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La Fogata con las Madres

5 de agosto del 2003

La voz de Hebe Bonafini en "Desde el pie"


A los militares queremos que se los condene por Genocidio. No sólo a estos 46. A todos.

Elio Brat

Casa de las Madres de Plaza de Mayo
Buenos Aires, 2 de agosto 2003.

"Hola, cómo están? Estamos todos alborotados, no? Con esto de la derogación de la ley que impedía las extradiciones. El pueblo está alborotado pero para el lado de contento. Los milicos están alborotados para el otro lado.

Creo que la decisión del Presidente fue una decisión valiente. Una decisión que da otra característica a los juicios. Yo no es que creo o las Madres. Las Madres hemos aprendido, en las calles, en las plazas, a no creer a pie junto todo, no? Creo que lo que nosotros dijimos siempre es que esto es un Genodicio. No es cuestión de 46. Es un Genocidio donde hay muchos cómplices.

Astiz secuestró nuestras Madres, pero tampoco es Astiz solo. Acá hay una gran complicidad de los médicos, de los odontólogos que actuaban en la tortura, que les aplicaban a nuestros Hijos las terminales para que fueran torturados en las encías y en los dientes. Muchos odontólogos, muchos médicos que actuaban en la tortura para ver hasta dónde. Más de 400 jueces de los que nos decían "Señora no busque a su hijo que se fue con otra mujer" o "no busque a su hija que se fue con otro hombre".

Los burócratas sindicales que nos señalaban, los marcaban cuando nuestros Hijos hacían el sindicato que ellos querían, el de verdad para sus Compañeros, para los trabajadores. Y aprendimos a no creer en todo lo que nos van prometiendo.

Es muy bueno la derogación de la ley. Nosotros quisiéramos que se los juzgue acá en el país. Que se los condene más. Juzgar hay muchos juicios. Ya hubo cantidad de juicios. Queremos la condena de la cárcel.

Dicen "están presos los militares". No. No nos mientan. No están presos. Están en los cuarteles, están en la Escuela de la Marina, están en la Gendarmería. Donde ellos piden. No es que van donde los pone el juez, en la cárcel, a comer basura, a no comer, tener frío como están los presos comunes. No. Van a los lugares que ellos piden, que es donde ellos viven. Es como si me llevan presa a mí y me ponen en la Casa de las Madres. Yo estoy chocha porque es donde vivo. ¡De qué prisión me van a hablar si esa es la prisión! Entonces, no nos dejemos engañar: están como reyes en los lugares donde sus "compañeros", los asesinos compañeros, los sostienen, los mantienen y los defienden. Están con los otros igual que ellos.

Entonces, es muy buena la medida. Que se los condene en el país que sea también es bueno ya que no se los condena aquí. Nosotros hubiéramos querido que los condene aquí.

Queremos que se los condene por Genocidio. Y el Genocidio no es uno por uno. Aquí hubo multinacionales, hubo muchos muchos muchos compromisos, muchos comprometidos. La Iglesia, una parte de la iglesia, donde los obispos cobraban sueldo de juez de instrucción, no nos olvidemos. Algunos sacerdotes en la Argentina usaban pistola y usaban armas y usaban botas del Ejército o de la Marina o botas de la policía. Los capellanes eran todos capellanes de la Marina o del Ejército que también cobraban sueldos.

Todos los curas pasaron a ser capellanes de la Policía, no nos olvidemos. El 90 por ciento de los curas -hubo algunos que no quisieron, por supuesto- pero la mayoría cobraron y estuvieron al servicio de la Policía, donde le sacaban informaciones a nuestros Hijos.

Hay muchos para condenar. El Genocidio no es de estos 46 y de Astiz. No, no. Hay muchísimos más. No dejemos que se olviden.

Y cuando se trate en el parlamento la ley, cuando tengan que levantar la mano los que levantaron la mano antes para poner Obediencia debida y Punto final ¿ahora qué van a hacer? ¿Van a levantar la misma mano? ¿La van a lavar con jabón y cepillo? ¿Se la van a cortar, como muchos dijeron que nos vamos a cortar la mano antes que levantarla y la levantaron y no se la cortaron? ¿Se la vamos a cortar nosotros cuando nos mientan otra vez? Esta bien la medida. Muy bien. Estamos satisfechas. Pero que no nos hagan creer que los militares están presos. Ni que los jueces se volvieron buenos de golpe. Ni que la Suprema Corte ahora es Caperucita roja. La Suprema Corte es siempre la misma: está llena de corruptos. La Suprema Corte está llena de jueces llenos de problemas. Esperemos que venga la Suprema Corte donde el doctor Zafaronni sea uno de los que la va a integrar y así, poco a poco, ir transformándola y cambiándola.

Tienen que entrar unos cuantos Zafaronni. Con uno sólo no va a alcanzar.

En la Cámara de Diputados tiene que haber muchos que señalen a los otros. A los que levantaron la mano. A los que dijeron "antes nos vamos a cortar la mano" como dije antes y no se la cortaron.

A los senadores que también tuvieron mucho que ver. Esos de la coima. ¿Vieron que nunca se descubrió nada? Esto es lo mismo: no creamos, como aquella vez, que los de la coima nos iban a dar el nombre. Cada uno se escondió y se escabulló donde pudo, porque todos habían cobrado la coima. Porque sino no se hubieran quedado callados. O sea que la coima corrió para casi todos.

Casi todos levantaron la mano para Obediencia debida y Punto final. Muy poquitos no la levantaron. Y se quedaron también ocupando las bancas al lado de los que habían levantado la mano.

Nosotros aprendimos en las calles y en las plazas a ver las cosas diferentes.

Estamos satisfechas con la medida, pero no estamos festejando la condena de los militares. Porque ni están en la cárcel ni están condenados a cadena perpetua.

Algunos están muertos de los 46, otros están medios muertos -como Massera-, otros por suerte se pegaron un tiro aunque no se murieron. Ojalá a muchos les diera por ese lado de pegarse un tiro. Y otros, que son viejitos dicen, pobrecitos, están en prisión domiciliaria. ¿Saben cuántos hay en las cárceles de 70 años? Miles, sin embargo nadie se acuerda de ellos. Pero los militares que están llenos de privilegios sí.

Así que de los 46, van a quedar unos cuantos pero no todos. Pero esto, como dije antes, no es de los 46. Esto es un Genocidio que se cometió en este país entre muchos. Y el primero que tendría que ser condenado es Ruckauf porque firmó el aniquilamiento de nuestros Hijos. Ya no más gobernador de la provincia, no más vicepresidente, no más canciller. Preso a rayas! En la cárcel, comiendo basura. Ahí tiene que estar Ruckauf. No nos olvidemos.

No nos pongamos tan contentos que estemos aplaudiendo todo. Está bien la medida. Es una medida valiente, pero no alcanza para nada. Es como si tuviéramos que barrer con una escoba pequeña todas las plazas. Necesitamos una barredora grande, que barra bien, que limpie bien, que moje todo y pase el cepillo. Y después una aspiradora para chupar toda la basura.

Yo les quiero decir que hemos aprendido, como decía Roque Dalton:

"En la Grecia antigua, Aristóteles enseñaba filosofía a sus discípulos mientras caminaba por un gran patio. Por eso su escuela se llamaba de "los paripatéticos". Los poetas combatientes somos más paripatéticos que aquellos paripatéticos de Aristóteles, porque aprendemos la filosofía y la poesía del pueblo mientras caminamos por las ciudades, las plazas y las montañas de nuestros países".

Gracias.