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Reportajes

27 de marzo del 2003

Entrevista a Heinz Dieterich

"La invasión de Estados Unidos y sus aliados a Iraq es la culminación de 80 años de codiciar el petróleo y los recursos hídricos de Medio Oriente y Asia Central"

Ricardo Martínez Martínez
Rebelión

"La invasión de Estados Unidos y sus aliados a territorio iraquí representa la culminación de 80 años de codiciar el petróleo y los recursos hídricos de Medio Oriente y Asia Central", aseguró en entrevista el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la ciudad de México, Heinz Dieterich Steffan.

El también sociólogo sostuvo que la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) a principios de los años 90 del siglo pasado y el alto desarrollo tecnológico militar de Estados Unidos, representan las condiciones para la efectiva política de "guerras permanentes" en la zona del Golfo Pérsico.

Heinz Dieterich Steffan es autor de diversos libros y artículos que abordan, con alto rigor científico, los problemas de la sociedad mundial contemporánea. Entre sus obras destacan El Fin del Capitalismo Global, Los Vencedores: Una Ironía de la Historia y El Socialismo del Siglo XXI. Es articulista del diario mexicano El Universal y de la página alternativa Rebelión.

- Profesor, en 1979, plena guerra fría, el entonces presidente de Estados Unidos (EU) James Carter definió que Medio Oriente era una de las prioridades fundamentales para su país ¿Qué importancia tiene esta declaración años después ya sin el escenario de la bipolaridad EU-Unión Soviética y a la luz del actual ataque militar contra Irak?

-De hecho la definición de Medio Oriente como un interés vital para EU ya es anterior. Desde 1925 Washington empieza junto con Francia e Inglaterra a repartirse el petróleo. Inglaterra se queda con el 50 por ciento, Francia el 25 y EU también con el 25.

En 1941 La Casa Blanca afirma la siguiente posición: el imperio británico va a desaparecer en la Segunda Guerra Mundial y EU está predestinado a tomar su lugar.

Gran parte del premio de la Segunda Guerra Mundial y de la sustitución del imperio británico por el estadunidense, fue Medio Oriente. En esa zona están las tres reservas petroleras más grandes del mundo, Arabia Saudita, Irak y el mar Caspio. La cuarta zona es Venezuela. Entonces, si tú puedes dominar el 75 por ciento del petróleo junto a los recursos hídricos y si tú piensas que tu superioridad tecnológica militar permite conquistarlo, entonces, en la lógica imperial, tú lo haces.

Lo que vemos hoy en día es la culminación de 80 años de codiciar esta zona de Asia que ha llevado a los golpes de Estado en los años 50, el de Irán en los 60 y ahora la guerra de Bush, quien piensa que su objetivo es ya alcanzable. Obviamente esto es una ilusión y EU no se va a quedar con todo eso, imposible.

-¿Qué diferencias existen entre la actual guerra de EU contra Irak y las que se dieron durante la llamada guerra fría en el Medio Oriente?

-Hay dos diferencias fundamentales. Primero, ciertos Estados seculares de Medio Oriente como Siria, Irak y en parte Egipto, estaban protegidos por la Unión Soviética. En 1956 Francia e Israel, cuando el presidente egipcio Nasser nacionaliza el canal del Suez, hicieron una intervención armada y de inmediato la Unión Soviética amenazó con responder militarmente.

En la derrota de los árabes tras la guerra de 1973 cuando los israelíes quisieron tomar el canal del Suez para tomar el Cairo, Moscú amenazó otra vez con intervenir directamente. Entonces, la URSS, potencia protectora de esos Estados seculares frente a las potencias imperiales, hoy ha desaparecido. Así el Medio Oriente es una joya codiciada por el primer ladrón que se aparezca, en este caso, EU.

Segundo, la combinación de las modernas armas de largo alcance con la informática ha sido desarrollada por Washington en un nivel mayor que otros Estados. Esto permite decir a EU que cualquier país que enfrente y que no sea una potencia mundial, será derrotado sin bajas humanas propias considerables. Por ejemplo, en la reciente guerra contra Afganistán murieron apenas 50 soldados estadunidenses y en la primera guerra contra Irak en 1991, murieron apenas 150 estadunidenses que es una cifra pequeña comparado con cien mil iraquíes muertos.

Entonces, yo creo que esas son las dos diferencias fundamentales, que ya no está la Unión Soviética para proteger a las naciones de Medio Oriente y, en segundo lugar, la arrogancia del poder militar que ha nublado las cabezas de gente mediocre como Bush y Rumsfeld, quienes piensan que ahora sí pueden arreglar todo a través de las armas. Esto es una ilusión tan grande como la de Hitler en 1939.

-Con el inicio de la intervención a Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados ¿Cómo evalúas la actual situación de los organismos multilaterales, tales como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU)?

-La ONU es comparable a un edificio que descansa sobre las placas tectónicas de la tierra y cuando se mueven afectan a la superestructura. En este caso, las placas tectónicas -siguiendo esta metáfora- son las grandes potencias mundiales que financian la ONU. Ahora, EU quiere salir de esa definición de correlación de fuerzas al interior de las Naciones Unidas porque piensa que tiene la fuerza para asumir más poder al interior y, no contentos con casi el monopolio en el seno del Consejo de Seguridad, quiere el total control.

Las otras potencias sobre las cuales descansa la ONU se revelaron y la consecuencia no es la desaparición de la ONU porque, a mi juicio, hay tareas mundiales prioritarias por hacer en salud, educación y ecología, por lo tanto, es necesario un cuerpo mundial activo.

Yo creo que Estados Unidos al fin de esa operación militar va a tener que reconocer que su poder no es suficiente para imponer un monopolio mafioso en la ONU, sino que va a tener que utilizar una función tripartita de poder junto a sus comparsas en Madrid, en Londres y Telaviv; el bloque de los europeos con Rusia a la cabeza, y China con sus aliados asiáticos. Entonces no va a desaparecer la ONU sino habrá una renegociación del poder que va a llevar a Washington a toparse con la realidad. Tiene que aceptar que hay dos potencias imperialistas con gran poder.

En la OTAN la cosa es más seria. La conclusión del bloque Berlín-París-Londres luego de las guerras en Kosovo y en el Golfo Pérsico en 1991, fue que Europa necesitaba su propia fuerza militar capaz de sofocar rebeliones en el traspatio de la Unión Europea: los Balcanes. Por eso, las potencias europeas tuvieron que hacer un sistema de satélites militares globales en lugar de utilizar el de EU. Esta tendencia hacia la creación de una OTAN sin el control automático de Washington se fortalecerá y va a girar en torno, a mi juicio, de Francia y más tarde de Rusia, entonces, vamos a tener dos potencias militares mundiales: la fracción de la OTAN dominada por Washington y la fracción europea. Sin embargo, estas son diferencias tácticas porque las potencias coinciden en la necesidad de explotar al llamado Tercer Mundo, de tal manera que esas coaliciones pelearán contra las disidencias antisistémicas. Cuando aparezca una rebelión anticapitalista o antisistémica que haga peligrar sus intereses, veremos que se van a juntar para pelear. Hay que entender que su interés estratégico de explotar el mundo coincide, aunque a veces tengan diferencias tácticas sobre los métodos más oportunos para implementarlo.

- Ante los ataques de Estados Unidos y sus aliados contra Irak, miles de personas en los países árabes se movilizan independientemente de la posición de sus gobiernos ¿Qué tendencia observamos en la geopolítica de la zona?

-El problema es que los países árabes están tan balcanizados como los países latinoamericanos. Sin embargo, creo que esta guerra representa un parteaguas porque la tendencia hacia la conservación de la explotación petrolera en Arabia Saudita y otros países árabes, está llegando a su fin. Esta intervención va a crear, a mi juicio, una nueva idea de Panarabismo. Una nueva búsqueda de identidad arábiga se empieza a forjar, por lo tanto, creo que la relativa estabilidad reaccionaria represiva, oscurantista que había en Medio Oriente y Asia Central a través de regímenes integristas ha sido destruido por Washington. El precio que Washington va a pagar por su desmesura será mucho mayor de lo que va a ganar con el control parcial del petróleo.