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La Fogata con las Madres


27 de agosto del 2003

La voz de Hebe Bonafini en "Desde el pie"


"Tenemos que encontrar una nueva manera de hacer política" y una receta imperdible: cómo socializar un pollo, donde con las alitas aprendamos a volar para hacer el Socialismo

Elio Brat
Casa de las Madres de Plaza de Mayo
Buenos Aires, 16 de agosto 2003.

"¡Qué tal! ¿Cómo están? Nosotras con muchos preparativos, muy entusiasmadas con la venida del Presidente Chávez. También con mucho trabajo. Hay muchísima gente en la Casa de las Madres todos los días. De a dos, de a tres, de a cinco, de a diez. El otro día vino un grupo muy interesante: norteamericanos e italianos que quieren destruir la Escuela de las Américas. La quieren sacar, pero claro, lo que pasa es que nos saben que los norteamericanos cuando la sacan de un lugar la ponen en otro. Ustedes vieron lo que pasó en la Isla de Viekes, donde la sacaron pero ya ellos tienen otro lugar para colocar la Escuela de las Américas.

Pero es interesante escucharlos, porque ellos también estuvieron presos. Una muchacha estuvo presa mucho tiempo, como presa de conciencia por pensar diferente que otros norteamericanos. Por no querer esa Escuela de las Américas. Y hablaban de Socialismo. Parece mentira pero hablaban de Socialismo.

A mí me llama me llama la atención ver a norteamericanos hablar así. No a los italianos porque allí hay muchos que son socialistas. No son todos musolinistas, no? Pero en los norteamericanos es más complicado. Es muy difícil escuchar que ellos quieran algo muy parecido a lo que queremos nosotros. La destrucción de esas formas fascistas y nazis de reprimir, como se enseña en la Escuela de las Américas.

Y todos los días pasa algo. Ahora recién, hace un rato, estuve hablando con un muchacho que venía de Turquía, un kurdo. También, me contaba lo que pasa en casi todos los países del Tercer Mundo: el hambre, la desocupación, la globalización, la privatización.

Es tan repetido, no? Y uno se pregunta porqué? Y porqué no podemos. Es como un laberinto, no? Yo a veces me quiero imaginar porque estamos en esto: un país que produce alimentos para gran parte del mundo ¿porqué los chicos se mueren de hambre? El otro día volvimos a ver esas imágenes tan terribles de ese chico de veintitantos años que no pesa ni veinte kilos. Y lo muestran y lo muestran. Y yo quisiera ver a los que nos robaron, los que se llevaron todo. Quisiera que lo muestren a Menem a cada rato. A Videla, A Astiz. Me parece que es más importante que nos muestren a cada rato esas imágenes para que no se nos borren. Y que mostraran también un poco las imágenes de nuestros Hijos cuando eran perseguidos. Eso Hijos nuestros que sí querían el Socialismo. Que hablaban con las palabras del Che.

Hoy yo estuve repasando el librito de los pensamientos del Che, que es tan importante lo que él nos dice. Cada párrafo de ese libro se concentra en qué significa el Socialismo y qué significa un Revolucionario.

Y el Revolucionario es la entrega total, que era lo que hacían los chicos. Y entonces me parece mucho más importante, para todos nosotros, que la televisión en vez de dedicarse a pasar tanta miseria -que está y que existe y que no hay que taparla- que pasara también el proyecto de nuestros Hijos, no? Ese proyecto socialista, reivindicativo, de esa lucha tan increíble que ellos tuvieron y que nos dejaron como ejemplo.

Cuando escucho a tanta gente de otras partes del mundo que tienen estos mismos problemas y escucho a chilenos, y a bolivianos, y a guatemaltecos, me pongo a pensar muchas veces: ¿qué pasó? ¿Qué pasó con nuestros revolucionarios? Porque también hay que pensar qué pasó porque las izquierdas en nuestros países no dan respuesta.

El voto de la izquierda es el dos por ciento en mi país. Cada vez tienen menos votos. Cada vez proponen menos cosas, no? Parece que se olvidaron. Yo no sé si ellos no estaban con la revolución cuando estaban nuestros Hijos. Si dicen izquierda revolucionaria y no son revolucionarios. No me explico muy bien porque de lo que hablan no es de lo que hablaban nuestros Hijos. Y de lo que hacen tampoco.

Y de lo que hacen tampoco, no? Porque este pisoteo, esta denuncia de unos contra las otros. Los chicos no hacían eso. Yo me acuerdo que ellos trabajaban muy en conjunto, aunque tuvieran diferencias políticas y uno se llamaba FAR, y otro se llamaba FAL, y otro se llamaba Montoneros, y otro se llamaba, que se yo, PCML y ERP. Tenían muchísimos trabajos en conjunto. Muchas cosas: todo el tema de la alfabetización, todo el tema de la educación, ellos lo hacían juntos. Lo hemos visto en algunas películas, no? Y parece que la izquierda se olvidó y ahora cada uno quiere llegar, cada uno quiere ser gobernador, presidente, jefes de la ciudad. Quieren llegar. Yo no sé si quieren llegar para hacer cosas para nosotros porque por lo menos no los escucho con el mismo lenguaje que nuestros Hijos. No escucho decir lo que decía el Che, que hay que entregar todo todas las horas del día. Que hay que decir la verdad "ajustada como un guante". ¡Y vieron cuánto que nos mienten! En esa parte ¡ni se parecen al Che! La verdad ajustada como un guante. Me quedó sonando, no? Porque de lo que se trata, parece, siempre es de mentir, de mentirnos. De ofrecernos cosas que no van a hacer. Así que, bueno, estamos preocupadas por un lado por lo que pasa y por otro lado contentas con lo que estamos logrando con la Universidad y con la venida del Presidente Chávez a nuestra Universidad. Con la reivindicación que hacemos, cada vez con más ganas, de nuestros Hijos.

Y uno encuentra, encuentra. Encuentra siempre pibes que no están agrupados en las izquierdas, que no están agrupados en los partidos, pero que tienen un pensamiento crítico y muy sabio. Que hacen muchas cosas y que colaboran y que son solidarios. Que entienden la solidaridad como la entendían nuestros Hijos.

Así que uno tiene las dos partes del cuerpo: esa parte que uno quisiera ver que la izquierda creciera, que la izquierda fuera revolucionaria de verdad y la otra de los revolucionarios de verdad que no encuentra donde alojarse o donde juntarse para laburar más en concreto, no? Así que la Universidad creo que es un camino importante porque la Universidad está agrupando muchísimos jóvenes. Y de esos jóvenes seguro, seguro que van a salir jóvenes con otras ideas, con otra formación.

La forma de hacer política como va ahora no va. No sirve. Tenemos que cambiarla, en todas partes del mundo, no solamente acá. Pero esencialmente en el Tercer Mundo.

Tenemos que encontrar una nueva manera de hacer política: revolucionaria, claro, con la verdad ajustada como un guante.

Y hablando de Socialismo, les traje una receta. Porque se acuerdan que hablamos que íbamos a hacer algunas recetas de cocina: COMO SOCIALIZAR UN POLLO.

Mi hijo mayor siempre me decía: "Mamá, comemos todos los días pollo y nunca comemos pollo". Porque claro cuando uno no tiene mucho tiene que ser ingenioso para cocinar. Entonces él me traía el pollo y me decía "Mamá socializálo". Entonces les traigo la receta:

Se necesita un pollo, sal, un buen cuchillo bien afilado. Un hijo, una nuera, unos nietos para compartir el pollo durante cuatro días. Un grupo de jóvenes militantes, que seguramente vendrán a comer. Una olla, una sartén, una fuente, una cuchara y una madre dispuesta a cocinar.

Y claro, agarramos el pollo, lo cortamos en varias partes. Primero la pechuga, para hacer unas milanesas. Luego la carcaza para hacer caldo y arroz. Las patitas que son tan ricas para cocinarlas aparte, con una salsita y unas papitas.

Nos alcanza para cuatro días. Para comer pollo cuatro días, sin comer nunca abundantemente pollo.

Socializar un pollo es una cosa muy muy muy linda. ¿Porqué saben qué pasa? Uno piensa que con las alitas del pollo -cuando la está cortando- también puede aprender a volar. Y mientras uno cocina, vuela. Vuela con las alitas del pollo. Para alojarse por allá, por los sueños, por la utopía. Por la utopía de querer cada vez con más fuerza el Socialismo. Ese que nos dé comida para todos. No la de la bolsita, del que tiene que ir a pedir la bolsita para comer.

Ese Socialismo que nos dé comida para todos, cuando tengamos trabajo todos.

Cómo socializar un pollo: comer pollo cuatro días sin comer nunca abundantemente pollo. Pero comiendo. Y soñando que con las alitas volamos. Volamos alto, alto, alto.

Con las patitas corremos pero con las alitas volamos. Hacia esa idea del Socialismo, ese que queremos, que alguna vez, seguro, vamos a conseguir.

Chau.