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Operación Masacre en Avellaneda

HACE 10 DIAS APROBARON MAS FONDOS EN EL PRESUPUESTO PARA "SERVICIO DE SEGURIDAD"

Plata para las herramientas de reprimir Exactamente una semana antes de la masacre de Puente Pueyrredón, el Gobierno modificó por decreto el Presupuesto 2002 para subir en 37 millones el presupuesto de insumos y equipos de represión para gendarmes, policías y prefectos.
Las fuerzas de seguridad tienen una excepción para el duro ajuste que sufre todo el Estado.

Por Cledis Candelaresi

El gobierno de Eduardo Duhalde resolvió robustecer la partida de recursos para las fuerzas de seguridad, bendiciéndolas con un aumento que éstas ni hubieran soñado en el momento en el que se sancionó el Presupuesto del año en curso. El 19 de junio, casualmente una semana antes de la feroz represión de la marcha piquetera del miércoles, los ministros del gabinete nacional estamparon su firma en un decreto de necesidad y urgencia que, entre otras modificaciones, asigna 37 millones de pesos adicionales para el equipamiento de la Gendarmería, la Prefectura y la Policía Federal.
No hay nada que permita establecer una relación necesaria entre aquella dádiva fiscal a los uniformados y la saña con la que se reprimió el intento piquetero de cortar el Puente Pueyrredón, incluyendo los mortales balazos a dos manifestantes. Pero la decisión de reforzar el Presupuesto 2002 para asignar más dinero a gendarmes, prefectos y policías pocos días antes del reciente despliegue represivo es, al menos, un dato sugestivo que alimenta las fantasías más temerarias sobre la asignación de un rol más duro a esas fuerzas.
El DNU 1062 asigna 33 millones de pesos para la "Prestación del Servicio de Seguridad a Personas y Bienes", lo que significa aumentar en un 5 por ciento el presupuesto asignado para todo el año a la Policía Federal en ese programa. La mayor parte de este dinero se destina a servicios no personales, combustibles y lubricantes y, naturalmente, material de guerra. Esto se completa con otras partidas para la Seguridad de la Navegación Aérea y para mejorar la capacidad operacional de la Gendarmería, con lo que el aumento para el conjunto de las fuerzas alcanza los 37 millones de pesos.
Los considerandos del decreto justifican este selectivo aumento presupuestario, difícil de entender en una época de restricciones fiscales. El primer considerando alude a la premura con la que tuvo que aprobarse la Ley de Presupuesto para este ejercicio, lo que "no permitió incluir los créditos necesarios para la atención de gastos necesarios para una adecuada protección de las personas y bienes".
A este presunto descuido oficial, fundado en el "trámite excepcional que demandó la aprobación del Presupuesto 2002", el plenario de ministros añadió como fundamento la devaluación del peso: muchos de los pertrechos militares se importan, en tanto que otros, como el combustible, siguen la evolución del dólar.
"La variada cantidad de elementos y servicios que deben utilizar las Fuerzas de Seguridad, como los repuestos y mantenimiento de aeronaves, embarcaciones y otros equipos, la adquisición de equipos de comunicaciones, la compra de insumos para laboratorios científicos para la realización de pericias, entre otros, deben adquirirse en el exterior", señalan los considerandos.
La ejecución del presupuesto de aquellas fuerzas está a cargo en última instancia del secretario de Seguridad Interior, Juan José Alvarez, sindicado como un exponente del ala blanda del gobierno duhaldista en esta materia. Desde el advenimiento de Jorge Matzkin al Ministerio del Interior, un funcionario enrolado en el sector de los más "duros", esa secretaría depende directamente de Presidencia, lo que consolida la natural competencia de Duhalde sobre el área.
El decreto en cuestión también prevé más fondos para el Registro Nacional de las Personas, en atención a que la caída de recursos propios "no permite la atención de sus funciones fundamentales" ..."lo que podría afectar el programa Jefes de Hogar".
Los beneficiarios de este plan, caballito de batalla de la gestión duhaldista para paliar la creciente pobreza, sólo pueden realizar su solicitud con el DNI, impreso por el RNP.
En base a esta preocupación solidaria, el Gobierno también dispuso reasignar parte del dinero previsto para cubrir estos subisdios a desempleados de 150 pesos mensuales. Según surge del decreto 1062, sedetraen 30 millones de pesos con destino a una campaña de publicidad. Para financiarla se destinará el dinero de un mes de 200 mil jefes y jefas de hogar.

Presupuestos de "defensa"

En el ejercicio 2002, la Presidencia de la Nación absorbió las funciones de Seguridad Interior y, al mismo tiempo, los recursos necesarios para financiarlas. Pero este dinero adicional, alrededor de 2482 millones de pesos, incluye mejoras que el propio Parlamento asignó a las Fuerzas de Seguridad cuando este turbulento verano se votó la Ley de Presupuesto del 2002. La devaluación y el consiguiente aumento de costos para todas las prestaciones públicas amenazan licuar la mejora aprobada por los legisladores. Pero lo cierto es que a principios de la gestión duhaldista hubo un aumento nominal tanto para reforzar la "capacidad operacional de la Gendarmería", como para la Policía Federal.
En el caso de los gendarmes, la asignación total para todo el año se incrementó en 36 millones de pesos, ya que subió de 271 millones de pesos en el presupuesto del año pasado a 307 millones en el actual (un 13 por ciento). Para la Federal esa suba fue proporcionalmente más modesta: 33 millones de pesos, producto de subir la partida total de 580 millones a 613 millones de pesos. Como en el caso de las Fuerzas Armadas, los recursos de las de Seguridad están mayoritariamente destinados al pago de las remuneraciones, rubro que insume alrededor del 80 por ciento del presupuesto total, aunque no por esto las remuneraciones dejan de ser magras. En rigor, todos los presupuestos militares vienen declinando paulatinamente desde el advenimiento de la democracia, algo que el ex ministro de Defensa aliancista Ricardo López Murphy cuestionaba irritado, aunque no encontró manera de revertir la situación.
En una situación diferente está el área de Presidencia, sobre la que suele posarse la lupa cuando se considera en detalle el Presupuesto nacional, ya que habitualmente es la que concentra un mayor número de asesorías de dudosa necesidad o partidas que se manejan de modo arbitrario. En esta ocasión, sin embargo, el extraordinario aumento de recursos entre los presupuestos 2001 y 2002 tiene una explicación bastante llana. El año pasado, Presidencia tenía un total de recursos asignados de 845 millones de pesos, contra los 3327 millones que la ley le adjudicó en febrero pasado. Pero la órbita de la administración estatal más próxima a Eduardo Duhalde ganó desde entonces competencias que hasta el año pasado estaban en manos del Ministerio del Interior y que cedió a manos del presidente tanto la administración de los fondos de Seguridad como las políticas las que se subordinaron las fuerzas.

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