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Compañeras

5 de mayo del 2004

Agresiones sexuales en tiempos de guerra

Tere Mollá
E-leusis.net

Acabo de leer un artículo de Soledad Alcaide llamado "Un arma de guerra llamada violación". Ni que decir tiene que la rabia y la impotencia se han apoderado inmediatamente de mi estado de ánimo. Y es que ¡¡¡ no hay derecho que se siga utilizando el cuerpo de las mujeres para fines militares!!! No hay derecho.

Relata el artículo cómo la organización no gubernamental "Médicos sin fronteras" han establecido en sus hospitales, sobre todo en África, programas para víctimas de violencia sexual. Los testimonios y los resultados de dicho trabajo están recogidos en el informe "La violencia sexual como arma de guerra" que la organización acaba de terminar y está difundiendo por nuestro país.

Resulta demoledor leer cómo la cirujana y ginecóloga Celia Kohn, relata cómo tuvo que atender a una niña con tan sólo cuatro meses de sífilis, después de haber sido violada. Es sencillamente aterrador leer cosas de este tipo.

Una, dentro de su acomodada conciencia social se hace muchas preguntas, y sobre todo se refuerza cada día más en sus posicionamientos antibelicistas. Estoy segura que no hace falta ir a África para poder encontrar casos de este tipo. A nadie se le olvida lo que ocurrió en los Balcanes con el proceso de limpieza étnica. También es difícil de olvidar las actuaciones de algunos soldados de las fuerzas internacionales de paz allí mismo, en los Balcanes.

En este estado de cosas, ¿qué estará ocurriendo en Irak o Afganistán?. No quiero ni pensarlo. Además con el agravante, en estos dos últimos países, del integrismo religioso, en donde además de ser violada, la mujer puede ser repudiada por su propia familia e incluso muerta.

Y sigo preguntándome ¿cómo puede haber gentes, sobre todo pienso en las mujeres, que pueden quedarse en casa cuando hay que lanzar un fuerte grito en contra de la violencia de todo tipo, sobre todo en contra de la violencia de los conflictos armados?. ¿Cómo puede haber seres, que así mismos se llaman humanos, que pueden favorecer nuestra entrada como estado, en un conflicto armado al que nadie, excepto intereses personalistas de algún lider, nos la llamado? Y sobre todo ¿ Cómo se atreven a tachar de irresponsable la actitud de retirar las tropas de Irak?.

¿Acaso estos seres desconocerán de las atrocidades de las guerras?. ¿Acaso lo que ellos llaman eufemísticamente "efectos colaterales", no son personas?, ¿Acaso desconocen que la mayor parte de víctimas físicas forman parte de la población más desprotegida, como lo son niños y personas mayores y que a las mujeres, se las viola y se las mata o se las deja con secuelas psicológicas de por vida?.

A estos seres, llamados a sí mismos humanos, les deseo una larga noche de insomnio, en donde vayan escuchando y viendo el rostro de los niños muertos, o escuchen los gritos de una niña a la que un "pelotón de violaciones" va a torturar y a dejar rota para siempre.

Les deseo que esa larga noche, sean todas las noches de su vida. Les deseo, una milésima parte del dolor que ellos, con sus decisiones, lejanas, políticamente interesadas, frías y calculadas infligen a miles de personas en otra parte del mundo, lejana a los territorios en donde ellos cómodamente viven con sus familias.

No creo en dios, en ningún dios, pero que encima algunos dirigentes inicien guerras en nombre de ese dios, al que creen piadoso, comprensivo y salvador, me parece el colmo de la burla hacia las personas que sufren.

¿Quién es, en este caso, el terrorista?, Las víctimas siempre son las mismas. Las personas más desfavorecidas, y sobre todo las mujeres y las niñas.

NO A LA GUERRA, a cualquier guerra.



Tere Mollà
molla@telefonica.net
Ontinyent, 25 d'abril 2004.