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País Vasco


Giro electoral en Euskadi
Hacia la consulta a la ciudadanía y hacia la izquierda

Partido Obrero Revolucionario
(POR)

Con un gobierno que de nuevos pasos en la libertad democrática nacional

Como ocurrió en las elecciones catalanas del 2003 y en las generales del 2004, el pueblo vasco también ha introducido cambios en el panorama político. Aunque perdiendo bastante apoyo los votantes vascos han vuelto a dar la mayoría al PNV. Los socialistas avanzan electoralmente gracias a su distanciamiento del PP. Ezker Batua Berdeak mantiene sus posiciones y la candidatura de EHAK (PCTV) avanza mucho más que los resultados de Batasuna en 2001.

Estas elecciones tenían un cierto carácter plebiscitario después que el Parlamento español rechazara negociar el Plan Ibarretxe. El PNV, el partido de la burguesía vasca, planteó la votación para que el pueblo vasco confirmara su apoyo a la libre asociación con España. Los resultados no les han acompañado. La baja participación, diez puntos menos que en el 2001 ya es una confirmación de que no ha logrado movilizar a todo su electorado. El PNV retrocede en más de 140.000 votos, un 4,1%, y pierde 4 diputados. Los socialistas reúnen casi 20.000 votos más y pasan de 13 a 18 diputados. El varapalo recibido en las anteriores elecciones, en las que los socialistas fueron de la mano de Mayor Oreja del PP, y la victoria de Zapatero, les obligó a un cambio en su política vasca. Los socialistas presentaron un plan de nuevo Estatuto e hicieron lo posible para separarse del PP, incluso "soportando" la candidatura del independentismo vasco. Sin embargo, todavía los socialistas siguen sin romper sus acuerdos con el PP en temas fundamentales como la Ley de Partidos o el Pacto Antiterrorista. Los resultados electorales deberían servir para que los votantes socialistas presionen para la ruptura de esos pactos. Probablemente a ellos les irá mejor electoralmente y, sobre todo, será mejor para encontrar salidas democráticas al conflicto vasco.

El Partido Popular es el gran derrotado. Pierde 118.138 votos y 4 diputados y, sobre todo, su peso no contará para nada a la hora de conformar el próximo gobierno vasco.

Bien diferente ha sido la votación para la izquierda abertzale. La ilegalización de Batasuna, la posterior prohibición de las candidaturas de Aukera Guztiak, no han podido impedir que ese voto independentista se reuniera en torno a las candidaturas del EHAK (PCTV). Si en el 2001, con el nombre de Euskal Herritarrok, reunieron 142.784 votos, ahora han logrado 150.188 y pasar de 7 a 9 diputados. Es un rotundo fracaso de las políticas represivas y de persecución antidemocrática. La Ley de Partidos que implantó el PP y que el PSOE no se ha atrevido a tocar ha sido derrotada por esos más de 150.000 votos. Añadiendo también que Aralar entra en el Parlamento vasco con un diputado. La izquierda abertzale ha movilizado y ha ganado de nuevo su lugar político en el escenario de enfrentamiento con el Estado español.

En las urnas la población señala la necesidad de incorporar a la izquierda abertzale al proceso de consulta y soberanía democrática. La clave de la vida parlamentaria vasca vuelve a estar en manos de la izquierda abertzale.

En la perspectiva política aparece un mayor apoyo a la izquierda abertzale para que posibilite la libertad de Euskal Herria con posiciones políticas democráticas. Es otro gran momento para que el gobierno del Estado prime la negociación política. Y el resultado electoral favorece que ETA pueda contribuir a decantar el diálogo con una tregua que permita la formación de una mesa de todas las fuerzas políticas que avance en las libertades democráticas del pueblo vasco, en resolver la negociación sobre los presos y conducir a superar el conflicto armado.

Ezker Batua mantiene sus posiciones, tres diputados, aunque pierde más de 13.000 votos. Su defensa del gobierno tripartito con el PNV y EA y su intento de dar un contenido más social al gobierno y a la política vasca no ha cuajado suficientemente. Difícil lo tenía en una situación en la que la prohibición de candidaturas y las dificultades para encontrar una salida política al conflicto vasco concentran la mayor parte de los problemas. La izquierda trabajadora que representa EB-B, e IU en el conjunto del Estado, necesita dar un giro más profundo y comprometido en la lucha por las libertades democráticas nacionales. Que en la votación del Parlamento español Izquierda Unida votara con el PSOE y el PP contra la tramitación del Plan Ibarretxe y desautorizara a EB-B no ha hecho ningún favor a la campaña de EB-B.

Como es habitual en las elecciones vascas el problema nacional democrático y la resolución del conflicto son los temas centrales. La ciudadanía vasca ha reforzado las posiciones de los partidarios de que se consulte al pueblo vasco para decidir su futuro y su relación con el resto del Estado, aunque ha matizado el apoyo al PNV-EA ha reforzado a las posiciones más consecuentes en ese terreno. Los votos de PNV-EA, EHAK, Esker Batua y Aralar suman 706.993 votos, mientras que los del PSE-PSOE y PP son 481.224. Avanzan también los partidos defensores de ciertas políticas de izquierda, PSE-PSOE, el independentismo y se mantiene el apoyo a Esker Batua.

A la vista de los resultados sí parece claro que para dar respuestas positivas a las exigencias de la ciudadanía se necesita un gobierno que de nuevos pasos en la libertad democrática nacional frente al Estado español y tome medidas sociales a la izquierda, medidas favorables a la población trabajadora. Un gobierno que sume todas las fuerzas partidarias de la libertad nacional para:

- Abrir el diálogo entre todas las fuerzas políticas sin exclusiones para abordar los problemas del conflicto y encontrar el camino de la paz.
- La legalización de todas las fuerzas políticas y la derogación de la Ley de Partidos.
- Que los vascos y vascas puedan decidir su futuro ejerciendo el derecho de autodeterminación.
- La necesidad de un giro social de izquierdas en la política de empleo, vivienda, derechos, etc.