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Compañeras


17 de marzo del 2004

Declaración de rawa en ocasión del dia internacional de las mujeres

La emancipación de las mujeres sólo la conseguirán ellas mismas

Traducción para RIMA: Macky Corbalán

Durante el tiránico y medieval gobierno del Taliban, los más importantes medios de comunicación internacionales y de Occidente, comenzaron y terminaron haciendo foco en la opresión de las mujeres. Parecía como si USA no hubiera tenido problemas si toda esa tortura y muerte gradual no hubiera sido impuesta a las mujeres y el Talibán hubiera mostrado un poco de piedad.

Pero cuando USA llegó a castigar a estos mercenarios, la primera y última palabra fue acerca del abuso a las mujeres por el Taliban ­incluso los panfletos arrojados por la aviación militar estadounidense sobre las ciudades contenían fotos que mostraban el salvajismo del Taliban contra ellas.

Después del ataque estadounidense y la instalación de un gobierno interino, el levantamiento de las banderas de las mujeres permaneció: un Ministerio de las Mujeres y varias otras comisiones fueron creadas y unas pocas mujeres llegaron a ser mal llamadas ³autoridades². Y hoy, que han pasado dos años desde aquellos sucesos, ¿quién puede negar el hecho de que las condiciones del 99% de las mujeres no han sufrido cambios fundamentales? No hay ya Talibanes que azoten mujeres a causa de su pelo o porque su pie se vea debajo de la Burqa. Pero ¿cómo pueden las mujeres seguir sin el velo y tener una vida normal sin el miedo a los ³señores de la muerte² que las molestan, insultan y violan como perros de caza?.

Más allá de esta extrema asfixia y terror en Herat, agarradas por el asqueroso puño del terrorista ³amir² Ismail Khan, cientos de chicas y mujeres se han suicidado, auto-inmolándose, en menos de un año, para liberarse de una vida de dolor vivida bajo la daga de un régimen corrupto y de libre asesinato. Los cuerpos quemados de estas víctimas inocentes guardan las caras de Ismail Khan y de sus cómplices en la negra "Alianza del Norte", con vergüenza.

A pesar de estas espantosas realidades, si decimos que Afganistán está limitada sólo al abuso de las mujeres, de hecho estaremos arrojando arena en los ojos del mundo.

Más allá de la multitud de opresiones que sufren las mujeres, los hombres tampoco son libres. Aunque el Taliban ya no esté al mando, su hermano Jehadi, la "Alianza del Norte", abarca el poder en todo el país. Por lo tanto, si todas estas atrocidades y desastres, -por ejemplo, la presencia de los opresores fundamentalistas- no son arrancadas de raíz de Afganistán, no habrá temarios serios que incluyan la liberación y la prosperidad de mujeres y hombres que puedan ser resueltos, incluso si más comisiones y ministerios son creados para las mujeres.

La liberación de una nación es sólo realizable por sí misma ­igualmente, la emancipación real de las mujeres sólo la conseguirán ellas misma. Si la liberación es dispensada por otros, podría ser aprovechada y violada en cualquier momento.

La falsa naturaleza de la Loya Jirga constitucional y la libertad de expresión fue clara para todos en Afganistán y en el mundo, por el barato ataque del orador de la asamblea, Sibghatullah Mojadadi, Sayyaf y de los elementos de las fuerzas de Fahim y Rabbani, sobre las delegadas de las mujeres, Malalai Joya y Anar kali. Malalai Joya tuvo el coraje de llamar "criminales" a los fundamentalistas, y pedir para ellos un juicio nacional e internacional. Pero nosotras vimos que los asesinos traicioneros y sus seguidores en la Jirga se indignaron tanto en la confesión de Sibghatullah Mojadadi, ¿si no hubieran estado atados que no hubieran hecho a Malalai Joya? Nuestra gente sabe que en 1992, el Primer Ministro paquistaní, Nawaz Sharif dio 10 millones de dólares para el establecimiento de un gobierno Mujahadeen y que el Mojadidi distribuyó el efectivo entre sus parientes.

Nuestra gente y el mundo saben también que Rabbani, Sayyaf, mansour, Chakari y otros son símbolos de sangre, traición y agresión. No sólo habían ocupado la fila delantera de la asamblea una vez más, sino que con el gesto de 10 millones del orador de la asamblea, fueron posando y hablando tan desvergonzadamente que parecían ser la novia o los pivotes centrales de la asamblea, y no los criminales que han infectado toda la tienda. La grosera intimidación de Sayyaf probó cuánto han sido infectados, la Loya Jirga y sus oradores, por el germen del fundamentalismo. ¿Qué puede esperarse entonces de tan infectada asamblea? ¿Que apruebe una constitución democrática que garantice la eliminación de la ³Alianza del Norte², Taliban, Gulbuddin Hekmatyar y el terrorismo de Al Qaida?¿Y que ha pasado? Nosotras tenemos ahora una Constitución que para nada ha garantizado el juicio contra los criminales, permitiendo el uso indebido de la religión, y que no ha abolido los numerosos crímenes contra las mujeres hechos en nombre de la religión y de la tradición. La Constitución es sólo un pedazo de papel que da legitimidad al tiránico gobierno de estos ³amos de la guerra².

Es bastante natural que el registro de votantes, particularmente de mujeres, para las próximas elecciones tenga la más baja de las cifras. ¿Qué valor tiene una elección para la gente desesperanzada, sin pan ni trabajo y atormentadas por los criminales fundamentalistas? La presencia de cada mujer y de cada hombre en las futuras asambleas es significativa sólo cuando representen al pueblo y, como Malalai Joya, escupa a los fundamentalistas en sus jaulas con coraje y honor. De lo contrario, podrían ser llamados "patas de gato" de los fascistas religiosos y sus cómplices. Podrían transigir y por el hambre de poder, no serían perdonados por el pueblo.

La experiencia de Irán puso de manifiesto que las fuerzas democráticas no pueden conseguir sus metas en el marco de un régimen religioso brutal o confiando en un régimen mal llamado ³moderado². La gente y las fuerzas democráticas en Irán pagaron un precio muy alto por su participación en el juego sangriento del régimen islámico.

Los partidarios de las fuerzas democráticas en Afganistán deberán aprender lo suficiente del ejemplo de Irán y nunca deberán hacer un "alto el fuego" con esta o aquella facción de fundamentalistas. El único punto de referencia de la medida de lealtad a la libertad en un país es el grado de audacia, determinación y honestidad de una persona o grupo en la lucha contra el fascismo religioso. Está claro para nuestras lúcidas mujeres que hay que organizar a decenas o cientos de miles de mujeres que amen la libertad y crear un grandioso movimiento anti-fundamentalismo para la democracia contra el terrorismo y fundamentalismo de nuestro marchito país. Mientras organizamos tamaño movimiento masivo, podemos desempeñar un eficaz papel para la emancipación de las mujeres sobre las bases de la liberación del país.

Ahora nosotras no debemos hablar más acerca de la "mayoría silenciosa" sino de un levantamiento de una decisiva y agresiva mayoría, y traducir de palabras en acciones, nuestra solidaridad a la lucha de todas las mujeres amantes de la liberación, aún en los más remotos lugares del mundo.

Mientras celebramos el Día Internacional de las Mujeres con todas aquellas que buscan la justicia en el mundo, la Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán les envía el más cálido respeto a todas aquellas mujeres amantes de la libertad, encarceladas en las tortuosas prisiones de Irán y Turquía.

Deseamos que las mujeres de Afganistán celebren este día en Afganistán libres de los grilletes del fundamentalismo y en el camino de la democracia y la prosperidad.

Asociación revolucionaria de Mujeres de Afganistán (RAWA)