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Compaņeras

Una maquina que no siente, no goza y no tiene derecho a decidir

Colectivo de genero
Indymedia

Mendoza es una de las provincias más conservadoras de la Argentina, allí se registran uno de los índices más altos de muertes de mujeres por abortos clandestinos. Algunos casos como el de Claudia Sosa que purga una condena de 15 años por asesinar a su marido, que la golpeaba, la violaba, la amenazaba de muerte colándole una arma en su vagina y en varias ocasiones la mantenía en cautiverio. Claudia había realizado varias denuncias a la comisaría, pero nunca llegaron a la justicia, quizás porque su marido era policía. O el caso de Marcela -madre soltera y pobre- que hace seis años que esta presa por haberse realizado un aborto clandestino. En estos casos queda reflejado el nivel de hipocresía de la sociedad mendocina y la violencia institucional y social a la que son sometidas las mujeres.

En Mendoza se realizo un trabajo sistemático por parte de la iglesia católica para desprestigiar y sacara de contexto el encuentro nacional de mujeres. Donde miles de mujeres de todas partes del país, se reúnen para hablar sobre diversos temas, pero los más controversiales para la iglesia, son la anticoncepción, el aborto y el derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. La iglesia católica en su periódico 'Cristo' hace un llamado a los católicos a 'defender la vida y la familia desde cualquier lugar'. Al parecer este a la Jérica católica se les fue de las manos el accionar de algunos grupos que con extrema violencia atacaron no solo el encuentro, sino que a las participantes del mismo. Quemaron un micro de la CTA de La Matanza, asaltaron las escuelas primarias y realizaron pintadas. Destruyeron la instalaciones eléctricas del estadio Pacifico donde se realizaría la peña de cierre.

Los grupos de mujeres católicas eran de la propia provincia y algunas llegaron en micros que salieron desde la Universidad Católica Argentina (UCA). Muchas de ellas fueron preparadas sobre las posturas que expresarían en los talleres. El día de las conclusiones viendo la imposibilidad de ganar la mayoría, algunas mujeres católicas realizaron falsas denuncias de secuestro. Hay compañeras que fueron golpeadas como es el caso de Sara Torres que fue agredida por tres mujeres jóvenes, y María del Carmen del Polo Obrero agredida por un hombres, militantes de la iglesia católica. Pero acudieron a todo tipo de intimidación como apostarse amenazadoramente en las veredas y en la plaza Independencia e intentar arrancar los pañuelos verdes, que muchas mujeres llevaban con diferentes consignas.

En la Argentina los abortos clandestinos sin condición de asepsia, son la principal causa de muerte materna: mueren dos mujeres por día. La internación en hospitales públicos creció un 46 % por interrupción de embarazos. Pero parece que esta estadística no le importa a la jerarquía católica, compuesta por hombres, pero quizás lo más estremecedor es que a las mismas mujeres católicas no parece importarles ser una 'maquina' reproductora de la especia humana, que no siente, que no goza, que no tiene derechos.

Aunque la intención de la iglesia y el silencio de las autoridades a la violencia desatada contra el encuentro intento impedir el libre debate. Las mujeres una vez más demostraron que saben lo que quieren y lo que no quieren. Y una respuesta contundente fue la multitudinaria manifestación de 20.000 mujeres que se movilizo por las calles céntricas de la provincia de Mendoza. Una movilización combativa a pesar de que al pasar por la iglesia jesuita 200 hombres levantaran su mano derecha, muy parecido al saludo nazi, al grito de 'vida'.

Las miles de mujeres que pudieron llegar al encuentro, salvo las que fueron dejadas por los micros del gobierno nacional, del gobierno de Ibarra y las que fueron estafadas, demostraron que a los encuentros van a luchar por sus derecho a decidir. La batalla política fue dura, las mujeres resistieron y demostraron que sin importar la organización a la que pertenezcan, puede luchar juntas por un mismo objetivo. Sólo resta que las organizaciones en su conjunto, tomen a la legalización del aborto, el derecho a decidir sobre el propio cuerpo como una reivindicación y que deje de ser cosa sólo de mujeres.