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La Fogata con las Madres

25 de junio del 2003

La voz de Hebe Bonafini en "Desde el pie"
Daniel Scioli, un Vicepresidente con vocación de gusano

Elio Brat

Casa de las Madres de Plaza de Mayo
Buenos Aires, 21 de junio 2003.-

"A los amigos de Neuquén, de este querido programa, hola. Yo estoy bien, estoy contenta. Estamos trabajando muchísimo las Madres, con muchas actividades, muchísimas. Ustedes ya verán.

Este jueves, antes del programa del sábado, vamos a estar con Aleidita, la hija del Che. Haremos una actividad, una conferencia con mucho orgullo para las Madres con la hija del Che.

Para el próximo programa seguramente les contaré. Pero por ahora les explico que cuando salga el programa, ya habré estado con ella.

Y hablando de esto, quería hablar de lo que hizo Scioli.

Daniel Scioli se fue a la gusanera, a Miami. El vicepresidente. Sí, el vicepresidente de la Nación. Se fue a la gusanera a hablar mal de Fidel. A criticar al pueblo cubano y a Fidel Castro.

Tenía que ser un gusano como Scioli el que sea capaz de hacer eso. No me importa que sea el vicepresidente. Tenemos todo el derecho a criticarlo. Es una vergüenza que haya ido a criticar a Fidel, al pueblo cubano y a Chávez.

No sabe lo que dice. Ese no sirve ni para manejar una lancha.

Realmente nos parece muy grave que el señor Presidente (Kirchner) todavía no haya dicho absolutamente nada de lo que hizo Scioli.

O sea, Fidel vino a la asunción del Presidente y del Vicepresidente. Y convocó y provocó algo impresionante en la juventud. Que hacía años que no se veía: los jóvenes, eufóricos, escuchando. Y aplaudir a este hombre, que es uno de los más grandes Hombres del siglo.

Y Scioli se fue a la gusanera para con los gusanos criticar a Fidel.

¡Qué poca cosa que es Scioli!

Scioli seguro no entiende nada ni del Che. Estamos en estos días conmemorando, como queremos las Madres, su nacimiento. Hemos propuesto no hablar más ni conmemorar los días de la muerte de los grandes Hombres. Queremos acordarnos y conmemorar el día que nacen, que es el día que salen a la luz.

Ellos no mueren nunca. Por eso no queremos hablar del día de la muerte. Y esta semana estamos hablando todo el tiempo del Che. Y el Che quería y amaba al Hombre Nuevo. Ese Hombre Nuevo del que Scioli, seguro, no sabe nada ni entiende nada. Ni sabe que el pueblo cubano come todos los días y aún en los peores momentos todos comieron. Todos estudian.

Señor vicepresidente Scioli: todos estudian lo que usted seguramente no estudió.

Y todos, todos, terminan hasta la universidad. Sin que les cueste un peso. Y todos pueden ir al médico, cosa que no podemos hacer acá.

Y todos recorren el país, aunque no puedan salir del país como muchos dicen. ¡Acá tampoco podemos salir del país porque no tenemos plata!

Scioli no entiende ni sabe nada qué es el Hombre Nuevo. Qué quiere Fidel. Qué quieren los cubanos. Porqué luchan los cubanos y porqué luchaba el Che. Ese Hombre tan magnífico y tan grande que con Fidel hicieron esta Revolución, que hoy todavía nos alumbra y nos da esperanza.

Y por eso tantos miles y miles y miles vinieron a verlo a Fidel. Así que bueno, lamentamos que en el gobierno haya un gusano. Y a lo mejor Scioli va a terminar como los gusanos, aplastado.

Quiero hablar qué es el Hombre Nuevo.

Alguien dijo: Compañeros, ustedes han oído hablar del Hombre Nuevo? Nosotros nos quedamos mirando. ¿Y ustedes saben donde está el Hombre Nuevo?

El Hombre Nuevo está en el futuro pues es el que queremos formar con la nueva sociedad.

Cuando triunfe la Revolución. O antes.

Y nos quedamos mirando. ¿Saben donde está? Está allá, en el borde. En la punta del cerro que estamos subiendo. Está allá: agárrenlo, encuéntrenlo, búsquenlo, consíganlo.

El Hombre Nuevo está más allá de donde está el hombre normal. El Hombre Nuevo está más allá del cansancio de las piernas. El Hombre Nuevo está más allá del cansancio de los pulmones. El Hombre Nuevo está más allá del hambre. Más allá de la lluvia. Más allá de los zancudos. Más allá de la soledad.

El Hombre Nuevo está ahí: en el que usa esfuerzo. Está ahí donde el hombre normal empieza a dar más que el hombre normal. Donde el hombre empieza a dar más que el común de los hombres.

Cuando el hombre empiece a olvidarse de su cansancio, a olvidarse de él. Cuando se empieza a negar a él mismo, ahí está el Hombre Nuevo. Entonces sí están cansados. Sí están rendidos.

Olvídense de eso. Suban al cerro. Y cuando lleguen ahí, ustedes van a tener un pedacito del Hombre Nuevo.

El Hombre Nuevo lo vamos a formar aquí.

Aquí se empieza a formar el Hombre Nuevo, porque el Frente tiene que ser una organización de hombres nuevos que cuando triunfen puedan generar una sociedad de hombres nuevos.

Así que si no son teoría y si en realidad quieren ser hombres nuevos, alcáncenlo.

Y ahí nomás algunos dijeron "hijo de puta". Y nos quedamos viendo. Nos quedamos viendo, a la gran puta, qué es el Hombre Nuevo. Estamos de acuerdo con esa idea y todos nos identificamos con ese concepto. Nada más que se nos pasó por la mente que para ser el Hombre Nuevo nosotros tenemos que pasar un montón de penalidades para matar al hombre viejo y que vaya naciendo el Hombre Nuevo.

Entonces yo solo me acordé del Che. Del Hombre Nuevo del Che. Y hasta entonces comprendí la magnitud de lo que el Che quería decir cuando hablaba del Hombre Nuevo.

El Hombre Nuevo que da más a los hombres que lo que el hombre normal puede dar a los hombres. Pero a costa de sacrificios, a costa de la destrucción de sus taras y de sus vicios.

Nos quedamos viendo, convencidos, que el amigo tenía razón. ¡Nos entró por el lado flaco, porque todos nosotros queríamos ser como el Che!

Entonces, nos ponemos las mochilas. Nos arrecostamos. Nos arremangamos. Nos pasamos los bombardeos. Nos pasamos las mochilas por los hombros. Y nos dijimos: ¡ese hijo de puta, Hombre Nuevo, está en nosotros! Agarrémonos!