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Compañeras

 

ENTREVISTA A PAULA MARIELA VAINIKOFF GERSGORIN

"La violencia actual es una enfermedad del sistema, que excede al educativo:
es una enfermedad-país"

por María Elena Jahnke

Paula Mariela Vainikoff Gersgorin, de 40 años, casada, madre de tres hijos, Matías, de 12; Nicolás, de 9; y Luna, de 2; es Profesora de Educación para el Nivel Inicial; Profesora de Educación Primaria; Licenciada en Ciencias de la Educación (U.B.A.); Docente en Música (ejecuta la flauta traversa y la guitarra), habilitada para su ejercicio por la Dirección de Escuelas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, previo examen de idoneidad, y en virtud de haber cursado esta disciplina durante cinco años en el conservatorio Juan José Castro, de La Lucila.

Ejerce la docencia hace veintidós años, en un principio en una institución privada, y desde hace siete años tiene a su cargo alumnos de cinco años en una escuela con doble jornada en el barrio de Saavedra, que depende del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En el 2001 fue jurado en un concurso organizado por el Ministerio de Educación cuyo proyecto, denominado "Jardín de Lectores", tenía como objetivo la selección de cuentos para niños, provenientes de numerosas editoriales, y cuyo destino final era la distribución en todas las escuelas del país ,de las obras escogidas. En la actualidad está cursando el Profesorado de Enseñanza Media y Superior en Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires; y tiene en carpeta un proyecto sobre la violencia que, en poco tiempo, verá la luz en un taller en su escuela al que asistirán no sólo los alumnos, sino también sus familiares.

Es defensora acérrima de la educación pública.

Concertada telefónicamente nuestra entrevista, concurrí a su casa un muy frío sábado de junio por la tarde. El fin de semana largo resultaba oportuno para nuestro encuentro, puesto que sé de su imperiosa necesidad de reponerse de las numerosas tareas que realiza, todas con la misma pasión (una de las características de esta muy querida amiga mía a la que conocí en la facultad en una materia denominada "Teoría y Medios de la Comunicación", a cargo del profesor Oscar Traversa). Recibida primero por la amplia sonrisa ( "marca enunciativa" de su rostro que me refiere a su madre) de Matías, ingreso una vez más a esa casa que es un poco selva brasileña en su patio; biblioteca con ricas fragancias a libros y carpetas con apuntes de diferentes épocas; jardín de infantes con una hipérbole de juegos y juguetes clasificados y que duermen la siesta sobre numerosos estantes; cocina-hogar con "olor a mamà" de donde cuelgan, agotadas, cucharones, espumaderas, cacerolas, etcétera. Las paredes de su antecocina rebalsan de" obras de arte": son los dibujos hechos por sus hijos ,o sus fotos, juntos con mamá, papá, la abuela Hebe. El almanaque de una editorial que aconseja:"Pensá en el mañana, elegí Santillana hoy"; un pequeño sombrero de paja cubano, una fotografía de Aldo Sessa que me muestra un par de manos campesinas sosteniendo un mate, y una "mamuschka" de madera, completan este ámbito en donde más cómoda se siente Paula para recibirme.

Su sonrisa y su mirada de bienvenida es, como siempre, un entramado de comprensión, dulzura, y afecto. " La gordita (por Luna), duerme" me dice bajito mientras me besa, temerosa, es probable, de que mi voz la despierte. Vestida, como siempre, de jeans, y una camisa de viyela color mostaza, con dibujos romboidales que remiten a alguna cultura precolombina, me mira, suspira y, mientras prepara su mate amargo, me va contando que soñó que Horacio (su esposo, desocupado hace tiempo), y ella, estaban en un supermercado llevando carritos con diarios ,mientras miraban a la gente que comía. - ¡"Éramos "cartoneros" negra"!- me dice, esforzando una sonrisa.-"Es para un análisis psicológico"-agregó. Y continúa relatando que, para salir del paso, empieza a dar órdenes con términos técnicos para engañar a los empleados, y poder pasar. Y finaliza su relato comentándome-"la única herramienta que tenía era mi saber, como para no sentirme absolutamente discriminada entre los que comían".

Nos miramos, casi resignadas por la época que nos toca vivir, hacemos algo así como "un minuto de silencio", en recordatorio de los excluidos, y de la difunta "clase media",y de pronto, (es muy clásico en ella cuando la tristeza la amenaza), pega un golpecito sobre la mesa con sus gastadas manos de lavandera de ropas y vajillas que, al mirarlas una vez más me hacen pensar en esta por momentos extraña mujer que "lustra" siempre su cerebro y su corazón, y se olvida de su piel (que, según los dermatólogos "es el más extenso órgano de comunicación"). Ahí descubro la excepción de una "verdad científica". Paula "es" comunicación. Seguida del golpecito, su voz (que parece provenir de las profundidades de un mar ni calmo, ni tempestuoso, es profunda, sólida, como resistente a todos los embates), emite un -¡"Bueno, negrita, empecemos con tu entrevista". Teclea sobre el grabador y verifica si funciona, mientras " Miel", su perra de raza común, me impide escribir, tirándose sobre mí para que vea que en su boca tiene una pelota para que juguemos. La acaricio, y comienzo mi entrevista .

P: ¿Por qué decidiste ser docente?

PMV: Siempre quise serlo. Desde chiquita. Tengo una redacción de mi escuela primaria en donde puse (simula estar escribiendo): "Yo voy a ser maestra jardinera. No voy a hacer como otra gente que dice y después no lo hace" (se ríe al recordar). Primero hice el Profesorado de Nivel Inicial porque me gustaba, me encantaba lo lúdico, lo creativo. Cuando terminé el profesorado estaba estudiando música, pero no estaba muy convencida. Y empecé la facultad. Como orientación de la carrera opté por la de Educación Formal, porque como ya tenía experiencia en esto pensé que me podía posibilitar un crecimiento dentro de ella. Gracias a la facultad también tuve la posibilidad de integrar como miembro de un jurado un proyecto que se llamaba "Jardín de lectores". Yo tenía mucha experiencia en el terreno de lo literario. Siempre me gustó. Siempre me acerqué al libro. Había participado en jornadas en dos "Feria del Libro Infantil". Y además había hecho cursos de Literatura. Una ex-compañera de la facultad me recomendó, presenté mi "currículo" al Ministerio, y entré. Por un lado su recomendación me alegró, pero también me molestó. (inclina su cabeza, recoge su largo cabello castaño ondulado, sonríe, y continúa hablando) Por un lado me alegró porque un conocido confió en mis conocimientos, pero también pensé que el acceso a la posibilidad de poner a prueba las condiciones de alguien, en muchísimos casos, queda tapado. Yo querría estar en otros lugares y no puedo. Y mucha gente podría estar en otro lugar y no está, a pesar de su capacidad. Esto tiene que ver con estar o no (hace comillas con sus dedos) "dentro de".digamos, lo que Bordieu denomina "el campo intelectual".

P: ¿ Cuáles fueron tus motivos para encarar la cursada del Profesorado?

PMV: Cuando terminé la Licenciatura sentí una especie de vacío. Está bien, pensé, el título me acredita "para", pero uno siente que a medida que uno más conoce, necesita saber más. Es también una cuestión de exigencia personal. Y el profesorado lo hago por dos motivos: primero, porque me acredita aún más para obtener un ascenso. Y segundo, porque cuando el próximo año haga la residencia voy a tener más herramientas para la práctica, más conocimiento, y esto implica un mayor crecimiento dentro de mi rol , la posibilidad de elaborar tal vez de mejor manera mis proyectos.

P: ¿ Cuáles son tus proyectos actuales en el Nivel Inicial?

PMV: Puse en práctica varios proyectos. El haber cursado la carrera en la Facultad me permitió revisar mis prácticas a partir de los saberes que me aportó la teoría Se instaló en mí aún más la forma de trabajar proyectos, porque éstos tienen que ver más con la idea de. cargar de sentido y significación las prácticas. Dar cuenta de proyectos involucra a los a- lumnos, y a uno mismo, en la generación de un proceso para un objetivo específico.

Y entre los proyectos que llevé a cabo, a partir del año pasado, el primero fue el de tomar como eje "La Comunicación". Y, a partir de este eje, trabajar la cuestión de la plástica o del arte, desde el lenguaje plástico. Junto con una compañera de la escuela arrancamos con las primeras instancias de la comunicación en el hombre primitivo, que tenía que ver con la oralidad y lo gestual. En mi turno desarrollé un proyecto de teatro. No tenía la menor idea de lo que era hacer teatro.Y menos con los chicos. Pero tuve el asesoramiento de un profesor que vino como capacitador de la Dirección General del área de Nivel Inicial que, fundamentalmente, más que capacitarnos, nos hizo trabajar lo vivencial, que no es poca cosa.Yo no sé si sabés que nuestro Nivel Inicial está considerado como uno de los mejores del mundo.A partir de mi experiencia con estos dos talleres surgió la idea de hacer un fogón aprovechando incluso la posibilidad de trabajar en el parque de la escuela, que es inmenso. El primer objetivo con respecto al tema del fogón fue el de mostrar a los alumnos el carbón, explicarles que éste fue el origen de la carbonilla, usada por los hombres primitivos para pintar, y como medio de comunicación. De este primer fogón surgió la idea de contarles la leyenda de los "chirihuanos chanés", indios del norte de nuestro país. Y los chicos se entusiasmaron. Fue así que ,de esta experiencia , decidí encarar otro proyecto: el de las leyendas de las diferentes poblaciones aborígenes. Y también surgió el tema de la música étnica como otra forma de comunicación.

P: ¿ Adoptaste entonces como estrategia pedagógica este encadenamiento de temas sobre la base del eje de la comunicación?

PMV: Sí. Porque lo que voy haciendo con los proyectos en mis prácticas es que no puedo trabajar todo por separado. Me da la sensación de que no sirve. No sé por qué. Voy arman- do como redes para articular los contenidos, y las áreas. Lo que trato es. a ver. Que los saberes tengan sentido, que puedan ser transferidos, que después, de alguna manera, vuelvan a la vida cotidiana y que estén presentes. Sino es como que se separa lo escolar de lo no-escolar, y es "al pepe" lo escolar. Y el objetivo de la escuela es el de formar para la vida, o debería. Debería. Lamentablemente hay muchas ficciones, a veces se ve cómo las prácticas son absolutamente inventadas.

P: ¿ Por qué razón te interesó de un modo especial el tema de las leyendas?

PMV: Surgió como consecuencia de haberse instalado en nuestra posmodernidad una cultura de la imagen, el tema del videoclip; y pensé que, en realidad, había que rescatar de lo antiguo la posibilidad de poder escuchar, que no deja de ser una interesante competencia y habilidad de la lengua (última frase que su voz remarca con un percusivo ritmo uniforme Su voz y su gestualidad han cambiado. Enarca sus cejas como cuando algo la inquieta , o la intriga , y continua razonando, en tanto que su voz comienza a modelar la melodía de esta pequeña partitura suya monologada ).- porque si no podés escuchar, no podés pensar, si no podés pensar, no podés construir, y por lo tanto no podés transformar, y no podés hacer nada. Siempre está dando vueltas esto en la escuela primaria sobre todo. Lo literario me resulta fundamental por una cuestión de razones porque, como dice Graciela Montes en "La frontera indómita": "no hay que perder el espacio poético". Bueno. Me entusiasmé con el mundo de las leyendas, e investigué en el Museo del Hombre las leyendas recogidas por Miguel Ángel Palermo, antropólogo, y armé una "carpetota" ( coloca una mano sobre la otra, separadas ambas por un amplio espacio, que me brinda la idea de la cantidad de material recogido dentro de ella, y continúa diciendo)- En los fogones me di cuenta que los chicos no estaban acostumbrados a escuchar. Y lo mágico de las leyendas, es que no sólo tiene que ver con los orígenes, sino con los intentos de explicación que tenían los aborígenes sobre las cosas, y que no deja de ser fantástico ¿no? Fue así como armamos "El rincón de la leyenda" y las fuimos trabajando con los nenes que, además, podían reconstruir los personajes. Y esto de "poder escuchar" fue muy positivo, porque por otra parte también sirvió para recoger la posibilidad de diversidad que tenía el grupo.

A mi me gusta mucho integrar a los padres en los proyectos porque me parece importantísimo el rol que cumple la escuela en cuanto a educar también al pibe como un sujeto que está involucrado en una red de relaciones familiares, culturales. Tengo nenes que son de Paraguay, de Bolivia, de Perú. Fue así que empezamos a invitar a los papás para que contaran las leyendas de sus lugares. Por ejemplo, había una mamá que es de Santiago del Estero, y al principio no se animaba a hablar .Es humilde. Calladita .Vergonzosa.

Pero finalmente nos contó la leyenda del "cacuy",y hasta llegó a imitar el canto del pájaro. Fue muy lindo.

Ella, al ver que los nenes la escuchaban con tanta atención, terminó por sentirse satisfecha de contarles "su" leyenda. Yo le conté que en nuestro "rincón" teníamos una leyenda de la zona de Corrientes, que es la del"yasìyareté", "el duende de la desmemoria", que aparece en el bosque y rapta a los niños a la hora de la siesta. Para mí esta leyenda es muy fuerte porque me recuerda la historia de nuestro país. Yo se las hago escuchar a los chicos y se fascinan, porque Anahí es una nenita raptada por el duende. Y empiezan a aparecer los personajes de la selva para mantenerla despierta y que pueda recordar cuál es su lugar y regresar a su casa, para volver a estar con su familia. De esta manera se vence al mal de la desmemoria, porque, les aconsejo, "uno debe acordarse siempre de cuál es su lugar". El tema de las leyendas tiene que ver no sólo con el hecho de rescatar sus orígenes, sino con el de dejar de mirar siempre a Europa, o al Mac Donald's ,y la pavada. No es que los niego. Existen. Europa tiene cosas muy válidas y que las trabajamos desde el arte: Miró, Velásquez. Estos temas los rescato como un modo de poder escuchar, pensar, y me doy cuenta que trabajan mucho más con la fantasía que cuando ven el cuento con una imagen.

Otro proyecto es el de la huerta, que involucra una relación de proceso de apertura y cierre. Cómo se puede considerar la posibilidad de trabajar la tierra, ver cómo da sus frutos. Trabajamos la fabricación del "abonero", reciclamos materia orgánica, mantenemos las lombrices californianas que aportan proteínas a la tierra, vemos cómo nace la semilla.

También está el taller de cocina. Y viene a cocinar un papá que es cocinero. De este modo se registra para qué sirven las matemáticas y la escritura. o sea donde todo va teniendo sentido, porque (enfatiza con sus manos ) si yo no sé qué cantidad de tazas de harina lleva esta receta y cuáles son sus ingredientes, necesito registrarlo en algún lugar, pero de un modo distinto al de escribir una carta. Es como ir dándole sentido a cada uno de los elementos que tienen que ver con los contenidos escolares.

Otro proyecto es el de efemérides, recorrido desde otro lugar, como una línea, un recorrido histórico, pero visto desde los negros, y cómo se produce una transformación a partir de la música aborigen, a la época colonial , y desde la colonial hasta el tango. Ahí es donde empiezo a investigar y ver de qué manera acomodo la terminología para que se adecúe a la edad de los nenes.

Para mí ,el desafío es investigar y aprender. Y aprendo con los nenes. Por eso esta cuestión de sentir este entusiasmo. Y creo que ellos también se dan cuenta; y esto hace que nos entusiasmemos juntos.

P: ¿ Tenés en proyecto algún otro taller?

PMV: Sì. Relacionado con la violencia. El otro día leí un artículo para la materia que estoy cursando, sobre las nociones de "poder saber", de Silvia Duschatzky, que es espectacular. Habla sobre la idea de conflicto como disparador de las Ciencias Sociales, y para entenderlo desde el momento actual de la Historia, como consecuencia y anticipación de lo que está sucediendo ahora, activamente, o sea como parte de la transformación social. Vale decir que, si todo es una crónica, no sirve. La autora hace referencia a una interpretación narrativa de la Historia. La cosa es que lo cita a Foucault con el tema de la vigilancia que se hace a través de la educación instituida, desde las instituciones, que no es desde la violencia coercitiva, que se entiende que es violencia. Porque hay dos formas de violencia: la explícita , por ejemplo: yo te agarro del brazo, te sacudo y te digo :¡Siéntese!, desde el autoritarismo, desde la imposición, sino también una violencia sutil, la violencia de tener la propia regulación del discurso pedagógico. Esto está de alguna manera regulando la forma de pensar, y las mismas jerarquías, y la valorización misma de la escuela, y la falta de respuestas, y la falta de compromiso. Hay un montón de elementos que detentan la violencia. Yo lo que siento es que están en deuda un montón de cuestiones desde el discurso de los cambios didácticos, y desde la teoría, y de cómo se avanza, y de cómo se toman en cuenta el desarrollo de la psicología cognitiva, y los procesos mentales. Todo es muy lindo.

Desde la teoría. Pero vas a cualquier escuela común y corriente, por ejemplo las de nivel medio, como estoy viendo ahora, incluso las universitarias que ¡hasta ahí! cumplen con lo teórico de las nuevas teorías que alcanzan el área concreta ¡son una mediocridad!. El discurso que tienen los pibes en la escuela no existe. El otro día le preguntamos a la profesora- "¿para qué estudiamos esto?", porque realmente eso sí que es violencia, y más violencia todavía para el que lo estudia. Y le decía a mi compañero (Daniel,de 60 años) "cuanto más estudio, peor me siento. ¡No quiero saber más nada!". (Me mira con un atisbo de angustia en su expresión, y me pregunta)- Yo no sé si a vos te pasa. Cuanto más estudías es como que te das cuenta de la impotencia que tenés, que es una cosa que no se maneja así nomás. La responsabilidad hacia los agentes particulares es un equívoco de alguna manera, pero creo que esto excede, que tiene que ver con una cuestión política.

Cuando un docente "X" pone la violencia en forma explícita , como maltrato, con la no aceptación de la diversidad de sus alumnos, es una violencia simbólica, que es más jodida que la física. Porque con la física hay un límite real. Alguien le dice "usted no puede hacer esto", y va a un sumario. Pero cuando la violencia es constante, en una cuestión de degradación hacia el otro, (y remarca)- que la gente que tiene poder suele hacerlo, y con mucha facilidad, es muy jodido, porque vos responsabilizás a esa "X" persona, pero ella no es responsable. Reproduce, de alguna manera, una lógica que está instituida dentro de lo que son las instituciones escolares, y el maltrato que hay en las escuelas, en el hospital, en cualquier lugar público, además. Yo, desde lo particular, me rompo el alma en el trabajo porque me gusta lo que hago, porque creo en la docencia, porque creo en la formación a través de la educación, desde un sentido crítico, diferente, digamos. No es que piense que voy a ser la Mujer Maravilla, y delirar con cambiar algo desde el lugar en que estoy, pero hablo de una coherencia dentro del sistema educativo en donde se vea realmente un compromiso de los agentes con el sistema en sí. Podrían haber cambios. Lo que pasa es que todo es una ficción. Es terrible. Es todo una ficción.

A continuación Paula relata, a modo de ejemplo, un conflictivo hecho reciente con la mamá de Brian, uno de sus alumnos, y que no sabe bien si definirlo como "un modo de violencia", o "un ejemplo concreto de descompromiso". Había organizado una salida con sus alumnos a una pileta de natación, y su grupo estaba "fascinado con el tema de la pileta" porque, como ella me comenta:-" hay muchos chiquitos que ¡en la vida! fueron a la pileta, y tal vez no van a poder ir nunca. Es muy complicada la cuestión económica, social, cultural". También me explica que tiene muy en claro que, en muchos casos, la educación que recibieron los padres de sus alumnos, los convirtió en personas dependientes, e imposibilitadas de tomar una decisión a la hora de efectuar algún trámite ,habida cuenta que desconocen el modo de manejarse al respecto. El caso de Brian lo define como el de un "nene abandónico que "va" por el mundo, del mismo modo que su mamá". Sus padres mantienen, a través del tiempo transcurrido desde su separación matrimonial, una relación conflictiva. Brian concurrió ese día a la escuela sin haber traído la autorización paterna para concurrir a la pileta, ni la malla. Paula se comunicó telefónicamente con el padre y entre ambos acordaron el envío, por "fax", de la autorización.

Pero, irónicamente, el padre le agregó :-"la malla no se la puedo enviar por "fax". La mamá apareció media hora antes de la salida del grupo hacia el club, diciendo que debía retirar a su hijo porque la habían citado de Tribunales y tenía que ir "ya", por lo que no iba a hacer tiempo para retirarlo de la escuela más tarde. Paula reproduce a continuación el diálogo que mantuvo con la señora: Paula pregunta: ¿ pero vos no te acordás que hoy es el día que vamos a la pileta? ¡Está enloquecido tu hijo por ir! La mamá responde: Sí. Pero no sabía que tenía que ir a los Tribunales.

Paula le reprocha: Pero. tampoco le mandaste la malla.

La mamá se excusa: ¡Ah!...¡ Es que no tenía! Paula insiste: ¿ Y no pudiste conseguir una prestada? La mamá ,como ausente: ¡ No se me ocurrió! Paula insiste: ¿ Y la autorización? La mamá ,distraída: ¡Ah!...¿No la mandé? Paula, impaciente: ¡Salimos ya a la pileta!... Mirá, yo ya te conseguí otra malla prestada. Le pedí a otra mamá que vino temprano, fue a su casa, y la trajo.

Fíjate cómo podés hacer para que alguien retire a tu nene a la salida.

La mamá: ¡Ah!...No sé. No se me ocurre.

Y continúa relatándome que pudo solucionar este problema porque otro papá, del taller de cocina, se ofreció a quedarse con Brian en el parque de la escuela hasta que su mamá viniera a buscarlo. Y que el nene, en cuanto supo que podía ir a la pileta "estaba con una sonrisa de una oreja a la otra". Paula agregó, a modo de reflexión:-" porque él, desde el momento en que sale de su casa sin la malla, sabe que no puede ir. No es tonto. Es chiquito, nomás ".Y por otra parte me aclara que, si bien esta actitud de la madre por un lado le dio"bronca", por el otro "sentía como desprotegida a esta mujer que, a cada pregunta mía respondía con un "no sé; no se me ocurrió"". Fue así que decidió citarla para mantener con ella una conversación con el objeto de hablar acerca de la responsabilidad de su rol como madre, puesto que considera que ésta es también una de las funciones que debe desempeñar la escuela como institución. Otra, es la de concientizar a los padres, y a sus hijos, de la importancia de ingresar a la escuela en el horario establecido, puesto que esta medida no implica solamente una normativa institucional, sino también la inserción del niño en su espacio para comenzar, al mismo tiempo que los otros, con su actividad diaria, puesto que, si llega tarde, " hace que se sienta como un colado, en una situación de no-pertenencia que, de algún modo, es también una situación violenta, en tanto que está relacionada con una cuestión de respeto entre los actores sociales involucrados en una actividad comunitaria". Pero, además, considera que existe otra violencia, que es la del sistema.

P: ¿Cuál es el factor que provoca esta "violencia del sistema"?

PMV: La violencia del sistema es que te desampara. El sistema está desamparado por muchos factores. La escuela pública está degradada por la existencia de la privada. Es lo mismo que el hospital. Si hay clientes, consumidores, en un lugar que les brinda un servicio, en vez de un derecho, la educación en términos de mercado está compitiendo a desfavor. Tiene que apelar a remontar valores como la "solidaridad", o el "compromiso", que son muy firmes, pero que cuestan un montón. Como "se vende un servicio", los padres se quedan tranquilos porque pagan sus impuestos. ¡Pero los edificios se están cayendo a pedazos! Y esto desgasta.

Las conducciones, por lo general, ya están en un lugar de poder y no les importa nada, excepto algunos, contados con los dedos. Las supervisoras están en lo burocrático, y el nuevo Ministro de Educación , no sabemos qué va a hacer.

Yo tuve a Daniel Filmus como docente en un seminario sobre la obra de Pierre Bordieu, referido al "habitus" y a la "naturalización"- se ríe casi irónica, y continúa - Vamos a ver si naturalizan el Poder. Veremos qué pasa. "Filmus viene bien de raíz".

La educación es maravillosa, pero es muy difícil de remontar cuando no hay coherencia, y esto imposibilita una lectura común. Nuestra formación, me refiero a la de mi generación, fue de terror. Yo me "aggiornè" por la facultad, pero muchas compañeras se quedaron en el molde. Creo que hay una cuestión de política que sea así. No interesa un pueblo educado.

Yo creo que cualquier nivel dentro del sistema educativo tiene que dar todas las herramientas para que la persona pueda crecer. De lo contrario, se ejerce un poder que, de alguna manera, es violencia, porque le estoy negando al otro el acceso al conocimiento.

P: Con respecto a la violencia en la escuela ¿tuviste conocimiento de algunos hechos?

PMV: Tengo varios, algunos de terror. Pero te voy a contar uno del que me enteré en la cursada del Profesorado. En una escuela "X", también de doble jornada, una docente parece que no se "banca" a los "chinitos". Es una fascista. En el horario de comida, uno de sus alumnos, tal vez coreano, no sé, de primer grado, no quería comer. Yo supongo que se debe encontrar fuera de lugar, dicen que apenas sabe nuestro idioma. La cuestión es que parece que la maestra, a los gritos, le insiste que coma, y termina por hacerlo comer por la fuerza y el nene vomitó la comida. Entonces "esta mujer", horrorizada, lo agarró del cuello y lo empezó a fregar contra el piso gritándole que limpiara lo que había hecho. La cuestión es que parece que todo el comedor estaba mirándola, pero a ella ya no le importaba. Los pibes salieron corriendo hasta la dirección, y la directora la llamó. Pero me contaron que no se sabe nada más. La "tipa" sigue trabajando. Y del "chinito" nadie dijo nada.

Ni de su familia.

¡Total! -agrega con una indignada ironía- ¡son chinos!

P: ¿ A qué considerás que se debe este tipo de violencia por parte de un docente?

PMV: Si una persona es violenta con otra, esté donde esté, la está "pifiando" mucho.

Que varias "variables" puedan ayudar a potenciar esa actitud de violencia puede ser.

La cantidad de años de trabajo, la precarización laboral, la recarga horaria, todo lo que quieras, pueden ayudar. Pero la persona es violenta porque es violenta, y habrán cuestiones psicológicas que deberá resolver en su territorio. Y debiera ser sacada inmediatamente de su cargo.

P: ¿Existe algún reglamento que posibilite su separación del cargo de docente?

PMV: El Estatuto del Docente del Gobierno de la Ciudad tiene una normativa al respecto. Puede suceder que exista un sumario, y una sumatoria de hechos graves, y una Junta Médica optará por retirarla de su cargo o enviarla a realizar tareas livianas a la Dirección. En general hay como una cosa de no tener mucho lío con esto, de evitar los juicios y a los medios de comunicación. Lo cual es una macana, porque si uno, como directivo ve una cosa como la que te relaté, por ejemplo, algo "debe" hacer. No se puede permitir esto. Hay una cuestión de ética. También está el que se la pasa todo el día con la violencia verbal, y la ejerce sobre todo el mundo, y nadie se entera. Sé del caso de una nena que todos los días llevaba una botellita de gaseosa, la maestra se la tomaba y le decía:-"Después te compro una. No le cuentes nada a tu mamá". Son pavadas, que no son pavadas. Tiene que ver con un modelo respecto de lo que es el adulto, el referente. Lo que pasa es que tenemos degenerada la idea de lo que es la ética, el respeto. En realidad, es una enfermedad del sistema, y que excede el educativo. Es una enfermedad-país. La corrupción la está atravesando. Pareciera que si sos responsable, comprometido, sos un idiota. Hace años que se sabe que en los hospitales la gente se roba la comida, y nadie hace nada. Todos los valores están atravesados. Estamos viviendo una época extremadamente complicada.

Concluida la entrevista, mi amiga se ofreció a acercarme con su coche, camino a una fiestita de cumpleaños a la que Luna estaba invitada. Una vez que ubicó a su hija en la sillita del asiento trasero, nos colocamos nuestros cinturones de seguridad, y emprendimos el corto viaje. Durante el trayecto debimos parar porque el tránsito estaba congestionado a la altura de la estación Nùñez.

La presencia de varios agentes de la Policía Montada, y de varios carros de asalto, nos llevó a preguntar por lo sucedido. Un muchacho nos comentó que un grupo de personas que habían salido del Club Defensores de Belgrano, una vez finalizado el partido de fútbol, comenzaron a romper los vidrios de los autos que se encontraban estacionados por la zona, y a robar en los negocios. Finalmente pudimos continuar con nuestro viaje. Al parar frente a un semáforo, un hombre mayor, que conducía un viejo" Valiant" verde metalizado, comenzó a insultarla porque no le había cedido el paso al levantarse las barreras. Paula no contestó, lo miró, y se sonrió. El hombre, fuera de sí, ignorando incluso a la mujer que estaba sentada a su lado, y miraba la escena entre miedosa y extrañada, dirigió una frase perversa hacia la nena, que yo sentí como un modo de violación hacia la menor. Paula, ignorándolo, arrancó. Con una voz ahogada por el asombro, el asco, y el dolor, me dijo:- "Es un degenerado.¡ Qué locos estamos todos, negrita!".

Les di un beso a ambas, bajé del coche en la estación Saavedra, y camino hacia la parada del colectivo que me llevaría a mi casa pensé que, fantasmáticamente, el Averno se había apoderado de nuestro país. Paula tenía razón. Estamos enfermos de violencia.

Paula Mariela Vainikoff