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País Vasco

16 de marzo del 2004

Los jefes policiales presionaron al gobierno Aznar indignados por las mentiras del gobierno
ETA pide al nuevo gobierno "diálogo para una paz asentada sobre los derechos"

El Periódico/Gara

En un comunicado de ETA enviado a GARA, la organización armada reitera que no tiene responsabilidad alguna en los atentados de Madrid y ha valorado que los atentados están relacionados con la política exterior de Aznar. Según su tesis, apoyando la invasión de Irak buscaba el respaldo de Bush contra Euskal Herria, pero sólo ha empeorado la situación.

En primera instancia, denuncia que los responsables policiales eran conscientes desde un primer momento de que ETA no es la autora de los atentados. De los datos que se han ido conociendo, la organización armada vasca ve también como versión más posible que los mismos sean obra de «un grupo de origen islámico», por lo que valora que ésa sería una consecuencia directa de la política exterior del Gobierno de Aznar en su apoyo a Bush.

La denuncia de la manipulación, sin embargo, no la ciñe al PP, y recuerda la reacción del lehendakari, Juan José Ibarretxe, y de los partidos PNV, EA y Aralar. Para ETA, las actitudes mostradas ante esta situación han expuesto a las claras la posición de cada uno respecto al conflicto que vive Euskal Herria. Y acusa al PNV de perseguir, igual que el PP, «la desaparición del proyecto de la izquierda abertzale».

La organización armada expone varias cuestiones que definirían lo que está ocurriendo. De partida, ETA afirma que el conflicto de Euskal Herria «no es un problema interno de España», por lo que subraya que su situación no puede venir de un «pacto de libre adhesión» con el Estado español, como el pretendido por Ibarretxe.

Entiende, por contra, que el conflicto tiene «una dimensión internacional» en tanto que es el derecho de autodeterminación lo que se encuentra en el fondo del asunto. «Y eso -sentencia-, además de a España y Francia incumbe directamente a Europa y al conjunto de la comunidad internacional». Para ETA, si la resolución viene de un acuerdo con los dos estados en los que se encuentra dividida Euskal Herria, Europa y la comunidad internacional deberán respaldarlo.

La organización armada considera que el PP ha sacado fuera de sus fronteras el conflicto con Euskal Herria. «A cambio de la subordinación y colaboración leal con Bush, entre los beneficios que esperaba Aznar se encuentra terminar definitivamente con el 'conflicto vasco'. Para obtener los consejos, el servicio y los recursos de los estadounidenses, (Aznar) ha sido un aliado de primera fila con la política internacional criminal de Bush», afirma.

En este contexto, interpreta que los atentados del 11 de marzo tendrían una lectura concreta: «Que la política exterior llevada con el objetivo de internacionalizar el problema que considera 'interno' respecto a Euskal Herria ha tenido un duro efecto boomerang». Para ETA, lo único que ha hecho José María Aznar es crear problemas más graves.

Recuerda en este contexto que en 1996, al poco tiempo de llegar Aznar a La Moncloa, le dirigió un emplazamiento sobre la Alternativa Democrática, acompañado de una tregua de una semana. «Todos estos años ha rechazado esa opción de solución», apostilla el comunicado, para agregar que, ahora, «Aznar ya se va, después de un mandato arrogante». Y resalta que deja el cargo con una crisis en la estructura del Estado y «una herencia de guerra a España y Europa».

De cara a los futuros gobernantes españoles, ETA desea que tengan mayor juicio, «para que podamos lograr a través del diálogo una paz asentada sobre los derechos».

Malestar de los responsables policiales

Los responsables policiales de la lucha antiterrorista expresaron en privado su malestar por la utilización política del atentado por parte del Gobierno. Desde el primer momento, el ministro del Interior, Ángel Acebes, ocultó los datos más significativos sobre las pistas policiales en relación con la autoría del atentado. El comisario general de información antiterrorista, Jesús de la Morena, amenazó con dimitir, según informaron fuentes policiales.

De la Morena es en este momento el máximo experto en la lucha contra el terrorismo de ETA y sostuvo que la banda etarra no había perpetrado la masacre del 11-M. Pese a que el ministro Acebes tuvo esa información desde las 12 del mediodía del pasado jueves, en su primera comparecencia imputó "sin lugar a dudas" el atentado a ETA y realizó una información a la ciudadanía que algunos responsables policiales no han dudado en tildar de "manipulada y lamentable".

Operación Jaula

El dispositivo para localizar a los terroristas fue "del todo equivocado". Frente a la urgencia para controlar las salidas por el aeropuerto de Barajas se impuso la tradicional operación jaula cuyos únicos efectos consistieron en explosionar dos coches sospechosos que figuraban como robados. El enfado de los expertos policiales fue en aumento y cristalizó en la denuncia a dirigentes del PSOE de lo que estaba pasando.

La presión política también afectó al jefe superior de Madrid, Miguel Ángel Fernández Rancaño, quien, según fuentes conocedoras de la tensión de las últimas horas, mantuvo serios roces con el jefe de la brigada de información antiterrorista, Ángel Álvarez y, finalmente, optó por ausentarse.

Células islámicas

Mientras todos los servicios de inteligencia occidentales apuntaban al terrorismo de origen islámico, la consigna de los responsables políticos de Interior era mantener la vía para detener a supuestos etarras como autores del atentado.

Por indicaciones de Madrid, los servicios secretos británicos y franceses abrieron una investigación sobre posibles relaciones entre ETA y Al Qaeda a partir de un viaje a Irak de supuestos etarras.

Pero, en general, los servicios de inteligencia aliados orientaron sus pesquisas hacia las células salafistas que han actuado dentro de la red de Al Qaeda.

Aclaración del CNI

Sólo dos horas antes de que el ministro Ángel Acebes informara de las detenciones de cinco sospechosos --dos indios y tres marroquís--, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, acudió a la agencia Efe para desmentir las informaciones que aseguraban que sus agentes ya habían descartado al 99% la tesis de la autoría de ETA. "El CNI cumple con su obligación con todo rigor y, por tanto, no es cierto y no tiene sentido que hayamos abandonado totalmente una línea de investigación en beneficio de otra o de otras", aseguró Dezcallar.