VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Medios y Tecnolog�a

Represi�n a Indymedia:
El mayor ataque a la prensa alternativa en internet

Roberto Delgado
La Haine

Con los pocos datos que tanto el FBI como los medios empresariales han dado en estos d�as, es posible realizar un somero an�lisis de lo que representa la represi�n a Indymedia y los objetivos de la misma.
La pelota est� en nuestras manos. Un acto de este tipo obliga al movimiento anticapitalista a ponerse en guardia y los pasos que se den a partir de aqu� ser�n muy importantes para el futuro.

Versi�n oficial de los hechos

El fiscal general de Ginebra, Daniel Zappelli, abri� una investigaci�n judicial, tras la denuncia de dos inspectores policiales de esa ciudad suiza "por la publicaci�n de sus
fotos y la direcci�n y el nombre de uno de ellos en la versi�n francesa de Indymedia" (Nantes).

Los dos polic�as del servicio secreto de Ginebra formaban parte de la c�lula G8, encargada de las investigaciones sobre los incidentes ocurridos en Ginebra durante las protestas contra la cumbre del Grupo de los Ocho de 2003.

Consecuencias

En la ma�ana del jueves 7 de octubre el FBI allana Rackspace (proveedor de Indymedia, empresa estadounidense con oficinas tambi�n en Londres,
www.rackspace.com) y retira no s�lo toda la informaci�n de Indymedia Nantes, sino adem�s de otras veinte p�ginas web de esta red en otros pa�ses.

Tras la acci�n del FBI las webs afectadas quedaron inaccesibles. Horas despu�s varias p�ginas recurr�an a servidores alternativos solidarios para ponerlas de nuevo en funcionamiento. La mayor�a de estas p�ginas han estado cerradas entre dos y tres d�as, si bien a�n no todas han recuperado su normalidad.

Las fotos de los polic�as secretos, que hasta ahora hab�an sido vistas en c�rculos reducidos, de pronto son conocidas por el movimiento de izquierdas de todo el mundo, ya que contin�an accesibles en internet en otras p�ginas, y acompa�an el golpe medi�tico que ha supuesto este hecho.

La informaci�n sobre los motivos es m�nima. "Abr� una investigaci�n pero no dir� nada m�s", dijo el fiscal general de Ginebra. El portavoz de la Polic�a federal estadounidense (FBI) Joe Parris asegur� que la petici�n de intervenir al proveedor de Indymedia procedi� de los gobiernos de "Italia y Suiza", sin dar m�s detalles. "Los responsables del Ministerio de Justicia s�lo cumplieron las obligaciones legales contenidas en nuestro tratado de asistencia mutua", insisti�.

Seg�n peri�dicos ginebrinos, fue la polic�a de esa ciudad la que recurri� al FBI norteamericano "para que hiciera retirar las fotos".

La trampa y el miedo

A primera vista, los dos objetivos principales de esta acci�n represiva son: 1. Dividir a la Red Indymedia; y 2. Crear miedo entre los activistas de la prensa alternativa.

1. Con esta acci�n el poder impone un debate falso en la lista interna de Indymedia: "�Es correcto publicar fotos e incluso datos de polic�as secretos?". Esta discusi�n provocada se centrar�a en los l�mites de la �tica period�stica, la superioridad moral que debe caracterizar a los militantes de izquierda y la necesidad de evitar acciones pol�tico-informativas que "provocan la represi�n". Hay p�ginas web (Indymedia Madrid, por ejemplo) que en ocasiones cuando publican fotos de manifestaciones manipulan las im�genes para taparle la cara a los polic�as antidisturbios.

En este caso, el sistema intenta quedar al margen. Su argumentaci�n ser�a algo as� como "nosotros no tenemos intenci�n de cerrar medios alternativos, pero si alguno incumple la ley no nos queda m�s remedio que acatar las decisiones judiciales". Si aceptamos su argumento, s�lo nos queda enfrentarnos entre nosotros, en vez de unirnos en la oposici�n a "este gran ataque a la libertad de expresi�n".

Lo que est� claro es que hay serias probabilidades de que numerosos activistas de Indymedia caigan en la trampa de este debate, que puede ser interminable y llevar a resquebrajar la cohesi�n de la Red global.

2. A cualquier activista se le ponen los pelos de punta al leer semejante titular: "El FBI cierra servidores de Indymedia". Si bien este acto represivo representa a d�a de hoy el mayor ataque a la prensa alternativa en internet, hasta el momento no es especialmente doloroso, sino m�s bien simb�lico. La mayor�a de las p�ginas web retiradas volvieron a estar accesibles a los pocos d�as, y, m�s importante, despu�s de este hecho logran, a trav�s de servidores alternativos solidarios, una mayor difusi�n del proyecto y un aumento del n�mero de visitas. Obviamente el poder cuenta con todo ello, pero la noticia no deja de ser impactante.

Lo que hacen los mandamases es darnos un aviso que pretende meternos el miedo en el cuerpo: cuando deciden atacar al movimiento anticapitalista no hay derecho internacional ni libertades de expresi�n que valgan; las fuerzas represivas act�an con total impunidad.

Esto no quita que el hecho pueda ser el embri�n de un operativo a mayor escala contra Indymedia que pretenda destruir por completo la actividad de la red virtual. No descartemos que en los pr�ximos meses se produzcan otros actos represivos tales como deteniciones de activistas.

Todo ello depender� de la respuesta que demos como movimiento.

El verdadero debate: el monopolio de la informaci�n se ve en peligro

La discusi�n que deber�amos afrontar todos los activistas del movimiento anticapitalista en relaci�n a la represi�n a Indymedia es: �C�mo respondemos a este ataque? �C�mo evitamos este tipo de acciones represivas en el futuro?

Es tarea de todos hacerse estas preguntas. Por mi parte lanzo algunas reflexiones:

Este hecho no puede quedar impune. Deber�amos activar mecanismos de movilizaci�n social en la calle para defender nuestros medios de comunicaci�n, como charlas informativas, manifestaciones, acciones de propaganda y denuncia, etc. El esc�ndalo y la concienciaci�n social son ahora los peores enemigos del poder. Es cierto que los gobiernos pueden profundizar la represi�n a Indymedia y otros medios alternativos con detenciones y encarcelamientos, pero no debemos olvidar que esa es su forma de defenderse. Si por nuestra parte tomamos la decisi�n de dejar de denunciar p�blicamente a los polic�as infiltrados y en general moderamos la pol�tica desarrollada en los medios alternativos, estamos cayendo en la trampa que nos tienden, resign�ndonos a realizar una actividad informativa delimitada por el poder. En definitiva, aceptando la derrota. El poder act�a cuando el monopolio de la informaci�n se ve en peligro.



Imagen: IMC Brasil


robe_delgado@yahoo.com


������