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La Fogata con las Madres

JUEVES EN LA PLAZA, CON LAS MADRES
"Las fábricas en manos de los trabajadores, urgente"

Al finalizar la marcha del jueves 24 de julio de 2003, y en una Plaza de Mayo muy concurrida por coincidir la jornada con la primera semana de las vacaciones de invierno, habló Hebe de Bonafini
Compañeras, compañeros. Hoy les decimos que abrazamos con toda nuestra fuerza a todos los compañeros que desde distintas partes del país y del mundo han venido a acompañarnos. Les agradecemos muchísimo que sepan que a casi veintisiete años de la lucha, seguimos viniendo cada jueves a las tres y media a esta plaza, donde sentimos que nos encontramos con nuestros hijos.
Por este momento tan difícil y diferente del país, donde el señor Presidente fue a EE.UU. y a mí de dio mucho miedo ver ese abrazo con Bush, porque es el abrazo del oso. Le tengo miedo al abrazo del oso. Ojalá se cumpla lo que se escuchó, eso de que no se va a pagar la deuda por lo menos por tres años. Ojalá que el Presidente cumpla con lo que dijo, que no va a pagar la deuda con el hambre del pueblo. Ojalá que se empiecen a recuperar las empresas y que los trabajadores desocupados empiecen a tener trabajo, porque ese el drama más grande del país. Muchas cosas se están haciendo, yo lo sé, pero el drama más fuerte y más grave y más duro es la falta de trabajo y es lo más difícil de solucionar.
Estamos viendo las mentiras de los juicios a los militares, cuando se ponen contentos por lo de Margarita Belén. Las Madres somos muy escépticas con esas cuestiones, los acaban de soltar...
Por una cosa o por otra, o por los beneficios de las leyes, o por la complicidad de los políticos, o por la corrupción de la justicia. Pero los dejaron en libertad. Hoy me preguntaban qué pienso de los cuarenta y seis a los que le ha pedido Garzón la extradición. La opinión de las Madres es que de esos cuarenta y seis, hay más de veinte que están muertos. Y los otros están viejos. Entonces yo no sé cuál va a ser la excusa para extraditarlos o no. Yo siempre les digo aquí en la Plaza, que nuestra preocupación no es meter en cana a los milicos, sino que los chicos no se mueran de hambre, que los niños no se tengan que prostituir para comer y que los padres tengan trabajo. Ese es el grito más fuerte y es para lo cual las Madres estamos empeñadas.
Nosotras estamos expectantes, como decimos siempre, viendo que hay muchas cosas que se están haciendo, que muchas de las cosas que no creíamos que se iban a hacer sí se están haciendo. Tenemos preocupación por el tema de los Planes Trabajar y las bolsas de comida. Las Madres no estamos de acuerdo con que se siga pidiendo el aumento de los Planes Trabajar, porque eso es crear expectativas y punterismo político y que los partidos creen más piqueteros para tener más dinero en sus manos. Acá se necesitan cooperativas y fuentes de trabajo y que las fábricas sean dadas a los trabajadores para ponerlas en funcionamiento, porque se ha visto que se puede. Las fábricas tienen que estar en manos de nuestros compañeros. Y ahí sí que uno no va dormir tranquilo, pero va a respirar un aire mucho más puro. Mientras no sepamos bien cómo va a ser este asunto del trabajo, pero que escuchemos por ahí todos los días el pedido de los piqueteros, de los piqueteros de los partidos sobre todo, que quieren que les aumenten a ochocientos pesos el Plan Trabajar, sin trabajo, me parece que no, que es un salvavidas de plomo.
Así que, seguimos empujando, seguimos expectantes, esperemos que no se pague la deuda, como dijo el presidente, con el hambre del pueblo y que el pueblo empiece a dejar de tener hambre. El Hambre Urgente es como una cafiaspirina para la bronconeumonía: le baja la fiebre pero no le cura la enfermedad. Así que, ojalá el Hambre Urgente se convierta en fábricas en manos de los trabajadores, ˇurgente!
Hasta el jueves que viene.