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Opiniones

Quienes son los enemigos

x Profesor J

Eso de amigos y enemigos es horroroso. No deberíamos andar así. Deberíamos poder abrazar en la calle al primero que se nos cruce. Pero no es así y por eso queremos cambiar la situación. ¿Cómo es entonces?

Nuestro vecino no nos saluda, o a veces lo hace de forma escueta, como diciendo: de la línea para alla, tú, y de la línea para aca, yo. Espacios de vida exclusivos y excluyentes, como la propiedad. Y cada uno es portador del manojo de llaves de su propia prisión y del arsenal con el cual la defendemos de los ataques de los otros. Desde pequeños nos atacan a mansalva, para que aprendamos que vivimos en la sociedad autoritaria y hacer lo mismo después con nuestros hijos y todos los que tienen la mala suerte de ponérsenos por delante. Los padres, profesores, autoridades, policías, obispos, jueces, funcionarios, pastores, en fin, toda la fauna de jefes, mandamases, capataces, oficiales, comandantes, representantes, gerentes, administradores, propietarios, guardianes del zoológico y entomólogos que nos pinchan como a escarabajos, nos pisotean a su antojo descargando asi la ignominia y el dolor de cuando los aplastaban a ellos. Asi los psicólogos y psiquiatras los van reparando uno a uno como mecánicos de auto cada vez en más peores condiciones por el mal uso.

Así ésta es la sociedad del pisoteo, yo pisoteo, tú pisoteas, él pisotea, todos nos pisoteamos unos a los otros, mientras unos pocos poderosos andan en las alturas donde nadie puede pisarlos y más bien pueden organizar con calma y relax la pisoteadura generalidada. Andan en avionetas, van a a las montañas nevadas a esquiar, tienen sus oficinas en los últimos pisos de gigantescos rascacielos (ahora muchos las tienen en pisos bajos y en edificios pequeños, por si acaso, pues están aprendiendo a que mientras mas alto, mas duele cuando caen). Esos poderosos, por increible que parezca, son muy pocos, casi un puñado y hasta ahora no los hemos podido sacar de ahí porque nos mantienen pisoteandonos unos a los otros como bailarines de zapateado, como Fred Astaire haciendo melodiosos ritmos con los tacones sobre los cráneos y la dignidad de los otros.

Nos han hecho creer que, en vez de dando pateaduras y zapateaduras a todo mortal que se pone por delante, no solo bípedos, sino tambien cuadrúpedos y todo bicho animal o vegetal que caiga dentro del radio de nuestros zapatos, andamos como bailarinas de ballet dando ágiles y bellos movimientos como gacelas por encima de los otros, aunque nos quieren hacer imaginar que andamos al lado de los demás. Nos tienen y nos mantienen en la Isla de la Fantasia.

Ésos son nuestros enemigos, los capitalistas, los propietarios, sus agentes y representantes, incluyendo obviamente la quintacolumna, que se disfraza de izquierdista y se monta en la grupa como Dulcinea del Toboso hablándonos dulcemente al oido sobre la humanización y no todos perciben como corren por sus fauces las babas sanguinolientas de toda la historia de la dominación. Eso pasa por estar quizás acostumbrados a que nos agarren a patadas y nos pilla de sorpresa que vengan estas modernas Mata Hari, espías del capital, a hacernos cariño en las partes sensibles de nuestra anatomía, psicología y filosofía.

Vamos a conversar un poco y a sacarles las ropas a estos enemigos para dejarlos al desnudo y poder así ver entre todos las llagas supurosas de la lepra de la propiedad, la avaricia, el dinero, la traición, el autoritarismo y el poder:

Los propietarios son individuos que por herencia, robo, explotación, etc. o cualquiera otra modalidad parecida, han acumulado el fruto de la actividad histórica de la sociedad y viven del trabajo ajeno. Algunos son estrellas científicas como Billy Gates, otros son buitres que se han encumbrado sobre las ruinas del capitalismo de estado de Europa oriental, como Soros. Otros son empresarios industriales como Alencar, el vice-presidente de Lula, y así en adelante. El invento de las sociedades anónimas y fusión de empresas ha conseguido separar a los ojos del público al dueño de su propiedad, por ejemplo, el McDonalds, que es objetivo de quiebres y ataques sostenidos por parte de rebeldes en muchos lugares, que no pierden de vista que esa cadena de veneno solo puede existir porque en general existe y predomina la propiedad y la ganancia. Algunos dicen que el McDonalds es sólo un símbolo, que nada se consigue destruyéndolo, pues de lo que se trata es acabar con el capital. Lo extraño es que quienes más insisten en ello son justamente los que establecen alianzas con el capitalismo, los que nos llaman a votar en las elecciones y tiemblan ante la posibilidad de que las masas se escapen de la red ideologica del sometimiento. Estos capitales, propietarios, empresarios, etc, se articulan hoy dia en el capitalismo mundial, una enorme tela de araña donde la existencia de uno es condición para la existencia del otro, se apoyan mutuamente, compran y venden entre ellos. Son como una pirámide, cuya cúspide es el capital financiero internacional, resultado de la fusión entre el gran capital productivo y bancario, que circula de país en país en pos de las ventajas que permitirán grandes masas de ganancia a costa de los sacrificios y mayor expoliación de los pueblos debidamente controlados por los estados, cuya función hoy no es más que de intermediación entre ese capital circulante y la plus-valía de la población del planeta. En fases anteriores del desarrollo del capital, cada estado era el espacio de control y explotación de mano de obra de un sector del capital, que llamaban burguesía nacional o burocracia, que por su vez sembraba en la población el patriotismo necesario para cohesionar a los explotados en torno a su propiedad para producir su ganancia. La crisis de ese modelo llevo al neoliberalismo o globalización que, por su vez, también ha entrado en secuencias de crisis cada vez más próximas las unas de las otras, lo que ha llevado a algunos a levantar nuevamente la tesis de los estados nacionales para volver al modelo anterior del welfare state y de los frentes populares, mientras los sectores de la cúspide de la pirámide intentan transformar el planeta en una cárcel militarizada. De ese modo aparece el capital en general como una contradicción secundaria (o sea, amigable, negociable) entre ciertos capitalistas locales y el capital financiero. Algunos teóricos desdibujan ese capital internacional pretendiendo mostrar que la contadicción se presenta entre países, por ejemplo Estados Unidos y el resto, lo que se ve favorecido por el guerrerismo yanqui y ultimamente se ha mostrado como la pugna entre franceses y alemanes por un lado y estadounidenses por el otro, como se vio en la última reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde franceses, rusos, chinos y otros impidieron (bueno, es un decir) la aprobación inmediata de los planes de invasión a Irak. El fantasma de la guerra y las aparentes contradicciones entre capitalistas están siendo utilizados para imponer en la sociedad un nuevo modelo de explotación, que en parte retoma las bases del estado de bienestar y la economía keynesiana, asi como las tesis del desarrollismo, mientras por la otra se estrecha el cerco de la presencia del capital internacional. Dos buenos ejemplos de ello son Brasil y Ecuador, donde las ficticias victorias de la izquierda se estan mostrando nada más que como una nueva modalidad de negociaciones con el FMI, el Banco Mundial y demás órganos del capitalismo a escala global. Las masas fueron llevadas a votar contra el FMI y luego fueron engañadas por la renovación de los acuerdos con esa institución. ¡Caramba! Los empresarios locales han conseguido el apoyo de sectores populares organizados verticalmente y sometidos por las consignas disciplinadas de dirigentes que durante largo tiempo se fueron instalando como negociadores, en Brasil fue el PT y en su ausencia en Ecuador fueron las fuerzas armadas, que siempre deben ser consideradas como un partido más del capital, asi como las iglesias, y no es por otro motivo que las comunidades originarias en ese pais (los socialdemócratas de Petras) se encuentran en estado de alerta presionando a Gutierrez, lo que hay que hacer también contra Lula.

Si en una epoca de expansión del capital, como fue la pos-guerra, parecía que eran de utilidad los frentes populares para una política de alianzas con el llamado capital nacional, lo que no dio más que mayor explotación de los pueblos y acumulación de ganancias, hoy, en una época de notorio declive del capitalismo y expansión de la resistencia desde abajo por todo el planeta, esas políticas son criminales, pues sólo garantizan la continuidad de la propiedad, el fortalecimiento de los estados y en absoluto van a ser un freno a la voracidad capitalista como nos dicen los portavoces de la humanización o modernización del capital, las Dulcineas babeantes.

Así es falso que esas banderas de la humanización y de la modernización sean enfocadas contra la guerra y el abuso, sino que son artilugios demagógicos para disfrazar el nuevo modelo que se nos pretende imponer y que resuelve teóricamente las aparentes contradicciones de un capital internacional voraz y depredador con un capital nacional humano, patriótico y con sentido social. Este nuevo modelo viene a resolver dos problemas graves que enfrenta el capitalismo, uno, el de su propia crisis, y dos, el aumento de la resistencia de los pueblos. Integrando a los pueblos en las consignas de la humanización matan esos dos pájaros de un tiro, aumentan la base de apoyo y subordinación a la propiedad para sortear la crisis y neutralizan las salidas autónomas por abajo.

Por eso que Attac y el Forro-circo de Porto Alegre son la quintacolumna del capital, los responsables de llegar a las masas y subordinarlas para traerlas a la alianza con la burguesía retirandolas del ritmo creciente de la lucha contra los estados, gobiernos y sus medidas, para llevarlas de vuelta a los espacios electorales e institucionales, o sea, a los brazos del enemigo.

Es obvio que las bases engañadas de gente honesta de Attac y los militantes de los aparatos envueltos en esta siniestra trama, así como muchos cándidos participantes del Forro-circo, no son enemigos de los pueblos, muy por el contrario, son parte de ese pueblo y su deber es rebelarse contra esas políticas nefastas de traición, golpeándolas duramente y abandonándolas para sumarse a la dinámica de la resistencia activa que crea una nueva sociedad desde abajo. Por eso también es falso que no haya con que substituir el capitalismo como nos dicen los mentirosos de Attac, pues la alternativa ya está creciendo en todas partes en la forma de asambleas horizontales autónomas que construyen el poder popular que substituirá no sólo el capitalismo, sino también sus instrumentos de dominación: los estados.

Así, para no equivocarse, pues hay alguno por ahí que dice que escribo contra la izquierda, la culpa la tienen esos traidores que se colocan en el camino. Si luchamos contra el capital, los que se alían con él es obvio que van a recibir la andanada. Y por eso le he ofrecido a la Susan George darle un buen tortazo cuando la encuentre.

Abrazos.
Profesor J
profesor_j@yahoo.com