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COMO A LOS NAZIS

"Felicidades por el arresto, mándennos al ex capitán Astiz"

El ministro de Justicia francés anunció que pedirá de inmediato la extradición del represor, condenado en ausencia a cadena perpetua por el asesinato de las monjas Domon y Duquet. Esta semana puede terminarse el trámite y se envían los papeles.

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A través de un comunicado firmado por el ministro de Justicia, Dominique Perben, el gobierno francés anunció ayer que pedirá la extradición del ex represor Alfredo Astiz, que en 1990 fue condenado en ausencia por los tribunales franceses por el asesinato de dos monjas de esa nacionalidad durante la última dictadura. Al reclamo de Francia se suma del juez español Baltasar Garzón y a pedidos similares de los gobiernos de Italia y Suecia.
Ayer por la tarde, el Ministerio de Justicia de Francia emitió un comunicado en el que anunció que "pedirá a las autoridades argentinas la extradición del ex capitán de corbeta Alfredo Astiz, detenido por la Justicia argentina tras la derogación por parte del presidente Néstor Kirchner de un decreto que prohibía la extradición de criminales de la dictadura militar". "Felicitándose por este arresto, el ministro recuerda que Alfredo Astiz fue condenado en rebeldía por el Tribunal de lo Penal de París a la pena de reclusión criminal a perpetuidad por el asesinato de dos religiosas francesas, Alice Domon y Leonie Duquet, y que desde entonces es objeto de una demanda de arresto por parte de Francia", concluye el comunicado francés.
Según explicaron ayer los abogados de los familiares de las víctimas francesas, entre el lunes y el miércoles que viene la Fiscalía elaboraría el pedido de extradición. El Ministerio de Justicia, tal como anticipó ayer Perben, aprobaría de inmediato el trámite, que pasaría al Juzgado Nº2, que su vez lo girará a la Justicia argentina.
El eje del pedido es la condena a Astiz en ausencia. En 1990, los tribunales parisinos condenaron al ex marino por el asesinato de las monjas Duquet y Domon. Fue a fines de 1997, cuando Astiz capitaneaba un grupo de tareas de la ESMA. Con identidad falsa, el militar dijo que buscaba a una hermana y logró infiltrarse en un grupo de familiares de desaparecidos que preparaba una solicitada de denuncia. El 8 de diciembre de 1977, Astiz marcó con un beso a un grupo de personas –entre ellas las dos religiosas francesas y la fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor– que poco después fueron secuestradas.
Luego de la condena en Francia, la Justicia de aquel país giró un primer pedido de extradición contra Astiz y libró una orden de captura internacional a Interpol: el ex represor no podía salir del país (en ese caso sería detenido por la policía internacional), pero sí podía caminar libremente por la Argentina. Es que las leyes de Obediencia Debida y Punto Final primero, y el decreto de Fernando de la Rúa cerrándole el paso a las extradiciones después, impidieron la captura del integrante de la ESMA en territorio nacional.
El jueves pasado la suerte de Astiz cambió de golpe. Luego del pedido de extradición de Garzón, el juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó la detención de 46 ex represores, entre ellos Astiz, que se entregó el viernes, cuando se enteró de la decisión de Kirchner de derogar el decreto que impedía las extradiciones.
Pero España y Francia no son los únicos países que reclamaron la extradición de Astiz. En julio de 2001, la jueza federal María Romilda Servini de Cubría ordenó la detención del ex represor a pedido de la Justicia de Italia, que investiga las desapariciones de Giovanni y Beatriz Pegoraro y de Angela María Aieta. Beatriz Pegoraro tuvo una hija en cautiverio, de la que se habría apropiado el suboficial de la Marina Policarpo Vásquez. Sin embargo, un mes y medio después de su detención, la jueza se vio obligada a ordenar la libertad de Astiz luego de que el gobierno de De la Rúa descartara los pedidos de extradición.
El 28 de diciembre de 2001, el juez federal Sergio Torres, en aquel momento a cargo interinamente del juzgado de Juan José Galeano, ordenó la prisión del ex represor a pedido de la Justicia de Suecia, que había reclamado su extradición. En este caso, Astiz es señalado como el responsable de la muerte de la adolescente sueca Dagmar Hagelin, asesinada por un grupo de tareas de la ESMA en enero de 1977