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Documentos de Noam Chomsky

Entrevista a Chomsky sobre Irak

Por Michael Albert

Traducido por Germán Leyens y revisado por Agustín Fernández

Hay varias preguntas que circulan entre la gente que está preocupada por la guerra. El 1 de septiembre, Michael Albert formuló una docena a Noam Chomsky, por correo electrónico. Citamos a continuación las primeras tres preguntas y sus respuestas. La entrevista completa aparecerá en algunos días.
1. ¿Ha sido Sadam Hussein tan malo como lo presentan los medios convencionales? ¿Dentro de Irak? ¿Afuera?
Es de lo peor que hay, igual que Suharto y otros monstruos de la era moderna. Todo el que pueda debiera ponerse fuera de su alcance. Pero, por suerte, su alcance no llega muy lejos.
Internacionalmente, Sadam invadió Irán (con apoyo occidental), y cuando la guerra iba mal recurrió a armas químicas (también con apoyo occidental). Invadió Kuwait y lo expulsaron rápidamente.
Una preocupación mayor en Washington inmediatamente después de la invasión fue que Sadam se retirara rápidamente, instalando "a su títere [y] que todos en el mundo árabe se quedaran tan contentos" (Colin Powell, en aquel entonces Jefe de Estado Mayor). El Presidente Bush estaba preocupado de que Arabia Saudí pudiera "desligarse a última hora y aceptara un régimen títere en Kuwait". A menos que EE.UU. impidiera la retirada iraquí.
La preocupación, en breve, es que Sadam podría duplicar en gran parte lo que EE.UU. acababa de hacer en Panamá (excepto que los latinoamericanos estaban lejos de estar contentos). Desde el primer momento, EE.UU. trató de evitar ese "panorama de pesadilla". Una historia que hay que considerar con mucho cuidado.
Hasta ahora los peores crímenes de Sadam han sido internos, incluyendo el uso de armas químicas contra los kurdos y una gran matanza de kurdos a fines de los años 80, bárbaras torturas, y todos los espantosos crímenes imaginables. Están al tope de la lista de terribles crímenes por los que es justamente condenado en la actualidad. Es útil preguntar con qué frecuencia se acompañan esas apasionadas denuncias y elocuentes expresiones de horror con las tres palabritas: "con nuestra ayuda".
Los crímenes fueron bien conocidos de inmediato, pero no preocuparon demasiado a Occidente. Sadam recibió algunas suaves reprimendas; una dura condena del Congreso fue considerada demasiado extrema por prominentes comentaristas. Los reaganitas y Bush Nº 1 continuaron saludando como aliado y apreciado socio comercial al monstruo, durante y después de sus peores atrocidades.
Bush autorizó garantías de préstamos y la venta de tecnología avanzada con claras aplicaciones en armas de destrucción masiva (WMD por su sigla en inglés) hasta el mismo día de la invasión de Kuwait, haciendo a veces caso omiso de los esfuerzos parlamentarios por impedir lo que estaba haciendo. Gran Bretaña seguía todavía autorizando la exportación de equipos militares y de materiales radioactivos unos pocos días después de la invasión.
Cuando el corresponsal de ABC [la cadena de TV en EE.UU.] y actualmente Comentarista de Znet, Charles Glass, descubrió instalaciones de armas biológicas (utilizando satélites comerciales y testimonios de tránsfugas), sus revelaciones fueron inmediatamente desmentidas por el Pentágono y la historia desapareció. Fue desenterrada cuando Sadam cometió su primer crimen verdadero, desobedecer las órdenes de EE.UU. (o tal vez al malinterpretarlas) al invadir Kuwait y pasó instantáneamente de ser amigo a ser la reencarnación de Atila.
Las mismas instalaciones fueron entonces utilizadas para demostrar su innata naturaleza malvada. Cuando Bush Nº 1 anunció nuevos regalos a su amigo en diciembre de 1989 (también regalos a la agroindustria de EE.UU.), fueron consideradas demasiado insignificantes como para mencionarlas, aunque se pudo leer al respecto en Z magazine en esa época, tal vez en ninguna otra parte.
Unos pocos meses más tarde, poco antes de que invadiera Kuwait, una delegación de alto nivel del Senado, encabezada por el que (más tarde) fuera candidato presidencial republicano, Bob Dole, visitó a Sadam, portando los saludos del Presidente y asegurando al brutal asesino masivo que no necesitaba preocuparse de las críticas que escuchaba de parte de los inconformistas reporteros de este país.
Sadam incluso había podido salirse con la suya después de atacar un barco de EE.UU., el USS Stark, matando a varias docenas de tripulantes. Es un signo de verdadera estima. El único otro país que logró ese privilegio fue Israel, en 1967. En deferencia a Sadam, el Departamento de Estado prohibió todos los contactos con la oposición democrática iraquí, manteniendo esa política incluso después de la Guerra del Golfo, mientras que Washington efectivamente autorizó a Sadam a aplastar una rebelión chiíta que podría haberlo derrocado - a fin de preservar la "estabilidad," explicó la prensa, asintiendo gravemente.
No cabe duda de que es un criminal con C mayúscula. No lo cambia el hecho que EE.UU. y Gran Bretaña hayan considerado insignificantes sus peores atrocidades a la luz de "razones de estado" más importantes, antes de la Guerra del Golfo e incluso después - hechos que más vale olvidar.
2. Mirando al futuro, ¿es Sadam Huseein tan peligroso como lo dicen los medios convencionales?
El mundo estaría mejor si él no estuviera, no cabe duda. Seguramente lo mismo vale para los iraquíes. Pero no puede ser tan peligroso como era cuando EE.UU. y Gran Bretaña lo apoyaban, incluso suministrándole tecnología de doble uso que podía utilizar para el desarrollo de armas nucleares y químicas, como presumiblemente hizo.
Hace 10 años, las audiencias del Comité Bancario del Senado revelaron que la administración Bush estaba otorgando licencias para tecnología de doble uso y para "materiales que fueron más adelante utilizados por el régimen iraquí para misiles nucleares y químicos." Más adelante las audiencias agregaron más informaciones, y hay informes de prensa y literatura erudita convencional sobre el tópico (así como literatura disidente).
La guerra de 1991 fue extremadamente destructiva, y desde entonces Irak ha sido devastado por una década de sanciones, que probablemente fortalecieron al propio Sadam (debilitando la posible resistencia en una sociedad hecha añicos), pero seguramente redujo de manera muy importante su capacidad bélica y de apoyo al terror.
Además, desde 1991, su régimen ha sido limitado por "zonas de no-vuelo", vuelos regulares de control y bombardeo, y una vigilancia muy estrecha. Es probable que los eventos del 11 de septiembre lo hayan debilitado más aún. Si hay alguna relación entre Sadam y Al Qaeda, sería mucho más difícil de mantener ahora por la gran intensificación de la vigilancia y los controles.
Eso aparte, las conexiones no son muy probables. A pesar de los enormes esfuerzos por relacionar a Sadam con los ataques del 11-S, no han encontrado nada, lo que nos es muy sorprendente. Sadam y Bin Laden eran implacables enemigos, y no hay ninguna razón en particular para suponer que haya habido algún cambio al respecto.
La conclusión racional es que Sadam sea probablemente menos peligroso ahora que antes del 11-S, y una menor amenaza que cuando gozaba del sustancial apoyo de EE.UU.-Gran Bretaña (y muchos otros). Esto conduce a algunas preguntas. ¿Si Sadam representa actualmente una amenaza tan grande para la supervivencia de la civilización que el policía global tiene que recurrir a la guerra, por qué no fue lo mismo hace un año? ¿Y de manera mucho más dramática, a principios de 1990?
3. ¿Cómo debiera confrontarse el problema de la existencia y uso de armas de destrucción masiva en el mundo de hoy?
Debieran ser eliminadas. El tratado de no-proliferación compromete a los países con armas nucleares a tomar pasos hacia su eliminación. Los tratados sobre las armas biológicas y químicas tienen los mismos objetivos. La principal resolución del Consejo de Seguridad sobre Irak (687, de 1991) llama a eliminar las armas de destrucción masiva y los sistemas de lanzamiento del Oriente Próximo, y que se trabaje hacia una prohibición global de las armas químicas. Es un buen consejo.
Irak está lejos de llevar la vanguardia en este sentido. Podríamos recordar la advertencia del General Lee Butler, jefe del Comando Estratégico de Clinton a principios de los años 90, que "es extremadamente peligroso que en el caldero de animosidades que llamamos el Oriente Próximo, una nación se haya armado, ostensiblemente, con arsenales de armas nucleares, tal vez cientos, y que inspire a otras naciones a hacerlo."
Estaba hablando, por cierto, de Israel. Las autoridades militares israelíes afirman que poseen fuerzas aéreas y blindadas que son mayores y más avanzadas que las de cualquier poder europeo de la OTAN (Yitzhak ben Israel, Ha'aretz, 16 de abril de 2002, en hebreo). También anuncian que un 12% de sus bombarderos y cazas está permanentemente estacionado en Turquía oriental, junto con fuerzas navales y submarinas comparables en bases turcas, y también fuerzas blindadas, en caso de que se haga necesario recurrir a extrema violencia, una vez más, para someter a la población kurda de Turquía, como en los años de Clinton.
Se informa que los aviones israelíes estacionados están realizando vuelos de reconocimiento a lo largo de las fronteras iraníes, como parte de una política general de EE.UU., Israel y Turquía de amenazar a Irán con un ataque y tal vez, con una partición forzada. Los analistas israelíes también informan que ejercicios aéreos conjuntos de EE.UU., Israel y Turquía tienen la intención de representar una amenaza y una advertencia a Irán. Y, desde luego, a Irak (Robert Olson, Middle East Policy, junio de 2002). Israel utiliza indudablemente las inmensas bases aéreas de EE.UU. en Turquía Oriental, donde presumiblemente los bombarderos de EE.UU. tienen armas nucleares. Mientras tanto, Israel es virtualmente una base militar offshore de EE.UU.
Y el resto del área también está armado hasta los dientes. Si Irak estuviera gobernado por Gandhi, estaría desarrollando sistemas de armas si pudiera, probablemente mucho más allá de lo que puede hacer en la actualidad. Eso probablemente continuaría, tal vez incluso se aceleraría, si EE.UU. tomara el control de Irak. India y Pakistán son aliados de EE.UU., pero siguen adelante con el desarrollo de armas de destrucción masiva y han estado repetidamente terriblemente cerca de utilizar armas nucleares. Lo mismo vale para otros aliados y clientes de EE.UU.
Es probable que esto continúe hasta que haya una reducción general de armamentos en la zona.
¿Estaría de acuerdo Sadam? En realidad, no lo sabemos. A principios de enero de 1991, Irak aparentemente ofreció retirarse de Kuwait en el contexto de negociaciones regionales de reducción de armamentos, una oferta que funcionarios del Departamento de Estado describieron como seria y negociable. Pero no sabemos más del asunto, porque EE.UU. rechazó la oferta sin darle respuesta y la prensa no informó virtualmente nada al respecto.
Tiene, sin embargo, un cierto interés el que en ese momento -justo antes de los bombardeos- las encuestas revelaron que el público de EE.UU. prefería en una proporción de 2:1 la proposición que Sadam aparentemente había hecho, prefiriéndola a los bombardeos. Si se hubiera permitido que la gente fuese informada sobre el tema, es seguro que la mayoría habría sido muy superior. La ocultación de los hechos fue un servicio importante a la causa de la violencia estatal.
¿Podrían haber llevado a alguna parte esas negociaciones? Sólo los ideólogos fanáticos pueden mostrar confianza. ¿Es posible revivir tales ideas? Vale la misma respuesta. Una manera de descubrirlo es probar.