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La Izquierda debate

Neuquén y alrededores
Diario de viaje al corazón de la revuelta

LA VACA.ORG

La pueblada en el barrio de San Lorenzo, Zanón, los MTD de diversos signos, los piquetes y los cuestionamientos, las ideas nuevas chocando con las viejas. Del otro lado, un gobierno neomenemista que pacta con las petroleras y con represores de toda clase, que apunta contra la izquierda pero también contra el gobierno nacional, para construir una alternativa de derecha. El Alto Valle es una zona que siempre tuvo la carga genética del conflicto y la rebelión. Historias y testimonios que sirven para entender los posibles signos del futuro.

Existe una encrucijada en la Argentina, justo a mitad de camino entre el Atlántico y el Pacífico, casi a la misma distancia de La Quiaca que de Ushuaia, donde confluyen dos ríos de nombre mapuche, dos provincias maltratadas, algunas ciudades donde el futuro ya no es lo que era, y donde el viento puede extirparle el alma al cuerpo.

Allí hay manzanas, cascotes, petróleo, gomas, valles, gas. desierto, dolor, promesas, cerámicos, álamos, hondas, peras, sangre y más viento.

Hay represiones de plomo y rebeliones de piedra, y hay un chico de 20 años al que le deshicieron el ojo izquierdo con dos de los 64 balazos de goma que la policía le disparó a quemarropa durante la pueblada ocurrida en el barrio de San Lorenzo, de Neuquén. Se llama Pedro, le dicen Pepe y ha elegido la calma.

Cuando los amigos le preguntan si no está angustiado, o furioso con los que le hicieron esto, contesta:

"No. Cuando esos tipos se mueran yo voy a estar ahí. Y a cada uno le voy a decir: ¿Te acordás de mí? ¿Te acordás de lo que me hiciste?" Pepe exhibirá entonces su ojo vacío a los verdugos. "Les voy a sacrificar la vida" anuncia, riéndose de las cosas que hará -tal vez en el más allá- cuando se aparezca ante quienes le dispararon a tres metros de distancia el 25 de noviembre del 2003, en el más acá.

El río Limay -quiere decir "cristalino"- se une con el Neuquén, que significa "poderoso" o "altivo". La provincia de Neuquén se une allí con la de Río Negro, y su capital está a un puente de distancia de Cipolletti. Tal es el centro de un territorio en sí mismo, la zona del Comahue, en el Alto Valle.

Neuquén es una provincia con nombre reversible, pero la llaman Repsolandia -por Repsol-YPF- aunuqe no habria que omitir a tantas otras petroleras como Chevron-Texaco, Pioneer, y la más flamante llegada de Petrobras, de Brasil, que compró a Pérez Companc: todas navegando sobre ese mar rico, oscuro y viscoso del subsuelo provincial.

En Neuquén hay más pozos de petróleo que estaciones de servicio. Una perforación cada 20 habitantes, según los datos. Es un emirato sin jeques, pero con el Movimiento Popular Neuquino manejando esa riqueza que entrega con una generosidad no muy popular ni neuquina, pero que le permite al gobernador Jorge Sobisch definirse a sí mismo como "lobbysta de las petroleras", título que sin duda merece. Repsol paga la tercera parte de las regalías que paga, por ejemplo, en el Perú. Las ganancias de las petroleras se multiplicaron con la devaluación al vender en dólares al exterior, y pagar en pesos internamente. El gobierno multiplicó sus ganancias, pese a regalar regalías. (Nada de esto impide que Neuquén, que siempre fue una provincia de pleno empleo que recibía gente de todo el país, se haya transformado en la provincia patagónica con más alto nivel de desempleo que, como promedio oficial, supera el 17% y según las zonas alcanza el 40%).

Según sus declaraciones, Sobisch tiene una "alianza estratégica" con las empresas petroleras. El gobierno ha extendido hasta el 2027 los contratos que Repsol tenía hasta el 2017, por ejemplo. La promesa se formuló también a Petrobrás, para que la alegría también sea brasileña.

El señor Sobisch está refinando además otras alianzas, también viscosas. Sus socios no merecen el olvido:

- Luis Patti: ex intendente de Escobar, y ex comisario, rol que le generó el reconocimiento de diversos sectores de la sociedad y los medios comerciales por sus méritos como torturador en las cárceles bonaerenses.

- Antonio Domingo Bussi: ex general, prototipo de la represión ilegal y la desaparición de personas durante los 70 en Tucumán, con pasado y diagnóstico de psicopatía que no le han dificultado ganar elecciones en dicha provincia, incluida la de intendente de la ciudad de San Miguel, este año. Sigue excarcelado.

Cuando se le pregunta a Mariano Pedrero (abogado de los obreros de Zanón y del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Neuquén) si conoce el nombre del asesor de imagen del gobernador Sobisch, se quita los anteojos, los mira y responde:

-Menguele.

Esta alianza política -a la que ningún mapuche llamaría limay- refleja la anunciada "proyección nacional" de Sobisch, una especie de neomenemismo que ha logrado espantar hasta a los conservadores cuyanos quienes prefieren mantenerse lejos de semejantes aliados. Ni con Ricardo López Murphy han logrado entenderse.

El señor Sobisch tiene el objetivo de disputarle el poder a Néstor Kirchner, aglutinando a la derecha de la derecha de la derecha.

ZANON

La fábrica Zanón fue asaltada por siete individuos encapuchados, un día después de la represión que dejó sin el ojo izquierdo a Pepe Alveal. Ataron con alambre a los obreros que estaban de guardia, se llevaron más de 30.000 pesos de recaudación diaria del puesto de ventas al público instalado por los obreros.

Respetuosos de los símbolos, los encapuchados escaparon en un Ford Falcon. Huyeron por una calle que desemboca en la Comisaría 11º y que por eso siempre está patrullada, salvo en ese momento. Si lograron pasar esa barrera, les quedaba el peaje, también custodiado por la policía. Sin embargo, al viejo Ford Falcon habrá que agregarle una innovación técnica: puede hacerse invisible.

Los trabajadores de Zanón producen cerámicos con diseños mapuches, producen baldosas y mosaicos. Producen puestos de trabajo: eran 270 cuando tomaron la fábrica, son 349 ahora. Uno de los nuevos es Pepe Alveal, entre otros integrantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados de Neuquén.

Los obreros de Zanón produjeron además un cambio en la lógica de las empresas mutiladas y vaciadas por las patronales.

- Lograron ganar el apoyo de la comunidad,

- Hicieron cortes de ruta, pero rompieron cierto esquematismo piquetero, y realizaron cortes "informativos".

- Son los más declaradamente anticapitalistas de las fábricas recuperadas,

- y están mutando la actitud defensiva que han mantenido hasta ahora, por una más expansiva. Intuyen que pueden ser el corazón -o al menos una parte del corazón- de una nueva herramienta política que salga a pelear el poder, junto con el MTD, con sindicatos afines, con partidos de izquierda y con quienes aspiren a sumarse.


Mientras van estudiando el tema, no descuidan el embalaje de los cerámicos, ya se aseguraron un ingreso de 800 pesos per cápita más los extras, y han llegado al 30% del potencial productivo de esa planta acaso infinita (aunque dicen que tiene apenas 70.000 metros cuadrados).

Los cerámicos se venden con la marca Fasinpat: Fábrica sin patrón.

BARRIO SAN LORENZO

Heriberto Chureo es una de las pocas personas en la historia que ha vencido al Movimiento Popular Neuquino.

Preside la Comisión Vecinal de San Lorenzo Norte, que ganó en dos elecciones contra los candidatos del MPN. Las Comisiones Vecinales son una especie de punterismo institucionalizado que el MPN inventó para extender su poder territorial. Cada barrio de la ciudad de Neuquén está bajo su control, a excepción de San Lorenzo y Gran Neuquén Norte, donde se ha hecho fuerte el MTD. "No estamos en la Verón, pero nos llevamos bien con todos" dice Heriberto, un hombre amable y de ideas claras.

San Lorenzo es un barrio humilde, de casas de material, poblado por muchos obreros de la construcción. En el local de la Comisión Vecinal (lo llaman "el obraje") hay un almuerzo de chicas adolescentes. Andan bellas, emperifolladas con sus anillos, aros, tatuajes, ombligos al aire, uñas y pestañas largas, risas cómplices, mirando de reojo a los varones y escuchando rock. San Lorenzo es pobre, no es marginal.

Acusan a los piqueteros de no querer trabajar. Los integrantes de este MTD, sin embargo, no reclaman planes sino trabajo genuino, y trabajan efectivamente en el barrio (incluso lo hacen unos 40 que no tienen plan). Además, veinte han ingresado a Zanón, con lo que dejaron de cobrar sus planes. Otros 25 concurren a Cerámica Del Valle, otra fábrica tomada por sus obreros que está intentando volver a ponerse en marcha.

Acusan a los piqueteros de ser vagos, de no querer progresar. Desmentida: Pepe, el muchacho al que le destrozaron el ojo, además de trabajar en Zanón, retomó sus estudios y está terminando el colegio secundario. No es el único.

La Comisión Vecinal está convirtiendo un basural en un espacio verde y restaurando allí mismo un anfiteatro. Construye un salón comunal, comedores, adoquinados, repara veredas, envía trabajadores a hacer mejoras en las casas. Tienen también talleres de Tejidos, Tallado en maderas, Corte y confección, Manualidades. Los vecinos promocionan allí un curso de cestería china, y otro que reza: "Gimnasia, Danza, Aerobox, Localizadas, Salsa. Buena onda. Erika".

En un salón están Laura Neirou, Juan Alarcón, Rulo, Zulema y Celina. Comentan que a Pepe Alveal le colocarán una prótesis: "ojo de vidrio" dice una joven. Pepe tuvo que ir al hospital para curarse la zona. Los vecinos de San Lorenzo dicen que están cansados, hartos. Apenas se participa en sus charlas, se siente que hay algo más. Están enojados, y ofendidos. Dice Laura, de ojos claros:

-Nos tratan como a delincuentes, como a animales, nos tiran 150 pesos roñosos y nos mandan a la policía.

-Quieren ver si matan a uno o a otro, a ver si nos callamos y nos dejamos de joder. Miedo no tenemos. Ya venimos acostumbrados -dice Juan- y ya sabemos lo que hay que hacer para conseguir las cosas. El gobierno es como la vizcacha. Ni no le metés humo, no sale. Seguiremos metiendo humo, entonces.

Heriberto Chureo, presidente de la Comision Vecinal, se desabrocha la camisa y exhibe la cicatriz en el estómago de la bala de plomo que no lo mató por la distancia desde la que le dispararon (unos 40 metros) y porque tenía el viento a favor que amortiguó al proyectil, y le permitió a Heriberto estar vivo para contarlo.

Cuando le extirparon la bala, el médico se la dio a la policía. Una prueba tal vez desaparecida. En esta encrucijada las balas de plomo -como los Ford Falcon- tienen el inquietante don de la invisibilidad.

CIPÓLLETTI - ALLEN

El río Neuquén no anda poderoso ni altivo, por algún desbarajuste ambiental del que la comunidad siempre se entera tarde. Ahora es un río triste.

Del otro lado del puente que lo cruza cambia la ciudad pero no los problemas. Cipolletti y más allá Allen (ya en Río Negro) son territorio de otros Movimientos de Trabajadores Desocupados. René Irurzun es uno de los referentes de ambos, y testigo de lo que fue la cuna de las asambleas populares que decidieron los primeros piquetes de rutas, en Cutral Có, en 1996.

Le dicen Vasco, llegó al Alto Valle después de su paso por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), por la cárcel como preso político durante ocho años, y por el Partido Intransigente (PI) que presidió a nivel nacional antes de hartarse y abandonarlo todo para empezar de nuevo. Es mucha historia: "No me hago cargo de las invasiones inglesas, pero de ahí en más, no me debo haber perdido ninguna" dice Irurzun, que tampoco se perdió la represión en San Lorenzo.

Piquetero de la primera hora, dice algo inesperado:

-Creo que el piquete está agotado y recontra malversado como método de lucha. Existe una burocracia piquetera, así como existió una burocracia sindical que fue nefasta. Lo que en un momento sirvió para avanzar, hoy sirve para retroceder porque se hizo previsible y se vuelve en contra de quienes lo promueven.

Sin embargo Allen ha seguido organizando piquetes. "No nos bajamos de la lucha. Pero lo que digo es que hay que inventar algo nuevo", asegura el Vasco.

En Allen han ocupado tierras y están construyendo un galpón y una escuela, junto a una huerta que abastece al comedor. La sede central de ese MTD tiene una parte construida en material, y otra en maderas, La Casita, una choza enorme y cómoda con piso de tierra donde pululan chicos organizando juegos, y grandes organizando trabajos. Las mujeres son mayoría en el movimiento.

Allí está la panadería (viejas máquinas lavaplatos fueron recicladas como hornos para un pan de calidad inusual), el taller de costura "Descubrir" que organiza una feria por mes para vender su trabajo, y diversos proyectos productivos y asistenciales, incluyendo salud y ayuda escolar. Hay un cartel que dice "Vivamos en paz, sin violencia verbal", contra los chismes (un machista diría que ese cartel es preventivo, teniendo en cuenta la mayoría femenina).

Hay "ronditas de formación", donde leen artículos y ensayos. Los temas de hoy son emancipación ("emanciparnos es desprendernos de los sindicatos y de los políticos" dice una de las costureras) y radicalidad, término que otra señora relaciona con capitalismo mientras ceba el mate:

-Estamos radicalmente en contra del capitalismo, que es la negación de la vida.

El MTD de Cipolletti se partió en dos. Una mitad (llamada "Darío Santillán") continúa integrando al MTD Aníbal Verón de Buenos Aires.

La otra mitad se separó de dicho organismo cuestionando las prácticas que consideran autoritarias, en tándem con el de Allen. El MTD de Cipolletti fue más allá. Hace pocas semanas decidió cambiar de nombre. La transformación puede parecer sutil, pero es todo un síntoma, decidido aún a riesgo de abandonar una especie de marca registrada del movimiento piquetero.

El nuevo nombre de ese MTD omite la palabra "desocupados" y ahora significa Movimiento de Trabajadores por la Dignidad.

Según fuentes no desmentidas, el israelita David era un alfeñique pero poseía una honda de pastor, una banda de tela que se sostiene de sus extremos con el puño y en el centro puede llevar una gran piedra. Debía enfrentar al filisteo Goliat, guerrero pertrechado y un tanto pomposo que andaba desafiando a sus enemigos. David aceptó la invitación, revoleó la honda, con el piedrazo en la frente desplomó a Goliat ante el asombro de propios y extraños, y para dar por terminado el entredicho le cortó la cabeza.

En Palestina el símbolo de David cambió de bando. Hombres, mujeres y niños han aprendido también el valor de las piedras contra la depurada tecnología criminal del ejército israelí. La resistencia callejera allí es básicamente a cascotazos.

En Neuquén las piedras también están a los pies de cualquiera. Sólo hay que agacharse. En lugar de asfalto, muchas calles de los barrios pobres como San Lorenzo son pura piedra. Grandes, redondeadas, grises, las piedras se presentan en una variada gama de tamaños y pesos. Algunos usan las manos. Otros prefieren las gomeras hechas con ramas en forma de "Y", con un elástico. Los más clásicos recurren a la honda de pastor.

Las piedras son tan abundantes que nadie les presta atención. Se las comienza a valorar con más respeto cuando los carros hidrantes y las motos policiales encienden sus motores y empiezan a avanzar.

La idea del gobierno de Jorge Sobisch es crear la tarjeta llamada Confiable Solidaria para pagarle con ella los planes a los 25.000 desocupados que reciben subsidios del gobierno provincial: así como Neuquén fue la cuna de los piquetes en Cutral Có, fue también la partera de los subsidios para calmar tales conflictos.

Además del gobernador, ha sido promotor de la tarjeta el jefe de gabinete, José Brillo. Sus argumentos:

- "Vamos a implementar la tarjeta pese a todas las presiones de los activistas, agrupaciones de desocupados y militantes de partidos de izquierda. Estos sectores pretenden defender sus privilegios a partir de generar el caos. Se oponen porque se les acabó el curro y no podrán recibir ningún tipo de fondos de los que mensualmente destinamos a los sectores más carenciados", señaló el señor Brillo, secundado por el legislador provincial Julio Falletti (aclaración: los nombres Brillo, Falletti y Confiable Solidaria, son reales; cualquier parecido con la ficción son pura coincidencia).

- Falletti se pronunció de un modo heroico. "El gobierno del Neuquén está en la senda de defender la Justicia Social y es por ello que queremos liberar del punteraje político a los más necesitados" (publicado en el diario La Mañana, sin aclarar si "Justicia Social" aparece así por decisión propia, o si Falletti habla con mayúsculas). El legislador no se detuvo: "Aquí no se proclama, se hace. Se da contención a los más necesitados, pero también se los va a preservar de cualquier operador o militante que pretenda quedarse con algún centavo que le destina el gobierno provincial".

La epopeya propiciada por Brillo y Falletti de liberar a los necesitados y terminar con el punteraje político merece incorporarse a las más radicales luchas continentales, aunque en el caso de Neuquén presenta algunos nubarrones.

Uno de ellos es que de los 25.000 planes provinciales, apenas 800 pertenecen al MTD de Neuquén. El resto (unos 24.200) han sido repartidos por los punteros del Movimiento Popular Neuquino, a través de las Comisiones Vecinales que controla. La intención de terminar con el punteraje, promovida por Sobisch, Brillo y Falleti es entonces doblemente encomiable, porque los privilegiados que tienen como rehenes a los necesitados pertenecen a su propia herramienta partidaria. No obstante hay gente que malicia que el MPN no irá contra sus propios punteros.

"Y si quisieran, tampoco lo van a lograr así" ilustra Sergio Aguirre, dirigente del MTD. "¿Sabés cómo es el sistema? Vas, te dan un cheque, la firma, y ¡tuc! te vas al banco a cobrar. No es que yo vengo a pedirte la moneda. Los punteros de ellos, ¿qué hacen? Te controlan asistencias, si cumplís lo que te ordenan, altas y bajas, y ahí te tienen. No se meten con el pago. Y si se quieren meter, te la van a sacar con tarjeta o sin. Porque te puedo decir: vos cobrás con tarjeta pero traeme tanto, o tal mercadería, y si no te bajo del plan, ¿entendés?"

La conclusión de Sergio es que el objetivo de la tarjeta, entonces, no es la gesta confiable, solidaria y liberadora de Sobich, Brillo y Falletti.

Mariano Pedrero (el abogado de Zanón y el MTD, joven que llegó a la zona desde Buenos Aires hace seis años como maestro de 1º grado que no quería ejercer el Derecho, y terminó sumergido en buena parte de las bataholas locales) agrega una hipótesis: "Este es un negocio del Banco Provincia. Primero, manejan todos los fondos, con las comisiones que eso implica. Segundo, el posnet (el sistema de tarjeta magnética) implica la venta de los aparatos a los comerciantes. Al presidente del Banco Provincia, Luis Manganaro, que inventó la tarjeta, ahora lo ascendieron a ministro".

Conviene detenerse en tal ministerio, cuyo mismo nombre parece una declaración de principios: Ministerio de Seguridad y Trabajo.

La policía y los desocupados. La represión y el desempleo. Manganaro se hizo cargo de tal cartera y en uno de sus primeros actos repitió parte del Himno Nacional: "Oíd mortales, el grito sagrado, libertad, libertad, libertad" dijo ante la mirada de decenas de policías, al explicar que la ausencia de libertad en la Argentina es consecuencia de la protesta social.

La Confiable Solidaria no resultó seductora por otro detalle: de aplicarse, los desocupados no volverán a ver el dinero fresco, sino que la tarjeta servirá para hacer compras con débito automático en aquellos supermercados que instalen el posnet.

Se trata de una ocurrencia fuerte: el regreso del corralito, en exclusiva para desocupados.

Luego se dijo que se entregarían 30 pesos en efectivo y el resto a debitar con las compras. El cúmulo de problemas es inmenso:

1) los desocupados deberían viajar hasta los supermercados "y hoy no tienen ni para el colectivo" según la percepción del abogado Pedrero.

2) Los comercios barriales que les quedan a mano, no podrán pagar el posnet. Los pequeños y medianos comerciantes están alzándose contra el proyecto.

3) "Ya hicieron algo así con unos vales municipales, y te obligan a comprar determinados productos, que son una basura, al precio de los caros. No podés elegir" dice Rulo, del MTD.

Laura agrega que los fideos, por ejemplo, "se desarman cuando los echás a la olla". Sobre la polenta, la señora Celina asegura: "Yo te lo juro: no se puede comer". "En vez de darte marca Favorita, te dan cualquiera, que es una porquería" insiste Rulo. "Es degradante" dice Laura, en referencia a este sistema sin posibilidad de elección: neoliberalismo a la soviética.

¿Y si les pagaran con la tarjeta el dinero en efectivo?

"Si te dan la plata, todo bien. Totalmente bien" dice Laura, dice Juan, y dice Sergio Aguirre, mostrando que tampoco los dirigentes del MTD tienen nada que perder con la aplicación de ese sistema, si es que fuera razonable.

Pedrero sintetiza: "Es todo un negocio del banco que cobra un porcentaje de la venta, se capitaliza con fondos, vende los aparatitos, y obliga a la gente a ir a los supermercados grandes".

Sea como sea, el gobierno decidió emprender su cruzada libertadora el 25 de noviembre, instalando una globa (una carpa redondeada) en el predio del estadio Ruca Che, que quiere decir "Casa de la Gente" en mapuche, recordado porque los eventos deportivos, incluyendo al equipo de vóley de un conductor de televisión. El lugar está a las puertas de San Lorenzo, el barrio más populoso de Neuquén.

El gobierno instaló en la globa a unas señoritas sonrientes. Dice Aguirre: "Un currito extra. Contrataron empresa privada, chicas bien vestidas, sillas para que estés cómodo, y te den la pildorita".

Para acompañar a las azafatas de sonrisa perpetua, a pocos metros se instaló el Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP) con motos, caballos, autos, camionetas, forrados de pies a cabeza en trajes antimotines (una especie de corset antibalas coronado por el casco, para que de paso no se les reconozca) y los dos camiones hidrantes que hay en la provincia.

El MTD los esperaba desde las 8 de la mañana. Heriberto Chureo estaba allí, convocando a una asamblea a los vecinos con un pequeño camión equipado con altoparlantes que aturdían la sonrisa de las azafatas de la globa. Algunos vecinos hacían la cola para empadronarse (temerosos de perder, en caso contrario, sus 150 pesos mensuales).

Alrededor del camión comenzó a reunirse gente: 20 personas, 50, y cada vez más.

Alrededor de la globa comenzaron a reunirse los policías. "Parecían robots" dice Juan Alarcón, por el aspecto de Robocop y las Itaka oscuras de las llamadas fuerzas del orden. Había más policías que vecinos. Pero los aullidos por los altoparlantes continuaban alertando a San Lorenzo. Se solicitaba la presencia de funcionarios, que prefirieron desechar el convite. Algunos jóvenes del MTD, siguiendo la teoría de Juan Alarcón, empezaron a quemar gomas para ver si el humo lograba el efecto de hacer salir a la vizcacha gubernamental.

El grupo de vecinos, mirando a las azafatas y a los policías, cantaba: "No queremos la tarjeta/ no queremos represión/ solo queremos trabajo/ salud y educación".

Ante tal amenaza, los camiones hidrantes encendieron los motores. Detrás, los robots policiales, las motos y el resto de la parafernalia. Intentaron primero apagar las gomas, y comenzaron luego a perseguir al camión de los altoparlantes, que mostró buen pique para alejarse de la situación. La emprendieron entonces contra las 200 personas que huían, y contra el barrio.

El menú inicial fue de balas de goma y chorros de agua mezclada con el mismo tóxico irritante y vomitivo del gas lacrimógeno.

Cuenta Laura: "No miraban si eras un chico, una mujer. Te veían y tiraban".

Celina: "Yo a mi edad no puedo correr. Tengo problema de presión. Cuando camino rápido la cabeza no me da, y me caigo". Los jóvenes la ayudaron a salir, despacio, bajo la lluvia tóxica.

"La mayoría de los heridos tiene balazos en la espalda, lo que demuestra que estaban huyendo, indefensos, pero igual les disparaban", informa Pedrero.

Al poco rato ya aparecían los primeros heridos de bala. Pedrero y abogados de organismos de derechos humanos hicieron la denuncia ante la policía.

Al comisario Julio Trepat le mostraron las primeras cápsulas de plomo, y una remera ensangrentada. "Dijo 'bueno, bueno' y cortó la reunión" cuenta Pedrero, "pero ya al mediodía sabía perfectamente lo que estaba pasando".

Se comunicaron con la secretaria de Seguridad Ciudadana, Justicia y Trabajo, otro organismo que de acuerdo a la responsabilidad, magnitud y complejidad de sus tareas, sólo puede ser encabezado por un sabio, un idiota o un perverso.

Quien estaba a cargo era la señora Alicia Comelli, quien contestó "no puedo hacer nada", y cortó el teléfono.

La represión de los robocops continuaba, y llamaron al juez de turno, doctor Roberto Abelleira, pero la respuesta fue: "No es política del juzgado hacerse presente en el lugar de los hechos" (inolvidable definición que tal vez permita entender el estado actual de la llamada justicia).

Debe informarse que el gobierno tomó medidas frente a estos despropósitos: Abelleira quedó a cargo de la investigación de la represión, Comelli juró como diputada nacional, y Trepat fue ascendido en la policía, sin olvidar la promoción del señor Manganaro, que ya es ministro.

Juan Alarcón no perdía el tiempo en tales incomunicaciones: "Cuando tiraron balas de plomo todo fue peor, porque la gente se calentó y más piedras le metíamos todavía".

Cientos de personas y luego miles, sobre todo jóvenes, se iban acercando al centro del conflicto, en la avenida Godoy. Y comenzaron una resistencia espontánea a los cascotazos al ver que la policía intentaba penetrar en el barrio.

Calculan que hubo entre 5.000 y 7.000 vecinos tratando de mantener a raya a la policía sobre la avenida Godoy, para impedir que entrase a San Lorenzo.

¿Organización barrial? Sergio Aguirre reconoce que el MTD no ha llegado a tanto: "Hay otra cuestión, el gran odio que tienen los pibes a la policía. Son muy reprimidos diariamente. No pueden andar tranquilos. Los encuentran en una esquina tomando cerveza y los reprimen. Los ven caminando por el centro, y como son del barrio los meten presos. Ese resentimiento se va acumulando, acumulando, y bueno, cuando la policía atacó el barrio la juventud se largó a la calle con todo".

Empezaron a sumarse obreros de Zanón, gente de la CTA, de algunos gremios, docentes, los MTD de Río Negro, los militantes de los partidos de izquierda, el diputado electo por Patria Libre, Jesús Escobar. Toda diferencia quedó en suspenso para más adelante, mientras se arrojaban cascotes y se respiraba veneno en forma conjunta.

La batalla iba encendiéndose en distintos escenarios. Chureo alcanzó a observar que un policía junto a un bombero de casco rojo sacaba su arma reglamentaria detrás de uno de los hidrantes. Traducción: balas de plomo. En seguida, recuerda el Vasco que también andaba por allí, se escucha un sonido diferente al de la Itaka con balas de goma. Alguien gritó: "Milicos hijos de puta, están tirando con plomo". Nunca había ocurrido eso en la ciudad de Neuquén.

Un rato después Heriberto Chureo sintió un terrible golpe en el estómago. Miró para ver si le habían dado un tubazo de gas lacrimógeno (a uno de sus compañeros le habían quebrado el codo disparando el gas a quemarropa), pero enseguida vio la sangre en su abdomen y alcanzó a decir: "Me pusieron". No perdió el conocimiento

Las puertas de las casas se abrían y cerraban para esconder a los jóvenes que se reponían, tomaban algo, y volvían al enfrentamiento.

Nada detenía a la policía, porque están entrenados para no detenerse. El gobierno promocionó este año las habilidades del GEOP: corren detrás de los hidrantes, saben disparar desde las motos, los trajes protectores no les quitan movilidad y saben que lo principal es no dialogar ni escuchar a nadie. La orden es seguir adelante.

Frente a las denuncias contra la policía, y para justificar la represión en continuado, apareció la noticia de que habían comenzado los saqueos. La víctima, la carnicería El Caldén. Inmediatamente una vecina de San Lorenzo salió a explicar que había visto cómo un Renault blanco llegó a la carnicería, bajaron efectivos policiales, y con una barreta reventaron la puerta. Pocos minutos después de conocida la denuncia, la policía informó que los saqueos habían concluido y que se había recuperado la carne robada. Cosa rara: lograron ese éxito sin detener a los supuestos saqueadores.

A las 6 de la tarde, cuando la guerra llevaba unas 9 horas, los abogados de derechos humanos y gremios convocaron a una conferencia de prensa en una esquina de San Lorenzo, para denunciar el accionar policial, las balas de plomo, y el hecho de que se seguía reprimiendo a la nada, ya que toda la historia de la globa y la tarjeta magnética había pasado al olvido.

La policía comprendió el mensaje, y se lanzó a reprimir a la conferencia de prensa ametrallándola con itakazos de balas de goma, los hidrantes arrojando tóxico y gases, y las motos persiguiendo cualquier signo de libertad de expresión.

Todos se dispersaron pero Pepe Alveal corrió hacia el lado equivocado.

De atrás, lo perseguía la policía, pero otro pelotón del GEOP lo emboscó. Las fotos de la represión muestran que le dispararon a dos o tres metros de distancia, mientras Pepe corría indefenso. Hubo 64 balazos de goma en su cuerpo, y varios más marcados en las paredes. Le perforaron el ojo izquierdo. Lo patearon en el piso, lo tiraron en una camioneta y se lo llevaron.

Estuvo seis horas sin recibir atención médica, pero le seguían pegando. Sergio Aguilera es amigo de Pepe y explica la cuestión con un argumento que parece de 40 años atrás: "Le pegaron más que a otros porque tiene el pelo largo. A la cana no le gusta". Sergio, pelo corto, conoce algo del tema. Está en el MTD desde que perdió su anterior trabajo: era guardaespaldas. ¿De quién? Del ministro José Brillo: "Pero me echó porque me pagaba en negro, no me quería blanquear, hasta con Sobisch hablé y dijo que no podía ser que me tuvieran en negro, pero me despidieron sin pagarme indemnización".

A Pepe Alveal le pegaron con el reconocido entusiasmo policial, y con borceguíes negros, mientras seguía perdiendo sangre del ojo. Nadie lo atendía, y nadie sabía donde estaba, salvo sus captores.

Aguilera y otros amigos por un lado, la familia, Pedrero y los abogados por otro, finalmente detectaron la comisaría en la que lo tenían. A medianoche lo soltaron en la vereda.

"Lo tiraron" dice Pedrero. "Dio dos pasos y se desmayó. Suerte que estábamos ahí. Estoy convencido de que si no estábamos, hoy Pepe era un desaparecido".

Hubo 60 heridos. No se sabe cuántos decidieron ni ir a los hospitales. Nueve víctimas de balas de plomo. La policía dijo que hubo 30 efectivos heridos. O exagera, o las piedras de San Lorenzo son mucho más poderosas de lo que cualquiera podía pensar.

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Patricia, del Movimiento de Trabajadores por la Dignidad de Cipolletti, dice: "El problema en toda esta zona es que muchas veces empiezan luchas, y después se diluyen. Y después aparecen nuevas luchas, y se diluyen, y todo el tiempo así".

¿Esto es inevitable? ¿Qué hacer frente al futuro? ¿Cómo pensar la cuestión política y social?

En la Coordinadora del Alto Valle, que reúne a Zanón, el MTD, sindicatos, listas opositoras en gremios docentes, partidos de izquierda y movimientos de derechos humanos, intuyen que las cosas irán de mal en peor. Raúl Godoy (de Zanón y secretario general del gremio de los ceramistas) suele presidir las reuniones, con la visera de su gorra hacia atrás, siempre con la camisa marrón que identifica a los obreros de Zanón y fumándose todos los cigarrillos de la zona. Es miembro del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) al igual que el abogado Mariano Pedrero. Pero tanto ellos como los demás obreros aseguran que no debe confundirse a Zanón con el PTS: en la fábrica las decisiones las toma la asamblea.

En la Coordinadora el rol de Zanón y del MTD neuquino parece central, frente a las otras organizaciones. Cerca de Godoy suele sentarse Alejandro López, también de Zanón, segundo en el gremio, y que no pertenece a ningún partido. Cuenta: "Vienen años difíciles. El gobierno tiene una política de entrega de recursos naturales y represión a los trabajadores. Nos tenemos que organizar. Queremos plantear a todos los compañeros qué estrategia darnos frente a estas luchas". Alejandro sabe, por la experiencia de Zanón, que "lo primero es que la sociedad sea parte de la lucha. No se puede ganar sin la sociedad", asegura mientras se aleja de un acto de protesta docente en el centro de Neuquén, donde había un orador, un gran equipo de audio, y once personas presentes que aplaudieron cortésmente el discurso, aunque no le habían prestado atención alguna.

Otro estilo de apertura es el que intenta el flamante Movimiento de Trabajadores por la Dignidad, al cambiar su denominación anterior entre otras cosas. Explica Patricia: "Es que nunca fuimos un movimiento solo de desocupados. Desde el momento en que llevamos adelante proyectos productivos, estamos trabajando. Además hay trabajadores ocupados que integran el movimiento, no por los planes sino porque están de acuerdo con las ideas de autonomía, horizontalidad, cambio social".

¿Y sumarse a frentes y coordinadoras? "No, no apuntamos a la creación de herramientas políticas, sino a un espacio donde lo más importante sea el ser humano, los valores, el cambio social y recuperar la dignidad".

¿Eso puede sonar a cosa despolitizada? "Al contrario, lo que pasa es que construir una alternativa para una vida digna no tiene nada que ver con participar de algún tipo de institucionalidad política o electoral, que no nos interesa en lo más mínimo. En todo caso, nos definimos como antisistema, totalmente".

El Vasco Irurzun propone otro razonamiento: "La dependencia del Estado, del plan que le arrancás al gobierno, hace que los MTD tengan en un carácter de situación defensiva muy grande. Aspiramos a desarrollar un trabajo que no esté sujeto solamente al Plan Trabajar. Si hay plan, muy bien, pero la perspectiva de una economía alternativa nos hace pensar en no depender tanto de esos planes, ser más autogestivos y seguir avanzando en la autonomía. Eso no significa pelear por el poder, sino crear nuevas relaciones sociales entre nosotros. Ese es el objetivo".

Sumar a trabajadores no desocupados es un índice de cómo ven el futuro: "Queremos abrir el trabajo territorial. Las próximas luchas las veo más relacionadas con la pueblada que con los piquetes. Y las puebladas se hacen con el pueblo, no solamente con los desocupados".


Sigue caminando Alejandro López, de Zanón, pensando que este laberinto tiene otra forma:

-Toda esta zona es combativa, luchadora, hay grandes gestas, pero después las capitaliza otro. Eso es lo que queremos resolver. Tenemos que generar ámbitos y una herramienta para dar la pelea de fondo.

-¿Cuál es la pelea de fondo?

-No queremos ser oposición toda la vida. Queremos dar un paso más adelante.

-¿Un partido político? ¿Ir a elecciones?

-No sé, en su momento puede ser electoral la cosa, pero buscamos una herramienta para los trabajadores, nuestro espacio para discutir y tener nuestro programa. Sé que es muy amplio esto que te estoy diciendo. Queremos charlar, pensar. La economía la movemos los trabajadores, entonces es una picardía que no seamos nosotros los que decidimos nuestro futuro.

-No se sienten representados.

-Los sindicatos están desprestigiados, pero ni siquiera ser un buen sindicalista te alcanza. Sería diferente si hubiera varios sindicatos clasistas o combativos, pero tampoco hay. Denunciamos, ¿y la salida de fondo? Ahí necesitamos la herramienta, más política, para discutir nuestro propio proyecto.

-Salir de lo defensivo.

-Y pasar totalmente a la ofensiva. Acá en la Coordinadora algunos compañeros de Zanón que no militamos en ninguna organización de izquierda planteamos hacer un frente de trabajadores. Que los compañeros de la izquierda pongan la legalidad de sus partidos, pero apoyando a ese frente. Y queríamos que fuera integrado por trabajadores genuinos, sin militancia partidaria, compañeros independientes del MTD, de Zanón, docentes. Pero no nos pusimos de acuerdo.

El problema suele ser el de los entuertos "ideológicos" (si se los quiere llamar así) de la izquierda. Alberto Esparza, otro de esos obreros independientes de Zanón, suma una perplejidad: "Mirá todo lo que generamos en 26 meses, recuperamos una comisión interna, recuperamos un sindicato ganándole a la burocracia, tomamos la fábrica, la pusimos a producir, ganamos el apoyo de la comunidad, formamos una coordinadora regional con cantidad de agrupaciones, pero terminamos discutiendo con la izquierda partidaria si nos dejaban o no hablar en Plaza de Mayo el 19 y 20. O sea: nada alcanza".

La duda pendiente sería: ¿tiene sentido que la gente de Zanón pierda un solo segundo de energía en "negociar" cómo poner un orador en un acto acaso estéril? La respuesta debería darla la propia asamblea de la fábrica.

Alberto se suma al análisis crítico sobre los piquetes: "Cuando empezamos la toma de Zanón, vimos que el piquete también se lo hacíamos a otro trabajador. Y nos aislábamos. Hacés una política al revés. Entonces cambiamos, empezamos a informar, a panfletear. La resistencia tiene que ser creativa. Creo que se quedaron en la discusión política del piquete-piquete y nada más. No hay ideas alternativas. Para mí, lo más alternativo que hay es tomar los medios de producción, y ponerlos a producir. Generar trabajo como hicimos acá. Zanón es lo más alternativo que hay. Y eso se hace con lucha, organización y unidad".


Sergio Aguirre, del MTD de Neuquén, reconoce que la idea de la herramienta política es un asunto que "se está masticando". "Creemos que hay que sumar a la mayor cantidad de trabajadores a un proyecto político, de independencia de clase, que nos permita decidir los destinos de la provincia. Lo principal es que la Coordinadora haya sumando cada vez más organizaciones, más fuertes, con más inserción en las bases de los sindicatos y los movimientos de desocupados que las componen".

Pero en el mismo MTD neuquino, Heriberto Chureo parece tener una opinión matizada, y explica de qué modo el gobierno -sin tanta policía- podría terminar velozmente con los movimientos de desocupados y piqueteros: "Si se llegaran a dar puestos de trabajo genuino, seguramente tenderíamos a desaparecer como movimiento de desocupados. Nos insertaríamos en los sindicatos, supongo. Pero no vemos esa posibilidad, a pesar de que en la provincia sobran fondos como para poner a trabajar a todo el mundo".

Sobre la idea de hacer "la herramienta" política o un partido, Heriberto sonríe de costado: "Nosotros no aceptamos ni votar. Acá se quiso hacer un frente con los partidos de izquierda, que se inflan cuando hay elecciones pero después no quedan en nada. Nosotros nos resistimos. Algunos tienen en la cabeza esas cosas, pero no me convencen".

Un dato: la fórmula del PTS, el partido que aparece más identificado con la célebre lucha de Zanón, se ubicó último en las pasadas elecciones, debajo del Partido Humanista Ecologista. La mejor ubicada de la izquierda fue Patria Libre, con el 3,09 % de los votos. Sobisch obtuvo el 56%.

El PTS fue votado por 1.488 personas, menos que cualquiera de las movilizaciones en defensa de Zanón.

Conclusión de Chureo: "Ni figuraron. Antes, los gremialistas más combativos y queridos se presentaban a elecciones, y tampoco los votaba nadie. Es medio al pedo hacer esas cosas. No sé por qué, pero no te votan. Entonces no podés ir a rifar toda la lucha en unas elecciones".

¿Qué plantea Chureo? "Pelear por trabajo genuino, movernos, trabajar en el barrio, resistir. Seguir haciendo lo nuestro".

Cerca de esa imagen aparece también el Vasco Irurzun, que muchas veces piensa las cosas con una lógica inversa a la izquierda tradicional. "El problema es justamente que quieren construir frentes, alianzas y ser vanguardia. Quieren hacer la unidad de los revolucionarios. El problema es justamente que quieren construir poder. Y cuando lo hacen, se burocratizan y se hacen funcionales al sistema. La unidad siempre es siempre despotenciadora de la lucha social".

¿Pero cuál es la contrapropuesta? "La lucha social. Una lucha vale más que 20 elecciones. Sobisch arrasó con una aplanadora. Pero se le ocurrió la tarjetita para desocupados, y reventó el Alto Valle. Justo cuando él estaba entregando las reservas de la Patagonia en Brasil, un barrio entero se le levantó poniéndole un freno a su política. Eso lo condicionó mucho más que toda la unidad de la izquierda que me vengas a plantear".

Sigue la teoría del Vasco: "Reconozcamos que la idea de sumar poder, para tomar el poder, ya se aplicó (se refiere a las experiencias socialistas) y lo único seguro es reconstituyó al Estado como capitalista sobre la base de una explotación social masiva. Toda esa manera de pensar ya sabemos que termina en una derrota", dice, aclarando que además del paradigma del socialismo, también considera agotado el de liberación nacional: "No es sólo una opinión sobre algo que fracasó, sino que además ya ni existe el sujeto de ese proyecto, la burguesía nacional, y la clase obrera no tiene la preeminencia que tuvo".

Según esta imagen, la ruptura no radica tanto en el objetivo que declama una determinada agrupación, sino en la forma de llevarlo a cabo.

Cuenta el caso del MTD Aníbal Verón de Buenos Aires. "Tenés que llegar a 50 puntos para que te den un plan de 150 pesos. Un corte de ruta, son 15 puntos. Ir a la asamblea, 5 puntos. Presencia en comedor, 5 puntos. Así, cada persona tiene que hacer lo que le dicen para mantener el plan. Entonces, yo te puedo decir que quiero destruir al Estado, que estoy construyendo un poder sobrenatural, que quiero matar a todos los burgueses, reventar el Alca, pero si esto es lo que hago como movimiento, estoy reproduciendo un sistema de subordinación vergonzoso, de alienación. Entonces, el problema no reside en el Estado, o en el poder, sino en las relaciones que construimos. Si son de dominación, verticalistas, o si son autónomas, horizontales, de lucha, y de construcción de algo realmente alternativo al sistema".

El Vasco reconoce que "todo esto es muy chiquito, son brotes, todavía es desvastador el pensamiento viejo frente a las ideas nuevas. Pero en el fondo me parece que sabemos qué es lo que fracasó. Y de lo que se trata es de inventar otra cosa".

En Zanón también tienen esa sensación de estar reinventándolo todo. Y en el MTD de Neuquén, y en tantos lugares y cabezas que están pensando y actuando alrededor de estas encrucijadas.

Tal vez no haya respuestas para el futuro, sino sólo para el presente. Y eso, cómo encarar el presente, quizás sea lo único que realmente cuenta. Laura Neirou le pasa la mano por el hombro a Celina, la señora que no puede ir demasiado rápido porque se le va la cabeza, y murmura:

-Yo lo único que sé, hoy, es que nunca vamos a dejar de luchar. Nunca.