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Perú

LOS EVANGELIOS APOCRIFOS DEL FIN FUJIMORISTA

Por: Dante Castro / ARGENPRESS.info

La clase política y los socios de Alejandro Toledo, pretenden erigirse en los triunfadores de un proceso social complejo que puso fin a la dictadura cívico-militar de Fujimori-Montesinos. Resulta ahora que un video exhibido el 14 de setiembre del 2000, decidió la fuga del japonés, porque desde esa fecha el fujimorato 'empezó a desmoronarse'.
Hace tres años, el pueblo peruano libró la batalla decisiva para derrocar a la dictadura cívico-militar más corrupta de nuestra historia republicana. La victoria de las masas fue alcanzada mediante la generalización de la insurgencia, cuyo máximo desarrollo se vio en la Marcha de los 4 Suyos. Ese fue el inicio del epílogo fujimorista, no otro. Paradójicamente, el aprendizaje y maduración del pueblo en una forma de lucha, se ha convertido en causa de espanto para el gobierno de Alejandro Toledo. Los manifestantes de hoy le gritan frente a palacio: 'con marchas te pusimos, con marchas te sacaremos' El temor de la clase política al desborde popular, hace que la titularidad del triunfo antidictatorial sea usurpado por quienes actualmente pretenden exhibirse como salvadores.
La dictadura de Fujimori-Montesinos no fue derrocada gracias al video que delató un solo episodio de la corrupción gubernamental: nos hicieron ver en pantalla al siniestro Montesinos, haciendo entrega de miles de dólares al parlamentario Alberto Kouri. En otro contexto, sin la presión de la muchedumbre en las calles, hubiera ameritado a que el congreso organice una comisión investigadora. Y ya sabemos los peruanos qué son esas comisiones. Dos culpables sentenciables (Kouri-Montesinos), un presidente absuelto 'porque no sabía nada' (Fujimori), comisionados ganándose pagos extras sobre sus sueldos. Y meses o años de investigaciones para arrojar resultados dudosos.
Afirman algunos periodistas que la difusión de la cinta fue el punto de partida para el desmoronamiento del régimen fujimorista. Lo que equivale a decir que, antes de su difusión, el régimen gozaba de buena salud. O sea, que no se estaba desmoronando.
Nosotros vimos otra cosa: Vimos que dictadura cívico-militar empezó a caer a los pies de las masas enardecidas que tomaron calles y plazas, antes, durante y después de la Marcha de los 4 Suyos. No solamente en Lima, sino en las regiones del interior, el pueblo optaba por la insurgencia, derecho contemplado en la Constitución para deponer a toda autoridad usurpada.
El video que el Frente Independiente Moralizador (FIM) exhibió al público, constató en imágenes lo que todos sabían: que el régimen era corrupto, que sobornaba parlamentarios de oposición para ser ganados al oficialismo, que compraba disidencias. Hoy el FIM cogobierna con Perú Posible (PP) el partido de Alejandro Toledo, de modo que no le viene mal satisfacer su afán protagónico y quitarle méritos a los sectores organizados ajenos a palacio, que sí tuvieron un rol sustantivo en los combates contra la tiranía.
En ese entonces la candidatura de consenso era la de Alejandro Toledo, porque el pueblo no tenía más alternativas. La unidad del frente antidictatorial, reclamaba liderazgo. Y ese liderazgo fue reconocido en la figura de un Pachacútec que no tardaría en traicionar sus promesas. Pero Toledo sabe que la Marcha de los 4 Suyos hubiera sido imposible sin convocar a las bases laborales, al movimiento estudiantil, a los desempleados, jubilados, etc. Justamente aquellos sectores que hoy claman por la solución de sus demandas postergadas y se han convertido en amenazas latentes.
El video fue exhibido un 14 de setiembre del 2000 y Fujimori anunció su renuncia, desde el Japón, el 19 de noviembre. Para quien pretenda escribir objetivamente la historia, le sería muy útil investigar qué hizo el movimiento popular, independientemente de la clase parlamentaria, durante el período agosto-noviembre de ese año. Basta saber qué fue lo que ocasionó la insurgencia con su accionar: pérdida del principio de autoridad, ingobernabilidad, rebelión de las regiones, pleitos intestinos en la cúpula totalitaria. Y los jerarcas temblaron ante la amenaza de una segunda Marcha de los 4 Suyos.
En tal contexto, el citado video venía a cumplir un rol muy modesto. El controvertido Fernando Olivera, líder estelar del FIM, no quiere decir quiénes le proporcionaron la cinta. Lo que sí sabemos es que tuvieron que comprarla al contado. Muy oportuno para el ciudadano japonés Alberto Fujimori, como su búsqueda infructuosa y espectacular de Vladimiro Montesinos antes de fugarse al Japón.
Para que los girondinos de hoy gobiernen, no hacen falta los jacobinos de ayer. El desborde popular que puso fin a la dictadura, actualmente se voltea contra una democracia que no satisface sus expectativas. Y son jacobinos los que han enarbolado la bandera contra el neoliberalismo en las últimas jornadas de lucha, como en Arequipa y Puno, haciendo tambalear a cada gabinete toledista. No le queda más a sus epígonos que escribir la historia de otra manera, otorgándole a la clase parlamentaria un papel que nunca tuvo. Tal vez intentan decirnos que los recursos audiovisuales han desplazado para siempre a la rebelión de las masas, o que el dinero de unos pocos resolvió el camino hacia la democracia.