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Medios y Tecnología

20 de abril de 2004

El viejo órgano del PCF cumple un siglo al borde de la asfixia
L`Humanité resiste cien años

Periodista Digital

El diario comunista 'L'Humanité', que ocupa un lugar destacado en la historia de la prensa francesa tras un siglo de "combates sociales", celebra sus 100 años de existencia enfrentado a graves dificultades financieras.

El periódico fundado el 18 de abril 1904 por el diputado Jean Jaures, figura histórica del socialismo europeo, se ha convertido en uno de los tres diarios centenarios franceses, junto a 'Le Figaro' y 'La Croix', y ha programado varias actividades para festejarlo.

Más de 5.000 personas se reúnen en un gran banquete en el complejo cultural de La Villette parisina, acto cumbre de los organizados por el comité "un siglo de humanidad", que acoge a 400 personalidades bajo la presidencia del antiguo director del diario Roland Leroy.

El alcalde de París, Bertrand Delanoe; el cineasta Robert Hossein, el escritor Jean D'Ormesson, la secretaria del Partido Comunista Francés (PCF), Marie-George Buffet, la representante de Palestina en Francia, Leila Sahid, y el presidente de 'Le Figaro', Yves de Chaisenmartin, figuran entre los invitados.

Películas, conciertos y conferencias

"Los hay que no comparten nuestras ideas, pero es un homenaje a este periódico, porque están comprometidos sinceramente con el pluralismo periodístico", según el actual director de 'L'Humanité', Patrick Le Hyaric.

Las inscripciones han superado las expectativas y los organizadores han decidido montar una 'pic-nic' gigante en el exterior del recinto, para "permitir a todos estar en la fiesta" a través de una pantalla gigante que transmitirá las intervenciones, actuaciones, conciertos musicales y películas programadas para un "gran día para la humanidad".

Además, la redacción ha preparado un especial que repasa los acontecimientos nacionales e internacionales que han marcado la actualidad desde 1904. Esa edición, de 200 páginas y 700 gramos de peso, comenzó a distribuirse el sábado en los quioscos y por voluntarios que se desplazarán por París con los ejemplares a cuestas, entre ellos el propio Le Hyaric, en una venta masiva en el Beaubourg, el Museo de Arte Contemporáneo de París.

'L'Huma', como lo llaman los franceses, ha preparado durante los dos últimos años la celebración de su centenario y hace unas semanas ya comenzó los festejos con coloquios y un festival de cine. A pesar del clima festivo, la empresa está sumida desde hace varios años en una importante crisis financiera que en 2001 obligó a un plan de reestructuración económica y social tras sufrir pérdidas por valor de 7,6 millones de euros el año anterior.

Bajada de lectores

Su tirada se ha reducido de 100.000 ejemplares en 1980 a 48.000 en 2003, en una caída que le ha situado a la cola de los periódicos nacionales en ventas y que está unida al declive del PCF, que en las elecciones de 2002 sólo obtuvo un 3,37% de los votos, el peor resultado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Si bien el 78% de los franceses conoce el diario, sólo lo lee el 1%, según la encuesta de CSA encargada por el rotativo, que se presenta como defensor de "la paz, la emancipación social, la cultura y la transformación del mundo".

Desde su fundación por Jaurés, que firmó su último editorial el 31 de julio de 1914, el día que fue asesinado en un céntrico Café de París cuando llevaba a cabo una feroz campaña contra la inminencia de la Primera Guerra Mundial, han sido muchos los 'combates' de 'L'Humanité'.

Fue en 1920, con el nacimiento del PCF, cuando el diario se afilió al partido, del que se convirtió en órgano central en 1923. Sólo un año después ya fue creado un comité de defensa para salvar el periódico. Entre 1939 y 1944, cuando el Gobierno prohibió su publicación, 'L'Huma' sacó 317 números clandestinos, un periodo difícil que se repetirá en 1956, cuando el diario combatió con firmeza la guerra en Argelia, lo que le valió 205 causas judiciales.

En 1994 dejó de ser órgano central del PCF y en 1999 rompió su vinculación con el partido. La hoz y el martillo desaparecieron de su portada, aunque siguió declarándose "un periódico comunista".