Hoy hace un año Batasuna reunía en Anoeta a una parte de su base para hacerle participe y cooperante en un llamamiento general a Euskal Herria por la paz y por la negociación, por la normalización política y la resolución de un conflicto político que, como la mayoría de los conflictos, se alarga peligrosamente en el tiempo amenazando en convertirse en parte de nuestro sino o fatalidad.

La lucha armada legitimada por muchas voces siempre en otros lugares o en otros tiempos deja huellas de dolor y muerte de muy difícil cicatrización en las sociedades obligadas, por pasiva o activa, a sufrirlas o mantenerlas vivas.

El conflicto armado, político y social que vive Euskal Herria con los estados español y Francés esta preñado de estas cicatrices que muchos piensan irrecuperables por la profundidad de las mismas. Que otros profundizan para que continúen sangrantes.

Batasuna fuerza ilegalizada en el Estado Español por el ejecutivo del Partido Popular (PP) y con la licencia y aquiescencia del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), actualmente en el poder, apoyados en un bodrio llamado Ley de Partidos condenada a ser abolida antes de ser dictada y aplicada, en una supuesta no condena del terrorismo, la participación voluntaria del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y la inclusión en una lista europea de personas y organizaciones terroristas positivada por George Bush en claro favor al estado de José Maria Aznar y su subyugado apoyo a su guerra de Irak, esta misma fuerza política que continua siendo legal en el Estado Francés y en la calle, en todas las calles y pueblos de Euskal Herria.

Batasuna que ha continuado firme su apuesta política obviando y sorteando esta suerte y amenaza con un ahínco encomiable y no pocos sinsabores de manos, siempre acompañadas de un generoso aparato antidisturbios, de las fuerzas de represión y opresión nacional ha estado puntual en el día a día y en esa apuesta por la Paz que hoy, repito, hace un año escenificaba en el velódromo de Anoeta y que paso a conocerse por la Oferta de Anoeta.

El lema "Orain herria, Orain bakea" a encabezado cientos de manifestaciones que han tomado la calle y han sido empujadas por miles de voces que han exigido el final del conflicto al que antes hacíamos referencia, el final de la dispersión, el final de la lucha armada, el final de la ilegalización, el final de la tortura, el final de las detenciones, el final de una situación de anormalidad donde el dialogo y la paz son perseguidos y encarcelados.

Hoy hace un año Arnaldo Otegi decía "es mas difícil hacer la paz que la guerra" y el tiempo le ha vuelto a dar la razón una vez mas. El enemigo al que hacia referencia en esta misma alocución no le perdona su osadía de hablar de tu a tu y le tiene en el centro de una diana inamovible y hacia la que apuntan todos los poderes fácticos de un gobierno pobre y asustado.

Su presidente José Luís Rodriguez Zapatero continua aplastado por un pasado vergonzante que nadie quiere airear y pasar pagina desde el conocimiento y la responsabilidad de sus hechos. Su apuesta por la paz o la normalización política es contestada airadamente por sus propios barones obligándole a recular en el famoso "donde dije digo quise no decir ni pío". Su apuesta por la negociación es amenazada con un "hablemos del GAL" por parte del PP y vuelta a recular obviando que este tuvo la ocasión de hacerlo durante dos legislaturas y solo intereses personales le tuvieron callados. De él es el talante menos materializado que existe entre los políticos actuales.

El presidente (PNV) del gobierno de la autonomía vascongada continua tibio en la voluntad de "estamos ante una situación histórica" y continuaremos estando donde siempre hemos estado. Parados y hablando quedo para no molestar a los vecinos tan poderosos y majos. De ellos sigue siendo esa vocación provinciana a la que disfrazan desde un discurso nacionalista en el que no creen.

El presidente (UPN) del gobierno foral navarro continua firme en su negación del todo, la realidad, la historia y la esperanza. Fiel a su pasado y generoso con el presente su política apuesta por un dejar las cosas como están convirtiendo la provincia de Navarra en el centro de la derecha mas reaccionaria de toda Europa, y eso así suena muy fuerte.

De la derecha del Estado Francés cuya respuesta esta siendo contestada en la calle de las formas y maneras que hoy son noticia obligada es obvio que muy poco podemos destacar en estos últimos meses y últimos años. Su jacobismo centralista le llega a negar cualquier dialogo en lo político, lo social o lo cultural. De esta misma derecha empeñada en legalizar una ley que convertirá a la tristemente famosa Ley Corcuera o del "patacón" en un sueño democrático y por la que se podrá detener sin pruebas, registrar sin órdenes y expulsar ilegalmente a foráneos o nativos.

Frente a todo ello Batasuna continua mostrando su fortaleza y su carácter en una apuesta no ajena al desafió por la Paz y la normalización política de Euskal Herria.

Un año después nos parece, como militantes de base, el tiempo suficiente para poder soñar horizontes de esperanza que se fundamenten mas en los hechos que en las palabras, un año de represión, muertes, dispersión, detenciones, prohibiciones, persecución y dolor a una izkierda abertzale a la que se le han prohibido el ejercicio de los derechos fundamentales e individuales de manifestación, asociación o votación.

Solo aquellos a los que la situación o la realidad les son rentables en lo político o lo económico quieren mas de lo mismo y, a tenor del ritmo de trabajo que se han impuesto, apuestan por alargar el conflicto hasta el límite y un poco mas.

Esta claro que este espacio solo da para hablar de política y de lo político de este enfrentamiento que debería haber sido superado si las sociedades que nos acogen fuesen suficientemente democráticas, si los políticos que nos representan fuesen positivamente demócratas y si los intereses de unos y otros estuviesen encaminados hacia la Paz.

Esta claro que ni PP, ni PSOE, ni PNV, ni UPN, por decir de unos pocos, no tienen entre sus prioridades la resolución del conflicto en términos democráticos, negociación y dialogo, y ello puede alargarlo y maliciarlo hasta la imposibilidad. Esta claro que otros muchos EA, Aralar, PSC, PSN o EB por ejemplo hacen muy poco desde su tibio o nulo concurso.

Hoy se cumple un año desde la Oferta de Anoeta que el pueblo saco a la calle bajo el lema "Orain herria, orain bakea" (Ahora el Pueblo, Ahora la Paz) y la mano continua tendida aunque es cierto que para muchos llegara tarde.

Jon Idígoras el incombustible militante de la izkierda independentista y sindicalista estuvo con su ultimo aliento en Anoeta, él se llevo el aplauso mas cariñoso de cuantos estábamos en el velódromo y él será, junto aquellos que hoy tenemos en nuestro recuerdo, uno de los muchos para los que la posible normalización de esta sociedad llegara tarde.

Otros muchos esperamos entre ilusionados y escépticos que se den los primeros pasos reconocibles y reconocidos por y para creer que tanto sufrimiento y tantas muertes al final han servido para algo.

No podemos, eso lo tienen claro todos los militantes independentistas, hacer ningún tipo de apología que  condene nuestras palabras en nombre o como justificación de esa cruzada contra el terrorismo y que posibilita a los estados a vulnerar derechos y deberes sin justificación o razón alguna.

Hoy, como hace un año, vamos a reclamar ese espacio de dialogo y negociación que posibilite la Paz.

Tiempo tendremos para insistir a nivel nacional, social o individual en logros y metas que muchos tenemos puestas en el futuro y a las que solo se puede acudir desde la Paz y la Libertad.

Por todo ello hoy 14 de noviembre y aniversario de la Oferta de Anoeta volvemos a reclamar los derechos que como nación, Euskal Herria, y pueblo nos son reconocidos y aquellos que como individuos nos pertenecen y en ambos, como pueblo e individuo, la Paz es obligada.