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Latinoamérica

Mujeres del campo: una urgencia de igualdad

Irene León
ALAI-AMLATINA

Más de un centenar de mujeres provenientes de 47 países, de todo el mundo, participaron en la II Asamblea Internacional de Mujeres del Campo que, como parte de la Conferencia de la Vía Campesina, se realizó en Sao Paulo (Brasil) el 12 y 13 de junio del 2004.
Con una agenda pautada por el riesgo de desaparición de los modos de vida campesinos, que resulta de la creciente transnacionalización de la producción rural, las mujeres encontraron el tiempo propicio para priorizar el tema de su participación ciudadana, en todos los ámbitos, y elaborar una agenda que amalgama la lucha contra el patriarcado y el neoliberalismo.
En sentido contrario al abandono del campo que las dinámicas del capital generan, el movimiento de mujeres rurales se amplifica en números y se robustece en contenidos, pues su resistencia en el campo implica tomas de posición claras frente a temáticas de punta, tales como la biogenética, y su monumental industria de híbridos, entre cuyos íconos figuran los alimentos transgénicos; o la propiedad intelectual, cuyo registro privado constituye la mayor piratería de conocimientos que se haya conocido.
A la par de los debates sobre los devastadores efectos del libre comercio sobre las mujeres del campo, se colocaron en la agenda temáticas que requieren urgente toma de medidas, como es el asunto de la persistente violencia física y sexual, cuyo registro se extiende desde el territorio doméstico hasta el geopolítico, este último agudizado por la embestida imperialista para tomar control del mundo y sus recursos. La erradicación de la violencia contra las mujeres en el mundo rural, en un contexto de militarización creciente y de machismo soliviantado, es prioridad mundial.
Las mujeres, venidas de los cinco continentes, visualizaron su diversidad como una fortaleza, cuya frontera no termina en las significativas expresiones culturales, que cada etnia y contexto producen, sino que abarca dominios como el del conocimiento, como lo es el desarrollado por las mujeres en la agricultura, la hibridación natural de semillas, la alimentación, y otros campos.
En la actualización del marco reivindicativo que resultó de la Asamblea, tienen especial relevancia problemáticas inherentes a la conjunción entre el patriarcado y el modelo, como es el caso de las restricciones a la ciudadanía, nombre, herencia, autonomía económica, acceso a la tierra, educación, estatus social, y otros, los mismos que atraviesan las realidades de las mujeres del campo en el Norte y en el Sur.
La Vía Campesina es única en su género, no sólo por ser la mayor articulación del movimiento del campo en el mundo, sino también por tener el lineamiento del 50% de participación de las mujeres en todas sus esferas, por eso mismo, estas últimas expresaron ahora la necesidad de seguir adelante y hacer que la organización adopte políticas explícitas, para enfrentar las situaciones estructurales que limitan su participación. Ello con la intención de cambiar el mundo empezando desde adentro.
* Texto de la Declaración de la II Asamblea Internacional de Mujeres Campesinas: http://movimientos.org/cloc/show_text.php3?key=2903 * Más información: http://movimientos.org/cloc/