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La Fogata con las Madres

Jueves en la Plaza, con las Madres

Al finalizar la marcha del jueves 27 de febrero de 2003, habló Hebe de Bonafini:
Ustedes saben que aquí, en esta Plaza, siempre se ha hablado del tema de la reparación económica. Hemos explicado por qué las Madres la rechazamos. No nos cansamos de hablarlo, a pesar de que hace tantos años que lo hacemos. Pero a veces hay como necesidad de repetirlo. A veces uno siente que en aquel momento, 1983, donde ya se empezaba a prever que iba a haber una reparación económica, una pensión... Una pensión siempre se da por las personas que están muertas, nunca se da por vivos. Y después, en el menemismo y en el final del alfonsinismo la reparación económica.
Siempre decíamos que lo que hay que reparar con justicia no se puede reparar con plata. Desgraciadamente hay abogados corruptos, no sólo jueces corruptos, sino también abogados. Y les leo este párrafo publicado en el diario Clarín: "Caso Bulacio: El Estado acordó con la familia para evitar un juicio. Acordó la reparación económica, para que no haya juicio en la Corte Interamericana. El Estado asumió su responsabilidad y aceptó que la corte fije la indemnización y se investigue si en el país la policía detiene a gente en forma arbitraria". Pero no va a haber condena, ni va a haber ningún tipo de investigación porque la gente que está en el juicio negocia. Y porque la madre prefiere la plata a la justicia. Y que me perdone la señora Bulacio. Ella dice que siempre estuvo en el silencio y guardada. Nosotras no, nunca nos guardamos, siempre salimos a gritar, a insultar, que nos pareció lo mejor y nos sigue pareciendo. Porque la vida de nuestros hijos no vale un poco de dinero, queremos cárcel para los asesinos. Porque los juicios son todos fraudes. Y la doctora Verdú se está llenando de plata con estos juicios, mucho dinero viene. Y entonces toda la lucha, la de los de antes y los de ahora, termina siendo un puñado de dinero. Como no vamos a permitir eso y no me importa nada, por eso denunciamos en esta Plaza a los abogados que son tan corruptos como los jueces.
Y me parece de terror que haya madres que acuerden con el Estado, a ver cuánto dinero les van a dar. Y después me gustaría preguntarle a la mamá de Bulacio qué se va a comprar con esa plata. ¿Se va a comprar comida, un departamento, un auto? ¿Va a ir a pasear, va a ir a Europa? ¿A quién se la va a dar? ¿Cómo la va a repartir? Porque todo el que cobra la reparación –o muchos- dijeron que iban a poner una salita médica, que iban a comprar remedios, que iban a hacer esto y lo otro.... Nadie hizo nada. Todos se la gastaron para ellos.
Nuestros hijos, los que lucharon antes y los hijos que tenemos ahora, que luchan junto a nosotros, saben que nosotras no le vamos a poner precio a la vida.
El único precio que tiene la vida es el que le dio Santillán cuando tapó con su cuerpo al compañero Kosteki.