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Opiniones

25 de octubre del 2003
Argentina: a un año del Argentinazo

James Cockcroft
Rebelión
El siguiente artículo por James D. Cockcroft es de International Viewpoint (IV), No. 347 (febrero 2003), pág. 15 - 22, donde aparece junto a 15 fotos del autor. También aparecerió en dos entregas de Against the Current (en los Estados Unidos), la primera parte en la edición de Marzo/Abril. Esta versión en castellano fue publicada como folleto por Socialismo Libertario en Buenos Aires en agosto de 2003.

"La fábrica, sin trabajadores, no funciona. Pero sin patrones ¡sí que funciona, y qué bien! Nosotros, con los compañeros le vamos a demostrar que el país funciona con las manos de los trabajadores y no con las manos ladronas de los políticos". - Raúl Godoy, trabajador de la fábrica Cerámicas Zanón bajo control de los trabajadores y secretario general del sindicato de trabajadores ceramistas SOECN (1).

El 21 de noviembre de 2002, concluí mi extensa entrevista con tres trabajadoras de Brukman Confecciones, histórica fábrica textil controlada por sus trabajadores, en el barrio Once de Buenos Aires.

Dándome cuenta de la amenaza que significaba su ejemplo para el sistema capitalista, pregunté: "¿Están asustadas?". "No", respondieron sonrientes. "Estaba asustada al principio", agregó una, refiriéndose a la terrorífica noche del 18 de diciembre de 2001, cuando ella y 19 más de las 115 personas que componen las fuerzas trabajadoras, que mayoritariamente son mujeres, permanecieron toda la noche en la fábrica abandonada por sus dueños con el fin de preservar sus trabajos. "Pero después consolidamos una organización propia, por lo que no estaba más atemorizada". Antes de esa noche, los hermanos Brukman huyeron con los últimos tres meses de salarios y contribuciones de pensión, desempleo y fondos de salud de los trabajadores, para guardarlos en bancos extranjeros o invertirlos en bienes raíces. Esta es una práctica común en la Argentina de opulentos capitalistas durante la presente depresión.

Los trabajadores, cuyo número creció rápidamente a 54 (de los cuales 10 eran hombres) no confiaban en el sindicato de trabajadores textiles: SOIVA, el cual daba sostén a los requerimientos de los Brukman por una declaración de liquidación por bancarrota. A través de asambleas democráticas internas, organizaron la fábrica bajo el control de los trabajadores -desde la adquisición de materiales hasta la producción, salarios, y ventas- y la pusieron en funcionamiento en el período de un mes. Incluso crearon clases para convertir a los trabajadores desempleados en operarios especializados y contratarlos con los mismos sueldos que ellos.

200 kilómetros al sudoeste, una experiencia similar se convirtió en una práctica estándar entre los 300 trabajadores de la fábrica de Cerámicas Zanón bajo control obrero, situada en el parque industrial de Neuquén, una gran fábrica moderna que solía producir artículos de porcelana para el mercado nacional e internacional.

Apoyada por partidos de izquierda y muchas otras organizaciones, trabajadores de Zanón, Brukman, y otras fábricas tomadas, ahora son punta de lanza del movimiento nacional anticapitalista, en unión con los trabajadores de tierras tomadas, urbanas y rurales.

Estos trabajadores sentaron la producción para uso social por sobre los mercados "normales" y por sobre las metas de producción de sus antiguos dueños. Como una mujer me ha dicho, "el sistema capitalista es el que nos ha arruinado. Preferimos vender aquí, en nuestro propio negocio. La gente del barrio y otras personas vienen a comprar la ropa que hacemos. También queremos producir sábanas para los hospitales, para la gente, ¿me entiendes?". 150 de las 1.200 fábricas argentinas en liquidación por bancarrota han sido "recuperadas" por 13.000 de sus trabajadores y puestas a producir otra vez, tanto como cooperativas, como con el 100 por ciento de control obrero, establecido en el caso de Zanón y Brukman.

De acuerdo con el Wall Street Journal, algunos gobiernos provinciales, apretados financieramente, han decidido estimular la tendencia para reactivar los negocios cerrados por la crisis económica. En el caso de algunas de las fábricas ocupadas, el gobierno federal paga una renta y promete no desalojar a los trabajadores por uno o dos años.

El Journal no menciona que los gobiernos están tratando de cooptar el creciente movimiento de trabajadores, mientras simultáneamente atacan el ala anticapitalista dirigida por los trabajadores de Zanón, Brukman y otros lugares de trabajo. Esto incluye: Pepsico Snacks (US); la panadería industrial cooperativa Aguante (ex panadería Cinco); la imprenta Chilavert; alimentos Ghelco; las minas de carbón de Río Turbio; clínica Junín de Córdoba; supermercado Tigre en Rosario; y el frigorífico Fricader (planta de embalaje de carne en Río Negro).

Visité la panadería Grissinopoli, ocupada por 16 trabajadores desde principios de junio de 2002, y entrevisté a una mujer dirigenta, así como también a un trabajador de Zanón que estaba presente en solidaridad. Un poster típico y regular: "Jaque al patrón, todo el poder al peón". También visité la fábrica metalúrgica y de plásticos IMPA, donde 300 trabajadores implementaron el control obrero, expresando la misma actitud.

El Wall Street Journal nota que la "contracción económica" argentina es "doblemente severa a la experimentada durante la gran depresión", y que "ni el gobierno ni la administración de Bush han ofrecido ideas significantes sobre como reanimar la tercera gran economía de Latinoamérica. Mientras tanto la Argentina ha sido salvada, por ahora, gracias a la ocurrencia de los cientos de líderes de base en escuelas, fábricas y asociaciones barriales" (2). Les pregunté a las mujeres de Brukman: "¿Que pasaría si fueras atacada por las fuerzas represivas?" Ellas rompieron en carcajadas con risas confidentes. "No te preocupes", respondió una de ellas, "estamos autoorganizados". Tres días después, en un raid previo a la madrugada del domingo, cientos de policías federales, algunos de civil, otros encapuchados, sin una orden judicial, usaron hachas para romper las puertas e ingresar a la fábrica Brukman. Armados con pistolas y teléfonos celulares, respaldados por carros de asalto, máquinas de fuego, móviles, y autos civiles, golpearon a la reducida guardia obrera nocturna y arrastraron seis a la cárcel, incluyendo a la hija de una de las trabajadoras de tan solo nueve años.

Desde la calle, Jacobo y Mario Brukman miraban con aprobación, próximo a ellos los numerosos antiguos y sonrientes empleados. Los hijos de las trabajadoras, incluyendo a uno de tres años, apurados por establecer un "campamento" frente a la fábrica. Uno de ellos preguntó a su madre, en un taxi, corriendo hacia la escena: "¿por qué gritas [hacia los vecinos]?" Ella respondió: "porque es nuestro trabajo. De lo que ustedes comen, de lo que yo les puedo comprar el domingo cuando los saco a pasear. Y ahora nos quieren quitar este trabajo". El niño comenzó a gritar por la ventana del auto: "¡Vecinos, vecinos, vengan a ayudarnos!" En verdad, la ayuda venía en camino. Cientos de trabajadores, estudiantes, desocupados y vecinos residentes se levantaron como uno para defender la fábrica y sacar a la policía, tal como lo habían hecho antes -el 16 de marzo de 2002, cuando le derrotaron a la policía en su primer intento de expulsión de los trabajadores. Para las 11:30 horas, los trabajadores estaban de vuelta en la fábrica, limpiando las máquinas y los armarios destruidos. La policía sabía exactamente dónde buscar, remover y destruir. Los trabajadores no pudieron encontrar la computadora que contenía los diseños para hacer moldes, también un disco duro, y documentos guardados bajo seguridad en la secretaría de la fábrica.

Por la tarde, temprano, la acción de los abogados logró la liberación de todos los detenidos. La niña de nueve años dijo: "No estaba asustada, sólo enojada". Una de las oradoras, Celia, contó en la conferencia de prensa: "Pedimos la expropiación de la compañía, con maquinaria y todo. No con maquinaria simplemente en comandato. Que se nos garantice un sueldo mínimo porque esta ropa es cara y la venta puede bajar (antiguamente los trabajadores de Brukman producían docenas de marcas líderes en el mundo, incluyendo Cristian Dior y Ralph Lauren). Por eso que pedimos también un subsidio de 150 mil pesos para producir cosas más accesibles al público..." "¿No significa eso que son Uds. zurdos [izquierdistas]?", preguntó alguien. "Si zurdos es mantener la fuente de trabajo, querer un salario digno con un trabajo genuino y mantener esa fuente para muchos más que vengan detrás de nosotros, la mitad más uno de la Argentina es zurda". Cuando se preguntó si esa era la forma en que ella hablaba siempre, Celia respondió que no; previamente a la toma de Brukman su manera usual de hablar estaba relacionada con cosas como "¿Qué voy a cocinar?" (3). Mujeres como las de Brukman jugaron un rol central en la lucha por crear "una nueva Argentina", antes y después del Argentinazo (el levantamiento popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, que en poco tiempo bajó sucesivamente a cuatro presidentes). Desde 1995, las mujeres han estado en primera línea del todavía en expansión movimiento piquetero - organizaciones que representan los nuevos trabajadores despedidos y millones de desocupados de las "villas miserias" en zonas urbanas- conocidas por su marginales calles. Sin los piqueteros, no hubiera habido ningún Argentinazo.

Mujeres de barrios de clase media y trabajadora de Argentina han sido muy activas en las "asambleas populares" que continúan implementado medidas de ayuda material para los desocupados y empresas controladas por sus trabajadores, incluyendo hospitales y clínicas que están sufriendo recorte de personal o enfrentando la cesación. Con el 25 por ciento de las fuerzas trabajadoras desocupadas y más amenazas de despidos, las asambleas populares juegan un rol importante en la vida cotidiana de todos los barrios, fundando comedores comunitarios, ofreciendo facilidades diarias, clínicas, centros culturales, huertas orgánicas y mercados de trueque. Representan una continuación notable de la solidaridad humana atravesando la línea de clase, que en principio apareció durante el Argentinazo, cuando encolerizados elementos de las clases medias que se vieron con las cuentas bancarias congeladas y devaluadas juntaron a la serie de seis años de marcha de los piqueteros, ahora gritando "piquete y cacerola, la lucha es una sola".

Las ampliamente respetadas Madres de Plaza de Mayo (y las Abuelas), que bloquearon a la policía montada durante el Argentinazo, también jugaron un rol importante. Su valentía es contagiosa. Desde la tortura y desaparición de unos 30.000 hombres, mujeres y niños durante la "guerra sucia" estimulada por Estados Unidos en la dictadura militar de 1976-1983, han sostenido en primera línea la cuestión de los derechos humanos en todas las luchas sociales.

Como complemento, mujeres en similares búsquedas, al igual que el surgimiento de comisiones de las mismas, han brotado en diversos sectores sociales. El tercer día del Encuentro Nacional de Mujeres número 17, que tuvo lugar en Salta en Agosto de 2002, encontró mujeres unidas en lucha, de distintas experiencias de vida, incluyendo a las trabajadoras de Brukman, que declararon:

"Las mujeres somos las que tenemos doble jornada laboral... Somos las que cobramos menos que los varones aunque hagamos el mismo trabajo. Somos las que soportamos el acoso sexual, las violaciones, el abuso y la violencia... tenemos menos acceso a la educación. Somos las que morimos por los abortos clandestinos, o en los embarazos o en los partos por no contar con la atención básica en salud, las más afectadas por la desnutrición y por el SIDA. Desde diciembre, sin embargo, algo ha cambiado en nuestro país y, a pesar de nuestra situación, demostramos tener la fuerza y el coraje para salir a luchar decisivamente. Con la misma decisión queremos tomar en nuestras manos la tarea de coordinar a los distintos sectores en lucha." (4).

Otros diversos desarrollos me han impactado durante mi visita de dos semanas a la Argentina, incluyendo:

- A continuación del gradual genocidio económico generado por 27 años de privatizaciones neoliberales, de los "programas de austeridad" esponsoreados por el FMI, la dolarización y corrupción.

Elaboración: El salario promedio de la Nación ha caído del primero al último lugar en Latinoamérica. De los 38 millones de argentinos, el 60 por ciento vive por debajo de la línea de pobreza; 10 millones son desposeídos. Más de la tercera parte del mantenimiento de los hogares son llevados a cabo por mujeres. En un país donde el gigantesco negocio agrícola exporta toneladas de productos alimenticios, uno de cada cinco niños sufre de desnutrición, de los cuales mueren cien cada mes. Al la feminización de la pobreza debemos agregar la infantilización de la pobreza. Mientras tanto, durante los primeros once meses de 2002 Argentina utilizó 4.500 millones de dólares de las insuficientes reservas extranjeras de la Nación para pagar la deuda externa ilegítima. Recientemente tuvo que hacer omisión al plazo del préstamo adeudado en 805 millones de dólares al Banco Mundial, alegando que puede reasumir el pago solamente cuando el FMI restaure la línea de créditos suspendida en 2001.

- Un debilitamiento extremo del sistema político con sus clientelísticas estructuras sindicales, debido en parte a que el FMI impuso la privatización de empresas estatales, sumando a esto la corrupción gubernamental, el no pago de impuestos, y el pago de la deuda externa que dejó al gobierno con poco dinero para programas sociales.

Elaboración: Es un mercado cayéndose a pedazos en manos de ladrones, esto es, la burguesía, los políticos y los burócratas sindicales. Aún sin los sectores burgueses - financiero, industrial, comercial, agrario - se suceden internas feroces. No existe una "burguesía nacionalista". La mayoría de los capitalistas argentinos y sus tecnócratas en el gobierno hace tiempo que se lanzaron sobre el capital extranjero, convirtiendo a la Nación en un "estudiante modelo" del FMI - hasta el colapso económico del 2001 - 2002. La resultante de la crisis económica y la fraccionalización del PJ, UCR, Frepaso y otras organizaciones políticas han contribuido a la aceleración del descontento público con todos los partidos políticos excepto con algunos de izquierda (5). Mientras tanto, la principal confederación sindical se dividió otra vez.

Sus líderes regularmente vociferan una retórica pro trabajador e incluso organizan huelgas de protesta y alianzas para recobrar fuerzas. Sin embargo, al mismo tiempo, muchos de ellos colaboran con la burguesía y el FMI, en rechazo a las demandas de los trabajadores y por extensión de privatizaciones y medidas de austeridad, añadiendo a esto el resentimiento de los trabajadores de base. Los programas sociales de incentivo para los desocupados del presidente Eduardo Duhalde consisten en 150 pesos miserables por mes (40 euros o dólares). Estos llegan a menos de la mitad de los desocupados y después de todo han sido malversados en el patronato corrupto del PJ involucrado con el reparto de los mismos.

- Una expansión de los movimientos piqueteros y su unión con las asambleas barriales y otras luchas laborales (especialmente la de los maestros, mineros, de la salud, de productos alimenticios, y trabajadores del transporte, y aquellos trabajadores que llevan adelante fábricas tomadas).

Elaboración: Con el apoyo del ala izquierda de algunos partidos han emergido alianzas regionales uniendo a los piqueteros con segmentos de las clases medias y trabajadoras en coordinadoras, como es el caso del Comité Coordinador de Alto Valle (Neuquén y Río Negro, impulsado por los trabajadores de Zanón). Estas coordinadoras ayudan a reemplazar las estructuras sindicales burocratizadas, limitadas por un gran descrédito. La coordinadora del Alto Valle es anti-FMI, anticapitalista, en oposición a las elecciones burguesas, y por el no pago de la deuda externa. Parece ir hacia una huelga general o una asamblea de trabajadores "para imponer una salida favorable para los trabajadores y la gente" (6).

- Un acuerdo general basado en la necesidad de mantener el carácter democrático y pluralista de los movimientos y alianzas sociales; parece necesario para construir una lucha poderosamente unificada.

Elaboración: Claro que normalmente emergen dos (o más) aproximaciones distintas dentro de cualquier sector u organización, pero ninguno parece dispuesto a romper completamente con el otro. Por ejemplo, el movimiento de fábricas tomadas tiene un ala reformista sobre la base de la cooperativa que no llama al inmediato rechazo de la posesión capitalista. Esta ala cooperativa posee fuerza dentro del MNER (Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas) que es apoyada por la pastoral social de la iglesia católica, varios miembros del PJ y uno de los tres principales grupos sindicales, la CTA (Confederación de Trabajadores Argentinos).

Por otro lado, un creciente número de lugares ocupados se abocan directamente al control obrero, habiendo propuesto expropiación estatal o municipal para garantizarlo. Este campo incluye no sólo trabajadores tal como los de Brukman, Zanón, o como los de las renacionalizadas minas de carbón en Río Turbio, también muchas de las fábricas autoorganizadas presentes utilizan formas de cooperativas. El ala de control obrero tiene el apoyo activo de partidos y organizaciones de izquierda, incluyendo el EDI (Economistas de la izquierda activa en ayuda a los planes de producción obrera para el consumo social), las Madres de Plaza de Mayo, y un reciente y sustancial grupo en ruptura con la CTA llamado Corriente Sindicalista (CS).

El ala cooperativa, definida de una manera general, todavía tiene una influencia inmensa entre los cientos de trabajadores organizados en empresas, pero parece ser que para el ala de control obrero es una trampa de auto-explotación, destinada a ahogarse en un mar capitalista. Hasta el momento ambas alas mantienen un dialogo dinámico.

- Una cierta fragmentación política e ideológica, casi inevitable en la fase temprana de diversos movimientos populares.

Elaboración: Esto ha inducido a la gente a preguntarse cómo la unidad masiva detrás del negativo slogan: "¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!" puede ser transformado en un programa positivo para reemplazar el poder estatal burgués con una genuina administración de gente trabajadora.

A través de todo el territorio, la gente debate alternativas al capitalismo, así como también qué tácticas usar, innovar o descartar. Por ejemplo, concurrí, en Buenos Aires, a una asamblea subregional de delegados de las distintas asambleas y organizaciones, planeando acciones directas por el primer aniversario del Argentinazo. Se efectuó un intenso debate de en torno a una resolución que declarara públicamente que no habría violencia de los participantes. La abrumadora mayoría de delegados optaron en contra de la propuesta sobre la base de que no sólo era una concesión a las mentirosas "olas de violencia" de los medios de comunicación, sino también un insulto a todos aquellos que murieron en manos de la violencia digitada por el Estado en las luchas de los últimos cuarenta años.

- El carácter multi-generacional de los movimientos sociales de base y el importante rol de los jóvenes, incluso niños, en su mantenimiento, defensa, y expansión.

Elaboración: Inicialmente, la única presencia consistente de la juventud en los movimientos de resistencia popular fue a través de los desocupados. En meses recientes, estudiantes y jóvenes maestros de todos los niveles escolares se volvieron más activos.

En diversos barrios, los jóvenes están participando en campañas de alfabetización, huertas colectivas (principalmente orgánicas) y comedores. Durante mi visita en noviembre, un grupo de estudiantes de sociología estaban ocupando el rectorado de la Universidad de Buenos Aires. Sus demandas eran: autonomía del programa de la carrera de sociología, aumento del presupuesto, más aulas, terminar con la persecución política, y becas para los necesitados.

Los encuentros políticos y culturales normalmente involucran a tres generaciones de argentinos, donde unos están escuchando y aprendiendo de los otros, reflejando una solidaridad genuina.

El 8 de noviembre, 300 chicos de la provincia de Misiones, limítrofe con Paraguay y Brasil, organizados por la afiliación al "Movimiento de los Chicos del Pueblo" de la CTA, arribaron a Buenos Aires después de una larguísima "Marcha por la vida y contra el hambre". Habiendo sido acompañados por miembros de H.I.J.O.S (hijos de desaparecidos) y otros grupos.

- El crecimiento de un sentimiento anticapitalista detrás del slogan unificador del "¡Que se vayan todos y que no quede ni uno solo!"

Elaboración: El emergente slogan significa no sólo un rechazo a los políticos sino también a la corrupta labor burocrática y capitalista.

La mayoría de los Argentinos se piensa a sí misma como "peronista" (un hábito de nacimiento por los 60 años de historia política glorificando a Juan y Evita Perón), pero aún pueden ver fácilmente la cleptocracia del sistema de clientelismo corporativista del PJ/UCR/Frepaso. Ellos descreen de las interminables falsas promesas de "trabajo" y "mejoras en la economía". Como un argentino sarcásticamente me dijo: "Guardá tu billetera en caso de que conozcas a un político o a un sindicalista burocrático".

- El número de núcleos fuertes de activistas comprometidos, como siempre una minoría, parece conservarse estable, o aún creciendo, mientras que las demandas son cada vez más inclusivas y revolucionarias.

Elaboración: Un día después del asesinato de dos piqueteros, el 26 de Junio de 2002, había un diluvio de demostraciones en las calles. En agosto, una movilización de las fuerzas trabajadoras y populares convocó 80.000 sólo en Buenos Aires.

Ese mismo mes, en el cuarto día del poco publicitado Foro Social de Argentina, 10.000 personas levantaron un llamamiento por la derrota del imperialismo norteamericano en su intento de anexar o recolonizar Latinoamérica a través de la propuesta de la FTAA (Libre Tratado de las Américas) y el control militar de Estados Unidos. Estados Unidos ha estado construyendo diversas bases militares a lo largo de toda Latinoamérica. Se ha derramado una gran suma de dinero, armamentos, y personal en el Plan Colombia, el Plan Puebla - Panamá, el Plan Dignidad en Bolivia, la Operación Cabañas del 2001 en Argentina, la iniciativa Andino Regional, y operaciones similares que constituye la armada militar de la FTAA. A principios de Septiembre, en la fábrica Brukman controlada por los trabajadores, el Segundo Encuentro de Fábricas Ocupadas y Compañías en Lucha convocó 2.000 delegados de lugares de trabajo, asambleas barriales, organizaciones piqueteras, estudiantes, maestros, y grupos de profesionales. Ellos sentaron las bases de un Fondo de Huelga Nacional, para ayudar a todos los trabajadores en lucha. Bajo la consigna "Si tocan a una, tocan a todas", se aprobaron resoluciones de unidad con las asambleas barriales y los movimientos piqueteros de todo el país.

Como el Primer Encuentro Nacional que se realizó en Brukman, en abril, con menos de la mitad de delegados, llamaron a romper los acuerdos de las uniones sindicales con el gobierno y remplazar la dirección de las uniones con gente que lucharía por programas de trabajo y por la indexación de sueldos y planes de jubilación en línea con el costo de las necesidades mínimas de todos los días.

Reclaman igual sueldo por igual trabajo, despenalización del aborto, el cumplimiento de los derechos sexuales y de reproducción, y la provisión gratuita de anticonceptivos en hospitales y clínicas. También defienden los derechos de la gente discapacitada, así como los derechos de los trabajadores inmigrantes. La militancia anticapitalista de la REDI (Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad) ha sido activa en muchas reuniones públicas. Por décadas los empresarios argentinos han contratado y despedido cientos de miles de paraguayos y bolivianos sin ningún respeto por los derechos humanos. Finalmente, el 20 de Diciembre, en el primer aniversario del Argentinazo, más de 100.000 personas confluyeron en Plaza de Mayo de Buenos Aires para honorar a los compañeros caídos y llamando a la remoción del presidente Duhalde. Muchos habían caminado numerosos kilómetros como parte de la Marcha Nacional Piquetera que convergieron junto a grupos como el Movimiento Barrios de Pie, el Bloque Piquetero Nacional, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados, el Polo Obrero (brazo piquetero del Partido Obrero, trotskista), y la Coordinadora Aníbal Verón (trabajadores desocupados). Otras organizaciones esparcieron sus acciones alrededor de diversos barrios de Buenos Aires y de ciudades y pueblos nacionales con el fin de obstaculizar la represión policial. Consecuentemente, un sinnúmero de personas marcharon y protestaron en toda la Nación.

- La eliminación de la cultura del miedo, creada durante los años de la dictadura militar, propia de la guerra sucia (1976 - 1983) y persistiendo hasta el año anterior al Argentinazo.

Elaboración: Es obvio que el Argentinazo, a pesar de la salvaje represión que se llevó la vida de 33 personas, ha cambiado radicalmente todo.

La gente en las calles, barrios, y lugares de trabajo ha generado movimientos con una amplia dinámica para la creación de una "nueva Argentina", una vez liberados de la cultura del miedo, sea de las fuerzas represivas o, en el caso de las clases medias, de los propios desocupados (a pesar de la tasa creciente de crimen). Por ejemplo, cuando las autoridades ordenaron que los trenes que trasladaban a los cartoneros (empobrecidos colectores y recicladores de cartón autoorganizados, clamando por el derecho al libre paso por la ciudad) no se detuviera en ningún barrio "elegante", los residentes del lugar bloquearon los carriles hasta que la orden fue revocada. Actualmente, las élites parecen más atemorizadas que las masas. Los políticos corren el riesgo de un ataque cuando aparecen en restaurantes. Conocidos torturadores y políticos poco populares o sus funcionarios continúan enfrentando escraches (fuertes protestas masivas) frente a sus casas.

Ruidosos escraches también persiguen bancos, supermercados, y compañías de servicios después de cada nueva corriente de devaluación o subas en los precios de servicios, por imposición del FMI.

Algunos policías y soldados son lo suficientemente denodados para manifestar que intentan negarse a cualquier orden de reprimir protestas populares. Más de 500 policías en Buenos Aires, siguiendo el ejemplo sentado por la unión policial de Curaçao (Brasil), están tratando de formar un sindicato basado en la premisa de que la policía no debe obedecer órdenes de reprimir actividades sociales, políticas, religiosas, o de derechos humanos.

Recientemente, la policía dejó a un lado sus armas antes de obedecer la orden de remover 200 toneladas de lana de la fábrica Lavalán de Avellaneda, la misma ocupada por sus trabajadores con los cuales ellos declararon verbalmente su solidaridad. No obstante, estos múltiples movimientos han enfrentado intensos ataques y represiones por parte del Estado, a la vez que la burguesía argentina brega por establecer y ganar las elecciones nacionales en abril de 2003, esperando poder restaurar el abatido edificio de un capitalismo dominado por los monopolios nacionales aliados con los grandes bancos y corporaciones del imperialismo norteamericano y europeo.

Este plantea cuestiones de la precariedad de las elecciones y de lo que hará el imperialismo y las fuerzas militares, especialmente el dominante imperialismo norteamericano. El voto es obligatorio en Argentina, y la mayoría de los votos arrojados en la última elección, dos meses antes del Argentinazo, fueron tanto de izquierda (25%) o en blanco, como notas de insulto, o anulados. Desde ese momento, nuevas elecciones han sido anunciadas, canceladas, y pospuestas.

Según las encuestas, de los que encabezan la nómina de candidatos presidenciales "ninguno es de arriba". Tres candidatos compiten por el segundo lugar: dos peronistas del PJ y la muy católica Elisa Carrió del ARI (Argentina por una República de Iguales), un partido centrista y "socialista" virtualmente dividida. Las tres plataformas populistas en curso se oponen a la corrupción, pero se hallan a favor de la propiedad privada, el mercado, y la "libre competencia", en otras palabras, "capitalismo", una palabra a merced de los tiempos que corren. El antiguo trotskista y ex defensor de detenidos políticos Luis Zamora de la organización anticapitalista y antiimperialista AyL (Autodeterminación y Libertad), que alguna vez lideró la nómina, ahora ha declarado que no continuará, utilizando un argumento al estilo zapatista, en el cual la "toma del poder" no es lo que él o su organización buscan.

Muchos activistas están invocando a un boicot de las elecciones. Varios a favor de votar algunos de los tantos trotskistas, comunistas, y anarquistas orientados a la izquierda y grupos o partidos socialistas, e incluso el ARI de Carrió. Si la primera vuelta de las elecciones está actualmente sostenida, la segunda ronda entre los dos candidatos que están obteniendo la mayoría de votos, continuará ('ninguno de los de arriba' o votos anulados tal vez ganen ambas rondas).

Las impopulares Fuerzas Armadas permanecen adecuadamente pertrechadas para intervenir, como lo han hecho tan a menudo en el pasado. Pero la mayoría de los miembros de la fuerza militar y policial argentina entienden cuán difícil sería controlar los cientos de miles de protestantes en las calles, entre los cuales se encuentran algunos de sus parientes, que han caído también en la lista de pobres y desocupados.

Mientras tanto, la policía y los escuadrones de matones paramilitares -mercenarios contratados por los jefes y uniones burocráticas- llevan a la Argentina a un escalón más alto de represión.

También reaparecieron los escuadrones de la muerte semejantes a la notoria "Triple A". En noviembre, Carlos Menem, que como presidente en los noventa indultó a los líderes de la guerra sucia, pidió por el estado de sitio y asignación de tareas de seguridad pública a los militares (7). El presidente Duhalde criticó a Menem a toda voz por esto -luego elevó la posibilidad de reformar las leyes de Seguridad Interna que prohíbe a los militares intervenir en asuntos internos. Las fuerzas militares norteamericanas hoy se muestran más desafiantes que nunca, no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica. La visión para el 2020 del Comando Espacial de Estados Unidos, dado a conocer a la prensa en junio de 2002, incluye una discusión de planes para intervenir en Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú, esto es, "Estados que han fracasado" cuya "viabilidad" sólo depende de la "ayuda" norteamericana. Esta es una doctrina aplicable prontamente en Argentina, Paraguay, Bolivia y otros países.

En el 2002, Instructores Boina Verde y una élite de las unidades armadas norteamericanas, especializándose en liberación de rehenes arribó a Buenos Aires con el fin de entrenar grupos especiales de la Policía Federal Argentina. Al noroeste, en Salta, los Boina Verde operan sin ninguna autorización del Congreso Argentino. En la isla de Tolhuin, Tierra del Fuego, está siendo instalada una base militar para conducir "estudios nucleares con fines pacíficos". La remota "triple frontera" entre Argentina, Brasil y Paraguay, donde reside una pequeña comunidad árabe, está siendo atestada con personal de la CIA y militares norteamericanos en la hipócrita "guerra contra el terrorismo", un eco de la "guerra contra las drogas" usado en el Plan Colombia para militarizar la situación, utilizando a las Fuerzas Armadas, en vez de la policía, para reprimir los movimientos populares. En verdad, estas son confirmaciones de presión imperialista sobre los progresivos movimientos en los tres países mencionados, sumando a Uruguay, Bolivia, y Perú, donde los movimientos de izquierda y/o candidatos presidenciales han ido ganando fuerza y bloqueando los planes de privatización que quedaban, impulsados por los departamentos del Tesoro norteamericano y del FMI. En Washington los congresistas hablan del "eje del mal" en Latinoamérica: el presidente Castro (Cuba), Chávez (Venezuela), Lula da Silva (Brasil) y Gutiérrez (Ecuador). A pesar del hecho que los últimos tres aseguraron al FMI y Washington que mantendrían los compromisos económicos hechos por los anteriores presidentes (todos neoliberales) (8). Argentina es un ejemplo perfecto de cómo los programas económicos neoliberales del imperialismo han desmantelado o debilitado el Estado nacional, reduciendo los espacios para el tan nombrado "progresismo" o "nacionalismo". El fracaso de la alianza de centroizquierda de De la Rúa, 1999 - 2001, reflejó lo anteriormente dicho. En Argentina, como en el resto de Latinoamérica, no se encuentran las estructuras tradicionales de clase. Las clases trabajadoras se encuentran fracturadas por los diferentes niveles de sindicalización y salarios (cada vez más bajos), la creciente desocupación, la flexibilización y precariedad del trabajo. La mayoría de las clases medias están llegando a la línea de pobreza, si no han caído ya por debajo de ella.

Los campesinos son normalmente proletarios, la labor de inmigrantes es extendida, el esclavismo comienza a reintroducirse, el comercio sexual de mujeres y niños crece incesantemente, y la mayoría de la gente enfrenta la pobreza, la desocupación, o la escasez de trabajos, trabajando extensos días y noches en la "economía informal". Esto ayuda a explicar el porqué de las alianzas entre los desocupados y las clases medias y trabajadoras, que se han desparramado en la Argentina. Caótica y confusamente, se están abriendo las puertas a cambios potencialmente revolucionarios, inimaginables en los noventa. Ellos todavía carecen de detalles, programas de cohesión, aunque una minoría articulada antiimperialista, activistas anticapitalistas, cuando no discuten unos contra otros, tratan acercarse a ello. De todas maneras, la mayoría de empleados y trabajadores sindicalizados no están todavía completamente involucrados en los movimientos populares, y los limitados programas de bienestar social del gobierno de Duhalde contienen a algunos de los desocupados.

Uno podría decir que la antigua Argentina se está desmoronando mientras la nueva recién está empezando a caminar - pero de alguna manera eso demuestra claramente los fracasos del capitalismo y propone el gran desafío por delante. Los activistas argentinos están ocupados plantando las semillas de lo que puede crecer en un original socialismo participativo - o ser destruido bajo el talón de hierro del fascismo militarista o por la intervención militar y económica de Estados Unidos. Lo que se encuentra en primer plano no es menos que la pelea por una segunda revolución por la independencia de la cual tantos argentinos y latinoamericanos están hablando, "la segunda revolución por la independencia económica" (la primera revolución ha sido por la independencia política en el siglo XIX ) (9). La polarización de clase se está intensificando y la autoorganización se extiende, pero no hay suficientes coaliciones aglutinantes con una visión compartida capaz de organizar todas las fuerzas populares recientemente comprometidas en la lucha por una economía y una sociedad diferente.

Además de un alzamiento militar o una anexión u ocupación directa de los Estados Unidos, sólo hay dos posibilidades probables en el futuro de Argentina. Por un lado, el genocidio económico tal vez continúe, manejado por un capitalismo cleptocrático corrupto y un Estado obligado a un imperialismo de crecientes prácticas represivas. Por otro lado, más fábricas ocupadas, huelgas nacionales, protestas y asambleas nacionales pueden tomar lugar, dirigiéndose a un socialismo democrático participativo basado en la expropiación de empresas capitalistas para ser manejadas y controladas por sus mismos trabajadores.

En ambos casos, el imperialismo parece estar considerando la posibilidad de convertir a la Argentina en un protectorado económico, a través de la directa o indirecta intervención militar. Por eso, la necesidad de solidaridad internacionalista se manifiesta. Habrá que ver si tal solidaridad se pueda desarrollar más allá de los distintos tipos de Foros sociales regionales sostenidos en conjunción con el Foro Social Mundial en Buenos Aires, Montevideo, Florencia y otras ciudades.



Notas

1."Nuestra Lucha", Nov. 8, 2002, pág. 3. Para más información sobre Zanón y otras fábricas argentinas bajo control obrero, ver IV Octubre 2002, pág. 28 - 32; "Against the Current", Noviembre/Diciembre 2002, pág. 27 - 29; y Eduardo Lucita, "Fábricas ocupadas y gestión obrera en Argentina: ocupar, resistir, producir." "Revista Cuadernos del Sur" [http://www.geocities.com/economistas_de_izquierda/producir1].

2."Self - reliance helps Argentines endure nation's economic pain" de Matt Moffett, "Wall Street Journal", 20 de Diciembre, 2002.

3.CORREO DE PRENSA DE LA IV INTERNACIONAL "Boletín Electrónico No. 485 - América Latina y el Caribe", 10 de Diciembre, 2002, [germain@chasque.net], reimpresión del artículo por María Moreno en el suplemento de Página 12.

4."Nuestra Lucha", 27 de Agosto, 2002, pág. 12.

5.PJ - Partido Justicialista (o Peronistas); UCR - Unión Cívica Radical (o Radicales); Frepaso -coalición de centroizquierda que puso a Fernando de la Rúa en función en 1999. Grupos y partidos de izquierda que incluye: PC (Partido Comunista); MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores); IU (Izquierda Unida, básicamente PC y MST); CCC (Corriente Clasista y Combativa, de orígenes maoístas, quiénes rompieron con el PC y actualmente buscan aliarse con selectos sectores capitalistas); PO (Partido Obrero, trotskista); MAS (Movimiento al Socialismo, trotskista); POR Masas (trotskista); UMS (Unión de Militantes Socialistas, trotskista); PTS (Partido de los Trabajadores por el Socialismo, trotskista); LSR (Liga Socialista Revolucionaria); MTD (Movimiento de Trabajadores Desocupados); Socialismo Libertario (un no-partido de la Corriente Internacional Utopía Socialista, feminista, anarquista, y neo-trotskista); varios locales de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado) y otras uniones sindicales, p. ej., de ferrocarriles, del transporte, de astilleros, de telefónicas, eléctricas, de la construcción, de la educación, y otros trabajadores.

6."Nuestra Lucha", 8 de Noviembre, 2002, suplemento del Primer Plenario Regional de la Coordinadora del Alto Valle.

7.Menem, aparentemente, a través de esto trata de mejorar su mala posición en las encuestas para las elecciones presidenciales, ganando esos elementos de las clases medias que participaron poco en las asambleas populares, o tal vez a través de la nostalgia de los días de prosperidad de su administración en los noventa. De todas maneras, su idea fue claramente rechazada, y no ganó en las encuestas.

8.Ernesto Herrera, "Entre el 'Argentinazo' y el 'efecto Lula'," "América del Sur", 26 de Diciembre, 2002; "La Jornada", 1º de Septiembre, 2002; James D. Cockcroft, "El imperialismo estadounidense en América Latina y los movimientos de resistencia y su internacionalización," en imprenta para la revista del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la Universidad Nacional de México (UNAM, Ciencias y Humanidades, 2003).

9.James D. Cockcroft, 'Latin America: History, Politics, and US Policy' (Belmont, CA: Wadsworth/International Thomson Publishing, Segunda edición, 1998), pág. 673 - 674.

* James D. Cockcroft permaneció en Argentina durante dos semanas, a mitad de noviembre, invitado a dar una conferencia sobre el desafío del imperialismo para Latinoamérica en el Primer Congreso Internacional de Salud Mental y Derechos Humanos en la Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo. Profesor vía internet de la Universidad Estatal de Nueva York y fellow del Instituto Internacional de Investigación y Formación en Amsterdam, Holanda. Es autor de 35 libros, incluyendo 'Mexico's hope: An Encounter with Politics and History' (NY: Monthly Review Press, 1999) y 'Latin America: History, Politics, and US Policy' (Belmont, CA: Wadsworth/International Thomson Publishing, Segunda edición, 1998), ambas traducidas al español y publicadas en el 2001 por siglo veintiuno editores de la Ciudad de México y Buenos Aires.
jcockcro@hotmail.com

(Traducido por Candela Chila, Buenos Aires, marzo del 2003)