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Opiniones

Sobre el texto de presentación del libro de Néstor Kohan...
Un extraño furor se apoderó de la intelectualidad argentina

Luis Alvarado.

La idea de que Negri se convirtió en "una nueva moda" en la argentina es difícilmente argumentable. se podría decir, incluso, que el "extraño furor" que "se apoderó de la intelectualidad argentina" ha sido el rechazo a los planteos de Negri.
Dos libros (el de Borón y el de Kohan), innumerables artículos (nuevamente Borón y Kohan, a los que se suman Dri, Castillo, Feinmann y tantos otros), la cátedra libre Karl Marx dedicada todo un año a criticar los planteos negrianos, etc.
Frente a toda esta actividad, es casi imposible rastrear apoyos explícitos, a lo sumo los que existen algunos textos (algunos artículos de Luis Mattini, el libro del Colectivo Situaciones) en el que se considera a negri un interlocutor con el cual resulta fructífero establecer algún debate.
Por otra parte, sorprende la afirmación de que "No se podía intervenir en una asamblea, ya sea universitaria o de cualquier otro tipo, si no se utilizaban los términos "redes", "biopolítica" o "contrapoder", tan caros al postestructuralismo." y nos lleva a pensar si el autor del texto en cuestión concurrió alguna vez a alguna asamblea popular. Sin siquiera tomar en cuenta a las asambleas del bloque piquete y cacerola (que participan de la ANT), aún en el espacio de "asambleas autónomas" quienes utilizan alguna de las herramientas conceptuales de Negri para pensar sus prácticas están lejos de ejercer la hegemonía ideológica de la que el autor pretende convencernos. incluso una somera revisión de los materiales escritos por el movimiento asambleario (recientemente el asambleísta Nicolás Furlanis elaboró una muy buena selección que está publicada en la sección asambleas de indymedia argentina: http://argentina.indymedia.org/features/asambleas/ ) serviría para poner en cuestión esta afirmación.
Además, es difícil sostener también que el trabajo de negri constituya el "último grito de las academias europeas". Si bien Negri es un intelectual de cierto peso en europa, ni en Francia ni en Italia el pensamiento postobrerista goza de demasiado prestigio académico. Los circuitos de circulación de estas ideas son otros: las revistas militantes, los espacios de discusión, las páginas web de contrainformación.

... si lo dice La Nación .

El segundo argumento crítico presentado es, cuanto menos, simplista. La Nación, como empresa capitalista de comunicación, es un producto semiótico mucho más complejo de lo que en el texto se explicita. Y sus suplementos culturales, como en casi todos los diarios conservadores del mundo, se desarrollan siempre en cierto contrapunto con la línea editorial central.
Un razonamiento de este tipo ("si La Nación dice que es bueno, entonces debe ser malo") supone un nivel de maniqueísmo que difícilmente pueda ser considerado un argumento en un debate teórico.
Por otra parte, Negri en Imperio no "aplaude la globalización". En todo caso, no más de lo que Marx aplaude al capitalismo en el Manifiesto Comunista. En todo caso, contestemos con una cita tomada de Imperio: "Aunque el Imperio puede haber representado un papel en terminar con el colonialismo y el imperialismo, construye, sin embargo, sus relaciones de poder basadas en la explotación, que, en muchos aspectos, es más brutal que aquella que destruyó." (pg39. versión de Eduardo Sadier)

de la izquierda extraparlamentaria a la academia francesa

Esta afirmación, calificada como "transmutación ideológica", es falsa. Negri siempre combinó su militancia con su trabajo académico como profesor de filosofía. Era ya docente en la universidad antes de hacerse comunista y mantuvo relaciones con algunos intelecutales franceses desde mucho tiempo antes de su exilio, por lo demás, en francia (y aun con las limitaciones que supone la condición de exiliado) siguió desarrollando proyectos militantes, como la edición de la revista Futuro Anterior.
Por otra parte, es extraño lamentar que una "trágica derrota" no se traduzca en una "mutación ideológica" desde nuestra perspectiva suponemos valorable que luego de una derrota importante, los militantes reelaboren de manera significativa sus hipótesis de lucha. Evidentemente, no se trata de abandonar los principios fundamentales: Negri fue y sigue siendo comunista.
En Argentina vivimos también una fuerte derrota a partir de mediados de los 70. ¿hay que lamentar también todos los intentos de balance crítico de esas experiencias?
Nadie es profeta en Argentina. Según leemos en el texto, "la impugnación intenta eludir la agresividad para con aquellos que adoptan a negri como su nuevo profeta". Ahora, ¿existirán para el autor de esta crítica, militantes que en lugar de intentar impugnar o adoptar nuevos profetas, leamos a Negri y a otros autores en busca de algunas herramientas de las cuales apropiarnos críticamente en función de hacer más potentes nuestras prácticas? .

la democracia absoluta

Es difícil, en ausencia de alguna argumentación, entender de qué modo es posible oponer "un nuevo poder revolucionario, anticapitalista y antiimperialista" con la "democracia absoluta" de Negri. Democracia absoluta es sinónimo, en Negri, de cooperación sin mando, autoorganización de las capacidades productivas de las singularidades que producen en tanto singularidades. Esta nueva democracia es necesariamente un nuevo poder (es decir, un contrapoder) revolucionario que se opone a toda forma de dominio exterior (capitalista, imperial o imperialista) a su propio proceso.
Resulta demasiado confuso colocar esta formulación en serie con dos apuestas (la de Laclau y la de Giddens) que afirman explícitamente su ubicación dentro de los horizontes del capitalismo.

el problema del poder

Es difícil también entender hacia quién va dirigida esta pregunta por la legitimidad que aparece en el texto: "¿Es legítimo, siquiera, discutir cualquiera de estas alternativas posibles sin incluir en la agenda el problema del poder o, acaso, debemos intentar volver a reflotar las viejas ilusiones de cambiar el mundo sin hacer la revolución?" .
El problema del poder aparece de manera incesante en toda la obra de Negri, a través de su reflexión sobre las nociones de imperio, contrapoder, biopolítica, control, soberanía, poder constituyente, mando capitalista, etc.
Por otra parte, a menos de que se reduzca la revolución a la toma del aparato estatal (una concepción que no es rastreable ni en Marx ni en Lenin ni en Ernesto Guevara ni en ningún otro revolucionario de cierto peso) tampoco se comprende el planteo.

clausurando las polémicas

La indirecta sugerencia de que Negri y Hardt intentan decretar la clausura del debate sobre las formas de construcción de una alternativa al neoliberalismo es directamente contradecida por el propio autor, casi al final del texto: "Es probable que la polémica que desató en Argentina y en el mundo la obra de Negri sea tan solo un síntoma que anuncia el inicio de algo nuevo: un renacimiento teórico de los grandes relatos y un resurgir, dentro de las ciencias sociales, de los grandes paradigmas emancipadores.
Quizás su provocación tenga a largo plazo la virtud de ayudar a revitalizar el pensamiento crítico y a conjurar el malestar de la cultura filosófica contemporánea. Aunque esa meta se logre de forma indirecta, sobre la base de la crítica de los planteamientos de Negri."
salario social garantizado y ciudadanía global .
"Paz, tierra y trabajo" eran las consignas centrales de la revolución bolchevique por su puesto que los partidarios de lenin no se limitaban a reclamar esto. Como tampoco se limita Negri al reclamo del salario social y de la ciudadanía global. Negri es un militante comunista que trabaja por la construcción de una alternativa no capitalista a nivel global. Se puede no estar de acuerdo, se pueden discutir sus hipótesis, pero no creo que la tergiversación de sus posiciones aporte demasiado a los movimientos de resistencia al capitalismo global.

los Estados Unidos

En relación a este punto, la "aclaración imprescindible" bordea la manipulación y la de descontextualización de las citas. Las frases que siguen a la citada en el texto es: "Sin embargo, los Estados Unidos ocupan un lugar privilegiado en el Imperio, pero este privilegio deriva no de sus similitudes con las viejas potencias imperialistas europeas, sino de sus diferencias. Estas diferencias pueden reconocerse claramente en las bases propiamente imperiales (no imperialistas) de la constitución de los Estados Unidos, y por "constitución" queremos decir tanto la constitución formal, el documento escrito junto con sus variadas enmiendas y aparatos legales, y la constitución material, es decir, la continua formación y re-formación de la composición de sus fuerzas sociales." (traducción de Eduardo Sadier).
¿se desconoce entonces la centralidad de la hegemonía norteamericana o se deconocen los fragmentos del texto criticado que no cuadran con la crítica? por otra parte, ¿no estamos hablando del país más endeudado del mundo que, como única manera de sostener esta hegemonía, se lanza a una guerra que prácticamente no puede costear en un territorio que aún no logra controlar? podemos incluso citar aquí a Samir Amin (quien no puede identificarse como partidario de Negri), entrevistado por el mismo Kohan: "
P: ¿Cómo explicar la agresividad político-militar de Estados Unidos? .
Samir Amin: Yo creo que el proyecto del hegemonismo norteamericano se ubica justamente en este marco. La elección de la clase dirigente de los EEUU de militarización, de "guerra preventiva", de guerra continua e "infinita", inclusive, no es la expresión de una superioridad, ni la punta del iceberg detrás de la que se esconden ventajas económicas de los EEUU. Por el contrario, constituyen un medio para compensar su vulnerabilidad en el plano económico, utilizando su ventaja comparativa efectiva en el área del armamento. Por eso eligen esta guerra permanente. Para obligar a Europa y Japón a que sigan siendo sus vasallos, para que continúen alineándose con la política hegemónica de EEUU y financien las guerras norteamericanas. Como sucedió hasta ahora a través de la exportación de capitales permanentes hacia los EEUU."

contratapa y desinformación .

En el planteo de Negri, la multitud no sustituye a la clase trabajadora.
La multitud es un concepto de clase. (ver "Por una definición ontológica de la multitud").
La filosofía de Negri no decreta la muerte de la filosofía marxista, sino que pone en cuestión ese mismo término, afirmando una línea subterránea que va de Spinoza a Maquiavelo y de éste a Marx.