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Opiniones

27 de diciembre del 2002

Perspectivas de la izquierda en México: Propuesta para el reagrupamiento de la izquierda socialista

Edgard Sánchez Ramírez
Correo de prensa de la IV Internacional

Hay una crisis de definiciones en la izquierda. Queremos insistir sobre eso, porque mucha gente hace burla sobre nosotros diciendo que la izquierda está en crisis mencionando las peleas, broncas, diciendo que ésa es la crisis, insisten sobre falta de unidad, subestimando las reales diferencias políticas sobre las que no puede haber mas que unidad ficticia, la unidad que ahora se hace oportunistamente para acuerdos electorales, escondiendo las diferencias de proyecto.
Pero, de todos modos, decimos que sí -no lo ocultamos-, hay una crisis pero es una crisis del sistema político y de partidos en su conjunto. Una crisis que se inicia con la ruptura y la crisis en primer lugar del PRI. Es frente a esa crisis y a la derrota electoral del PRI en el 2000, con la victoria presidencial del PAN y de Fox, que el resto de las opciones políticas también entran en crisis porque, necesariamente, estaban definidas y sus programas estaban en función de la lucha contra un sistema representado por mucho tiempo por el PRI.
La forma de dominación del PRI duró más de 70 años. La dominación priísta como en cualquier otra experiencia implica también una hegemonía política e ideológica. Porque había gente que votaba no simplemente porque existía la represión priísta, tipo la del 58, la del 68 o los setentas. Habia por lo tanto una hegemonía ideológica y política.
Entonces esa crisis del PRI que afectará a todas las opciones políticas tiene tres momentos que aceleran el proceso de cambios en el pais: el primero con la ruptura de Cárdenas en el 87-88 ante el control que obtienen del PRI los neoliberales; el segundo es en el 94 con la irrupción del zapatismo; y el tercero con la derrota del PRI en el año 2000.
Esta nueva situación afecta no solo al aparato estatal y sus instituciones de dominación, sino al conjunto de los movimientos sociales y, obviamente, a la izquierda política, sus metodos, programas, proyectos, y a sus sistemas de alianzas.
Alternancia gubernamental y ruptura democratica
El escenario se complica, además, porque la salida del PRI de la Presidencia de la República no implica necesariamente que se complete la llamada "transición a la democracia" . Se logra la alternancia en el poder político federal, algo que, sin embargo, parecía imposible por la vía de las elecciones todavía unos años antes. La historia de antidemocracia de 70 años del PRI hacían aparecer esa posibilidad durante mucho tiempo como ilusoria. Es en este marco, que Cárdenas tiene el mérito de haber demostrado que era posible esa alternancia por la vía electoral.
Y sin embargo, al darse la alternancia no es la opción de izquierda –ni siquiera de la izquierda cardenista o perredista- la que logra sustituir el gobierno del PRI a nivel federal, sino una opción de derecha.
De nuevo, como en el 88, hay un voto proveniente del PRI que se le voltea y se pasa a la oposición o un electorado nuevo que se decide por la oposición. Pero de un voto que no necesariamente apoya de entrada el programa de la derecha sino que es, como se ha dicho, un voto de hartazgo contra el PRI. Expresa, entonces un nivel de conciencia de la mayoría de electorado contra el PRI, como un primer nivel de conciencia de ruptura, por tanto, pero que no se atreve a ir más allá. La otra opción para sacar al PRI todavía le parece muy radical. Prefiere una opción moderada de oposición al PRI para lograr sacar al PRI y supone que así se logrará un "cambio", aunque éste le parezca nebuloso o incluso lo tenga poco claro más allá de la salida del PRI del gobierno.
El nivel de conciencia de la gente no nace simplemente de un día a otro, aunque puede haber momentos y experiencias decisivos. Normalmente es un proceso de acumulación de experiencias y conclusiones. No podía fácilmente pasar de esa conciencia priísta a una de izquierda radical, sino que también va aprendiendo con la experiencia. Si nosotros nos acordamos cada uno de nuestra historia personal, de cómo empezamos pensando una cosa y cómo fuimos evolucionando, se entenderá cómo las grandes masas y el pueblo también, no cambian de un día para otro, sino que van cambiando con su experiencia; por eso la importancia de la lucha, porque la gente aprende con la lucha y va cambiando.
Pero desde la izquierda no luchábamos en realidad, aunque a veces se olvidara, no luchábamos sólo por el cambio, la alternancia, en el gobierno, sino por una transformación del conjunto de la sociedad. Por una ruptura democratica. Nuestra lucha no se limitaba al respeto al voto, aunque lo incluía. Para nosotros el problema político de quién está en el Gobierno, finalmente, está relacionado, subordinado, al interés de resolver una serie de otros problemas sociales, económicos, de acabar con la desigualdad y la pobreza, es decir de un programa radical de transformación social. Por eso nos interesa el problema del poder y de quién es gobierno. Nuestra lucha no se limita, entonces, a que se respete el voto y haya alternancia, haya "cambios".
El origen del problema es que luchando por resolver otras demandas, por acabar con la desigualdad y la falta de derechos, nos topamos siempre con la falta de democracia, con la represión. El sistema antidemocrático del PRI era todo el tiempo un obstáculo a la resolución de cualquier problema. Por eso el problema de la democracia, del respeto no sólo al voto, sino a opiniones y proyectos diferentes, se convirtió tan importante. Y la salida del PRI del gobierno también por el obstáculo que ha representado a la satisfacción de otras necesidades. Y al luchar por la democracia, entonces, nos encontramos con otras fuerzas, corrientes con intereses y proyectos sociales y políticos diferentes, pero que coincidíamos en la necesidad de que se respetaran los derechos democráticos, como los del respeto al voto, la alternancia en el gobierno, etc.
Y creemos, que a muchos compañeros se les olvido que en realidad queríamos quitar al PRI para lo otro, no simplemente por quitarlo, no simplemente para sustituirlo.
Contradicciones y riesgos políticos del periodo
Pero esa otra parte: que es el programa de la izquierda, es ciertamente más difícil de entenderlo, es decir, un programa distinto, de transformació de toda la sociedad, no simplemente quitar a alguien del Gobierno; pero tantos años de pelear contra el PRI y quitarlo, metieron una idea de que era el objetivo fundamental, como si eso fuera para lo que peleáramos, como si nuestro objetivo fuera solamente cambiar al que esta en el Gobierno, y no cambiar la política y la sociedad que, entonces cuando tu te acuerdas otra vez de que tu proyecto de izquierda, no se acababa ahí, sino que iba mas allá, y que te acuerdas también que durante 70 años parecía sin embargo imposible quitar el PRI, podemos soñar, porque lo que parecía imposible para muchos de mi generación y otros compañeros que estaban antes incluso que nosotros, que pensaban que hay que luchar contra el PRI pero que era dificil quitarlo.
Y eso es muy importante para nosotros, que todo lo que parece imposible se puede lograr, porque ahora las nuevas tareas que se nos vienen por enfrente, muchos van a decir eso esta muy difícil, eso no se podrá lograr; no sueñen. Nosotros decimos si ya logramos algo que parecía imposible, si podemos lograr lo otro , pero aquí es importante entonces, tener una visión de largo plazo, en donde no nos desesperamos y entonces decimos si en el 2000, lo que ocurrió con el triunfo de Fox, es el hecho de que por fin, así como en el 88, cuando el voto a Cuautemoc era mas grande que el voto de la izquierda tradicional y que significaba que por fin habíamos arrancado una parte del PRI, al voto en contra del PRI, en el 2000 lo que significa es que también hubo un voto mas grande todavía que se le voltio al PRI, en contra del PRI, pero que había gente que a veces pensaba como priísta, pero como dice el documento, el problema del PRI no son solamente los dirigentes, tipo Muñoz Ledo sino gente que piensa como priísta, no se da cuenta, pero piensa como priísta, aun sin estar ya en el PRI; porque es una educación que se ha adquirido de toda la vida.
Pero todavía le parecía muy grueso irse de un pensamiento priísta hasta un pensamiento de izquierda, porque es un salto que parece muy fácil para nosotros, pero para el común de la gente no, y entonces se queda en un paso intermedio, lo que sea más fácil, y lo más fácil es, como dice el documento, votar por la salida del PRI, por "el cambio", no por el programa de Fox, sino contra el PRI, expresar con un voto el hartazgo con el PRI: Un voto mayoritariamente o una muy buena parte en contra del PRI, más que un voto por la derecha, o por el programa del PAN o por el programa de Fox.
Entonces en el 2000 lo que sucedió fundamentalmente, más que los errores y las fallas del PRD, como mucha gente ha insistido, o de Cuauhtémoc o lo que sea , lo que sucedió sobre todo es que la gente llego aun primer nivel de voto contra el PRI, pero que todavía no se decidía a hacerlo por la izquierda, porque era su primer pasito, la derecha pensó que ese era un voto por la derecha, por el programa del PAN, por el foxismo, y empezando los primeros meses, incluso antes de la toma de posesión del propio Fox a actuar como si ya tuvieran todas consigo.
Fox y sectores de la derecha recalcitrante quisieron creer que la gente habia votado por el programa de la derecha y actuaron en los primeros meses muy beligerantemente, incluso antes de la toma de posesion de Fox, como se vio en los casos de Guanajuato, Aguascalientes, Baja California, etc. Pero en varios de esos momentos hay una reaccion desde la sociedad poniendo el alto a la ofensiva derechista.
El caso mas significativo es el relativo a la marcha zapatista del 2001, porque primero Fox hace demagogia con la presentación de la iniciativa de la COCOPA y luego quiere evitar que el EZLN marche al DF. El gigantesco apoyo popular a las demandas indígenas y la marcha del EZLN demostro, contundentemente, que el voto por Fox no era un voto mayoritario por el programa de la derecha. Si eso hubiera sido cierto, la marcha del EZLN no habria tenido el apoyo logrado.
Obviamente esto no ocurre en el vacio y el PAN y Fox tratan de capitalizar a su favor aquel voto del 2000 a favor de su programa y de su orientacion de derecha. La critica a una supuesta parálisis del Congreso lo que pretende ocultar es el hecho de que hay una relacion de fuerzas que no le permite al PAN y a Fox avanzar fácilmente. Hay resistencia, tanto en el nivel institucional como al nivel social, tanto en el congreso y la lucha de partidos, como en el lento desarrollo del movimiento social.
El riesgo es que ante el desprestigio del gobierno de Fox, su evidencia de orientación derechista antipopular y ante la crisis del PRD, el voto del electorado se comporte como quien cometio un error y regrese al PRI. Esa es la importancia de la elección intermedia del 2003 en que Fox pretende lograr una mayoria que le permita mayor comodidad para realizar su programa. Y es tambien el reto por si el PRI apuntala la imagen de que regresa porque el electorado lo ha perdonado.
Recomponer el programa, reagrupando a la izquierda socialista
El problema, entonces, es que en la izquierda fue predominando la idea de que el problema era estrictamente la alternancia. Era, como dijimos, un problema necesario resolver; esa es la significacion del programa de la revolucion democratica representada por el PRD. Pero habiéndose dado la alternancia en la Presidencia e imponiéndose claramente, sin ambages y la demagogia priista, un programa de derecha, es cada vez mas imperioso un programa de la izquierda anticapitalista, es decir socialista, revolucionaria.
Ahora es mas clara la limitación del programa de la revolucion democratica. Pero incluso en ese terreno la limitación estructural del PRD. El partido que nacio luchando contra el fraude electoral, esta marcado permanentemente por la cultura del fraude en cada elección interna, notoriamente en las mas importantes, como es la de la elección de su dirección nacional, de su presidencia de partido.
Pero, ademas, en esta pasada elección interna desde la izquierda del PRD se levantaron voces, como la de Cuauhtémoc Cardenas, diciendo que no era posible mezclar el agua con el aceite en el PRD. Difícilmente habria habido en el seno del PRD una candidatura mas a la izquierda que la de la compañera Rosario Robles , tanto por sus posiciones como por su trayectoria. Y sin embargo, cuando triunfa en la elección interna (de nuevo en medio de cuestionamientos al proceso electoral y la anulación de diversas votaciones) esa opcion, la que algunos pensaban podria darle un carácter radical al PRD, termina asegurando una conciliacion con la derecha del partido. Una conciliacion que la logica estrictamente electoral obliga porque el primer gran reto para Rosario Robles es la eleccion del 2003 y frente a ello debe subordinar toda otra consideracion. Y aunque ahora los Consejos Nacionales del PRD, por iniciativa de Rosario, discuten politica y no simplemente acuerdos de campaña y cuestiones estatutarias, entre la disyuntiva de transformar radicalmente al PRD o de prepararse para las elecciones intermedias del 2003 conciliando y sumando todo tipo de fuerzas, obviamente se impone la logica de un partido estricta y pragmaticamente electoral.
De nuevo entonces, queda claro que esa dinamica lleva a la izquierda a subordinar su proyecto a la institucionalizacion, a la perspectiva estrictamente electoral es decir, exclusivamente a la alternancia gubernamental y no a la reorientación de la sociedad en su conjunto apoyándose en la lucha social. No somos abstencionistas, ustedes lo saben.
Pero lo que estamos planteando es que la perspectiva de la izquierda no puede subordinarse exclusivamente a las necesidades electorales, de simple alternancia y todo tipo de acuerdos inmediatistas e incluso oportunistas en aras de eso. Hay otros metodos que en la practica se estan demostrando que no son simplemente contestarios, como nos critican, porque tambien logran resultados.
La lucha de Atenco, por ejemplo, con un metodo no subordinado a lo electoral, parlamentario e institucional logro algo que parecia imposible, porque atenta contra proyectos neoliberales fundamentales como el Plan Puebla Panama, que es impedir la edificación del nuevo aeropuerto internacional en sus tierras.
Es decir, requerimos una opcion de programa de largo plazo que no es solo la revolucion democratica, sino la revolucion social.
Frente a eso, lo que se va requiriendo cada vez más es una opción de izquierda radical, rupturista mas alla de la alternancia gubernamental. El dilema esta en poder definir un proyecto, en efecto, de programa actualizado frente a las nuevas circunstancias, frente a los cambios que han ocurrido. Eso es lo que proponemos desde el PRT. No caer en la trampa institucional de las disputas simplemente por cargos en el gobierno, en los ayuntamientos, y en las diversas instancias de cooptacion al sistema. No se trata, pues, de ser una izquierda gestionaria y administradora de la pobreza, en un cuadro donde no tenemos ningun tipo de control real sobre las decisiones politicas y economicas.
Lo que esta ocurriendo en México a la izquierda, es que queda atrapada con una lógica institucional, en donde conseguir el voto, se convierte en el objetivo, a como de lugar, no importa con que programa, con que candidato, en que condiciones, olvidando lo que es el objetivo a largo plazo, por el de corto plazo del voto. No es un problema solo de México con el PRD, es de varias partes de America Latina. Como el caso del PT en Brasil, el Frente Amplio en Uruguay, el FSLN en Nicaragua, donde el programa se rebaja, el discurso gira al "centro" y se establecen alianzas con sectores de la burguesía "desarrollista" o "nacional".
Es necesario ser de oposición. Y acumular fuerzas en los movimientos sociales, en los sindicatos y las corrientes clasistas, en el movimiento campesino y en las comunidades indígenas. Haciendo alianzas con los compañeros de la izquierda del PRD y con el zapatismo que no solamente esta representado por la comandancia en la selva, sino por decenas de miles de luchadores, especialmente del movimiento indigena, aunque no solo, que se identifican con ese zapatismo radical de los de abajo, aunque no militan ni pueden hacerlo en estructuras "oficiales" del zapatismo.
Debemos actuar en esta recomposicion política de la izquierda mexicana "haciendo política", con una perspectiva de lucha por modificar las relaciones de fuerzas entre las clases y...luchando por el poder.
Luchar por el poder en todos los escenarios políticos y sociales , para transformar esta sociedad, como perspectiva general de hacer politica, porque nos dimos cuente de que, si teniendo el gobierno de la Ciudad de México no puedes cambiar todo, mas difícil sera empezar por pedacitos, comunidad por comunidad, municipio por municipio,sea Copalillo, Garcia, NL; o La Realidad en Chiapas. Tienen ahi un número de la revista Convergencia Socialista, hago propaganda, dedicado a la discusión con la concepción zapatista, de "cambiar el mundo sin luchar por el poder".
Es una discusión que está atravesando toda la izquierda, la que está dentro del PRD, la que está afuera del PRD, los que estan en el zapatismo o los que hoy se empiezan a desencantar de la ideología vacia del "no poder". Se trata de reconstruir una perspectiva y una opcion que no reduce la lucha por el poder a la disputa por espacios gubernamentales, no importa con que programa y que alianzas, pero que tampoco se niega a dar cualquier lucha politica, asqueados por el electoralismo de algunos partidos. Una opcion que no tira el agua sucia con todo y el niño, diciendo que no sirve la politica y los partidos, sino que entiende la necesidad de otra politica y otro tipo de partidos.
Entonces por eso nosotros decimos: se necesita ir construyendo una referencia política, no electoral, porque electoralmente puede ser el PRD, tiene que seguir siendo en algunas circunstancias, pero una referencia política, un reagrupamiento político claramente de izquierda, y que dice esta es nuestra opción y que nosotros, no luchamos solamente por acuerdos coyunturales tácticos que ya conocemos, para ver a quien impulsamos de candidato, que votos juntamos, que sumamos, sino que luchamos contra el ALCA y la privatizacion de la industria electrica, por el respeto de los acuerdos de San Andrés y la necesidad de iniciativas politicas de lucha en el sneo del movimiento indigena, por un proyecto de independencia, de soberanía del país frente al imperialismo, por la construccion de alternativas de organizacion de lucha y clasistas, etc.
No solamente en el terreno electoral institucional, sino como lo demuestra la experiencia de Atenco en la lucha políticay social directa, en la acción directa. Recuperar esa parte sustancial del programa y del método de la izquierda y eso no lo podemos hacer solos, los del PRT y de Convergencia Socialista aun presentes en el seno del movimiento indígena, en el movimiento feminista, en varios movimientos, sindical o campesino, pero como opción política no lo podemos hacer solos. Necesitamos un dialogo con el sector de la izquierda que esta dentro y fuera del PRD, para hacer un agrupamiento político que no implica una desafiliación, pero que implica un reagrupamiento con una referencia política, que le dice a la gente, como está diciendo ahora la experiencia de Atenco, se puede luchar de otra manera también.
Nuestra propuesta es, entonces, ir construyendo esa opción política propia de la izquierda socialista. No se trata ahora de un nuevo partido electoral. Se trata de crear una referencia política para la lucha, para analizarla y presentar propuestas alternativas, no simplemente del cálculo de votos o de pasos institucionales.
No es un acuerdo cortoplacista, para conseguir candidaturas o cargos de elección popular, como las alianzas que se hacen y deshacen en el PRD según los momentos electorales. Pero tampoco para convertirse en una referencia apolítica, una referencia que se niega a participar en la lucha política, a tomar posición política, que se pretende, como se dice ahora, simplemente ciudadana, no partidaria. Nosotros sí tomamos partido y pensamos que es necesario un partido de la izquierda socialista. Lo que pasa es que no limitamos la acción de un partido de la izquierda simplemente al registro electoral.
Por eso nos oponemos a la concepción que considera que un partido existe porque tiene reconocimiento legal para participar electoralmente. Queremos un partido para la lucha, tenga o no tenga reconocimiento electoral. Por eso cuando algún compañero dice: si vamos a fundar un nuevo partido tenemos que estar seguros de que no estaremos con la angustia de refrendar el registro, simplemente luchando por mantener el registro. Es que esa visión se queda en la idea de que partido político es cuando es reconocido por el IFE. Y no circunscribimos nuestra concepción de partido a esa noción. No porque tengamos vocación por la ilegalidad, sino porque no tenemos que subordinarnos a esa concepción electoralista de lo que es un partido político (1).
Obviamente esa concepción es la que está prevaleciendo en este momento. Con la idea de simplemente ganar votos, ganar cargos de elección popular, ejercer el derecho a la alternancia por la alternancia misma.
El sistema de partidos está en crisis y los partidos "tradicionales", es decir el PRI, PAN y PRD, quisieran evitar el surgimiento de nuevas opciones que cuestionen su monopolio de la participación político-electoral. Por eso las modificaciones legislativas se orientan a mantener la hegemonía de esos tres partidos y evitar el surgimiento de nuevas opciones que, desde abajo, desde la sociedad van presionando por romper las camisas de fuerza que impuso el PRI durante décadas (no por nada varios de los partidos que han solicitado su registro, así como varias de las casi 80 agrupaciones políticas que se han registrado provienen del PRI o están constituidas por militantes priistas). Pero al mismo tiempo, varios de los partidos que buscan su reconocimiento están atrapados en la lógica estrecha del electoralismo, del oportunismo electoral y de la búsqueda del "centro" (o la definición socialdemócrata, que gustan todos decir) para evitar definiciones políticas precisas o claridad sobre los proyectos de nación en su conjunto.
"México Posible", por ejemplo, encierra en su nombre su definición. Ya no se trata de luchar por utopías, como se propusieron los partidos de la izquierda socialista al crear sus paradigmas de lucha, sino simplemente de luchar por lo que es Posible . Es la misma idea que supone que "radicalismos" alejan votos y que es mejor un perfil "ciudadano", no definido que, al contrario hace gala de pragmatismo y de tal flexibilidad no dogmática que puede hacer como hizo Diversa, la agrupación política antecedente de "México Posible", alianza al mismo tiempo con tres partidos diferentes (PRI, PRD y DS) para los comicios del 2000 postulando candidatas en los tres al mismo tiempo.
Cuando se definen como una opción que no es parte de "la clase política", sino una "opción ciudadana" se contradicen en la práctica pues es una práctica típica de eso que se llama peyorativamente "clase política": la lucha por el poder por el poder mismo, no importando métodos ni principios, que eso es lo que significa participar simultáneamente por tres partidos diferentes.
La reconstruccion de una opcion fuerte, con presencia nacional y social, de la izquierda socialista la entendemos, en resumen, no simplemente por el autodesarrollo del PRT, sino como un proceso de reagrupamiento de militantes, organizaciones, corrientes identificadas con esta perspectiva de izquierda, aunque hoy esten adscritas en diversos espacios de militancia politica o incluso de partidos como el PRD, pero que coincidiendo con esta perspectiva, creamos un espacio comun de reflexion, elaboracion y accion politicas que apunta hacia ese reagrupamiento. Un reagrupamiento que no se presenta como otro partido electoral, en busqueda de su registro o de acuerdos coyunturales para la postulacion de candidaturas o la disputa de cargos, pero que representa una referencia politica en el movimiento. Nosotros proponemos a Convergencia Socialista, agrupacion politica nacional, como ese espacio politico comun que se facilita por el caracter de la propia Convergencia Socialista, pero incluso, ante la posibilidad de acuerdo con otras agrupaciones politicas, el espacio comun puede ser un frente o alianza mas amplia. Es un frente suprapartidario porque no se pretende como partido electoral y esta por encima de ese tipo de afiliacion. Es un frente politico, aunque eventualmente puede contener tambien movimientos sociales o corrientes del movimiento, que esten acordes con una perspectiva politica. Porque no se trata de crear un comite de apoyo a determinada lucha, sino una referencia para la accion politica, para la militancia politica. La actualizacion del programa de la izquierda socialista tampoco puede reducirse el dia de hoy a la integracion de una comision redactora, sino a una redefinicion conjunta en el proceso de este reagrupamiento de la izquierda socialista.
(*) Dirigente del PRT, director de Banderar Socialista y Convergencia Socialista. Es miembro del Comité Ejecutivo Internacional de la Cuarta Internacional. Lo que publicamos es una versión editada y resumida de su ponencia realizada en el encuentro sobre perspectivas de la izquierda que tuvo lugar en Garcia, Nuevo León el 2, 3 y 4 de agosto del 2002 (ver nota en Bandera Socialista No 1, septiembre 2002). Esta versión también ha sido publicada en la revista Desde los 4 Puntos No. 47, diciembre del 2002. En la reunion en Garcia, N.L., participaron representantes de la Alianza Social de Izquierda (ASI) del PRD, militantes de Convergencia Socialista que participan en el PRD, compañeros y compañeras del PRD de Monterrey, y representantes de Convergencia Socialista Agrupación Política Nacional, y tambien del Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Nota
(1) Remitimos a la concepcion que describimos en "Construyendo el partido" en A 25 años de la fundacion del PRT. El socialismo: vigencia, retos y dificultades por Octavio Rodriguez Araujo, Sara Lovera y Edgard Sanchez. Carpeta izquierda, Mexico, 2001.