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Compañeras

5 de noviembre del 2003

En la guerra del gas en Bolivia
Indias, mineras, amas de casa, feministas, putas, "hemos estado al frente todos los días"

Ximena Bedregal
Triple Jornada
Bolivia vivía una insurrección popular, una revolución social que gritaba la insobornable dignidad y ética autodeterminante ante la miserable imposición globalizadora del capital y sus procónsules. Las agencias tiraban metros de información, las fotos que enviaban mostraban ahora a la gente que nunca muestran, la "de a pié", insurreccionada por todas partes: en los bloqueos, las protestas, las marchas, en los rostros de los muertos; también al ejercito y la policía reprimiendo y por supuesto a mister president Gonzalou Sancheis de Lousada, primero sonriente, luego con indisimulable preocupación, y finalmente ya no lo podían fotografiar más, había escapado, estaba en Miami. El rey ha muerto ¡Viva el rey!. ¡Clic, clic!

En las imágenes de todos esos días, las mujeres aparecían por doquier: fotos de sus rostros, gritando, de grandes grupos con palos o piedras, de pequeños grupos repartiendo comida, de millares cruzando la altipampa con pancartas y banderas o simplemente en las ciudades, movilizadas como todos, con sus guaguas (niños) amarradas en su ahuayo (rebozo) colgando en la espalda. Sin embargo nadie las mencionaba ¿Los pies de foto? "Vista de las protestas del pueblo boliviano en Warisata" o en Viacha. Sí, todo el pueblo boliviano protestaba. Pero al menos esas fotos en especial, eran de una parte específica de ese pueblo, de esa parte que aún haciendo la revolución sigue inefable: las mujeres.

Entramos en la Web a boliviaindymedia.com y su sección de género y mujeres estaba vacía (y así sigue). Entramos a aymaranet.org y sólo encontramos la foto de la reina de belleza del concurso Cholita Paceña y una frase: "La belleza de la mujer aymara" ¿ También aquí sólo bellas? Entramos a econoticiasbolivia, un sitio lleno de informaciones, datos y reflexiones sobre ese país, y su sección de género, -ya sabe usted que es parte de la moda y de la correct politic "progre" tener una sección de esas aunque no se sepa qué poner- solo tenía (y sigue teniendo) una docena de líneas afirmando que la mujer boliviana sufre como pocas. ¡Vaya novedad! nos decíamos ¿y qué más?

Algo no encajaba. Decidimos entonces que debíamos ver los sitios de mujeres, sus agencias, seguramente allí habría algo. ¡Vaya ilusión! Ni siquiera existía Bolivia, menos las mujeres de ese país. Ni una sola nota en CIMAC; ¿tal vez en Radio Fire? ellas suelen transmitir en directo algunos conflictos ¡Nada!, solo entrevistas a las altas cumbres, declaraciones de mujeres empoderadas e intelectuales importantes, pero de las indias, de las mineras, de las amas de casa de ese paisito llamado Bolivia que estaba dando una lección al mundo entero, ¡ni una sola letra, ni un solo sonido!

Después de varios intentos, logramos bajar la señal radiofónica de ERBOL, la red de radios comunitarias de Bolivia y sin sorpresa pero con gran emoción, corroboramos lo que ya sabíamos. Allí, en las calles, en los lugares de la lucha, allí donde Bolivia hacía su revolución y nos regalaba también parte de la nuestra, allí y solo allí estaban las mujeres bolivianas. No las representantes de las ONG´s ante algún organismo internacional o ante alguna gran red de expertas en gender issues, no las que viajan y se alojan en hotel cinco estrellas para la reunión de alguna International Gender Network, no las que en versión boliviana se abrazan y se toman fotos con empoderadísimas congéneres corruptas, neoliberales y privatizadoras y nos venden ese abrazo como la gran conquista de las mujeres para el siglo XXI. No, ellas no estaban, sino la india, la obrera, la minera, la ama de casa de la paupérrima ciudad de El Alto, la estudiante desobediente, la intelectual ácrata, la feminista rebelde y radical, la prostituta, la periodista capaz de llorar gases y esquivar balas para sacar la noticia directo desde la calle, la indoamericana que sabe bien contra quién debe pelear y con quién debe unirse. La que sabe de verdad cuál es el destino del siglo XXI si no hace lo que está haciendo, y lo sabe no porque se lo hayan dicho en algún elegante instituto para el liderazgo de la mujer sino porque ya hace varias abuelas que vive sus consecuencias.

Allí, desde las calles, campos, casas y caminos de Bolivia oímos las primeras voces vivas y éticas de esas mujeres, amplificadas por un periodismo que ya no podía tirar línea, entrevistar a los intelectuales importantes, dar micrófonos a los o las líderes de opinión consagrados. El protagonismo estaba en otras gentes. Miraran donde miraran, solo encontraban voces libres, plurivocales, pluritonales de una sociedad que, sin liderazgos unívocos, sin vanguardias, sin direcciones centrales, ni voces direccionales, desafiaba el orden establecido por los políticos, el dinero y los patriarcas. Esas voces eran en gran parte, voces de mujeres.

Allí se oía en directo a la dirigenta de una junta de vecinos que llamaba a organizarse para no dejar entrar la policía a su barrio; la ama de casa que se echaba un discurso sobre la defensa de los recursos naturales digno de prestárselo a algún experto en la materia; la vecina que explicaba el neoliberalismo con claridad impecable; la indígena que, medio en castellano y medio en aymara, contaba la historia de iniquidades de las castas dominantes; la madre del soldado que denunciaba el maltrato que estaban recibiendo los conscriptos, la señora que daba cuenta del número de muertos que estaban llevando a la iglesia de su comunidad. La madre que se había dado por tarea espiar el avión del Goni que huía. La feminista y la puta que juntas llamaban a una huelga de hambre de puras mujeres.

La cosa estaba clara, teníamos que buscarlas a ellas para oír y potenciar su propia voz. Así lo hicimos. Ellas, desde las minas, desde los barrios de El Alto, las comunidades altiplánicas, hablaron con Triple Jornada para compartir su experiencia, su pensar y su sentir. Esta es su voz, con ella tal vez entendamos más de esta revuelta boliviana que con decenas de sesudas y complicadas reflexiones ¿Por qué? porque ellas no sólo tienen la visión del país que todos quieren sino, además, la de ese 55 por ciento de la población boliviana que líderes y políticos (tradicionales o revolucionarios) se niegan a ver.

Se ha mantenido en estas entrevistas la propia forma de hablar el castellano de las entrevistadas que es -finalmente- la forma en que lo habla la mayoría de ese país, cuyas lenguas maternas no son -hasta el día de hoy- la que impuso el conquistador y que sin embargo es el idioma en el que se tiene que expresar la política formal.




Teresa Rollano Agramont, secretaria ejecutiva del Comité de Amas de Casa de la mina Huanuni

Yo represento el Comité de Amas de Casa de la empresa minera de Huanuni. Yo he tomado la participación de este último movimiento que se hizo hasta la ciudad de La Paz. Tal vez usted se enteró que querían sacar nuestro gas. Con hambre, miseria nos tenía ese Goni y otros gobiernos más también. Ya lo hizo muchas cosas, sacó todas nuestras divisas de Bolivia y por lo cual nosotros no quisimos aceptar que lo haga más.

Por eso, 330 trabajadores y 90 mujeres, hemos partido el 2 de octubre caminando a partir de Oruro. Hemos llegado a Ventilla el 10 de octubre en la cual nos asentamos para hacer un bloqueo para que no pasen las movilidades porque nosotros estábamos yendo por una lucha justa. Ahí nos concentramos y nosotras hicimos la logística y todo para los compañeros mineros. Al día siguiente nos arremetieron las fuerzas del orden en lo cual perdió la vida un compañero y tuvimos seis bajas.Yo le dijera en especial, la mujer ha tomado un rol muy importante en este movimiento que se hizo. Cinco mujeres mineras fueron detenidas por el orden de las policías y han sido maltratadas mis compañeras.

Fueron las mujeres las que en realidad se enfrentaron en el enfrentamiento que tuvimos en Ventilla. Como ya le dije más antes, la mujer ha tomado un rol muy importante en estas luchas y nos sentimos orgullosas porque hemos conseguido el objetivo de poder sacar a ese gobierno que tanto daño ha hecho a nuestro país.

Había otras mujeres mineras, más de 300, que vivían en La Paz por circunstancia de estudios de sus hijos. Si el problema se iba a avanzar más, ellas se iban a incorporar, entonces si hubiésemos sido más mujeres.

¿Con quién dejaron a las guaguas, la familia?

Yo dejé a cargo de mi hijita de 15 años a mis cinco pequeños. Todas las mujeres que estuvimos allí en la ciudad de La Paz han hecho lo mismo. Hemos tenido que exponernos a dejar a nuestras familias tan solo para luchar por una cosa que es legal.

En el Comité de Amas de Casa ¿reciben apoyo del sindicato?

Sí, nosotras somos un apéndice del sindicato. Lo que el sindicato dice, nosotras tenemos que asumir. O sea nosotras no podemos hacer las cosas sin que ellos nos tengan que decir. Por ejemplo el sindicato nos ha dicho que tenemos que irnos a La Paz y nos hemos ido.

¿Y ustedes que palabra tienen ahí en el sindicato, tienen participación en las decisiones?

Nosotras como mujeres tenemos una sola palabra, solamente el respeto y la unión entre compañeros y más que todo la lucha obrera, compañera. Nosotras obedecemos. Lo que ellos deciden nosotras obedecemos. No podemos salir del margen del sindicato. Siempre estamos sujetos a ellos. En las decisiones no se puede porque dicen siempre que ellos son una institución en la cual nosotras debemos obedecer. Siempre nos han dicho que somos un apéndice de ellos. De esa manera no podemos asumir Tenemos que pedir permiso para cualquier motivo.

¿Y a ustedes no les parece eso un poquito machista?

¡Eso es, eso es compañera, eso mismo yo digo! y quisiera yo pedirles desde ahí, desde México, desde el medio de comunicación o escrita que usted hace, que nos haga ver la realidad de las cosas, cómo debemos desempeñarnos la mujer minera un papel muy importante. Yo me siento muy feliz de recibir su llamada porque en realidad no me la esperaba. Yo me siento muy orgullosa de que alguien se ocupe de las mujeres mineras y usted es la primera.

Y en toda la marcha ¿que actividades tenían ustedes?

La marcha se ha hecho mujeres y varones, mixta. Nosotras hemos hecho una olla común para los compañeros. Digamos que partían ellos de un pueblo y grupo de mujeres nos quedábamos para hacer la comida mientras ellos marchaban. Nos esperaban en un lugar específico donde nosotras llevábamos los alimentos para servirles. Nos hemos formado grupos pues. Unas marchaban y otras hacíamos la comida.

¿Y porqué no se incorporaban hombres también a hacer la comida?

Eso mismo yo digo compañera. No se por qué existe tanto el machismo y siempre dejarán esa labor para las mujeres. Eso también hay que verlo y pensarlo demasiado. Porque siempre dicen que las mujeres debemos hacer toda esa labor. Y Yo pienso que deben asumir su responsabilidad tanto varones como mujeres. Pero difícil es pues compañera.

Y el sindicato ¿organiza actividades y capacitaciones para ustedes?

No, nada, absolutamente nada. Precisamente eso, le pedimos hace tiempo ya a nuestro secretario que por lo menos nos traiga un curso de capacitación para así poder hablar en público. Nosotras hemos buscado capacitación, hemos pedido a la COD (Central Obrera Departamental) de Oruro que por favor nos manden capacitadoras, pero nos dice sábado tras sábado y hasta el momento no hay nada.




Rosario Panoso, secretaria ejecutiva de la Federación de Mujeres de El Alto

En el país hay mucha pobreza, estamos en una crisis económica galopante y yo creo que el tema de gas fue la gota que colmó la ansiedad de luchar por las reivindicaciones sociales y económicas, porque el gas es una esperanza para obtener fuentes de trabajo y solucionar la crisis económica, la pobreza, la miseria. La Ley de Hidrocarburos está mal hecha, no deja ganancias para el país, sólo para las empresas que no vuelven a emplear en el país sus ganancias, sólo lo sacan al exterior y eso es desempleo y las industrias nacionales quiebran.

Las mujeres somos las que más sufrimos, somos blanco de la pobreza, de la miseria, por eso estuvimos y yo se que vamos a tener el valor de seguir en esta lucha. El objetivo de las mujeres es ir adelante, luchar por los derechos y reivindicaciones y además ser las protectoras y conservadoras de los recursos naturales para nuestros hijos, nietos e inclusive para nuestra vejez.

Nosotras como federación, agrupamos como 30 organizaciones: clubes de madres, guarderías, gremiales en diferentes rubros, madres de conscriptos, lavanderas, esposas de policías, mujeres de juntas vecinales. Estamos afiliadas a la Central Obrera Regional (COR), como todas las organizaciones de aquí El Alto, por eso cuando la COR llama, parece que todos se volcaran masivamente. La idea es agruparnos y expandirnos más. Yo tengo una cumbre, el segundo encuentro de mujeres dirigentas del Alto para el 15 (de noviembre) y donde vamos a socializar. A esta cumbre va a ser invitada la señora Domitila Chungara y las tres mujeres que propiciaron la democracia hacia 23 años atrás, con la huelga de hambre, las mujeres mineras.

Las mujeres organizadas hemos estado inmiscuidas en esta lucha frontal porque aquí en Bolivia las mujeres estamos siempre en la lucha, velamos la reivindicación y hemos estado al frente todos los días, en las marchas de protestas pacíficas, con nuestras pancartas, ya sea la demanda económica, la defensa de nuestros recursos naturales y hemos estado con tres pronunciamientos que nacen del sentir de las mujeres y del momento. Ahora hemos hecho una evaluación de todo lo sucedido y se quedó en la conclusión de que las mujeres debemos dar un compás de espera a este nuevo gobierno.

¿Cómo organización de mujeres afiliada a la COR, ésta las apoya?

Nosotras hemos estado haciendo un trabajo orgánico. Cuando la COR convoca a las marchas estamos también ahí y cuando nosotras hacemos alguna actividad independiente también se los invita, pero en realidad la COR es el órgano matriz de todas las afiliadas. Lo que en ampliados de la COR se decide, acatan todas las organizaciones afiliadas. Claro, la decisión es por mayoría.

En la COR, de 26 dirigentes sólo son 5 mujeres. El secretario ejecutivo, Juan Meléndrez, me dijo que las mujeres comandaron las movilizaciones y que eran fácil el 60 por ciento en las marchas. Si las mujeres son más de la mitad ¿Por qué los dirigentes son hombres?

¡Si pues, eso es cierto! La equidad de género aún no está llegando, ni el 30 por ciento digamos hemos conseguido en el congreso en la participación pública, política. En el país todavía está muy enraizado el machismo, la discriminación hacia la mujer. Ven que la mujer no es tan capaz para conducir una organización, todavía esa es su idea.

En la COB no hay ni una sola mujer, aquí en la COR hay un poquito más pero están solo de delegadas o de encargadas de salud, de derechos humanos. Yo fui hace poco candidata de la FEJUVE (Federación de Juntas Vecinales), pero yo creo que por miedo, porque soy una mujer y que podría bien ser cabeza de la FEJUVE y entorpecer lo que muchos, no muy honestos, hacen, me hicieron fraude y me cerraron las puertas.

Hay muchas cosas que las mujeres tenemos que pensar pero el problema económico es el determinante, las compañeras tienen que buscar el pan de cada día. Nosotras vamos a ver en esta cumbre muchos temas y vamos a determinar nuestros pliegos, que no son sólo al gobierno, también dentro de las organizaciones.




Lidia Paco, representante de palliris ante la dirección de la Cooperativa Libre de Mineros

Palliri es la mujer minera, independiente de las empresas, en general viuda de minero o madre soltera, que con métodos artesanales saca el poco mineral que queda en los desechos de la mina. Trabajando todos los días sacan 45 kilos de metal al mes por lo que reciben entre 45 y 55 dólares, según la ley del metal obtenido.

Somos 300 palliris organizadas por cada cooperativa, y así hemos participado todas en la marcha hacia La Paz.

Hemos partido de Huanuni el martes 7 (de octubre), para romper el bloqueo del ejército en Paillumani, hemos avanzado por el sector de Chorros y doblado por Machacamarca para llegar a Oruro. Hemos ido por un camino como en película, en desierto, buscando los caminos. Hemos llegado a Oruro a las 6 de la mañana después de 12 horas caminando. De ahí sin parar a Caracollo y a Patacamaya.

Faltando horita que llegáramos a Patacamaya, el avión había estado dando vueltas mirándonos, pero nadie se había dado cuenta, en lo cual nos han encontrado sin nada para defendernos, así nomás paraditos. Nos han gasificado y directamente nos han metido bala. Han muerto dos compañeros, una compañera que le llegó la bala al pulmón izquierdo.

Sobre todas esas cosas, teniendo dos muertos, hemos proseguido la marcha a pié hasta llegar a Allo-allo, donde nos hemos embarcado ya en movilidades hasta llegar a La Paz en viernes en la noche.

¿Qué actividades tienen en la organización de mujeres palliris, tiene un nombre?

Solamente tenemos un nombre así general de mujeres palliris. No hacemos nada, tan sólo abocarnos al trabajo porque no tenemos ayudas mediante Ong´s ni nada, necesitamos más bien una ayuda de una Ong porque estamos viendo que la contaminación del medio ambiente ya está dada y no sabemos cómo sacar a nuestras socias palliris de ese ambiente Yo quisiera pedirles, más bien usted tal vez puede ayudarnos de esa parte, trayendo una Ong para poder sacarnos de ese lugar de donde estamos. Tal vez usted o de una Ong viendo la cruda realidad de mis socias, dónde trabajan, cómo trabajan, tal vez todo eso usted pueda mecanizar una ayuda.

¿Tienen ustedes algún tipo de apoyo de la cooperativa?

Si, tenemos un apoyo moralmente, pero más de eso no. Casi tal vez, con los congresos que hemos tenido a nivel de palliris en uno y otro lugar, nos estamos dando cuenta que como mujeres también debemos ocupar el 30 por ciento de la cartera de los hombres. Este año así ha habido mujeres en las cabezas de dos cooperativas, en una ocupa la segunda cabeza y en otra la quinta cabeza también. Lo que compone la cooperativa su directorio son 11, o sea 10 varones ahora. Ya hemos visto que las mujeres nos están dando la confianza para ocupar cartera.

A veces hay una discriminación. No bien al cabal está aceptando el hombre cómo podemos ser las mujeres. Pero de lo que había así un 100 por ciento, ahora ya hay nomás un 70 por ciento. Son medio machitos pues. Pero eso hay que dejar ya pues, porque ya lo hemos demostrado las palliris, que todo lo que pueden hacer los hombres podemos también las mujeres, hasta en interior mina, como ellos han entrado, nosotras también entramos. Igualito las compañeras taladrean, inclusive disparan, igualito todo hacen las compañeras. El hombre lo único diferente que tiene es. usted sabe, su parte nomás, pero todo lo podemos hacer igualito y mejor todavía.

¿Qué le dirías al gobierno y a los que ahora van a discutir la nueva Bolivia?

Que se creen fuentes de trabajo porque como mujeres necesitamos fuentes de trabajo. Que se haga el cumplimiento de nuestros pliegos petitorios porque también tenemos ya viejitas cansadas de nuestras palliris que no gozan de ninguna renta vitalicia y que trabajando siguen ¡se van a morir trabajando! Eso yo quisiera.

¿Qué le dirías a otras mujeres con toda esta experiencia vivida?

Que tenemos también la disposición de ser un hombre, porque no solamente es por estar en la casa metidas en nuestros quehaceres. Si tenemos alguna marcha es por la labor que nosotras tenemos. También quiero decir que las mujeres somos la vanguardia porque siempre nos llevan adelante con la bandera. Y usted sabe que somos un escudo de toda la marcha porque estamos adelante con la bandera.