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La Fogata con las Madres

Jueves en la plaza con las madres 

Discurso del 24 de noviembre de 2005. 

Hebe de Bonafini: Antes de que yo hable, les va a decir algo un amigo que se vino de muy lejos a compartir este momento con las Madres: Pedro Lanteri.

Pedro Lanteri: Las Madres tienen esta maravilla de hacer milagros todos los putos días de esta vida. Las Madres me parieron de nuevo hace veintiséis años y, desde entonces, la vida de todos nosotros cambió. En realidad, la vida de este país cambió cuando una madre decidió tomar la lucha de su hijo, decidió tomar este lugar y decidió no claudicar jamás frente al poder. Porque las Madres tienen eso, carajo, tienen el poder de crear, de dar vida, de seguir adelante, de nunca estar vencidas. Esto es un método más: la radio. Pero no lo necesitaron, porque la voz de las Madres llegó a todo el mundo. No necesitaron de la tecnología, necesitaron de las tripas, de las entrañas, del corazón y, sobre todo, de la verdad revolucionaria. Esas son nuestras Madres, esas son las Madres de las cuales todos nosotros tenemos estar orgullosos, con un orgullo tan grande que nos haga decir: no voy a sesgar en esta lucha, porque ustedes (dirigiéndose a las Madres) y nosotros somos uno y porque este país, Latinoamérica y el mundo merece ser un mundo mejor, como lo soñaron los hijos, como lo parieron las Madres y como nosotros nos vamos a comprometer a luchar porque sea realidad. Gracias Madres por este momento.

Hebe de Bonafini: En cada momento importante de nuestras vidas, en cada momento donde se nos conmueve todo, en cada momento donde nos sentamos cinco minutos a pensar, el cuerpo, el corazón, la cabeza se nos llenan de nuestros hijos, se nos llenan de sus ilusiones, de sus esperanzas, de sus sueños. Se nos llenan del "hola mamá" de la mañana, como siempre digo. Y también se los saluda con los primeros momentos de la dictadura. Esos momentos tan difíciles, esos donde cada una salió y peleo como pudo. Pero tuvimos algo las Madres: que enseguida nos dimos cuenta que teníamos que conseguir algo para comunicarnos con la gente -que decía que no pasaba nada-, con los periódicos y las radios y las televisiones –que parecía que todos estábamos de fiestas-. No se reflejaba lo que pasaba en nuestras casas, a nuestro alrededor, en nuestras familias. Nadie lo decía e inventamos, para comunicarnos, muchas cosas. Esto lo conté muchas veces, pero, tal vez, mucha gente que está aquí no lo sabe: escribíamos los billetes de dinero, primero escribíamos de un peso o dos pesos y ahí poníamos tengo un hijo desaparecido en tal fecha, soy fulana. Y habíamos armado un operativo, íbamos todas a la feria o todas tomábamos colectivos a la misa hora y entregábamos ese dinero, que pasaba rápido a otras manos porque era contagioso, peligros, era terrorista lo que las Madres decíamos. Decíamos lo que nadie decía. Denunciábamos algo que estaba callado por políticos, jueces, iglesias y milicos, y sobre todo los medios. Tuvimos que inventar mil cosas para comunicarnos, mil formas de gritar, de hacer una cola largísimo en el famoso Ministerio del Interior: cuatrocientas, quinientas y nos volvíamos a poner en la cola, para que alguien se diera cuenta que esas Madres estábamos denunciando algo tan grave que estaba pasando. Todo esto me acordaba en estos días que estábamos trabajando para este sueño maravilloso e increíble que es la Radio de las Madres. Y también me acordé cuando sacamos el primer boletín, que algunas Madres de Capital no quisieron y yo me fui con las Madres de La Plata y les dije: "Nosotros tenemos que tener un boletín". Y allá había un padre, Richetti, que trabajaba en gráficos y nos dijo: "Si ustedes quieren, yo les enseño". Y nos enseñó. Claro, había que escribir a máquina, que pocas sabíamos y alguna no sabíamos escribir, y había que pegar pedacito por pedacito en una hoja. Y así hicimos el primer boletín, ingenuo en muchas cosas, porque poníamos hasta los cumpleaños de las Madres, pero en otras cosas ya estábamos bastante despiertas. Y les voy a leer la tercera página del primer boletín, que está hecho de pedacitos, pero que yo me fotocopié para poder leerlo bien. Todo el tiempo tomábamos cosas de la biblia, porque como nos decían terroristas, madres de terroristas, hijos terroristas, le dábamos la vuelta y decíamos: "Vamos a hablar a ver si estos entienden que es lo que estamos haciendo". Entonces había muchas cosas bíblicas en nuestros boletines, después nos dimos cuenta que los teníamos que mandar al diablo y se acabó. Pero al principio, con todo ese miedo que había, entonces poníamos: "No matarás. Yo he venido para que vivan y estén llenos de vida". Toda esta historia entre medio del boletín, pero también poníamos lo que hacíamos. Y en ese primer boletín decíamos: "Respuestas a Balbín. En el mes de abril fuimos sacudidas por tremendas declaraciones por el doctor Ricardo Balbín en España. Balbín dijo: ‘En la Argentina no hay desaparecidos, sino muertos’. Y que las Madres habían solicitado la sanción del decreto de presunción de fallecimiento de sus hijos desparecidos. Nuevamente en la Argentina -reiteran dichas declaraciones y agrega- que prefieren ver madres llorando sobre esos muertos que verlas mendigar por la suerte corrida por sus hijos". Estas expresiones de Balbín ocasionaron nuestra bronca y le hicimos una respuesta muy dura a la Unión Cívica Radical y al doctor Ricardo Balbín, que con el tiempo se habrá tenido que arrepentir de haber dicho que en este país no había desaparecidos. O sea que, éramos tontas pero no tanto. Porque nos animábamos a poner en un boletín esto que digo ahora. Por eso el sueño de la radio concentra todo: es mucho más que el periódico, que la revista, va mucho más allá, porque va a llegar desde La Quiaca hasta Río Gallegos, todo el mundo nos va a poder escuchar. Esta mañana, cuando conversaba con los compañeros, y para hablar del milagro… Cuando uno habla de los milagros, yo no quiero ser como la gente que tiene un hijo grave en el hospital y cuando el hijo se salva le agradece a dios y no se acuerda del médico que le salvó la vida porque lo operó. Nosotras creemos en los milagros, pero no de dios, creemos en los milagros del hombre. Y en esto tenemos que agradecerle a Radio Cooperativa, que fue la que nos dio una mano increíble para que esto hoy sea realidad. Gracias a los compañeros de Radio Cooperativa. Esto es un milagro, pero no de dios, sino un milagro de los hombres. Y hay muchos compañeros ayudando, peleando, y remando. Ustedes habrán escuchado lo que dice Julio Bárbaro, lo que dice la derecha. Están asustados. Ya nos mandaron una amenaza de un Comando Massera, porque dicen que la radio le pertenece a la marina. Esta radio por donde estamos saliendo ahora. Y que se van a juntar todos. El Comando Massera es amigo de Julio Bárbaro. Nos viene fantástico que el Comando Massera sea compañero de Julio Bárbaro, no teníamos dudas que tenía estos compañeros Bárbaro. Y entonces nos amenazan, que se van a juntar, que nos van a perseguir. ¡Qué vengan! Nos han pegado tanto. La marina y ellos y toda esa lacra nos hizo lo peor. Nos llevó a los hijos que es lo mejor que teníamos. Qué peor que eso nos puede pasar. Son bajos, se esconden en una comando, y ninguno da el nombre, la dirección como nosotras, que tenemos teléfono, dirección, calle, plazas donde nos pueden encontrar. Dicen que es una radio ilegal.

"Todos los medios son públicos. La radiodifusión es un derecho que pertenece a todas las personas y no solamente a los comerciantes que usufructuaron reservas del mercado comunicacional otorgadazas por la dictadura militar, quién de tal modo les aseguró rentabilidad y, simultáneamente, impidió el pluralismo. Eso dicen los que saben de radio.

La presión de los detentadores del privilegio obtuvo formidable concentración en unos pocos multimedios monopolizando la información simultáneamente, su desnacionalización, lo que ningún país orgulloso de su identidad tolera.

La lucha por la información libre es la lucha por la democracia. Legalidad y pluralismo es la respuesta al privilegio.

Nunca tuvimos un lugar las Madres, y desde los medios se dijo de todo de las Madres, pero nosotras nunca contestamos a esa basura. Discutimos con los iguales. En estos 28 años hemos aprendido mucho de la lucha, hemos aprendido muchísimo de nuestros hijos. Hemos aprendido que la solidaridad se construye todos los días. Y esto las Madrs no lo hicimos solas, ni la Universidad ni todo lo que tenemos. Porque todo está en manos de Ustedes, de los jóvenes, de los amigos, de los compañeros y de los que creen en este proyecto de las Madres. Porque no es un proyecto de las Madres, para las Madres, qué esperanza. Así como somos Madres de treinta mil, de cuarenta mil, o cincuenta mil, que ninguna habla de su propio hijo, todo lo que hacemos lo abrimos para todos.

Parir es un hecho maravilloso. Estar embarazada es el momento más increíble de una mujer. Y las Madres tenemos la suerte de a pesar de tener muchos años –acá tenemos una compañera que cumple 93 años pasado mañana, y una que tiene 91, que vienen todos los días- y que están embarazadas de verdad porque todo el tiempo tenemos un nuevo proyecto, y esos proyectos nos embarazan, no sólo de nuestros hijos sino que va creciendo como crece el vientre, y hasta les diría que a veces late, como laten nuestros pibes cuando están en nuestra panza, y hasta veces nos dan una patadita para hacernos ver que por ahí no. Estamos embarazadas de proyectos permanentes y constantes. Acabamos de parir hoy 24 de noviembre. Un parto a toda luz, un parto en una plaza que es casi único. Parir en una plaza es la cosa más maravillosa que a una le puede pasar porque en la plaza no hay puertas para entrar y puertas para salir. Y está el cielo! Y hemos parido aquí en este lugar que lo hicimos nuestros, porque en este lugar habitan nuestros hijos. Y habitan no por milagro del cielo ni de dios, habitan porque las Madres los traemos con nosotras cada jueves. O los llamamos o los sentimos a la mañana cuando nos levantamos, y ahí están. Son ellos en la boca de otros que están aquí hoy, los que nos van diciendo y nos van ayudando. Y en este proyecto hubo mucha gente que creyó en él. Y quiero hablar de Sergio que es como un motor, yo que a veces tengo un motor en la tierra, vuelo bajito, pero Sergio no, el va más grande. Yo me conformaba con una radio chiquitita, no se donde, pero él tenía más idea. Siempre tiene algo más grande, y creo que si él no hubiera hablado y no nos hubiera dicho, tal vez no estaríamos hoy inaugurando esta radio. Sin dejar de reconocer que esta radio está porque la gente de Cooperativa, y al director que le pido que venga.

Porque nosotras no estamos defendiendo la radio de las Madres, estamos defendiendo todas las radios que tienen la voz que nosotros necesitamos. Y la radio Cooperativa también la defendemos porque tiene la voz que nosotros necesitamos. El es el director y también anda por ahí uno que se llama Ricardo que también tiene gran parte… hay mucha gente, y también hay gente que está en el gobierno que también nos acompaña. Que están aquí acompañándonos como uno más, como corresponde, como debe ser, como uno más, creyendo en este proyecto increíble de las Madres, que va a tener nuestra voz, y la voz de muchos, que va a tener música, que va a tener historia, fútbol, que va a tener a las Madres por supuesto. Todavía lo estamos armando al proyecto.

Yo voy a terminar leyendo un poema de Mario Benedetti, y quiero leer este poema que es de amor, porque tiene que ver como nosotras las de aquí, las de abajo, las de esta clase social vemos la radio y como los otros, los poderosos, los que siempre hasta ahora tuvieron la voz, la ven. Estamos hablando de amor, pero es casi lo mismo.

Ustedes y nosotros

Ustedes cuando aman

exigen bienestar

una cama de cedro

y un colchón especial,

nosotros cuando amamos

es fácil de arreglar

con sábanas qué bueno

sin sábanas da igual.

Ustedes cuando aman

calculan interés

y cuando se desaman

calculan otra vez,

nosotros cuando amamos

es como renacer

y si nos desamamos

no la pasamos bien.

Ustedes cuando aman

son de otra magnitud

hay fotos chismes prensa

y el amor es un boom,

nosotros cuando amamos

es un amor común

tan simple y tan sabroso

como tener salud.

Ustedes cuando aman

consultan el reloj

porque el tiempo que pierden

vale medio millón,

nosotros cuando amamos

sin prisa y con fervor

gozamos y nos sale

barata la función.

Ustedes cuando aman

al analista van

él es quien dictamina

si lo hacen bien o mal,

nosotros cuando amamos

sin tanta cortedad

el subconsciente piola

se pone a disfrutar.

Ustedes cuando aman

exigen bienestar

una cama de cedro

y un colchón especial,

nosotros cuando amamos

es fácil de arreglar

con sábanas qué bueno

sin sábanas da igual.

Gracias. Hasta el próximo jueves