VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Opiniones

7 de noviembre del 2003

Hacia India 2004... con escala en el Foro Social Europeo
Dilemas de los Foros Sociales

Sergio Ferrari

Luego de tres ediciones de éxitos sucesivos y crecientes en Porto Alegre, Brasil, el Foro Social Mundial (FSM) se traslada en enero 2004 a Mumbai, India.

De aquí hasta allá, el Foro Social Europeo (FSE) de París, Saint Denis, Ivry y Bobigny -13 al 16 de noviembre- se perfila como una escala continental importante. De reiterarse la pujanza del primer FSE de Florencia del año pasado y la riqueza de debate y participación, el FSM de India llegará conceptualmente reforzado.

DESPUES DEL PARTO... CRECER

Cómodamente nacido en la capital mundial del *presupuesto participativo* y acunado por un pujante movimiento social brasilero, el FSM dará en 2004 un salto al vacío.

La necesidad de su universalización prima en este paso sobre la actual consolidación de la convocatoria portoalegrina. Y si bien la decisión de trasladarse de Sudamérica a India no fue fácil, estuvo presente desde la misma concepción embrionaria del Foro.

El desafío estratégico de esta cuarta edición será tan significativo como arriesgado. Y si bien en pocos rincones del mundo la logística y las condiciones de existencia podrán ser mejores que en la capital del Estado de Río Grande del Sur, desembarcar en Asia anticipa una posible mayoría de edad de este espacio alter-mundialista.

Pocos continentes como el asiático, con casi la mitad de la población mundial, tendrán un papel futuro tan decisivo para el planeta entero. Y si Brasil fue *gigante* en el marco de un Foro *euro-latinoamericano* de las tres primeras ediciones, en India se decidirá la implantación o no del FSM como espacio mundial.

India reunirá al FSM con la garantía de organizaciones sociales, especialmente campesinas, que cuentan sus miembros por millones; con una larga historia de lucha y conciencia anti-colonial y con las contradicciones de un país hiperpoblado, estratificado y con perfil de continente propio. Además, con una visión cultural totalmente diferente al occidente, en la cual la misma concepción de la política tiene códigos propios.

Una ocasión única para mezclar experiencias; para saltar el elenco un tanto repetitivo de las personalidades que animaron hasta ahora los tres foros anteriores y, sobre todo, para enraizar la dinámica del FSM en otros procesos y movimientos sociales.

NADA ES TABU PARA EL ALTERMUNDIALISMO

*Debatir todo para encontrar alternativas*, puede reactualizar la consigna *Otro mundo posible* de las tres primeras ediciones. Y en ese debate, la experiencia, los déficits, las frustraciones y las síntesis indicativas de Porto Alegre, así como de Florencia y París, serán preciosas.

De allí el reto para el movimento altermondialista de sistematizar los caminos ya andados confrontando con madurez los más profundos retos y dilemas.

Primer dilema de base de cara a Mumbai 2004: la compleja relación cantidad-calidad. ¿Cómo lograr una participación amplia y masiva y al mismo tiempo dar un paso adelante en la calidad de la reflexión estratégica? Y sobre todo, ¿ cómo asegurar llegar a síntesis en un universo de participación tan desbordante y heterogénea?.

Si bien es cierto que la universalización (geográfica, sectorial y temática) de la discusión aparece como necesidad vital en la esencia misma del FSM, no menos evidente es que nutrir al movimiento social con alternativas viables al actual modelo dominante se convierte en exigencia cada día más apremiante.

No sólo para asegurar la sobrevivencia del planeta y del ser humano sino también para impedir que la nueva lógica bélico-hegemonista (que dio un salto en la guerra contra Irak) siga avanzado en la destrucción social y ecológica de la tierra.

Dilema adicional : ¿ cómo asegurar que el FSM no pierda la riqueza de la amplitud democrática de sus actores/participantes evitando al mismo tiempo caer en un laberinto indigerible e incoordinable? Diversidad y síntesis aparecen como caras opuestas de una misma moneda. Falta todavía encontrar la metodología que haga viable esa dialéctica por el momento parcialmente entrabada. Desafío esencial de la India 2004.

Concebido originalmente por los convocantes como espacio de debate, de intercambio de experiencias y de articulación (puntos 12 al 14 de la Carta de Principios), la naturaleza misma del FSM mundial entrará al debate en India a partir de su prematuro desarrollo. Nuevo dilema clave, en este caso con respecto a su identidad: ¿ debe el FSM o no convertirse en un Movimiento de Movimientos Sociales, más sólido y estructurado que lo que se pensó en el 2001 cuando vio la luz del día o debe mantener como un Espacio de reflexión y debate?

Si bien el consenso abunda en que es inimaginable transformar al FSM en una internacional política es también evidente el paso adelante que diera en noviembre del 2002 el Foro Social Europeo de Florencia, Italia, en cuanto a su capacidad de convocatoria y de disputa política en una coyuntura atravesada por la guerra inminente.

La propia experiencia que vivió el movimento alter-mundialista en el 2003 será un punto importante de reflexión en la cuarta edición del Foro. Las mayores movilizaciones anti-guerra que haya conocido la historia del planeta son hijas *naturales* del Foro Social Mundial. La del 15 de febrero del 2003, reunió el mismo día a casi 15 millones de manifestantes en 600 ciudades diferentes, convocatoria que se repitió apenas en una dimensión menor cinco semanas después el 22 de marzo.

Y de ahí un dilema no menos importante: ¿un FSM para la reflexión, el debate y la socialización de agendas o un FSM que adicionalmente se convierta en promotor de la movilización planetaria contra la globalización neo-liberal y sus variantes bélicas?

En la medida en que expresiones locales (como fuera el caso del Foro Social Lemanique en la movilización anti-G8 de Evian de junio 2003) convoquen a la protesta ciudadana, dos temas aparecerán como prioritarios para el debate en Mumbai: el de las formas de lucha, por una parte, y el del riesgo a la « ilegalización » para su deslegitimación.

En tres momentos la Carta de Principios del FSM se posiciona con respecto al tema de la violencia. Cuando se opone a « toda visión totalitaria y reduccionista de la historia y al uso de la violencia como medio de control social por el Estado ». Cuando propugna por « relaciones igualitarias, solidarias y pacíficas entre las personas, razas, géneros y pueblos... » y cuando cierra la participación « a los que atenten contra la vida de personas como método de acción política ». La Carta acepta, sin embargo, la reflexión « sobre los medios y acciones de resistencia y superación de esa dominación (del capital)... »

La movilización ciudadana amplia, por más no-violento que sea el espíritu convocante, entraña la posibilidad del roce, de la provocación del poder hegemónico, la confrontación.

Y si bien Florencia 2002 -más de un millón de manifestantes en la calle- y la movilización anti-guerra de febrero-marzo 2003 prueban las virtudes de la masividad, la militarización creciente del Estado para frenar el anti-Davos (enero del 2003) o para obstaculizar el anti-G8 (junio 2003 en Evian, Ginebra y Lausana) expresan la cara del poder y el riesgo a la provocación.

Riesgo que aumentará con el paso del tiempo y con la consolidación alter-mundialista. Ya se contemplan los primeros signos del esfuerzo de los grandes medios de prensa y del poder político por deslegitimar al movimiento que apueseta a mundialización. Identificar alter-mundialismo con terrorismo será una estrategia cada vez más usual por parte de muchos Estados.

Será un desafío de la ciudadanía planetaria -y Mumbai 2004 puede convertirse en un marco ideal para ello- de confrontar y derrotar esa tan peligrosa como falsa simetría.

LA SANA OBSESION DE LAS ALTERNATIVAS

Si el diagnóstico sobre el estado actual del planeta y de la lógica del sistema hegemónico constituyó hasta ahora el eje de la reflexión en el FSM, la India 2004 debería lentamente comenzar a priorizar las alternativas viables a la globalización neo-liberal.

Es imperante un cambio de clave; una readecuación del esfuerzo; una nueva organización de la estructura del foro mismo; una redefinición temática. En suma, empezar a sistematizar desde abajo arriba, desde lo local a lo global, la variada gama de experiencias alternativas que ya se aplican. Buscar los comunes denominadores. Exponer sus potencialidades. Evaluar sus debilidades.

Si bien es cierto que el actual sistema necesitó más de dos siglos para imponerse y que es inimaginable en cuatro, cinco o diez años encontrar las alternativas globales al mismo, la credibilidad en el cambio se fortalecerá en la medida que el mismo pueda probarse, compartirse y universalizarse.

Varias convicciones deberán auto-imponerse en esa búsqueda. En primer lugar, la convicción del movimiento social planetario de su propia capacidad propositiva. En segundo lugar, el convencimiento que la gran alternativa al actual sistema no resultará de un golpe de magia sino de la sistematización y acumulación de centenas y centenas de alternativas locales diferentes.

Además, la comprensión flexible de los tiempos históricos. Si bien es cierto que nadie puede exigir al movimiento ciudadano mundial una alternativa acabada en cuatro años de existencia del FSM, también es cierto que las víctimas de la guerra, de la miseria creciente, de la marginación social y de la destrucción ecológica tienen derecho a expresar su nerviosismo (por no decir ansiedad) y la exigencia de cambios efectivos a la lógica dominante autodestructiva.

De esa sana obsesión por encontrar alternativas dependerá , en última, la vigencia del Foro Social Mundial - y de los Foros regionales como el europeo-, que pueden encontrar en su nuevo rostro asiático un estímulo adicional de concreción, conclusiones propositivas y universalidad.