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País Vasco

Yo me acuso, de ser comunista y vasco

Juan Carlos Ramos
Gara

Como en tantas ocasiones se dice, el delincuente va por delante del legislador, señor juez. Si viera la cara de mis actuales camaradas cuando, con la capacidad de anticipación que me caracteriza, les dije hace tres años y un día: «Vamos a crear un partido y a presentarnos a las elecciones dentro de tres años para, luego de sucesivas ilegalizaciones de otras tantas formaciones políticas, incurrir en el delito de colaboración con banda armada por beneficio electoral». Todavía veo sus caras incrédulas, sobre todo de los juristas, que me espetaron: «¡Venga ya, ese delito no existe!».
«No les dije yo, pero existirá, al tiempo». Y para que vean ellos y usted que aquello no fue un rapto de lucidez anticipatoria, le ofrezco en primicia otro delito aún sin tipificar. (Se le coge gusto a esto de tipificar). Se trata de aquel que, sin duda, se aplicará tras la próxima reforma del CP en el que incurrirán los amantes de militantes de ETA y cuyo enunciado será: Dar placer a un terrorista a sabiendas de que lo esŠ ¡A por ellos! ¡Ni en la cama!
Pero vayamos con el tipo penal imputado: Beneficiar electoralmente a ETA. De acuerdo. Pero convendrá conmigo en que en él incurren también los dirigentes del PP vasco, ya que al haber perdido votos y escaños en las elecciones han beneficiado objetivamente a ETA ¿Le parece bien la pena mínima del tipo aplicable? Vale. ¿Ve usted cómo nos vamos entendiendo?
A sensu contrario, Aralar, con la consecución de su escaño ha perjudicado las expectativas de ETA; por lo que su dirección, por un criterio de justa reciprocidad, debería ser premiada. ¿O ya lo ha sido? Porque dicha fuerza electoral sí es evidente que nació de Batasuna y participó en sus congresos. Ergo en algo habrá colaborado, alguna vez, ¿o aquí ya no vale esa exquisita lógica jurídica suya?
Empero abundando, si a nosotros se nos pide de cinco a diez años, no quiero ni pensar lo que le espera a José María Aznar. Le cuento su caso.
Hechos probados
Verá señor; durante su mandato como presidente del Gobierno, D. José María permitió y auspició unos contactos con miembros del denominado por él, que yo no me atrevo MNLV, y tras ese período que ha dado en llamarse Tregua Trampa, se produjo según todos los especialistas, politólogos, columnistas, tertulianos de la radio y expertos de la televisión el mayor resurgimiento en todos los terrenos de la Banda, de los últimos tiempos. De entonces. ¿Que no era esa la intención de D. José María? ¿Y quién sabe de intenciones? ¿No está empedrado el infierno de buenas intenciones? ¿Y las muertes que se han podido haber producido con su fortalecimiento? ¿Cuántos asesinatos le imputará usted en grado de preparación o tentativa? No me gustaría estar en la piel de D. José María. No. Lo más curioso es que sea precisamente ese señor quien, tras las bambalinas, mueve los hilos de la querellante, puro instrumento del PP para torpedear cualquier proceso de paz que no sea la suya, la pax romana. Hasta los niños de pecho saben permítaseme la jerga del PP que esa querella es la utilización torticera del Derecho penal para producir el resultado ilegalizador del partido que presido. Todo porque ni el Gobierno, ni la Fiscalía General ni la Abogacía del Estado, ni siquiera el mismo CNI ha encontrado el más mínimo serio indicio para ilegalizar a un partido de comunistas vascos. Pero usted, claro, también ha visto amanecer. Si nuestro procedimiento le deja un rato, ¿por qué no investiga la trama Legionarios de Cristo-FAES (Fascistas Españoles)-Asociación de Víctimas del Terrorismo-PP? Desmontar este conglomerado post-franquista sí sería un acto de democratitis autenticus. Venga, señor, ¡con un par... de auxiliares y oficiales a su cargo!
También quiero aclararle algunas otras cosas. Dicen que me han visto con Joseba Permach antes de la ilegalización de Aukera Guztiak. No lo recuerdo, pero sí que lo hice antes del tsunami y antes del atentado de las Torres Gemelas. ¿Que no ve la relación causal? Pues pregúntele a su compañero Garzón para quien en esta vida nada es casual. ¡Ay! quién fuera el pájaro de Pinochet para caer mansamente en las redes de la Audiencia Nacional. Quién fascista en vez de comunista. Por cierto, le cuento que un tal Sr. Carod Rovira es público y notorio se entrevistó nada menos que con la propia dirección de ETA en Francia. ¿Ha promovido la Justicia acción penal alguna en su contra o contra el partido al que representa? Y el mismísimo lehendakari se ha reunido con luz y taquígrafos en su despacho de Ajuria Enea con el constructo institucional ilegalizado y creado por la Banda. ¿Le ha citado usted en sede judicial para que aclare esa posible colaboración? Claro que no. La Justicia, como las serpientes, sólo pican a los que van descalzos, a los humildes. (Aunque ser de Bilbao y humilde sea de una imposibilidad metafísica)
Aprovecho la ocasión que me brinda este diario ¿del entorno, del contorno? para enviar un caluroso saludo a mis profesores de Derecho de las facultades de Barcelona, Oviedo, Deusto y San Sebastián por no haber hecho ni dicho nada, ni en mi favor, ni en el del Derecho.
Y para terminar señoría, le propongo un ejercicio. Un caso práctico de derecho penal. Si un hombre golpea a una mujer, previamente amenazada por ETA, ¿cree usted que se trata de un supuesto delito de lesiones en concurso ¿real?, ¿ideal? con un delito de colaboración con banda armada? Ya me contestará en persona. Gracias anticipadas de éste reo, que lo es suyo.
Juan Carlos Ramos es presidente del Partido Comunista de las Tierras Vascas