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Asaltando la solidaridad: Privatizando la educación
Noam Chomsky
En los últimos 25 años, ha habido un ataque generalizado a la
solidaridad, a la democracia, al derecho social o a cualquier cosa que interfiera
con el poder privado; son muchos los objetivos. Uno de esos objetivos es indudablemente
el sistema educativo. De hecho, un par de años atrás, ya los grandes
inversores como Lehman Brothers y otros, mandaban a sus clientes folletos diciendo,
"Mira, ya nos hemos encargado del sistema de salud; nos encargamos del sistema
carcelario; el próximo gran objetivo es el sistema educativo. Podemos
privatizar el sistema educativo, hacer mucho dinero de él.
Además, observemos que privatizándolo debilitamos el peligro,
es algo así como una ética con la que debemos acabar, la idea
de que tú te puedas preocupar por alguien más. Un sistema público
de educación se basa en el principio de que unos se preocupan por otros.
Te preocupa que el joven de la calle reciba una educación. Y eso se tiene
que acabar. Esto es bastante parecido a las preocupaciones que tenían
los obreros en las fábricas de Lowell, Massachusetts hace 150 años.
Ellos trataban de detener lo que llamaban el nuevo espíritu de la era:
"Enriquécete, olvídate de todo menos de ti mismo." Queremos detener
eso. No somos así. Somos seres humanos. Nos preocupamos por otras personas.
Queremos hacer cosas juntos. Nos preocupamos porque el joven de la calle reciba
educación. Nos preocupamos de que otros tengan un camino, aunque no lo
transiten. Nos preocupa la esclavitud infantil en Tailandia. Nos preocupamos
por que una persona mayor pueda comer. Eso es seguridad social. Nos preocupamos
por que otros puedan comer.
Hay un gran esfuerzo en debilitar todo eso, en tratar de privatizar las aspiraciones
para así controlar totalmente a la gente. Privatizando las aspiraciones
estaremos completamente contro lados. El poder privado va por su propio camino,
el resto de las personas tienen que subordinarse a él.
Bueno, eso es parte del argumento para atacar el sistema de educación
pública, que se está extendiendo rápidamente a las universidades.
En las universidades hay un movimiento hacia la corporatización y esto
tiene muy claros efectos. Se puede observar en el MIT (Instituto Tecnológico
de Massachusetts), donde enseño, lo puedes ver por todas partes. Se quiere
crear, como en la industria, una fuerza de trabajo más flexible. Esto
significa debilitar la seguridad. Significa tener mano de obra temporal y más
barata, como estudiantes graduados, que no deben ser bien remunerados y que
pueden ser descartados -son temporales. Está bien, ellos van a estar
por aquí un par de años, luego los desechas y contratas a otros
temporales.
Esto afecta notablemente la investigación. Estoy seguro que lo puedes
ver aquí, pero una institución de investigación como en
la que yo estoy, el MIT, lo puedes ver bastante claro. El financiamiento de
entidades públicas se está reduciendo, incluyendo incidentalmente
al Pentágono (de hecho principalmente al Pentágono) quien desde
hace mucho había comprendido que su rol doméstico consistía
en encubrir las transferencias de los fondos públicos en beneficio privado.
Cuando la financiación va desde el Pentágono y la Fundación
Nacional de Ciencia hacia las corporaciones, hay una transferencia evidente.
Una corporación, digamos, una corporación farmacéutica
no está particularmente interesada en invertir en una investigación
que nos ayude a todos. Hay excepciones, pero en general, no va a querer invertir,
digamos en biología fundamental, algo que podría ser de beneficio
público y que todos podríamos usar dentro de 10 o 20 años.
Va a querer invertir en algo de lo cual pueda obtener ganancias, y más
aún, ganancias a corto plazo. Hay una importante tendencia, -y perfectamente
natural para las corporaciones inversoras-, al secretismo y a llevar a cabo
más proyectos aplicables a corto plazo; proyectos propiedad de las mismas,
cuyo uso y publicación puedan controlar como propietarios. Bien lo saben,
técnicamente las corporaciones de inversión no pueden reclamar
mantener el secreto, pero esto sólo técnicamente. De hecho sí
pueden, con la amenaza de no invertir imponen el secretismo. Actualmente hay
casos como este, tan dramáticos que han aparecido en el Wall Street Journal.
Apareció un artículo en el Wall Street Journal, el verano pasado,
puede que lo hayan visto, sobre el MIT, mi lugar. Lo que sucedió fue
que un estudiante de ciencias de la computación rehusó responder
a una pregunta en un examen. Cuando fue consultado por el profesor, dijo que
sabía la respuesta pero que estaba bajo condición por otro profesor
de no responderla, y la razón fue esa, en la investigación que
él estaba realizando para este otro profesor, ya había trabajado
en la respuesta a esa pregunta; pero quiso mantenerla en secreto porque ellos
querían hacer dinero o alguna otra cosa con ella. Bueno, esto fue tan
escandaloso que hasta el Wall Street Journal se escandalizó.
Pero este es el tipo de cosas que se pueden esperar cuando hay un movimiento
hacia la corporatización. Después de todo, las corporaciones no
son sociedades benevolentes. Como dijo acertadamente Milton Friedman aunque
en otras palabras, la cúpula de directores de una corporación,
de hecho tiene una obligación legal de ser un monstruo, un monstruo ético.
Su obligación legal es maximizar los beneficios para los accionistas.
No están obligados a hacer cosas lindas. Si lo estuvieran, seguramente
sería ilegal, a menos que estuviera dirigido a apaciguar a la gente o
a mejorar el intercambio comercial o algo. Esta es la forma en que funciona.
No esperes que las corporaciones sean benevolentes, no más benevolentes
de lo que podrías esperar de una dictadura. Quizás puedas forzarlas
a que lo sean, pero el problema es la estructura tiránica, y como las
universidades están tomando ese camino, debes esperar todos esos efectos.
Y uno de esos efectos, en cierta forma yo creo que el más importante,
es el debilitamiento de la concepción de solidaridad y cooperación.
Yo pienso que eso es lo que radica en el corazón del ataque al sistema
de escuelas públicas, el ataque a la seguridad social, el esfuerzo por
bloquear cualquier forma de sistema nacional de salud, que ha estado funcionando
durante años. Y, de hecho, esto ocurre en todas partes, y es comprensible.
Si quieres "regimentar las mentes de los hombres, tal como lo hace el ejército
con sus cuerpos", tienes que debilitar esas nociones subversivas de apoyo mutuo,
solidaridad, simpatía, preocupación por la gente, etc, etc..
El ataque a la educación pública es un ejemplo. Yo no sé
cómo funciona aquí, pero en Massachusetts, donde lo veo directamente,
hay un ataque comparable en las universidades estatales, donde estudian trabajadores,
gente que vuelve a la universidad luego de dejar a medias su carrera, madres
que vuelven, gente de los ghettos urbanos, etc., etc. En eso consistía
el sistema de universidades estatales, y esto está sufriendo un serio
ataque por un interesante método. El método ha sido aumentar los
estándares de entrada para las universidades estatales, pero sin desarrollar
las escuelas.
Entonces cuando no se desarrollan las escuelas pero se aumentan los estándares
de entrada para las personas que están intentando seguir estudiando,
es obvio lo que sucede. Tienes menor matrícula, y cuando baja la matrícula,
tienes que recortar personal, pues recuerda que debemos ser eficientes, como
las corporaciones. Entonces reduces el personal y recortas servicios, con lo
cual puedes recibir a mucha menos gente todavía. Es como un proceso natural,
y puedes ver dónde termina. Termina con gente o bien no entrando a la
universidad, o bien intentando averiguar de alguna manera, cómo gastar
30.000 dólares al año en universidades privadas. Y sabes lo que
eso significa. Todo ello es parte del esfuerzo general, creo, de crear un orden
socio-económico bajo el control del poder privado. Esto aparece por todas
partes.