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País Vasco

Han aplicado el protocolo de la muerte, denuncia Askatasuna

Gara

Bera recibe con indignación y rabia el cuerpo de Altzuguren
Otegi recuerda que en estos meses sí ha habido víctimas, «pero siempre del mismo lado»      

Bera, localidad natal de José Angel Altzuguren, acogió ayer a cientos de personas que, visiblemente indignadas, quisieron rendir un último adiós a Kotto, hallado muerto el lunes en la cárcel de Soria. La indignación fue también evidente en las concentraciones realizadas ante las sedes del PSE y PSN de las capitales de Hego Euskal Herria. Precisamente, es este partido político a quien tanto Askatasuna como Etxerat responsabilizan directamente de este «asesinato, cometido con su previo protocolo».
      La llegada de los restos del preso político, que fue encontrado muerto en la mañana del lunes en una celda de la cárcel de Soria, estaba prevista sobre las 15.30. Treinta minutos antes de esa hora, ya había gente en la plaza del Ayuntamiento esperando ese momento. En silencio. Lo único que se escuchaba en la plaza eran los sones de la marcha fúnebre. Las conversaciones se producían casi en voz baja. Pero se oían. «Ha sido un golpe muy duro. Era muy conocido en el pueblo, mucho».
      Los vecinos de Bera, acompañados en el dolor por muchas otras personas llegadas de otras localidades de la comarca y de otros puntos del país, miraban sus relojes. Y a la fachada del Consistorio, donde se habían colocado ikurriñas con crespones negros y una pancarta que rezaba «Kotto erahila. Herriak ez du barkatuko». También a otra gran pancarta desplegada en el muro de la iglesia de San Esteban que hoy acogerá, a las 17.00, los funerales en memoria de Altzuguren; «Agur eta ohore», decía.
      Pasaban los minutos y la noticia que recorría los corrillos era que los familiares se habían detenido en el tanatorio de Lesaka. De ahí el retraso. Mientras tanto, poco a poco, la plaza se iba llenando. Entre ellos se podía ver a mahaikides de Batasuna como Arnaldo Otegi, Joseba Permach, Juan Joxe Petrikorena y Juan Cruz Aldasoro;a los representantes de LAB Rafa Díez, Ainhoa Etxaide y Jesús Mari Gete; a abogados como Jon Enparantza y Arantza Zulueta; a la parlamentaria navarra de Aralar Miren Egaña; al miembro de Etxerat Estanis Etxaburu;y a ex presos como Fernando Arburua, Begoña Sagarzazu y Xabier Alegria.
      ¿Y la Guardia Civil? ¿Hay controles? ¿Se les ha visto? También hubo preguntas de ese tipo. Y es que la víspera sí fue notoria la presencia de agentes del instituto militar en la localidad navarra; por la tarde y por la noche. Se les vio, pero también se les intuyó. En la madrugada, habían desaparecido numerosas pancartas e ikurriñas instaladas en varios puntos del pueblo; ayer por la mañana, se procedió a colocar unas nuevas.
      La llegada del féretro, ya con la plaza abarrotada, se produjo poco antes de las 17.00. Los familiares que habían acudido hasta Soria para traer a Altzuguren a casa, entre ellos su madre de avanzada edad, recibían los abrazos de amigos y vecinos. No resultaba fácil consolarles. Varios representantes de la izquierda abertzale alzaron sobre sus hombros el féretro y recorrieron un pasillo de ikurriñas, entre puños en alto y gritos de «herriak ez du barkatuko» y «Kotto gudari, gogoan zaitugu». Los congregados rompieron a aplaudir.
      Y aquellos que apenas se habían dejado ver salvo un par de Patrols recorriendo las calles del pueblo, aparecieron. De paisano, junto a la iglesia, justo sobre la plaza. Hasta que les vieron. Los gritos de «fuera, fuera» arreciaron. Y se fueron por donde vinieron cuando un par de decenas de personas corrió hacia donde estaban.
      Tras el pertinente aurresku de honor y el canto del "Eusko gudariak", se abrieron las puertas del Consistorio y el féretro fue introducido hasta el salón de plenos donde Altzuguren ejerció de concejal durante las legislaturas de 1987-91 y 1995-99. Allí se encerraron, primero, los familiares. 20 minutos después, abandonaron el Ayuntamiento. Entre aplausos y muestras de calor. Después, un goteo incesante de personas pasó por la capilla ardiente, donde permanecerán los restos de Kotto hasta la misa fúnebre de hoy. -