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La Fogata con las Madres

Editorial de ¡Ni un paso atrás! Programa del 06-02-03
Negocios con la muerte

Los piqueteros mujeres y varones, con sus hijitos, sus palos, sus capuchas mirando al sol, otra vez están en la calle. Nunca dejaron de estarlo en realidad, pero siempre es primavera en el pueblo si los piqueteros cortan rutas, interrumpen los puentes, quitan las telarañas que suelen formarse en los vértices de la realidad política cada vez que se acercan las elecciones burguesas, éstas las más tramposas que se recuerden desde los tiempos del fraude patriótico.
En un ejemplo formidable de unidad en la acción, todas las corrientes piqueteras antiburocráticas confluyeron en una sola jornada de lucha para reclamar no ya planes sociales, ni subsidios estatales, ni bolsones de comida, sino trabajo genuino, estable, bien remunerado, a las grandes empresas, co-responsables (junto al Estado nacional y el multicontinental Fondo Monetario) de la miseria creciente y la desocupación que imperan en el país.
"Nos sorprendió el buen trato", dijo, fingiendo, el representante de los patrones que recibió a los delegados piqueteros. Sin embargo, en algo pudo no estar mintiendo: el buen trato no es algo que distinga a los sectores empresarios, por cierto. La UIA y demás siglas de la gran confederación de intereses de la burguesía, son expertas en maltratar a los trabajadores, rebajándoles el sueldo, precarizando sus derechos laborales, despidiéndolos sin indemnización, con el único propósito de mantener barata la poca mano de obra ocupada y aumentar a límites exorbitantes sus ganancias, condición indispensable para que el capitalismo siga.
Los otros grandes sorprendidos fueron los miembros del gabinete nacional, que viéndose desbordados ante la efectividad de la protesta piquetera sólo atinaron a ofrecerles a las grandes empresas mano de obra gratis, disfrazada de "contraprestación", a cambio de miserables 150 bonos Lecop, sólo procurando no quedar al margen del control político sobre los piqueteros y sus organizaciones. Al fin y al cabo, en el capitalismo subsidiar –ese invento cruel, o "shock redistribitivo", según la socialdemocracia- es uno de los mejores negocios que se conozcan. ¿Qué multinacional norteamericana trasladará su crisis comercial a Iraq y se quedará con los beneficios que deje la reconstrucción total de aquel país tras los más que próximos bombardeos del genocida Bush hijo? ¿Cuánta nueva plusvalía podrá obtenerse en medio oriente cuando sea necesario empezar de nuevo con los edificios, las comunicaciones, las rutas, los aeropuertos, las torres de luz, en las ciudades destruidas, rotas, truncadas para siempre por la enfermedad y el uranio empobrecido? ¿Cuánta muerte sale el subsidio que el imperialismo paga todos los días para que el capitalismo en retroceso continúe haciendo de cuenta que está en alza todavía?