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Compañeras

8 de Marzo: "libres, lindas y locas"


Claudia Korol*, para Adital -

Este 8 de Marzo se realizaron en varias ciudades argentinas movilizaciones de organizaciones feministas y de mujeres, que articularon las demandas de género con las reivindicaciones sociales y económicas populares y la denuncia de las distintas maneras que asume la opresión patriarcal.

Se podría elegir muchos nombres para designar las injusticias contra las mujeres, pero se tomó uno: Arminda. ¿Quién es esta mujer Argentina que multiplica su nombre entre distintas mujeres que se movilizan por un auténtico cambio social?

Arminda es una mujer mendocina, mamá de siete chicos. El séptimo, un bebé, murió por desnutrición. Golpeada y abandonada por su marido durante el embarazo, al morir su bebé fue condenada a 6 meses de cárcel por la muerte del niño. Al salir, le impidieron reunirse con sus otros hijos, entregados en custodia a su hermano durante la detención.

La historia resume la realidad de cientos de mujeres, golpeadas, desamparadas, que viven en la extrema miseria, cuyos hijos e hijas sufren las consecuencias del hambre y la desocupación. Para ellas no hay justicia. Una vez más la violencia patriarcal es una de las caras de la moneda que sirve como valor de cambio en el capitalismo.

La movilización realizada por las feministas y algunos movimientos de mujeres el 7 de marzo en la ciudad de Buenos Aires, realizó un escrache a la Casa de la Provincia de Mendoza en repudio a estas situaciones. Algunos de los carteles decían: "Todas somos Arminda." La movilización también realizó un escrache a la Casa de Salta por el caso de Hoyos, el abogado encontrado en un hotel alojamiento con una niña de 8 años, simbolizando en esta situación todos los hechos de abuso sexual de menores. "No hay crimen más horrible que el abuso infantil", se gritaba en la marcha que había partido desde la Catedral porteña donde se reclamó por la obstaculización que la jerarquía de la Iglesia realiza a la posibilidad de sanción de las leyes de salud reproductiva, y a la educación sexual en las escuelas. Las mujeres reclamaron también por estas leyes frente a los tribunales. Al pasar por el Ministerio de Economía, la denuncia fue contra los planes fondomonetaristas que provocan el hambre y la exclusión. La oposición a la guerra imperialista contra Irak, fue una de las consignas presentes durante toda la marcha.

Otras actividades expresaron también uno de los signos de este tiempo: la feminización de la resistencia. Expresión de esta nueva presencia de las mujeres en las luchas sociales y políticas fue la jornada realizada en la empresa Grissinópoli (panificadora), recuperada por las trabajadoras, en la que organizaciones del movimiento de mujeres, de gays, lesbianas, travestidos, asambleas populares, mujeres meretrices, militantes de derechos humanos, realizaron talleres sobre la violencia de género, debates sobre los derechos de la mujer, actividades culturales y políticas.

En Rosario, una movilización importante reclamó para que la proclamada igualdad se convierta en realidad. En Córdoba, agrupaciones del Movimiento de Mujeres de Córdoba marcharon por la ciudad haciendo, con murgas y escraches, escuchar sus derechos. Las mujeres de Córdoba están realizando una gran pelea por la plena vigencia del programa nacional de salud reproductiva, debido a que en esa provincia una organización ligada a sectores conservadores de la iglesia católica encontró eco en la justicia para intentar frenar la entrega gratuita de anticonceptivos en todo el país. "Ni sumisas ni devotas / libres, lindas y locas", decía una bandera de "Mufas" (Mujeres feministas anticapitalistas).


* Claudia Korol es secretaria de redacción de la revista América Libre.