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Arnaldo Otegui, durante su intervención en el mitin celebrado en San Sebastián. (EFE)

SAN SEBASTIÁN.- La propuesta política que Batasuna ha hecho pública en San Sebastián incluye su compromiso para usar vías "exclusivamente políticas y democráticas" pero no pide de forma explícita a ETA que abandone las armas. Arnaldo Otegi, líder de la formación ilegalizada, asegura que Batasuna 'ha movido ficha'.

Esta propuesta, incluida en el documento en el que no pide expresamente a ETA el cese de su actividad, ha sido dada a conocer en el acto que Batasuna ha convocado en el Velódromo de Anoeta al que han asistido unos 15.000 simpatizantes.

El dirigente abertzale Arnaldo Otegi se ha dirigido a ellos para advertirles de que "es más difícil hacer la paz que hacer la guerra". "No lo rechacéis, yo sé por qué lo digo", ha subrayado Durante su intervención, ha recordado el histórico discurso de Arafat en la ONU frente a los que le llamaban terrorista y pidió que no se dejara caer la rama de olivo con la que se presentaba.

El dirigente de Batasuna ha hecho suyas esas palabras para reclamar a los gobiernos español y francés y al conjunto de los vascos que no caiga en saco roto su propuesta, momento en que ha colocado un pañuelo palestino en el atril.

El texto había despertado todo tipo de expectativas después de que los dirigentes de Batasuna lo publicitaran como un 'salto cualitativo' en la trayectoria de la izquierda abertzale.

En él, la formación ilegalizada llega a la conclusión de que "la paz es la prioridad" y por eso se compromete a "sacar el conflicto de las calles" y llevarlo a una "mesa de negociación y diálogo", dentro de un proceso "global y multilateral, desarrollado con seriedad, sin prisas y sobre bases sólidas" y durante el cual está dispuesta a "dirimir las diferencias de manera pacífica y democrática".

El proceso de resolución del conflicto se basaría, según el documento, en un doble acuerdo: entre los "agentes de Euskal Herria", por un lado, y que debería ser "refrendado inevitablemente por la ciudadanía", y entre "ETA y los estados español y francés", por otro, en el que se trataría sobre la "desmilitarización del conflicto, los presos deportados, refugiados y víctimas".

Batasuna "asume y emplaza" a admitir un total de siete compromisos:

El primero de ellos es el referente a "acudir a las raíces del conflicto" con el objetivo de "buscar una salida democrática".

En el segundo, la formación abertzale recuerda que todos los ciudadanos vascos "tienen derecho a ser consultados" por lo que considera que "los estatus políticos actuales y de futuro necesitan del refrendo de la ciudadanía".

En el tercero, garantiza que respetará la voluntad de todos los ciudadanos vascos y que, por lo tanto, esta consulta "se hará en condiciones pacíficas y democráticas", por lo que se compromete a "tomar las medidas necesarias", aunque en ningún momento el documento incluye una petición expresa a ETA para que declare un alto el fuego.

En el cuarto asegura que el acuerdo que surja de un proceso de diálogo tendrá en cuenta "tanto la historia como la actual realidad de Euskal Herria" y deberá contar con "la adhesión y el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco".

En el quinto, garantiza que se dirimirán las diferencias durante el citado proceso "de forma pacífica y democrática".

En el sexto, Batasuna asume el compromiso de que la utilización de vías "exclusivamente políticas y democráticas permitirá la materialización sin límites ni restricción de todos los proyectos políticos".

En el séptimo, para concluir, el documento afirma que en el acuerdo se regularán y recogerán los derechos incluidos "tanto en la Carta de los Derechos Humanos como en los pactos por los derechos económico, civiles y de la ONU".