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La Fogata con las Madres

PERIÓDICO MENSUAL DE LAS MADRES - Nº 4 - OCTUBRE DE 2003

PERIÓDICO MENSUAL
 

Asociación
Madres
de Plaza de Mayo

LAS LUCHAS DEL PUEBLO
JUNTO A LAS MADRES

AÑO 1  -  Nº 4  - OCTUBRE 2003
  TERCERA ÉPOCA


CONTENIDO DE ESTE NÚMERO:

 


EDITORIAL


Animémonos y vamos
 

En este momento estamos viviendo muchas cosas. Algunas nos preocupan y otras nos tienen absolutamente sorprendidas. Bolivia siempre nos despierta. Ese pueblo está mucho más avanzado que el nuestro en cuanto a la lucha armada, en esa manera increíble de defenderse, porque ya lo han perdido todo. Tal vez están más atrasados en cuanto a que es un pueblo menos numeroso. 
Nos preocupa que los piqueteros sigan estando en la calle, cortando los subterráneos, haciendo este tipo de reclamos y exigencias sin tener en cuenta que ha llegado un momento diferente. El presidente ha pedido que les lleven proyectos. Yo no sé si se los llevaron o no. No los juzgamos. Pero creo que hay piqueteros que han tomado otra forma de lucha y nos parece bien, como “Pepino” Fernández, de General Mosconi, o el MTD Aníbal Verón. Ellos están llevando adelante muy bien las cosas. Reclaman en el Puente por sus compañeros asesinados, pero sin mezclar el pedido de la comida y del Plan Trabajar con el pedido de justicia, que nos parece lo más fuerte. Eso nos pone bien. Nos da la pauta de que hay hombres y mujeres que tienen otra forma de lucha y que hay otras expectativas. 
Pero hay un montón de grupos que pertenecen a partidos de izquierda, que no tuvieron casi votos, que se creen que van a poder mandar haciendo pasar gratis en los subterráneos y en las autopistas. Nos parece que por ahí no va la lucha, pero ellos son los que deciden, aunque como ellos nos critican a nosotras, nosotras también tenemos derecho a criticarlos a ellos.  
No sabemos si es que no se sabe ver la política o que los partidos de izquierda, que son los que llevan adelante estos piquetes, están mirando para otro lado o quieren conflicto permanente. No sabemos cuáles son los acuerdos que ellos tienen con Luis Eduardo Duhalde, que es de la Secretaría de Derechos Humanos o con Parrilli, o con el Presidente, pero quisiéramos estar un poco más informadas porque nos parece que no van por el buen camino. Precisan trabajar, es verdad, pero la forma en que están luchando nos parece que no es correcta: bajar al subterráneo, dejar pasar a la gente… Así se ponen a la población en contra, que no puede pasar, que llega tarde, que da mucha vuelta. 
Nosotras siempre nos preguntamos cómo es que se dejó hacer a Menem y a De la Rúa todo lo que quisieran, hasta llegar a este caos espantoso que es el país, y sin embargo se le pide a este Presidente, que tiene ciento cincuenta días de gestión y que ha hecho tantas cosas, que haga todo.  
Por eso las Madres creemos que hay que apostar a que entre todos podamos construir un país diferente. No haciendo concesiones, pero reconociendo las cosas que están bien y criticando las que están mal, tanto en nuestros compañeros como en el gobierno. Nosotras no nos vamos a callar las críticas al gobierno, como esto de tener alrededor tantos salvavidas de plomo como Scioli, como Duhalde y Ruckauf, que son de terror. De igual manera diremos las cosas de los compañeros que no nos parecen bien.  
Entendemos que las Madres hemos adquirido un derecho después de tantos años de lucha, por el cual todo el mundo nos pregunta cómo va el país, qué pasa, qué sentimos. Creemos que tenemos el derecho a criticar lo que está mal y a aplaudir lo que está bien. 
Por otro lado vemos la actitud del Presidente, que en su discurso en la ONU tuvo actitudes muy fuertes. Fue un discurso sorpresivo y valiente. Dijo que no lo van a convencer de irse para otro lado. Nos parece muy fuerte decir que “a un muerto no se le puede cobrar” y denunciar que hay un país que quiere todo para él, que tiene todo el poderío militar, económico, contra todos los países más pobres, sobre todo porque esas declaraciones no fueron hechas en cualquier lugar.  
Asimismo, que el Presidente haya dicho que son “hijos de las Madres” no es poca cosa. Porque no es solamente ser hijo de las Madres en el sentido figurativo. El presidente es un hombre de los años setenta, que luchó en esos años. Nos parece importante que diga que ellos son como nuestros hijos –aunque me imagino que no todos porque hay algunos que han protestado bastante-, porque nuestros hijos querían un país totalmente diferente, que es el que queremos las Madres. Dieron su vida por ese país y nos parece que si el presidente se encolumna en ese proyecto, tiene el mismo proyecto que nosotras y que nuestros hijos. Sabemos que el Presidente no es socialista ni revolucionario, pero creo que está haciendo cosas que no han hecho otros que se dicen revolucionarios. Estamos contentas y agradecidas por esa frase que dijo en ese lugar.  
Y también por esa crítica que hizo a las Naciones Unidas, porque nos parece que es muy buena. Nosotras lo hemos dicho siempre: Naciones Unidas no sirve para nada. Las Madres hemos dicho muchas veces que es un lugar donde no se solucionan los problemas, donde EE.UU. es también el dueño. EE.UU. es el cuerpo que tiene en su poder todo lo que allí se decide. Ellos y China son los que determinan todo, junto con los franceses, que ya dijeron hace mucho que ellos no se iban a dejar basurear, juzgar o condenar por ningún país del Tercer Mundo.  
Para terminar estuvimos viendo que todos los jóvenes en el mundo se han puesto a protestar contra la globalización, porque a todos les está tocando y llegando. Esto que pasó hace pocos días cuando mucha gente se acercó a Cancún e impidió que terminen las reuniones, esos discursos tan duros hasta de Chirac, con una crítica tan clara a las Naciones Unidas… Parece conformarse una situación donde pareciera que todo el mundo se anima a criticar lo que es debido. Naciones Unidas era como la virgen María, nadie podía criticarla. Una de las primeras que empezamos a criticarla fuimos las Madres, en los años ochenta. Dijimos que nuestros hijos se habían transformado en un número y una carpeta y que se los cambiaba por trigo o por petróleo. Mucha gente se asustó. El presidente del Cantón Suizo me mandó a llamar y yo le dije que sí, que había dicho eso.  
Hoy muchos se dan cuenta que la ONU llegó tarde a todo y hasta casi diría que apoyó las guerras, porque llegar tarde equivale a apoyarlas. Que no salvó ninguna vida. Y que los hombres que la dirigen, la verdad es que tienen una mentalidad muy pobre. Que no les importa lo que nos pasa. Que es mentira que son justos. Son lo más injustos, casi parecen la Suprema Corte de Argentina.

Para nosotras Naciones Unidas es igual que el Vaticano, que hay un Papa al que nadie se anima a criticar y un montón de gente que se pone al lado de los más fascistas. No obstante, hay pequeñísimos grupos que creen que estando adentro de eso sí pueden luchar a favor de su pueblo, porque dentro de la Iglesia hay hombres y mujeres, sacerdotes y monjas, que luchan junto a nosotros, que están junto a nosotros. Sabemos, de igual manera, que en Naciones Unidas hay gente que tiene muy buenas intenciones. Pero yo la comparo con el Vaticano: tiene el mismo poder, similar “prestigio” y se ha hecho de un halo para que nadie la critique. Hay que animarse a criticarlos y a denunciarlos, porque ellos –el Vaticano y Naciones Unidas- son los que hubieran tenido que salvar millones de vidas, desde las provocadas por las dictaduras latinoamericanas hasta las víctimas de Ruanda, pasando por las de la guerra en Irak. Animémonos y vamos, no “animémonos y vayan”. Animémonos a criticar y denunciar. Ellos también tienen responsabilidades y son culpables de muchísimos crímenes.  

Hebe de Bonafini
Asociación Madres de Plaza de Mayo


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