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La Fogata con las Madres

24 de julio del 2003

La voz de Hebe Bonafini en "Desde el pie"


Hebe en Quito, codo a codo con los luchadores ecuatorianos y cocinando al calor del pueblo caribeño

Elio Brat
Rebelión
Casa de las Madres de Plaza de Mayo
Buenos Aires, 19 de julio 2003.

"¿Cómo están amigos? ¿Cómo estás Elio? ¿Cómo están las Madres (de Neuquén)? Yo vengo de un viaje a Ecuador. Fui invitada por los trabajadores eléctricos y los trabajadores petroleros. Y los ecologistas. Y algunos indígenas y una cantidad de organizaciones sociales. Porque en Ecuador hay un gran problema y es que Lucio Gutiérrez, el Presidente que prometió muchas cosas, no cumplió ni con ni una. Y en seis meses están retrocediendo muchísimo y está pasando lo mismo que acá.

Me invitaron -y ya había ido otra vez- por el tema de las privatizaciones. Que si uno escucha, es el mismo discurso. El mismo discurso que acá: desacreditan la empresa, que no sirve, que no anda, que los trabajadores, para tener el motivo de privatizarla. Pero los Compañeros están muy decididos a no privatizar.

Este Congreso del Pueblo que me invitaron a abrir lo hice con mucho orgullo para las Madres porque fue abrir un congreso de muchísima importancia. Un congreso que iba a definir el retiro de las fuerzas sociales que habían apoyado en las elecciones al gobierno de Lucio.

Y esas organizaciones decidieron retirarse. Menos la CONAI, que es la organización de los indígenas. Esos no se van a retirar porque a los indígenas parece que les han dado bastantes privilegios en cuanto a privilegios personales. Así que estaban muy desanimados los Compañeros por ver que se retiró nada más que CHAPACUL. Los demás no se quisieron retirar, los de la CONAI, donde está Blanca Chancoso, que es una mujer que las Madres conocemos mucho y que ha sido muy luchadora, pero que se quedó enganchada con la política de Lucio Gutiérrez de no cumplir. Ellos creen que todavía hay que esperar. Pero creo que a los gobiernos no hay que darles tanto tiempo. Nos pasa a nosotros en este país. Nosotros estamos expectantes. No les pusimos los votos ni los fuimos a votar ni le estamos dando el cien por cien de credibilidad porque hay muchas cosas para discutir.

Bueno, los Compañeros que querían en este congreso hacer un rompimiento me llamaron para que explicara desde las Madres lo que había pasado con la privatización. Y yo les expliqué el hambre, la desocupación, la miseria, todo lo que trajo. Que el dinero no se quedó en el país. Que la mayor parte se lo robaron, se lo llevaron y que las empresas andan peor que antes. Así que la posición de las Madres era esa. Además dije que de nada valía todo lo que hacemos si sigue habiendo niños con hambre. La verdad que fue un congreso en el que me dieron el honor de abrirlo y de clausurarlo, de cerrarlo.

Estuve con la señora del Presidente de la Nación. Una mujer muy agradable. Dijo que ella estaba con la posición de las Madres porque le parecía que era una posición muy ética. También a una reunión de bienvenida vino el secretario del Vicepresidente de la Nación a explicar la posición de ellos, que sigue siendo una posición mucho más radicalizada que la de Lucio.

Así que uno además de ir, uno aprende. Uno siente el calor de la gente que quiere mucho a las Madres. Hice muchos programas de televisión. Hubo muchos lugares donde nos regalaron muchos libros de estudio que se han hecho de qué pasa en Ecuador.

Estuve con la gente de los eléctricos, que ellos no han permitido que se privatice, pero también estuve con los petroleros. Y los petroleros tienen un gran problema porque once Compañeros tuvieron que pasar a la clandestinidad por la gran persecución que se desata sobre los que no quieren la privatización. Y el petróleo, como en Venezuela, en Ecuador es una de las principales entrada de dinero, de divisas.

Pero Ecuador está más atrasado que nosotros porque en Ecuador se dolarizó. Ya no existe más el sucre, la moneda de ellos. Sólo dólar. Hasta el indígena que vende una cebolla en la calle cobra en dólares. Y eso es ir haciéndole perder a los pueblos la identidad, su razón de ser, su moneda, su clase, su vida.

Los petroleros están muy duros. No quieren para nada dejar que se privatice. Tuve un almuerzo con ellos y allí las Madres nos ofrecimos para hacer una denuncia, que es parte de esto que estoy diciendo acá en este programa.

En este programa que les quiero contar que le voy a dar un carácter latinoamericano, un carácter caribeño si quieren. Porque para terminar de contarles esto que pasó en Ecuador les voy a dar la primer receta de comida caribeña. De comida cubana. Porque les había prometido que algunas veces iba a hablar de cocina.

Ahí donde estuve, en Quito, que está a casi tres mil metros de altura por lo que estuve un poco apunada, también me dieron a comer sus comidas regionales, muy típicas. Unas fritadas con unos choclos diferentes, con un maíz que nosotros no conocemos.

Y les quiero dar, para terminar el programa, la receta de los porotos negros:

Se ponen a hervir, después de remojar unas horas, porotos negros apenas cubiertos con agua. Con una cebolla rehogada. Con una cucharadita pequeña de bicarbonato. Se hierven todo el tiempo que sea necesario y se le va agregando agua de a poquito. No hay que taparlos y que naden en agua. La receta, para que sea cremoso y que se pueda comer con un arroz blanco -como lo comen los cubanos- tiene que ser hervirlo e ir agregándole el agua de a poquito. Y la sal de a poquito.

Así que cuando están terminados de hacer, que queda muy cremoso, este jugo, este caldo que es tan rico, se come con una porción de arroz, un aro de arroz, y dentro del aro se coloca este manjar que son los porotos negros cubanos.

Cada vez que salga y vaya a distintos lugares les traeré una receta. Estoy ahora, el mes que viene, por ir a Cisjordania donde me invitaron, también con mucho honor, a abrir un congreso que dice que una Palestina, una Israel, un lugar tan hermoso como ese, es posible sin guerras. Así que voy a ir a abrir ese congreso para el mes que viene y cuando venga también traeré de ahí, además de contarles lo que pasó, alguna receta de cocina.

Pero esta, la de los porotos negros cubanos, pruébenla. Van a ver que rico que es comer como comen ellos. Es muy sabroso y es muy sano.

Bueno, hasta la próxima semana. Chau.