de
caducidad a la lucha independentista, y de paso se liquidara el problema.
Sin embargo el problema esta ah�, y contin�a corriendo con el viento de su
�poca, de la nuestra, de nuestro tiempo. Y de ello hablaremos en las pr�ximas
l�neas.
"Un nuevo relato": los a�os 90
Los a�os 90 han significado para el conjunto de las personas y de los pueblos
del Planeta un giro determinante, y con ello hacemos referencia no ya tanto al
suceso, o evento aislado sino a ese tempos en el que se gestaron grandes
cambios.
Cambios convulsivos, como el desmantelamiento de la Uni�n Sovi�tica, o la ca�da
del muro de Berl�n que forzaron una nueva escritura de ese orden mundial ya tan
desordenado, porque simplemente el modelo bipolar originado tras la II guerra
mundial tocaba a su fin. Algunos de los elementos de esa escritura fueron la
Primera Guerra de Irak, el reforzamiento de las estructuras de integraci�n
econ�mica- Maastricht, ALCA... - las posteriores contradicciones dentro del
bloque capitalista, y la hegemon�a del hard y soft power americano.
Pero cambios, tambi�n, tranquilos, que necesitaron de otro tiempo para
fraguarse. Incipientes mutaciones que removieron y remueven el s�per-ego de la
Comunidad Internacional, y tras los cuales ya nada ser�a igual: As� nos
encontramos con el resurgimiento de la cuesti�n nacional - eje central de los
cambios en los pa�ses del socialismo real, o en el interior de la India, con
otras variantes pero tambi�n en Am�rica Latina, y en Europa, con las cuestiones
irlandesa, vasca y corsa, o a trav�s del cuestionamiento del Estado Naci�n en el
Africa Sub-sahariana-, con la conferencia de paz de Madrid sobre la cuesti�n
israelo-�rabe, o con otro tipo de cambios menos visibles pero profundos, como
las reflexiones entorno a la pol�tica del pensamiento �nico y la necesidad de
nuevos caminos para trabajar en ese mundo mundializado.
Euskal Herria vivi� tambi�n inmersa en este tiempo, y fue precisamente durante
ese periodo cuando se teji� la actual estrategia del Movimiento Independentista
Vasco. En este sentido y si hasta los 90, los ejes principales de nuestra
din�mica se basaron en:
Una estrategia de resistencia frente a la negaci�n del estado espa�ol de la
existencia del pueblo vasco
La acumulaci�n de fuerzas para forjar al estado a una negociaci�n entre �l y la
organizaci�n armada ETA.
El Movimiento independentista vivi� un tiempo de reflexi�n y present� una nueva
estrategia en la que la construcci�n integral de Euskal Herria - m�s all� de las
divisiones administrativas impuestas- pas� a ser el eje central de nuestra
actuaci�n.
Como dir�a Garc�a M�rquez, empezamos a escribir un nuevo relato
que precedido por el cambio de una estrategia de resistencia a otra de
construcci�n nacional y social ten�a la siguiente carta de presentaci�n
La estructuraci�n y vertebraci�n nacional de EH
Un modelo incluyente de resoluci�n del conflicto, prescindiendo pues del modelo
cl�sico de negociaci�n entre el estado espa�ol y ETA
La necesidad y b�squeda de una intermediaci�n internacional
La respuesta a la represi�n de los estados: tortura, encarcelamientos...
1.1 La iniciativa de 1998: El pacto de
Lizarra-Garazi
Como desarrollo de la din�mica y reflexi�n descritas anteriormente, as� como por
la referencialidad de algunas experiencias de la escena internacional,
principalmente los procesos irland�s, quebequ�s y timorense, la Mesa Nacional de
HB desarroll� un talking shop sobre la experiencia irlandesa y los
acuerdos de Viernes Santo que se firmaron en marzo de 1998. En aquel
debate no se adoptaron decisiones, pero si se gest� una din�mica entorno a la
necesidad de un m�todo que superase el conflicto que viv�a EH.
C�mo consecuencia de este "nuevo tiempo", el 12 de Septiembre de 1998 se firmaba
el acuerdo de Lizarra Garazi. Un acuerdo suscrito por el conjunto de
fuerzas vascas y progresistas de EH -7 partidos pol�ticos, 8 organizaciones
sindicales y 8 sociales-, en �l cual, las fuerzas firmantes conven�an en:
Subrayar el origen y el car�cter pol�tico del conflicto que vive EH
La necesidad de un proceso de negociaci�n y de di�logo abierto sin
precondiciones ni exclusiones.
Una resoluci�n integral para el conjunto Euskal Herria,
Y por �ltimo, se afirmaba que correspond�a al Pueblo Vasco decidir sobre su
futuro y adoptar la ultima decisi�n sobre el mismo.
Resumiendo, la voluntad de los firmantes supero las diferencias entre ellos, y
se inici� una nueva etapa. El Acuerdo de Lizarra-Garazi supuso as�, una
respuesta unificada a la estrategia negadora, liderada por el gobierno espa�ol
de JM Aznar, respuesta que cobra importancia si se tiene en cuenta que en una
parte de EH, en la Comunidad aut�noma vasca, nos encontr�bamos a las puertas de
las elecciones auton�micas de 1998, se hab�a encarcelado a la direcci�n de HB,
se hab�a cerrado el diario Egin en julio de ese mismo a�o y los ataques
contra el euskara (idioma vasco) se hab�an convertido en el pan de cada d�a.
El Acuerdo revel� la capacidad de iniciativa del movimiento independentista de
izquierda pero tambi�n:
Se profundizo la confrontaci�n entre Euskal Herria y el Estado
Se clarificaron las bases del conflicto
Se evidenci� la necesidad de una nueva situaci�n que rompiese con el marco
imperante
Se aunaron fuerzas a favor del derecho de autodeterminaci�n para EH
Se abog� por una soluci�n dialogada y sin precondiciones
Se dise�o lo que pod�a ser un proceso pol�tico para EH, un proceso importante en
el tiempo
Se subray� la necesidad de una soluci�n democr�tica integral y global
Y oblig� a definirse al conjunto de los actores participantes o no en el proceso
Seis d�as m�s tarde ETA dirig�a un extenso comunicado al Pueblo Vasco,
anunciando una tregua unilateral e ilimitada y haciendo saber que no ser�a
obst�culo para el trabajo entre fuerzas vascas y progresistas.
Por el contrario, el gobierno espa�ol hizo lo posible para boicotear esta
din�mica, deteniendo con la ayuda de la polic�a francesa a una parte de la
interlocuci�n de ETA, y no haciendo ning�n gesto por humanizar el conflicto, al
tiempo que no esgrim�a voluntad alguna que abocase a una salida democr�tica al
conflicto.
La iniciativa de Lizarra se prolong� 18 meses en el tiempo. Pero no se
escatimaron esfuerzos, para enriquecer y afianzar la din�mica. En este sentido y
unos meses antes de concluir esta interesante experiencia, en septiembre de 1999
se cre� la primera instituci�n pol�tica de Euskal Herria, Udalbiltza, o
Asamblea de electos vascos . Nada ser� ya igual en este pa�s. Si el a�o 1998/99
marc� un hito, la instituci�n de electos marc� un antes y despu�s en la larga
andadura de este pa�s y sobre todo una clara constataci�n de que, por encima de
las negaciones de los estados, existe la voluntad de los pueblos y esta
construye, crea en su propio tiempo y espacio y marca una din�mica, ya
imparable. A partir de este momento, la vertebraci�n del sujeto pol�tico e
institucional vasco inici� su andadura, a pesar de conocer todo tipo de
vicisitudes.
Sin embargo, La falta de compromisos por parte de los firmantes para proseguir
con el proceso establecido y, entre otros, la ralentizaci�n del desarrollo de
Udalbiltza y del proceso de vertebraci�n de EH, supuso el final de esta
experiencia. Situaci�n, a la que cabe a�adir el comunicado de ETA del 3 de
diciembre de 1999, en el que daba por finalizada la tregua ante la falta de
voluntad de los estados espa�ol y franc�s, el incumplimiento de los contenidos
del Acuerdo y la agon�a m�s que evidente del proceso de Lizarra-Garazi.
La responsabilidad en el fracaso de esta iniciativa, aunque de modo bien
diferente, correspondi� a todos los actores. No obstante el tiempo no se detiene
y nos exigi�, a pesar de la dif�cil situaci�n, mayores dosis de creatividad y
osad�a pol�tica para afrontar nuevos retos e iniciativas.
Un nuevo milenio: Tiempo para crear
Durante ese largo periodo entre la Primera y la Segunda Guerra del Golfo,
pasando por el 11 de Septiembre del 2001, la ocupaci�n de Afganist�n, el 11 de
Marzo del 2004, un elemento cualificado se ha impuesto y erigido como fuerza
hegem�nica: los EEUU son hoy, un polo mundial dominante, predominante en todos
los espacios: econ�mico, tecnol�gico, militar, monetario, ling��stico y
cultural.
Una situaci�n sin precedente, porque nunca anteriormente ning�n imperio hab�a
subyugado al mundo entero, incluido sus adversarios. No obstante, aunque
novedosa, esta situaci�n no es nueva porque, nos atrevemos a afirmar que los
dirigentes americanos actuales han realizado una lectura err�nea de los
principales cambios de los 90. Queremos decir que han repetido la Historia, al
interpretar como lo hicieran en la Europa aristocr�tica, los dirigentes de
entonces y tras la firma del Tratado de Viena en 1815, que la derrota de
Napole�n significar�a la victoria del Viejo mundo y el final de la pesadilla que
hab�a comenzado con la Revoluci�n francesa. Error que degener� en los horrores
del Imperio.
El poder hegem�nico americano tampoco ha evitado la cadena de horrores que su
pol�tica ha generado en el Planeta y al Planeta y lejos de su voluntad, sus
pol�ticas han ocasionado diferentes respuestas sociales y pol�ticas tanto en el
bloque occidental como desde ese Sur del Mundo. En ambas podr�amos citar una
doble dualidad: la generada en el interior del bloque capitalista de orden
diferenciativo gestor, pero sin cuestionar realmente la supremac�a americana,
como ya lo hemos podido apreciar en las posturas adoptadas ante la II Guerra del
Golfo. Y una segunda, en donde se aprecia un amplio abanico de respuesta y
contestaci�n a las pol�ticas hegem�nicas. Respuesta y contestaci�n que exigen
una nueva lectura del mundo y sus actores.
La diferencia con �pocas anteriores estriba en que las mismas, y por el momento,
no poseen una estructura internacional coordinada, por lo que no representan un
bloque antag�nico- como lo fue el mundo sovi�tico durante casi siglo- aunque
algunas de ellas se ha convertido ya en elementos desestabilizadores para el
citado poder hegem�nico.
Podemos afirmar pues, que este nuevo Tempus que caracteriza la escena
internacional es un tiempo de reflexi�n, de b�squeda pero tambi�n un laboratorio
de nuevos m�todos de trabajo, ideas y palabras. Y que ese Tempus tambi�n ha
salpicado al tejido vasco.
2.1 Un recorrido din�mico real: El Foro
de Debate Nacional
Tras el fracaso de la iniciativa de 1998, una serie de cambios sacudieron el
escenario vasco. Cambios internos, y como no externos, generados por los estados
y la coyuntura internacional, principalmente por la din�mica europea. Quiz�s los
m�s remarcables durante los dos primeros a�os fueron:
El silencio entre los actores, despu�s de un largo e interesante periodo de
comunicaci�n e intercambio
La ilegalizaci�n y encarcelamiento de los cuadros de organizaciones pol�ticas, y
sociales, del Movimiento independentista de izquierda, din�mica que como ya
hemos citado comenz� con la direcci�n (Mesa Nacional) de HB.
El pacto antiterrorista firmado entre los dos principales partidos del estado
espa�ol, por lo que a la luz del 11S todo val�a para liquidar al movimiento
independentista, y dentro del todo tambi�n hab�a lugar para el d�ficit
democr�tico que el entonces gestor del estado, el PP, evidenci�.
Sin embargo y a pesar de la dificultad del momento, el movimiento
independentista, ha sido capaz de continuar con la estrategia que marcara en los
90 y apostar por la construcci�n nacional de EH, adoptando iniciativas y
abriendo nuevos espacios de dialogo, porque como dir�a un conocido pol�tico
europeo, "cuando se ara sobre el mismo surco, se ahonda el mismo, pero no se
abren nuevas v�as". As� pues la Izquierda independentista vasca ha optado por:
no clandestinizarse a pesar de la ilegalizaci�n
responder a la din�mica de represi�n del estado
Crear instrumentos ilusionantes para mantenernos en la escena pol�tica
Participar en la din�mica electoral
Y adoptar iniciativas que condujeran a una nueva situaci�n y marco pol�tico
Conscientes de la responsabilidad que tenemos, y sacando conclusiones de
iniciativas anteriores, la izquierda independentista ha venido elaborando
diferentes propuestas con el objetivo de aportar elementos nuevos que condujesen
a una reapertura de trabajo com�n entre los diferentes actores de la escena
vasca. En este sentido fue particularmente interesante la denominada "Propuesta
de paz", que presentamos en Enero del 2002. Propuesta que diseccionaba los
proyecto pol�ticos de un acuerdo democr�tico entre los vascos, defin�a la
necesidad de un proceso sin precondiciones e inclusivo y, como lo hiciera la
iniciativa del 98, abogaba por el derecho de autodeterminaci�n para el conjunto
del territorio vasco. Esta reflexi�n fue compartida por el conjunto de la
izquierda independentista.
Posteriormente, y hasta nuestros d�as, la izquierda independentista vasca ha
continuado adoptando iniciativas para descongestionar la situaci�n pol�tica que
vive EH. Es cierto que no hemos sido los �nicos, y en este sentido el presidente
de la Comunidad Aut�noma Vasca, Juan Jos� Ibarretxe ha presentado un documento
que porta su nombre "Plan Ibarretxe". Pero la diferencia principal, es que la
propuesta s�lo se refiere a 3 de los 7 territorios que forman EH y confunde lo
que deben ser las bases para la resoluci�n de un conflicto, en consecuencia se
trata de una salida parcial al conflicto, y la Historia nos ha dejado ya
suficientes ejemplos en este sentido: Irlanda, Los Balcanes..... Por otra parte,
en Diciembre del 2003 y ante la inminencia de las elecciones generales espa�olas
de marzo del 2004, hicimos p�blico el Documento de Bergara, en el que se
abogaba por una representaci�n vasca �nica en Madrid y se exig�a el
reconocimiento del derecho de autodeterminaci�n como clave para la resoluci�n
del conflicto. A esta iniciativa acompa�aron pr�cticamente en el tiempo dos
notas de prensa de ETA, una aplaudiendo la iniciativa de Bergara, y reiterando
su disposici�n a un acuerdo democr�tico entre fuerzas vascas, y otra en enero
del 2004 en la que se declaraba un alto el fuego para Catalu�a.
Pero junto con iniciativas y documentos que pudieran alborear una soluci�n al
conflicto vasco actual, la izquierda independentista est� dando pasos concretos
y reales para llevar a la pr�ctica la existencia del Pueblo Vasco. Euskal Herria
existe porque la voluntad de sus hombres y mujeres as� lo quieren y existe a
pesar de las negaciones de los estados, y la mejor prueba de ello es la pol�tica
de reafirmaci�n que desde sectores pol�ticos y sociales diferentes se
desarrolla.
En este sentido, no han sido suficientes los cierres de dos peri�dicos, uno en
lengua castellana y otro en euskara, una radio y una revista por parte de las
autoridades espa�olas, esa voluntad colectiva ha hecho posible el nacimiento de
otros dos peri�dicos que vienen a cubrir el vac�o creado por dichos cierres.
Pero fruto de esa voluntad colectiva y de ese recorrido de m�s de una d�cada y
que comenzar� con la ya citada Alternativa Democr�tica, es "El Foro de
Debate Nacional/ Eztabaida Gune Nazionala". Durante todo el a�o 2003, 170
personas, provenientes de diferentes sectores y representantes de diferentes
sensibilidades pol�ticas vascas, realizan un trabajo en com�n y compartido y
presenta en el D�a Nacional de EH/ Aberri Eguna del 2004 una doble propuesta de
cara al a�o 2005: Por un lado, la creaci�n del Nazio Garapen Biltzarra
/Asamblea Nacional para el Desarrollo, encargada de elaborar un Plan
Estrat�gico de Construcci�n Nacional por �reas de intervenci�n -euskara,
educaci�n, espacio econ�mico vasco, paridad de g�nero, selecciones deportivas...
-, as� como la puesta en marcha del Larrialdietarako Batzordea/ Comisi�n de
Crisis que permitir�a responder de manera conjunta y no sectorial a
cualquier agresi�n por puntual que esta sea.
Y, por otro lado, la creaci�n de la Mesa para la Resoluci�n del Conflicto
para presentar a la sociedad vasca en el Aberri Eguna del 2005 una nueva
Propuesta Pol�tica que permita superar el escenario de la violencia basado en
una consulta abierta a la sociedad vasca. Para establecer esa propuesta pol�tica
existen como documentos de partida los ya propuestos por el PNV, EA, Batasuna,
IU, Aralar, AB, ELA... La apuesta del Foro de Debate nacional es llegar a crear
una propuesta compartida y v�lida para todos.
�Cree realmente que esta voluntad y din�mica colectiva se pueden detener?,
Nosotros afirmamos que no, que es imparable, y quiz�s seamos uno de los testigos
m�s fieles de la realidad de nuestro pa�s, porque como entender sino que, a�n
ilegales, seamos capaces de dinamizar las situaciones descritas anteriormente y
de seguir adoptando otras nuevas?
El nuevo curso pol�tico se presenta interesante, es por lo que, con la idea de
facilitar ese proceso pol�tico que iniciamos en 1995, la izquierda
independentista ha adquirido el compromiso de presentar una nueva propuesta
antes de finales de 2004, porque junto con otros actores, tambi�n somos y
queremos ser autores de nuestro tiempo y espacio. Que as� sea.
Euskal Herria, Septiembre del 2004