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La Fogata con las Madres

Editorial de "¡Ni un paso atrás!", programa del 29/05/03.
Fidel embarazó de sueños al Sur

.Dos horas y media le bastaron al legendario revolucionario cubano para pasarle el trapito a la miopía política e intelectual de toda la dirigencia argentina, desde la agria derecha hasta el ambiguo progresismo, renovando al mismo tiempo la confianza popular en el sueño socialista y en la terca decisión de no negociar ni un poquito así los profundos anhelos de transformarlo todo..
.Sin grandes aparatos publicitarios a favor, pero con grandes corporaciones periodísticas en contra, el Comandante Fidel Castro colmó el auditorio de la facultad de Derecho, sus pasillos y patios internos, las escalinatas primero, la vereda después, también la calle contigua a la facultad y otras aledañas. Hasta hubo gente colgada de las palmeras de la Plaza Francia, como si aquella histórica noche de Buenos Aires ocurriera en la mismísima Plaza de la Revolución un primero de mayo. .
.A su disertación entre política y poética, humanista pero filosófica, dialéctica siempre y siempre sencilla, Fidel congregó más gente que cualquiera de los políticos criollos en sus actos de campaña. Con sabiduría humilde y compañera, concilió nociones de medicina con precisiones de economía política, semblanzas al Che con hondas reflexiones sobre la actualidad del imperialismo. El largo pasado y el corto presente proyectados en dirección del eterno porvenir, próximo y lejano. Fue implacable en la denuncia del capitalismo y optimista con el destino de la humanidad. .
.De sus palabras obtendremos fuerzas para continuar la dura confrontación contra los explotadores. De su confianza en el hombre sacaremos para defendernos de los poderosos y seguir resistiendo. A la valentía y el coraje y la generosidad del Che acudiremos cada vez que nos sucedan las injusticias peores, las más escandalosas, como lo fue el fallo vergonzante del juzgado de Lomas de Zamora, que el mismo lunes del discurso de Fidel dejó libre al asesino del piquetero Barrionuevo, excusándose en la inacción del fiscal del Estado, que ni siquiera inculpó al criminal. .
.Una vez más, el asesinato de uno de los nuestros ha quedado impune. La justicia de clase burguesa, que condena con rigor a los rateros pero absuelve con alevosía a los represores, se ha burlado nuevamente de los explotados, los ofendidos, los condenados de la tierra, cargándose en el baúl del oprobio y la mentira la sangre toda roja de uno de los mejores hijos del pueblo. No importa: los piqueteros seguirán buscando justicia a su manera, del único modo posible: en las rutas que continuarán ardiendo de fuego y sueños en este país embarazado de sur, llame cómo se llame el que gobierne..